Esta tarde, amigo mío, no soy buena compañía,
todo atenta, nada ayuda, para alcanzar un consuelo
a esta angustia que me aprieta, como en el cuello un pañuelo.
¿Cuánto tiempo dura el peso, que nos agota las fuerzas?,
si la alegría es tan breve y es enorme la tristeza.
Tarde oscura, la penumbra cubre los rayos del sol, apenas veo tu corazón.
La tristeza empañó tus bellos ojos y tu mirada opacada por el recuerdo
de ese amor dejado en el pasado.
Te abrazo en mi amistad, para que mi hombro seque las lágrimas
que tu angustia derrama, como lluvia en esta tarde nublada.