Veía como de lejos estaba la pequeña pelirrosa, sentada en el piso con un par de peluches al rededor. Había estado jugando con éstos un rato hasta que le dio una caja de leche de chocolate, y ahora se veía con una gran sonrisa plasmada en su linda carita y con sus ojitos brillantes de felicidad.
Lo único que veía en su rostro era la mismísima pureza.
En ningun momento de su vida había notado que su pequeña hermanita era tan inocente y adorable, aun así era una adolescente ya, pero se comportaba como una pequeña niña que pensaba que toda la vida era color de rosa.
Sí, era verdad. Para Chaeyoung no había nada que la preocupará.
Ahora entendía cual era el plan de Jeongyeon, y en como ésta implicaba su poca preocupación.
–¿Pasa algo, Dahyun? – Preguntó Momo, pasando su brazo por la cintura ajena.
–Pensaba.
–Uhm...– Asintió y miró a la hermana de Dahyun, quien había terminado su caja de leche y ahora hacía pucheros –¿En Chaeyoung?.
–Sí... – Suspiró y recargó su cabeza en la de Momo – Es verdad que quiero que Chaeng esté con Mina, pero me preocupa que le haga daño..
–No lo hará, ya sabes...
–Pero es que... Chaeyoung es muy sensible e inocente, me preocupa que el plan salga mal, y que Chaeng salga lastimada. – Miró a la pequeña Mochi, quien se habia puesto a gatear hacía el sofá y dejó acostados a todos su peluches, para recostarse al lado de ellos y cerrar sus ojitos.
–Entiendo... pero sabemos de sobra que Mina piensa lo mismo que tú con respecto a Chaeyoung, jamás se atrevería a hacerle daño...– Le dio un beso en el cuello, que hizo que Dahyun se estremeciera un tanto-...Puedes quedarte tranquila.
–Quiero pensar eso– Suspiró.
Chaeyoung no oía bien de que hablaban sus unnies, pero cuando abrió sus ojitos una milésima de segundo, pudo observar a la rubia dándole un besito en el cuello a su hermana...