𝓦𝓸𝓵𝓯𝓑𝓵𝓸𝓸𝓭 : 𝓟𝓸𝓻 �...

By Ficker-Girl

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Los meses pasan, todo parece seguir su curso natural. Afrontando los problemas diarios de ser un joven y a la... More

Ƥєяѕσηαנєѕ ∂є ℓα Hιѕтσяια
Capítulo I
Capítulo II
Capítulo III
Capítulo IV
Capítulo V
Capítulo VI
Capítulo VII

Capítulo VIII

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By Ficker-Girl

✧══════•❁❀❁•══════✧

🄻🄰 🄰🄼🄰🄿🄾🄻🄰 🄼🄾🅃🄴🄰🄳🄰

✶⊶⊷⊶⊷❍⊶⊷⊶⊷✶

...

Con Rhydian Morris unos minutos
después

—No funcionará, es inútil—Rhydian parecía molesto con el hecho de que Jana no parecía entender que el Eolas no los llevaria a Maddy—. Y no me mires así Jana. Sé porque te lo digo.

—Solo hazlo—Jana insistió. Llevaban una hora más o menos buscando rastros de la manada y de Maddy, y Rhydian se había rehusado a usar Eolas en todo ese momento, incluso sabiendo que eso les habría ayudado a reducir el tiempo—. No podemos rastrearla por  intuición o por adivinanzas Rhydian, esta manada no deja rastros ni olor ¡Se nos agotan las ideas y lo más logico es usar Eolas!

—¡No funcionará Jana!—gritó éste perdiendo la poca paciencia que le quedaba, haciendo sobresaltar a la pelirroja.

—Rhydian...—el recién nombrado suspiro, Jana no tenía la culpa, ella no entendía la verdadera razón de no querer usar Eolas, por lo que no le quedaba de otra que explicarle-. ¿Qué sucede Rhydian?, puedes contarmelo—el chico volvió a suspirar, pero más pesado que antes, confiaba en Jana, pero le daba mucha vergüenza decírselo.

Después de un momento y viendo que Jana no seguiría caminando hasta tener una respuesta, él también se detuvo.

—Ya lo he intentado—...—durante meses—Jana le miró apenada cuando vio la mirada tristona del chico—. Estar en Stoneybridge sin Maddy ha sido muy difícil para mi—Rhydian se encogió de hombros algo algo sonrojado, se sentía avergonzado al admitir tal cosa en voz alta—. Quería ver a Madds aunque fuera con el Eolas, y ciertamente lo hice. La vi con sus padres en el bosque, se veía tan triste que no pude seguir viéndola, así que lo deje por un tiempo.

—No te sientas mal por eso Rhydian, tú la quieres, y la extrañabas. Eso no tiene nada de malo—Jana le sonrió con los labios algo chuecos, lo que asemejo más una mueca extraña que cualquier otra cosa.

—Lo sé, pero fue un error tratar de dejarlo, porque cuando Intente verla otra vez ya no lograba hacerlo—Jana le miró extrañada, Rhydianse encogióde hombros por segunda vez—. El bosque, los animales, las flores, veía todo menos a ella—Jana comenzaba a creer que los sentimientos de Rhydian habían tenido que ver con ello, tal vez no estaba listo para verla, y élno queríadarse cuenta—. Lo intente muchas veces, durante semanas, pero siempre veía lo mismo. Bosque, animales, plantas—...—y esas estúpidas amapolas moteadas—Rhydian bufo casi para si mismo, Jana le miró como si tratara de leer su mente—. ¿Qué?—le increpó con brusquedad el rubio. Jana se quedó mirando a la nada, analizando quien sabía que. Rhydian arrugó el entrecejo—. ¿Jana?

—¡Chisst!—dijo ésta y se puso de cuclillas al suelo con una agilidad impresionante—Rhydian solo pudo rodar los ojos creyendo que Jana no había entendido nada de lo que le había dicho—. Déjame concentrarme.

—Te acabo de decir que no funcionará—Jana no le hizo caso y dejo que el Eolas llegara hasta ella, ojos amarillos, sentidos en alerta, y ya lograba ver a su alrededor—. Y claro, a ti no te importa...—el rubio se encogió de hombros tratando de quitarle importancia al asunto. Pero en el fondo esperaba que Jana si lograse encontrar a Maddy, tal vez, solo tal vez, el problema lo tenía él.

Sus ojos amarillentos, sus sentidos elevados, el bosque, los árboles, sangre cubriendo el pasto, y al final de todo eso, las lomas se cubrían de amapolas blancas y motas rojas, las motas iban y venían, como si fuesen mostrando el trayecto que seguir.
Fue que Jana recordo la historia que Tom y Shannon le habían contado hace un tiempo con los cazadores. La vez en que Maddy le había quitadi las llaves de su casa a Rhydian.

—¡Rhydian, las motas!—gritó con entusiasmo y se levantó con esta misma, Rhydian sonrió irónico, era tal como él habia dicho, el problema al parecer no era él—. ¿Es qué no lo ves?—Jana le sacudió de los hombros feliz, Rhydian se sentía demasiado abrumado como para decirle que dejara de hacer eso—.¡Las motas, Rhydian! ¡Es Maddy!—éste la miro como si hubiese perdido la cabeza. Si ya sentía que a Jana le faltaba cordura, ahora sentía que tenía la prueba.

—Agradezco que quieras ayudar Jana, pero eso no tiene ningún sentido—Jana se golpeo la cara con una mano, y rodó los ojos de paso.

—Vamos Rhydian, no es tan difícil, solo acuérdate lo que nos contó Tom y Shannon—...—¡Si las motas aparecen, es porque el lobo esta cerca!—Rhydian asintió sin entender nada aún, Jana parecía no tener intención de explicar nada más. A veces el rubio era duro de cabeza cuando se trataba de explicaciones fugacez—. No lo entenderás, así que no te lo explicaré—Jana le indicó con la cabeza—. Sigueme, no perdamos más tiempo.

—¿Estás segura de lo que dices?—Jana no le respondió, solo siguió por donde las motas habían indicado el camino que supuestamente Maddy había recorrido. Estaba segura de que las motas debían significar algo, más si se trataba de un bosque donde estas flores no crecían, y por si fuera poco, era habitado por sangre de lobos silvestres, ella sabía con certeza que ninguna manada silvestre se arriesgaría de esa manera, no teniendo a los cazadores a la orden del día.

—Bueno, solo intento estar seguro—el rubio no le quedo de otra que seguir a su pelirroja amiga, la que ya había alcanzado gran tramo recorrido.

Con Maddy Smith paralelamente
a Rhydian y Jana

—¡Alejate de él ahora mismo!—había rugido Maddy al llegar donde estaba John. Ella habia llegado justo cuando Jill le rasgaba la piel a su pelinegro amigo y le hacía gritar  y encogerse de dolor—.¡Sueltalo ahora!—Jill volvió a ignorar la advertencia de la castaña y le hundió aún más las garras a John, el que lanzo un horrible grito de dolor—. ¡Ya detente!—Maddy corrió en dirección a Jill con los colmillos afuera, los ojos amarillentos y las garras afiladas.

Estaba tan enojada e impotente.

—Vete Maddy—gimoteo John, en un intento de mantener la atención de Jill en él y no en la castaña—. ¡Vete!—la sangre de lobo enemiga le tumbó con fuerza al suelo cuando éste trato de reincorporarse.

Maddy se detuvo de improviso cuando la otra sangre de lobo dejo de lado a John y se posicionó de frente a ella.

—¡Ay, que linda!—...—¿Vienes a salvar a tu novio?—John lanzó un gemido de dolor, tenia una gran herida en su pecho, la que se había hecho más grande cuando Jill le volvió a rasguñar—. Enserio, ¿no pudiste conseguir algo mejor?—Jill hizo cara de disgusto, como si la idea fuera la más repugnante de todas—. Aunque pensándolo bien, son de la misma manada. De la misma escoria, son tal para cual.

—Mataste a miembros de mi manada, sangre de lobos buenos, habian ancianos, jóvenes, ¡mataron niños!—Maddy ignoro el comentario anterior, Jill en cambio, sonrió sin culpa—...y pagarás por eso, te juro que pagarás—la sangre de lobo de hermosos ojos hazel se comenzó a alejar de John y se acercó peligrosamente a Maddy, la que ni pestaño ante tal atrevimiento de su enemiga—. No lastimaras a nadie más, incluso si eso cuesta mi vida propia.

John lloriqueo en el suelo, no podía pararse, se desangraba con cada respiración que daba, y por si fuera poco, su amiga estaba allí, desafiando a una sanguinaria Alpha solo para salvarlo. Esa chica era brava a rabiar.

—Déjame adivinar, ¿acaso tú me detendrás?—a Jill le causó gracia, para ella, Maddy no era más que una loba inexperta que no representaba mayor amenaza, Maddy estaba adrenalinica, furiosa, no pensaba con claridad sus acciones ni sus intenciones, ella no seríacapaz de acabar con nadie, por más malo que fuera, pero estaba tan enojada, que no supo que más decir—. Podrías dejarme a tu amiguito, voy a entretenerme con él por unos minutos, los suficientes para que tomes ventaja e intentes escapar.

—Yo no abandono a los mios, yo peleo por ellos—Jill arrugó el entrecejo, como tratando de ver algún signo de debilidad en su actuar, o si encontraba un tartamudeo en su hablar, pero Maddy se veía impenetrable y fuerte, era tan dura como una roca—. Si quieres a John, tendrás que matarme primero—en un abrir y cerrar de ojos, la castaña se sacó el ya destrozado poleron verde que traía puesto y se puso en posición de ataque, Jill sacó las garras y gruño complacida, casi divertida. Ojos anaranjados, llenos de odio y maldad.

—Si no lo hago yo, lo harán los demás—Jill comenzó a oler el aire con desenfreno, casi como si se tratara de la cosa más maravillosa de todas—. Tú manada era buena escondiendo su olor, pero no eran tan buenos curanderos al parecer—...—Maddy respiró con dificultad al notar lo que ocurria, pero no dejó su posición de ataque—. Las medicinas lobita, ya no estan surcando su efecto. Tú olor comienza a hacer presencia, y te aseguro que no soy la única en este bosque que lo notará. Ahora eres mi presa—Jill y Maddy se miraron con furia.

—Deja de hablar, y ven por mi—ambas lobas se lanzaron una contra la otra dispuestas a dar todo para vencer a la otra. John gimoteo en el suelo, tratando de ayudar a Maddy, pero sus heridas eran muy grandes y la sangre que habia perdido era demasiada, solo logró ver como ambas rodaban por el suelo y desaparecían en el bosque.

Tal vez perdiera más sangre, o incluso se desmayase. Pero debía hacer algo por ella, si no podía ir detrás suyo, llamaría por ayuda. Y con casi las últimas fuerzas de su ser, aulló. Aulló hasta que dejo de sentir su cuerpo y todo a su alrededor. El joven lobo se desmayó.

Con Johan Jules unos minutos
más tarde

—¿Qué fue eso?—pregunto Alysha mientras acariciaba a Kelie en el suelo, la que perdía la conciencia cada ciertos minutos. Johan escuchó atento a que el aullido se repitiera, y así fue, después de unos segundos. Solo que éste último sonó triste, ahogado, como si se tratase de un sangre de lobo moribundo.

—¿Cachorro?—Kelie Cary susurró casi como en un sueño, un susurro apenado, la colorina realmente no estaba bien. Alysha la tranquilizó con unos mimos en su cabello—. Madeline...

—No, los aullidos de Maddy no son así. Estoy seguro que se trata de John—Johan se levantó con rapidez, lo que puso en alerta a Alysha—. Y puede que este en problemas, debo ir a buscarlo—...—ya vuelvo Aly—ella negó rápidamente.

—Pero Johan, no puedes dejarnos solas, Kelie esta mal herida—Johan se agachó nuevamente, se acercó a las chicas y le dio un beso en la frente a la herida colorina, la que hizo una sonrisa adolorida, en forma de respuesta.

—Si, y estará bien mientras no la muevas mucho y aprietes su herida—Alysha no estaba muy de acuerdo con ello, pero no dijo nada, entendía a Johan, tal vez su hermano estuviese solo y en peligro, al menos Kelie la tenía a ella—. Cachorro y John están allá afuera y no sabemos si estén bien, debo ir por ellos. Cuida de ella Aly, por favor. Cualquier cosa que pase, sea lo que sea tú solo aúlla—Johan se levantó nuevamente y se fue en busca del aullido de su hermano, el que suponía le llevaría a Maddy también.

Con Rhydian Morris largos
minutos después 

—Rhydian—...—. Mira esto—éste estaba agachado en el suelo, casi no escuchando nada de lo que le decía Jana. Su atención se dirigía a la tierra y el corto pasto del bosque, ya que había encontrado un rastro de sangre, gotas que estaban rociadas en distintos lugares, tal vez Jana no había querido mencionar nada para no preocuparle, pero él ya había notado que el bosque presentaba sangre en distintos lugares, lo que le había puesto demasiado nervioso—. ¡Rhydian!—aún estando en el suelo el rubio se giró en dirección de la pelirroja algo asustado por el grito, Jana, le miró con los ojos muy abiertos, estaba parada con un poleron verde en sus manos, el que estaba manchado con unas gotas de sangre. ¿Reconoces esto?

—¿Por qué? ¿debería hacerlo?—Rhydian se levantó y se acercó con prisa a Jana, en seguida sintió un olor particular, el olor le hizo picar la nariz, ya que lo reconoció en instantes. Era un rastro muy débil, tan sutil que parecía que no estaba allí en realidad, pero era un rastro que él conocía muy bien—. ¿Es de Maddy? No, no puede—Jana no supo descifrar la cara de su amigo, el que más que feliz o entusiasmado parecía aterrado con la idea de que esa prenda perteneciera a la chica que con tanto esmero estaban buscando.

—Si Rhydian. Estoy completamente segura de que si lo es—Rhydian apretó el poleron entre sus dedos, rogando internamente no haber llegado demasiado tarde.
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Nuevo capítulo, lleno de amor de mi parte para ustedes, gracias por leer.

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━━━━━━━━━━ ‹𝟹 ━━━ ⠀⠀⠀⠀𝘐𝘸𝘢𝘪𝘻𝘶𝘮𝘪, 𝘵𝘶 𝘩𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯𝘢 𝘮𝘦𝘯𝘰𝘳 𝘦𝘴 𝘭𝘪𝘯𝘥𝘢.. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀﹫𝘈𝘬𝘢𝘳𝘪 𝘐𝘸𝘢𝘪𝘻𝘶𝘮𝘪| 2023