Holaaa! ¿Lo primero? GRACIAS, MUCHAS MUCHAS GRACIAS A TODOS POR VUESTROS MENSAJES Y COMENTARIOS DE APOYO.
No sabeis lo bien que sienta saber que no estais enfadados conmigo por decir que necesito más tiempo para escribir, estaba bastante preocupada por ello aunque no lo quería decir y la verdad es que en una simple semana al no estar constantemente presionada por el tener que pensar en que va a pasar ahora en mis noves me ha sentado genial. Hoy he tenido tempo, me he puesto a ecribir y me ha salido solo, como antes y me ha sentado genial, asíque aquí os lo dejo!
Espero que lo disfruteis y para el proximo capitlo, CITA ;)
Un besito y graaacias a todas ;)♥♥♥
PHOEBE P.O.V
Sam, Adam y Alex llegan tarde; cosa bastante extraña teniendo en cuenta que Alex es un obseso del control como papá, pero parece que a Ava y a Gab no les importa; están más que contentos de poder seguir cotilleando sobre el extraño fetiche de mi "compañero".
Doy vueltas al café de mi taza con los nervios a flor de piel. ¿Como reaccionaré cuando vea a Alex?¿Me sentiré mal?¿Podré actuar como siempre?¿Se dará cuenta de lo que he hecho?
Las absurdas y a la vez serias preguntas dan vueltas a mi cabeza, y sí a eso le sumamos la imagen de "El señor X" diciéndome que le gusta follarse a chicas cabreadas, imaginaos como está de triturado mi cerebro.
-El sexo duro mola.- Oigo que dice Ava.
Gab y yo asentimos al segundo pero mi cerebro sigue a lo suyo.
Lo que tengo con el señor X no es sexo duro en sí mismo, es más de sentimientos que de contacto físico, aunque bueno, no soy precisamente experta en ninguna de las corrientes.
Si lo pienso bien lo de ayer se sintió...bien, quiero decir, se sintió extraño y me cabreé en su momento pero a la vez los sentimientos que me transmitió el enfado no me parecieron negativos como usualmente pasa, sino que me agradaban.
El calor de la rabia excitándome, la sensación de victoria cuando "vencia" en algo a mi "amigo", lo afilado de mis sentidos: alerta por todo y haciendo a mi piel extra sensible a las caricias.
Quiero...quiero volver a sentir todo eso. Y eso me cabrea, aunque no creo que eso vaya a ser un problema.
Pero, ¿No es eso raro? Se supone que mi cuerpo no debería disfrutar de estar enfadado.
Recuerdo que el Señor X me dijo que no todo el mundo podía disfrutar de algo como eso, pero que en la situación que acababa de vivir con él muchas no tendrían un recuerdo negativo del acto porque todas esas sensaciones se veían recompensadas con orgasmos al final.
Fue un maldito arrogante y se ganó otra patada por mi parte. También un "Imbecil" con acento Francés.
Quizá fui una loca al volver a quedar con él dentro de unas noches para comunicarle si quería seguir con esto o no.
Una parte de mi cerebro me sigue gritando que todo esto es un error, que estoy muy bien como estoy y que puedo encontrar la felicidad sin falta de meterme en cosas raras.
La otra parte de mi cerebro solo dice , tranquilamente, que ya sé lo que voy a hacer y que mi cuerpo va a estar muy feliz de ello.
Creo que sé quién va a tener razón, pero bueno, mi cerebro sigue machacándome con los pros y los contra.
-Lamento el retraso, es todo culpa de este hombre.- Dice la voz dueña de mis escalofríos.
Mi visión , hasta ese momento bloqueada y nula por mis profundos pensamientos, se reconecta y se dirige hacía el hombre causante, inocentemente, de mi quebradero de cabeza.
-Hola.- Digo suavemente. Ni siquiera sé porque.
Alex me mira por un segundo más eterno de lo normal y veo como una sombra se instala lentamente en su mirada.
¿Qué pasa si algún día las sombras también nublan mi mirada?
-Por culpa de Sam tenía que ser.- Me obligo a parecer alegre mientras Alex da la mano a Gab y saluda con un beso en la mejilla a Ava.
Sam va contestar a mi gracia cuando ve que Alex se inclina para besar a Ava.
Su mirada de cachorro lo dice todo: Yo también quiero.
Mientras Alex viene al otro de la mesa en el que solo yo me encuentro para saludarme, veo como Gab y Adam se dan la mano.
-Gabriel Becks.-Se presenta mi mejor amigo. [Hago una paradita para recomendar enormemente las novelas de Becks, una de mis mejores amigas aquí en wattpad que me tiene enganchadisima a sus libros! @becky_towers ; también la encontrareis si ponéis Saga White en el buscador ;) TOTALMENTE RECOMENDADA]
Es la primera vez que se conocen, pero por su sonrisa sé que se llevarán genial.
-Hola.-Vuelve a decirme Alex cuando me regala un ligero beso en la mejilla.
-Hola.- Sonrío dejándole un sitio a mi lado.
Adam y Sam me saludan con un abrazo, pero este último no dura mucho cerca de mi pues al segundo está peleando con Gab por un sitio al lado de una Ava más que divertida.
-Es sorprendente que tu padre te haya dejado salir con nosotros.- Dice Sam feliz, con un brazo sobre los hombros de Ava y una mano siendo pellizcada por las uñas de la pequeña rubia.- ¡Ag!-Dice con una mueca de dolor.- Me encanta que te guste duro.
Aún así no la suelta.
Es adorable.
-No me tiene encarcelada, además está Gab.
-¿Llevas mucho tiempo siendo su guardaespaldas?- Pregunta Adam, interesado.
Escucho ligeramente como Gab le cuenta con una sonrisa el momento en el que empezó a ser mi guardaespaldas y como yo me puse a llorar de felicidad por poder tener un amigo chico. También cuenta como esa tarde Ava y yo le atamos con una comba [Comba es una cuerda para saltar, ya sabéis, el cochecito lere y esas cancioncitas tan guays jajaja] y le maquillamos.
-Que cruel eras.-Ríe Alex a mi lado.
-Que va, se lo hicimos con amor.
-Espero que a mí nunca me hagas algo así.
Una imagen de Alex atado en mi cama me viene a la mente y no puedo contestarle. Un "Yo espero poder hacerlo" no creo que sea lo adecuado en esta situación.
Mis mejillas se vuelven rojas cuando su forma de toser y de apartar la mirada delatan que sabe perfectamente lo que pienso.
Para mi desgracia Ava y Sam están igual o más abstraídos que Adam y Gab y la única opción que tenemos Alex y yo para hablar es hacerlo entre nosotros.
Vale, ¿Y yo de qué diablos hablo ahora?
-Y...¿Qué tal estos días? - Me pregunta Alex sin girar su cara hacía mi.
-Bien.-Digo intentando tragar el nudo en mi garganta."Poniéndole tu cara al extraño con el que me acuesto".-Nada interesante que contar. ¿Tú?
-Igual.-Dice mirándome por el rabillo del ojo.
-Pensaba que te había juzgado mal y en realidad no eras un cuadricula de vida aburrida, ¿Acaso tenía razón y solo te diviertes cuando salgo contigo?
Mi arriesgada pregunta le roba una sonrisa engreída que aligera la pesadez del aire varias toneladas.
-No te equivocabas, tengo una vida muy entretenida. Solo que estos días ha estado un poco más sosa.
-Aww,- Digo poniéndome las manos en la boca teatralmente y pareciendo enternecida.- eso es porque yo no he estado contigo. ¿Verdad? Si ya lo sabía yo, no puedes vivir sin mi.- No pude evitar coquetear.
Él no quería nada conmigo, o eso había dicho, pero no rechazó mi coqueteo mal disimulado.
-Como no lo vas a saber tú, reina de la sabiduría.- Su sonrisa burlona me habría ofendido hacía unos días, ahora me divierte sobre manera.
-Necesito que me compres un trono.-Digo haciéndome la engreída.
-¿No te vale con mi coche?- Contesta él, entre soqueado y divertido.
Juro que oí la bombillita encenderse en mi cerebro. Mi Einstein interior empezaba a hacer de las suyas.
-¡No lo he probado! Acompáñame.-Ordeno sonriente.
Él se queda embobado mirándome, posiblemente por mi repentino arrebato, pero aún así la fantasía mental de que se haya quedado prendado por mi increíble belleza sigue dando vueltas a mi cabeza.
Quizá deba visitar a Flynn. [Flynn era el psicólogo de Christian cuando conoció a Ana.]
-¿Ahora?-Pregunta con un aleteo rápido de pestañas. Acaba de despertar de su trance.
-Claro. ¿Por qué no? Mírales.-Digo señalando a nuestros cuatro amigos .-Están en su mundo. Nos vale más la pena salir a divertirnos.-Espero convencerle con mi sonrisa más amplia y mis ojos de cachorrito.
Mientras tanto mi Einstein interior sigue con la frase que no me he atrevido a completar.
"Y a estar a solas; y a poder hablar más íntimamente; y a llevarte a un descampado para violarte...y a.."
Cálmate Einstein.
-Tu padre..-Ya empezamos.
-¿Asustado?-Digo burlona.
-Para nada, pero pensaba que querías probarlo con Sam..-Dice justo antes de dar un trago a su café y mirarme de reojo.
-Cierto. Voy a invitarle.-Miento mientras me inclino rápidamente hacía delante, dispuesta a llamar la atención del chico al otro de la mesa que no hace más que tontear con mi prima, la cual no parece precisamente molesta con ello.
Es completamente adorable y graciosa la manera en la cual Alex se precipita para frenarme sin preocuparse por crear un estropicio con el café.
¿No son increíblemente tiernos los hombres celosos?
No puedo evitar reír, y aunque todos me miran como si estuviese loca yo no puedo hacer más que disfrutar del sonrojo y bochorno que el pobre Alex intenta disimular mirando por la ventana.
-Entonces, ¿No invitamos a Sam?- Digo con una risita, ya más calmada, dejando entrever un poco de coqueteo. A la vez limpio el charquito de café que Alex ha dejado en la mesa y no se atreve a limpiar por vergüenza.
Alex se gira por fin para mirarme y parece un pequeño niño enfurruñado. Sin contestarme posa 10 euros en la mesa, ignora como todos le miran confundidos, me coge de la mano y me saca de allí.
-Te veo luego, Phoebe.-Se despide sonriente Ava. Dulce diablesa, la adoro.
-Eh, no puedes..-Dice Gab levantándose.
No viene detrás de nosotros, supongo que le pesa más el hecho de tener que dejar a Ava con un león hambriento de sexo que de dejarme a mi sola con un hombre supuestamente "formal".
-Bien.-Digo sonriente dándole la mano. Él la mira asustado. Sí, asustado. Mira mi mano, mira mi cara, mira mi mano y vuelve a mirarme. Todo con su expresión asustada. ¿Nunca le han dado la mano? Me sonrojo peor no le suelto.
-Eh ,Phoebe..
Cállate.
-¿Me llevas a mi casa? Ahí está el amor de mi vida.-Bromeo. No quiero dejarle hablar. No quiero soltarle y si me lo dice tendré que hacerlo.
Solo déjame disfrutar un poquito más, Alex. Solo un poco más.
Parece leer mi mente porque noto como lentamente, como con miedo, sus dedos se van aferrando a los míos. A la vez una sonrisa crece en mi cara y un sonrojo en la suya.
-Cogeremos un taxi, si voy en coche y lo dejo allí puede que tu padre lo destroce. -Bromea. Creo.
Un taxi no tarda mucho en recogernos. Y yo me cago en todo porque no quiero soltar su mano.
Cuál es mi sorpresa cuando Alex abre la puerta para mí, me deja entrar y me sigue sin soltar mi mano por un segundo.
Parecemos estúpidos. Pero me encanta.
¿Que os ha parecido?
¿Como veis la manera de comportase de mis chicos? ¿Teorias locas creandose en vuestras cabecitas ya?
¿Que creeis que pasará en la cita?¿Os gustaria que fuese de alguna manera en especial? ;)
Un besito y GRACIAS.
Como os quiero, coño. jajaja
Elena. @elenapuga [Twitter]
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