Seamos amigos (KawoShin)

Av CharlotMAD

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Evangelion AU preescolar. Shinji Ikari de 5 años y Kaworu Nagisa de 6 años, son un par de niños con historias... Mer

La vida de Shinji Ikari
La vida de Kaworu Nagisa
Una nueva etapa
Encuentro indeseable
La travesura
Llamadas
Galletas, cuentos y desconfianza
Cambio de planes
Ganando terreno
¿Aprobación?
¡Todos al zoológico!
Hoy es tu turno
La reunión más especial
¿Qué es lo que siento? Parte I
¿Qué es lo que siento? Parte II
El gran golpe
Cuestiones paternales
Sorpresas

Trabajo en equipo

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Av CharlotMAD

—Kaworu, Pen Pen ya tiene hambre... —Shinji con notorio esfuerzo llevaba en brazos al pingüino, que dio un quejido de indignación.

—Ya lo sé, Shinji... —canturreó Kaworu— Estoy en eso... —el chico estaba a orillas del lago, y milagrosamente atrapó un pescado para dárselo de desayuno.

—Ten, amigo —se lo lanzó al ave hambrienta, que se lo comió de un sólo bocado.

—Kaworu, me encanta vivir aquí contigo y con Pen Pen —lo abrazó cariñosamente.

—A mí también, Shinji... —le devolvió el abrazo y le revolvió los cabellos, sintiendo su aroma por unos momentos— Es lo que siempre soñé... Tú y yo... así... por siempre...

—Oye, creo que ya deberíamos irnos, Kaworu —Se separó un poco para mirarlo de frente.

—¿En serio? —fingió ponerse triste— Bueno, está bien... ¿Pen Pen nos acompañará verdad? —el aludido volteó a verlos, curioso.

—¡Sí, recuerda que él debe estudiar mucho también!

—¡Está bien, vamos!

Dicho esto se fueron caminando los tres juntos de la mano y cada uno cargando sus bolsos.

...

De repente, el fuerte sonido del reloj lo hizo despertar y salir de tan maravillosa fantasía.

Se talló suavemente los ojos y se sentó en su cama, totalmente repuesto del día anterior.

—Shinji... —suspiró ilusionado Kaworu— Hoy te lo diré todo.

---

Mientras despertaba, Shinji se estiró cómodamente y miró por la ventana. Hacía un día precioso y en primera instancia se sintió muy enérgico al pensar que ese día por fin vería a su amigo. Aunque a medida que se despertaba mejor, no cesaban de recorrer su mente pensamientos hipotéticos que lo hicieron ponerse algo nervioso. Tanto, que mientras se preparaba para la escuela y desayunaba esa energía se convertía poco a poco en ansiedad.

¿Qué tal si se comportaba extraño frente a Kaworu, develando lo que le había confesado a su madre el día anterior?

¿Qué tal si no podía hacer de cuenta que nada pasaba y seguir como siempre, tal y como se había propuesto?

Miraba de reojo a su madre mientras comía su pan tostado. No podía evitar sentir vergüenza e incomodidad al ver también a su padre a su lado. Guardar un secreto de tal calibre no era cosa fácil, y menos si lo hacía con su propio padre, pero por ahora no tenía más opción que permanecer en la más absoluta discreción.

—¿Ya estás listo, Shinji?

—Sí, mamá... —se tomó de la mano de su progenitora no sin antes despedirse de Gendo, y ambos se fueron de la casa.

Al estar llegando, Yui se percató sutilmente del nerviosismo de su hijo. Lo veía muy intranquilo y tembloroso.

—Hijo —le habló cariñosamente- Todo va a estar bien —Lo tomó en sus brazos y lo besó en la frente.

—Ya sé... —Shinji quedó mudo al ver el auto en donde venía Kaworu pero luego volteó a ver su madre y se despidió, asegurándose de ganar unos segundos para entrar después que él.

—¡Hola, Shinji! —lo saludó Kensuke en el portón principal y enseguida ambos entraron juntos.

—Hola... —contestó el chico con actitud retraída.

El pasillo al salón jamás le había parecido tan largo. Cosa contradictoria teniendo en cuenta que no tenía ganas de llegar.

Al entrar al aula, Shinji captó las señales que Kensuke le hacía para que mirara hacia su propio puesto. Ahí estaba Kaworu en el asiento de al lado con su tierna sonrisa gatuna y saludándolos alegremente agitando la mano.

Sobresaltado, Shinji se sonrojó y correspondió rápidamente el saludo aunque desvió casi enseguida la mirada mientras que llegaba la maestra Misato y comenzaba a dar las instrucciones de la mañana.

Mientras ella hablaba sobre cómo armarían su propia granja con plastilina ese día, los niños recién llegados se fueron acomodando en sus puestos. Shinji se sentó al lado de Kaworu, aunque aún sin mirarlo, para sorpresa de este. Hubieron muchas otras ocasiones en que aunque la maestra estuviera hablando, Shinji siempre volteaba a verlo y sonreírle como mínimo.

Esa fue una señal pequeña pero desconcertante para el albino. Y aunque se había prometido a sí mismo no perder el control ni ponerse ansioso durante todo ese día, en aquel preciso momento jugó todo en su contra.

Debió haber suspirado o tomado aire para calmarse, pero no. Mientras el chico a su lado fingía poner toda su atención enfrente, Kaworu intentó tomar su mano, sólo para que Shinji se exaltara un poco, y la apartara tajantemente, todo sin mirarlo siquiera.

Una punzada en el corazón. Eso fue lo que Kaworu sintió en aquel momento.

¿Por qué se comportaba así?

Shinji no se sintió mucho mejor, ya que los nervios se lo estaban comiendo vivo. Tan solo con ver a su "amigo" en la entrada supo que no se sentiría bien fingiendo que nada pasaba, pero también se sentía terrible siendo apático con Kaworu. Aún así no pudo evitar el impulso de negarse a sus usuales comportamientos cariñosos, como si estuviera molesto.

Aunque, tal vez, sí que lo estaba un poco.

Después de todo esa y sólo esa era la raíz de todas sus confusiones, miedos y dudas. Simplemente no era justo que aquello tuviera tanto control sobre él y sólo sobre él, porque estaba claro que a su amigo no le ocurría lo mismo, y todo le daba igual.

Quien fuera Kaworu, que no sentía nada más que una simple amistad.

El chico a su lado no estaba seguro de lo que pasaba. Miles de pensamientos pasaron por su cabeza y al ponerse tan nervioso y frustrado, llegó posiblemente a la conclusión más erronea. ¿Tan predecible era? ¿Sólo unos segundos habían bastado para que su actitud delatara sus sentimientos apenas descubiertos? No tenía sentido, pero era lo único que podía pensar a causa del miedo.

En el resto de la hora no se esforzó en abrir el hilo de comunicación. No porque no quisiera presionar a Shinji, sino porque obviamente era el momento menos indicado.

---

A medida que avanzaba la hora matutina, Shinji se veía más y más impaciente, y una vez que sonó el timbre del recreo, ni siquiera tomó su merienda y se fue al patio tan rápido que Kaworu no pudo intentar preguntarle nada.

—Esto es peor de lo que creí... —pensó Kaworu, mientras miraba como todos iban saliendo del aula y él se quedaba en su puesto— ¿Ahora qué hago?

Sin ninguna estrategia en mente y con inusitada prisa fue a buscar a Shinji al patio, donde se imaginaba que buscaría estar solo.

Él no se había percatado sin embargo, de que Rei y Asuka habían estado viendo muy extrañadas toda la escena, y compartiendo miradas entre ellas. A Rei pocas cosas solían llamarle la atención, pero una posible pelea entre aquellos chicos era lo más sorprendente que podía ver. Asuka por su parte estaba sumamente impactada con la actitud de Shinji, así que no dudó en seguirles el paso en secreto.

Kaworu encontró rápidamente a su "amigo", en el lugar favorito de ambos: las bancas en la parte de atrás.

Era confuso. Si no quería hablarle, ¿Para qué se iba a un lugar tan increíblemente obvio?

—¿Shinji...? —se acercó lentamente hacia él para no ponerlo más nervioso.

El chico se volteó a verlo, con un semblante espantoso. No estaba llorando, pero contenía notoriamente una enorme frustración y tristeza. Casi podía ver sus propios sentimientos negativos reflejados en Shinji, pero no. Debía ser otra cosa.

Kaworu pensó sentarse junto a él, pero para evitar cualquier problema, prefirió mantenerse de pie.

—¿Estás molesto conmigo? —musitó apenado.

—N-no... —respondió luego de algunos segundos.

—¿Entonces por qué te comportas así? —subió el tono de voz para luego arrepentirse de inmediato— ¿Hice algo malo? —Kaworu, temeroso de la respuesta, dejó de mirarlo directamente.

—No... —se hallaba tan nervioso que no sabía qué decir para que el albino lo dejara en paz, así que optó por inventarle una excusa medio creible— Aunque en realidad... ayer tú no viniste... y no me avisaste nada —dijo en un hilo de voz.

—¿Mmh? ¿Qué? ¿Es porque ayer no te avisé? —dijo totalmente confundido.

Shinji asintió con la cabeza, sin mirarlo y con un semblante muy acongojado.

—Pero, Shinji, yo--

—No me lo dijiste y te esperé todo el día... —se quebró por toda la presión y ansiedad. Luego se cubrió la cara con ambas manos y soltó unas pequeñas lágrimas, aunque la causa de estas no eran precisamente sus propias palabras, si no mucho más que eso.

Kaworu, muy confundido, no hallaba manera de confortarlo.

—Lo siento mucho, Shinji. Es que estaba enfermo... —se rascó la cabeza— No te pude avisar...

—Aun así... Hiciste que me sintiera mal...

El albino cambió su expresión y se conmovió al punto de querer abrazarlo para calmar su extraña angustia, pero al intentar poner una mano sobre su hombro Shinji lo rechazó de un manotazo. Lo último que quería era un abrazo de Kaworu en ese momento.

La impaciencia se hizo con él, y vio con mucha apatía al que se suponía era su amigo. Estaba más que claro que no lograría averiguar nada de nada por el momento, y tampoco podía hacer algo para confortarlo, así que prefirió tragarse su propio malestar y dejarlo solo.

—Bueno. Si quieres hablar estaré por ahí... —se retiró tranquilamente con ambas manos en los bolsillos, ante la sorprendida mirada de Shinji, quien lo observó hasta que se marchó hacia el otro patio.

—Soy un tonto... —se dijo Shinji mientras escondía la cabeza entre sus piernas.

---

Mientras caminaba abatido y amargado por el patio, Kaworu se desquitó pateando algunas piedras en su camino, hasta que una de ellas se arrastró hasta casi llegar a los pies de Ayanami.

—¡Oh! Lo siento, Rei —se disculpó nervioso a pesar de no haber hecho nada— No te había visto.. —volvió a bajar su mirada sin esperar una respuesta.

—Pero yo a ti sí —dijo captando inmediatamente la atención de Kaworu— Te peleaste con Shinji, ¿Verdad?

—¿Cómo lo sabes? —inquirió inusualmente molesto— ¿Estabas espiando?

—No —dijo tranquila— Sólo los vi en la primera hora... No entiendo porqué no te habla... —desvió la mirada.

—Bueno, yo tampoco... —suspiró cabizbajo— Aunque supongo que las cosas no estuvieron muy bien ayer que falté —Rei lo miró curiosa— ¿Viste a Shinji ayer?

—Sí, algo... Estuvo todo el tiempo sólo y no quería jugar con nadie. Asuka estaba molesta pero ahora está muy preocupada —a falta de una respuesta prosiguió— En verdad nunca la había visto así...

—¿A qué te refieres?

—Ella también los miró durante la primera hora, y debe estar con Shinji en este momento...

—¿En serio? ¿Y para qué? —preguntó Kaworu, temiéndose lo peor.

---

—¡Oye, Shinji! —gruñó Asuka, acercándose rápidamente tras haber observado de nuevo toda la escena entre él y el albino.

El pequeño a la misma velocidad en la que ella se acercaba, se secó las lágrimas sin delicadeza alguna.

—¿Qué... qué pasa? —se compuso quedando sentado frente a ella.

—¿Cómo que qué pasa? ¡Yo debería preguntarte eso, tonto! —se cruzó de brazos esperando alguna respuesta decente por su parte. Una idea para nada fructífera.

—No te entiendo —se hizo el tonto. No quería hablar del tema y tampoco podía creer del todo que a Asuka le importara también.

—No engañas a nadie, Shinji —mantuvo su semblante serio, cual sargento— Ayer que no vino tu amiguito estabas ignorándonos y echándolo de menos. ¿Y ahora que viene te comportas así? ¿Quién te entiende, idiota?

—¡No espíes, tonta! —clamó el pequeño castaño, sacando un valor de su interior jamás antes visto. Luego se tapó los ojos y volvió a estar en posición fetal.

Sorprendentemente Asuka se impactó tanto a pesar de estar ambos solos, que no emitió ningún improperio o insulto a Shinji como solía hacerlo.

—No exageres... —se calmó, pero en realidad buscaba calmarlo a él— Sólo quiero saber porqué no le hablas... —la niña estaba genuinamente preocupada por saber los motivos que habían llevado a Shinji y a Kaworu a tal situación. Ciertamente estaba un poco celosa desde que el albino había llegado, pero le perturbaba la idea de que Shinji volviera a estar casi completamente solo.

—Es que yo... bueno... —dijo cautelosamente, sin saber cómo expresar cada palabra.

—Anda, puedes decirme —le dio unas pequeñas palmadas en la espalda— Te prometo que no me burlo.

—Es que soy un tonto.

—¿Ese idiota con ojos de rata dijo eso? —preguntó alzando la voz.

—No... —contestó casi seguro de que se estaba refiriendo a Kaworu— Pero es obvio... Sólo hago estupideces.

Asuka por más que pensara no llegaba a una conclusión de ningún tipo. Sabía que Shinji era inseguro, pero con la única persona que lo veía sonreír y expresarse abiertamente era Kaworu. Y a su vez a este parecía encantarle tener a Shinji hablándole siempre de sus tontos libros de dinosaurios, sus tontos ositos de peluche y cuanto le encantaba hornear sus tontas galletas. Sólo había que detenerse a mirar por unos dos segundos la cara embobada de Nagisa cuando le sonreía a Shinji, así que, ¿De dónde rayos venía exactamente el problema entre ellos?

---

—Creo que deberías darle a Shinji algo que le guste mucho —sugirió Rei— Como un abrazo o algo así. Tal vez así te hable de nuevo, ¿No?

Kaworu se sonrojó y la miró un poco escandalizado, para sorpresa de ella. Tenía varias respuestas en mente pero mejor decidió ahorrarse todo.

—Él está enojado... Dice que es porque no le dije que ayer no vendría... —sintió una súbita confianza para contarle todo. En cualquier caso Rei no hablaba con nadie más— Pero creo que él ya descubrió que me gusta. Y tal vez ya no quiere ser mi amigo.

—Pero son amigos ¿No? Se supone que deberían gustarse.

—Pero él me gusta de una forma incorrecta. ¡No como amigo! —Rei lo miró extrañadísima— Bueno, como amigo también pero... ¡Agh! Es difícil de explicar...

—Entiendo —mintió— Insisto en lo del abrazo.

Kaworu, agotado por ver a una chica tan percepiva pero tan despistada a la vez, comenzó a ponerse nervioso por los pocos minutos que quedaban antes de volver a sentarse junto a Shinji en la sala. Rei, adivinando lo que se temía, le dijo algo que en parte, lo tranquilizó.

—Pero no te preocupes tanto. Asuka será la que se sentará contigo en la próxima hora.

—¿Eso crees?

—Es lo único que puede hacer por ahora. Además, ella es muy mala a veces, pero también es muy chismosa. Seguramente querrá saber todos los detalles del tema y eso incluye hablar contigo también —Kaworu alzó una ceja y pensó que tal vez no sería tan mala idea hablar con ella.

---

—¡Shinji, por Dios! ¡No llores! —Asuka movía los brazos muy agitada— Ya te dije que yo me voy a sentar con Kaworu y tú puedes sentarte al lado de Hikari por el resto del día.

Shinji se atoraba con sus mocos y lágrimas mientras Asuka lo miraba con algo de lástima y asco.

—Es que... no quiero sentarme a su lado... pero tampoco quiero que piense que estoy enojado con él —se echó a llorar de nuevo, esta vez en el hombro de la chica— ¡Yo lo quiero m-mucho! —comenzó a sollozar.

—Ya sé, ya sé... —dijo algo fastidiada, pero a la vez sentía que estaba progresando un poco— Él también te quiere a ti. Idiota... ¿No has visto cómo te mira? ¡Hikari ya quisiera que Toji la mirara de esa forma! ¡Sé más agradecido!

—¿Por qué lo dices? —se sobresaltó y comenzó a secarse las lágrimas de a poco.

—Pues porque pone ojitos de borrego a medio morir, tarado... —rodó los ojos como si estuviera diciendo lo más obvio del mundo.

Shinji no respondió. Quedó absorto en sus pensamientos por unos segundos. Había entendido desde el principio a qué se refería Asuka, pero no quería dar a a entender la clase de sentimientos que se estaban generando entre él y Kaworu, o más bien desde él hacia Kaworu. Ella había sido bastante tolerante hasta ese rato, pero sabía que tenía sus límites. No podía confiar en ella para decirle que su mejor amigo le gustaba, y el hecho de insinuar algo como lo acababa de hacer no significaba que ella estuviera consciente de lo que ocurría. O eso esperaba.

Asuka suspiró pesadamente, dejando caer su mano sobre el hombro de Shinji.

—Bueno, entonces haremos eso. Tú siéntate con Hikari y yo con Kaworu —suspiró fingiendo estar hastiada, pero captó la mirada triste del chico sobre ella— Y si quieres puedo decirle que prefieres estar solo hasta que dejes de estar "enojado" con él —dijo haciendo énfasis en las comillas.

—No... no es necesario que le digas nada... En el segundo recreo hablaré con él —se marchó apesadumbrado, con ambas manos en los bolsillos en dirección al aula.

—¡Lo que digas! —exclamó sacástica. Por suerte, no había prácticamente nadie más en los alrededores.

---

Asuka le guiñó un ojo a Rei antes de entrar. Esa chica definitivamente no le caía bien, pero para su pesar, estaban demasiado tiempo juntas y habían aprendido a ser un buen equipo. A pesar de que habían pasado casi la misma cantidad de tiempo junto a Shinji, este a diferencia de lo que solía ser, tenía ahora un temperamento mucho más impredecible, gracias a la llegada de Kaworu. Ese niño definitivamente causaba demasiado impacto en él. Tanto con su presencia como con su ausencia.

Ahora debía sentarse con él para intentar la siguiente fase del plan. Por suerte, gracias a Rei, Asuka ya sabía que Kaworu era más consciente de la situación. O tal vez simplemente era menos testarudo que el cabeza hueca de Shinji.

—Oye tú... —susurró la pelirroja, en medio de todo el bobo trabajo con plastilina que todos se encontraban haciendo— ¿Sabes? Shinji me dijo que te quiere mucho.

Kaworu, como estaba siendo costumbre ese día, se sonrojó violetamente. No estaba acostumbrado a abrir sus sentimientos con nadie, y apenas había aprendido hacerlo hace poco con Shinji. Ahora irónicamente la única persona que debía escucharlo era su...¿Enemiga?

—Estás mintiendo —dijo seguro, y a la vez triste.

—¡Es cierto, idiota...! —alzó un poco la voz y se asustó al ser vista por la maestra Misato con reproche por estar haciendo ruido.

—No creo que podamos hablar aquí... —susurró Kaworu.

—Es cierto —Asuka improvisó una siguiente parte del plan— Jálame del cabello.

—¿¡Qué?! —dijo Kaworu, sin salir de su voz baja.

Asuka sin pensarlo tomó un poco de pintura que había sobre la mesa y manchó su propia mano un poco. Seguidamente manchó la cara y la ropa de Kaworu. Este en respuesta tironeó una de sus coletas que siempre encontró tan desagradables. No sabía si lo hacía por seguirle el juego o por rabia de verdad.

—¡Ayy! ¡Quítate, tonto! —empezó a darle pequeños golpecitos cerrando los ojos y dramatizando a más no poder. Misato, al ver que Kaworu comenzó a hacer lo mismo, les llamó la atención para que se separaran, aunque realmente ni se estaban haciendo daño. Hicieron caso omiso por lo que el resultado fue evidente: un minuto despúes los habían echado del aula por hacer desorden y pelear.

Asuka prosiguió con su idea y a paso silencioso se fue con Kaworu hacia uno de los columpios.

—Bien... ¿Y qué hablaste con Shinji realmente? Sé que no dijo que me dijste... —bufó incómodo.

—Sí que lo hizo. En un momento de debilidad y desesperación... pero lo hizo —iba a reirse pero prefirió no lidiar con ninguna reacción negativa por parte del albino. Si es que Kaworu era un amargado y nada más— No me dijo muchas cosas, incluso cuando le dije que todos se dan cuenta de que lo miras como Hikari mira a Toji.

—Espera... ¿Qué...? —estuvo procesando un rato eso último, hasta que descubrió que Asuka sabía más de lo que aparentaba. Maldita chiquilla insoportable, pero inteligente

—No entiendo a Hikari... —reformuló Asuka— Ella mira así a un tonto que no le hace mucho caso... Pero tú y Shinji sí se hacen caso... si lo piensas... Todo esto es ridículo, ¿No?

—O sea que... ¿No te dijo nada? —ignoró las implicaciones que Asuka mencionaba.

—No, es más, parece que ni siquiera sabía a qué me refería. Tal vez sea tan tonto y sensible que realmente esté enojado porque faltaste ayer y no le dijiste nada. Es sólo un niño mimado después de todo...

iba a replicar, diciéndole que no tratara así a Shinji, pero tal afirmación lo llevó a pensar en otra posibilidad. Shinji sí era algo mimado, pero por lo que sabía, sólo de su madre. Por lo que tal vez, probablemente, no sería raro pensar que Shinji había tenido algún problema con su padre durante esos días y él ni se había enterado. Después de todo, según le había contado más de una vez, su padre podía ser muy frío y hasta cruel en ocasiones. Tal vez por eso estaba tan desanimado. Sí, tenía mucho sentido pensar en un problema externo.

Asuka, ajena a todo lo que divagaba mentalmente su compañero, siguió hablando.

—También dijo que hablaría contigo en el próximo recreo.

—¿En serio? —suspiró hondamente, emocionado y aliviado.

—Sí, tal vez termine sus pataletas y se digne a "perdonarte" —se cruzó de brazos, molesta— Pequeño idiota... Me las pagará... ¿Puedes creer que me dijo "TONTA"?

—Bueno, quizás te lo mereces un poco...

—¡Cómo te atreves! —le dio un golpe en la cabeza mientras él reía indiferente.

—Pero gracias —le ofreció su mano y sonrió.

—Pues me lo debes —le devolvió el gesto— Ya te diré cuando quiera espiar a alguien.

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N/A: El capítulo estaba quedando demasiado largo, así que prácticamente lo dividí en dos para que encajaran mejor todos los eventos que ocurren y no hacer algo irregularmente más largo que lo promedio. El siguiente capítulo (que ya está listo) lo publicaré mañana mismo.

¡Ahí veremos si nuestros peques pueden enfrentar la aterradora verdad de sus corazones, o si la cobardía reinará sobre sus mentes por la eternidad muajajaja!~

Fortsett å les

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