Lo abracé y besé.
Gerard: Que bueno que quieras ser mi novia.
Entramos, Christa se nos lanzó y abrazó mientras reía, pues ya a parte de ser las mejores amigas, éramos cuñadas. Después de hacer la tarea Gerard me llevó a casa. Luego de despedirnos con un beso en los labios entré a mi casa, parecía que no había nadie, estaba todo oscuro y en silencio, ignoré eso y sólo subí a mi cuarto, como todo estaba muy oscuro, encendí la luz de mi lámpara y entré al baño para tomar una ducha. Me tardé un poco en salir, salí del baño en toalla y me dispuse a buscar un pijama, encontré uno y lo puse sobre mí cama. Me di media vuelta, me encontré con esos ojos azules y piel clara.
Tú: ¡Andy, por amor al Metal! - Salté del susto -. ¿Cómo diablos entraste?
Andy: Eso no importa.
Tú: Andy, estoy en toalla... - Estaba roja de la pena -.
Andy: Sí... ¿Y?
Tú: ¿Qué te ocurre? Es... Estás raro.
No dijo nada, solamente se acercó más, tragué saliba. Suavemente me dio un pequeño empujón y caí a la cama. Se puso sobre mí y se acercó a mi oído.
Andy: Ahora, te voy a hacer mía - susurró -.
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Sip muy corto.
Pero una pregunta.
¿Pasa o no pasa?
Decidan ustedes.
Gracias.
- Darket .