Hola, que tal ¿Dormías?, no quería importunarte,
estaba mirando el cielo y terminé por pensarte.
Nos encontramos de nuevo, retomando nuestros pasos,
el nudo de las palabras, nos ha dejado enlazados.
¿Qué nos depara el futuro?, es un gran interrogante,
que lo habrá de contestar, el tiempo, eterno viajante.
Si a la deriva he quedado, ahora que abres tus ojos y tu mirada es mi faro,
ya puedo volver a ese lugar que nunca debí haber dejado.
En tu tiempo, en tu espacio, en esa amistad que perdura por años, que añoro, que extraño.
Encontrarnos a través de las letras, de la complicidad, tomados de la mano.
El futuro es incierto y misterioso, pero dejame afrontarlo a tu lado y seguro será hermoso.
Volvamos a aventurarnos en esa historia, que vamos escribiendo con el latir de nuestros corazones,
elevando las velas al viento, como estandarte de esta amistad que ganamos por derecho.