Horacio captó su indiscreción, pues Gabi le dio un codazo.
Horacio: nada, no te preocupes, es un decir, por si algo se presenta en su ausencia, es más ,sólo queremos ver como esta todo, así como nos lo pediste.
Jose Miguel: por un momento me asustaste!! me alegra que todo este bien, gracias amigo.
Horacio: de que, disfruta esas merecidas vacaciones"
Después de colgar.
Gabriela: estuviste a punto de meter la pata.
Horacio: perdón, es que de verdad me tiene nervioso la presencia de esa mujer.
Gabriela: por suerte no le alcanzaste a decir nada.
Después de caminar un buen rato la familia Montesinos Villalba regresó a cambiarse de ropa para darse un chapuzon en la alberca.
Horacio y Gabriela llegaron a la hacienda y de inmediato buscaron a Analia, quién se encontraba vacunando a uno de los caballos.
Gabriela: Analia, que bueno que te encontramos.
Analia: señora Gabriela, como está?
Gabriela: todo bien, pero necesito preguntarte algo.
Horacio: necesitamos que seas muy sincera, porque el asunto puede ser delicado.
Analia: de que se trata?
Gabriela: tu sabes que busca Martina ¿porque regresó a San Pedro de las Peñas?
Analia: entonces ya lo saben?
Horacio: si, me la crucé en la plaza del pueblo hace unas horas.
Analia: en realidad no sé cuales son sus intenciones, pero nada bueno puede esperarse de ella después de todo lo que hizo.
Gabriela: entonces la viste?
Analia: si! fue a buscarme temprano en la mañana, y está empeñada en conquistar a José Miguel a cualquier precio.
Gabriela: esa mujer esta loca.
Horacio: mi amigo nunca la voltearía a ver está muy enamorado de su esposa.
Analia: lo sé pero deben estar prevenidos.
Gabriela: no es el momento para decirles, apenas se fueron esta mañana de viaje.
Analia: si quieren yo investigo las intensiones de Martina y les informo.
Gabriela: de verdad harías eso? sabemos que es tu amiga
Analia: era, yo no puedo llevar una amistad con alguien tan malvado.
Iluminada llegó con un cafecito para Analia.
Iluminada: buenas!! Señora Gabi, Señor Horacio, pequeña Isabella.
Gabriela, Horacio: Hola Iluminada.
Iluminada: venia a traerle un cafecito a la doctora, es de olla está delicioso, lo hizo mi amacita, gustan?
Gabriela: por supuesto, porque no vamos a la sala, aprovecho y te digo algo.
Isabella: me puedo quedar aquí?
Analia: vayan, lo que tienen que hablar es de cuidado yo me encargo de su hija.
Horacio: pos, si, gracias, te portas bien.
Iluminada: ay nanita!! a poco a ustedes también los amenazó?
Horacio: como que también?
Gabriela: no me digas que estuvo aquí'?
Iluminada: si, en la mañana, pero vénganse les platico con el cafecito.
Gabriela y Horacio siguieron a iluminada hasta la hacienda.
Mientras en Cancún Valentina y José Miguel enseñaban a sus hijos a nadar en la alberca del edificio, Jose Miguel llevaba sobre sus hombros a José Federico mientras Valentina sostenia a Cecilia Benita con sus brazos intentando darle confianza para flotar en el agua; la tarde estaba un poco oscura, parecía que llovería.
Valentina: mis amores, creo que ya es hora de salir.
Cecilia Benita: otro ratito por favor.
José Federico: por favor , nos comeremos toda la cena.
José Miguel: esa promesa esta muy bien, pero parece que va a llover.
Cecilia Benita: ya estamos mojados no pasa nada.
Valentina: se pueden enfermar, llevamos mucho rato aquí.
Jose Miguel: mañana en la mañana vamos a la playa.
Cecilia benita: lo prometes?
José Miguel: claro!!
Cecilia Benita: entonces vamos.
Se escucharon truenos a lo que con más rapidez Cecilia Benita seguida de su hermano salieron corriendo de la alberca, Valentina y José Miguel rieron al verlos asustados, se acercaron con la intensión de darse un beso.
José Federico: vamos, se nos hace tarde para cenar.
Cecilia Benita: otra ves? un día se van a quedar pegados de tanto beso.
Jose Miguel: pero si aun no se lo doy a su mamá.
Cecilia benita: pero ya vas.
José Miguel: tienes razón.
José Miguel le dio un rápido beso a Valentina en los labios y salio de la alberca, extendió su mano para ayudarla a salir.
cada uno tomo una toalla y envolvió a los niños, y regresaron al penhouse.
Mientras en la hacienda "El Milagro"
Gabriela: lo que dices es muy preocupante Iluminada.
Horacio: afortunadamente están de bien lejos.
Iluminada: pero y si descubre donde está, segurito va tras ellos.
Gabriela: eso no va a pasar Iluminada, hiciste bien en no hablar, ahora por favor a nadie le comentes lo sucedido, primero intentemos averiguar las intensiones de esa mujer y luego vemos si es prudente avisarle a nuestros amigos.
Iluminada: si señora, como usted diga.
Horacio: por lo pronto hay que advertirles a todos los empleados de la hacienda que no le permitan el paso.
Gabriela: vamos, antes de que se retiren a sus casas.
Gabriela y Horacio reunieron a todos los empleados de la hacienda para darles la nueva orden de prohibición.
Horacio: el que no obedezca entra serios problemas porque vamos a tener al tanto a los dueños, entendieron.
SI señor... respondieron todos a la ves..
Horacio: bien, pueden retirarse a descansar.
Leonor regresó de su viaje y se encontró con aquella perra preñada que parecía estar cerca de dar a luz, se encargó de que fuera revisada y llevada un lugar seguro mientras llegaba el momento, estaba feliz, los perritos serán dados en adopción y uno de ellos sería de sus nietos, había una razón poderosa para visitarlos prontamente.
La familia Montesino Villalba cenó entre risas y chistes, los gemelos parecían tener mucho sueño, el haber despertado tan temprano para el viaje, caminado por la ciudad y nadado los había dejado exhaustos, para cuando los 4 veian la tv en la sala estos ya dormían.
Valentina: hay que llevarlos a sus camas.
José Miguel: yo me encargo.
Valentina: yo me encargo de la nena.
José Miguel: no, yo me encargo de ambos, tú espérame en la habitación.
Valentina le dio una mirada picara y le guiño el ojo,él le respondió con una dulce sonrisa.
Mientras José Miguel llevaba a los gemelos a sus recamaras y arreglaba sus respectivas camas, Valentina en el cambiador sacó de su maleta una lencería color rojo, que dejaba mucho a la imaginación, cuidadosamente se la puso y esparció su perfume favorito por todas partes, cepillo su cabello y se cubrió con una bata del mismo color.
Al llegar a la habitación como tal encendió dos velas y abrió una botella de champagne, tomo dos copas y las llenó; José miguel arropaba a sus hijos, les dio a ambos un beso en la frente de buenas noches.
Cerró las puertas y regresó con su esposa, al entrar a su habitación sólo pudo observar, velas y el champagne; Valentina había entrado al baño parece que algo había olvidado, al salir sus miradas se cruzaron, ella llevaba una fresa que rosaba sus labios, José Miguel no podía creer la Diosa que estaban viendo sus ojos.
José Miguel: estas preciosa!!!
Valentina: tenemos que aprovechar que los niños duermen.
Valentina desabrochó su bata y dejó al descubierto la lencería que llevaba, José Miguel la observo de abajo arriba y viceversa mientras ella le sonreía coquetamente, pasó saliva.
Valentina: te gusta?
José miguel: me encanta, pero cuando lo compraste?
Valentina: hace unos días, no había tenido la oportunidad de usarlo para ti.
José Miguel: te ves, tan hermosa... voy a ponerle seguro a la puerta no quiero interrupciones.
Valentina tomo las copas de champagne y le pasó una a José Miguel.
José Miguel: se puede saber porque brindamos?
Valentina: por nosotros, por este hermoso lugar.
Jose Miguel: y por que está noche podamos amarnos como sólo tu y yo lo hacemos, con la absoluta entrega de nuestros cuerpos y almas.
Ambos chocaron sus copas y bebieron, Jose Miguel las tomó y las puso sobre una mesita y besó a su esposa apasionadamente.