Era sábado entró al local de Tattos, revisó su instrumental y preparó la sala, esperaba un cliente, Katy había dicho que pronto llegaría pues había agendado para medio día.
Apesar de pasar el día anterior medio zombie, en ese momento se sentía eufórico, allí justo en ese lugar era donde encontraba su felicidad, la mente se le despejaba y solo había tranquilidad.
La puerta se abrió y Jungkook volteo a ver a su cliente.
- Hola, soy Park Jimin, hablé para hacer una cita.
¡¿Que demonios hacia Park en su oasis de paz?!
Jungkook lo miró impactado.
- Jimin, Park Jimin - Sonrió con qué ese era el plan, fingir que no lo conocía y luego acercarse a él. Si ese era el juego, él seria mejor jugador ¡también fingíria! Se dio la vuelta para tranquilizarse y entrar en su papel.
- Hola - escucho su voz.
Jungkook volteó y lo miró, este venía vestido completamente de negro, su pelo estaba escondido en un gorro. A pesar que afuera se sentía un frío intenso no traía chaqueta.
-¿Jungkook? - el menor se quitó los lentes oscuros.
- Hola Jimin. - Le dijo haciendo una reverencia.
- ¡oh por dios! ¿eres tatuador? - le mostró una de sus enigmáticas sonrisas.
- y soy el mejor - Jungkook idiota respira y concéntrate. - toma asiento.
- Es un alivio que seas alguien conocido - Se sentó y lo miro serio, Jungkook también se sentó en un sillón alado de él.
- Ya tienes una idea del tatuaje que quieres.
- yo .. si mira - Le enseño un papel con una palabra.
- Nevermind- Debía de estar jodiento, tensó la mandíbula, su grado de locura cada vez lo impactaba más. Una maldita palabra cuyo significado es olvídalo, ¡Se estaba burlando de él en su propia cara! Lo miró intensamente pero este no le ponía atención , solo observaba el papel.
- ¿Crees que podrías copiar el estilo de letra? - alzo la mirada, Jungkook sonrio con hipocresía, no podía creer que en verdad llevara esa farsa con tanta naturalidad, su mirada parecía tan sincera e inocente.
Pero de inocente nada, había en él maldad por quererlo enloquecer pero no sabía que a Jungkook le gustaban los desafíos, quería esa palabra, esa palabra se la haría, le dolerían cada una de sus letras, para ver quien de los dos se cansaba de ese jueguito.
- Si claro que puedo - Se dio la vuelta con el pretexto de examinar la hoja, pero lo hizo para guardar las distancias, el muchacho se había acercado a él con el pretexto de ver la hoja de más cerca - ¿En qué parte lo quieres y de qué tamaño?
Jungkook imagino que quería hacercelo en la muñeca, era lo más común, aunque recordaba el primer tatuaje del menor , este lo tenía en el inicio de su nalga. Jungkook se quitó esa palabra de la cabeza rápidamente, no quería sufrir un colapso junto en ese momento.
Volteó a ver al menor y éste estaba un poco avergonzado.
- ¿Que pasa?
- Bueno es que... - el chico se acerco a él en confidencia y a Jungkook se le crisparon los pelos de todo el cuerpo, por la rapideza de ese movimiento - lo quiero aquí - Jungkook miro su mano que señalaba a un costado del pecho.
- ¿Quieres que te tatue el pecho? - ¡¡¡ Debe ser una jodida broma!!!
- No, aquí - el chico se sacó la camisa de la pretina del pantalón y la alzó, mostrando la piel pálida de su torzo, su abdomen marcado y parte de su pezon. Jungkook sintió que se le iba el aire, pero reaccionó al instante, sostuvo la respiracion y trató de lucir como un doctor inspeccionando a su paciente de rutina, que no pareciera que el corazón se le había parado al ver su piel expuesta, se tomó la barbilla con una mano y con la otra agarró su propia cadera, arrugando un poco la hoja en la acción.
Se lo estaba llevando el carajo. Los dedos de Jimin delinearon la parte en donde quería el tatuaje.
Jimin tenía abdominales y una fina cintura. Era lo único que pensó Jungkook cuando siguió el recorrido de los dedos de Jimin y reparó en el tamaño del tatuaje que quería.
- ¿Que tan grande quieres las letras? - Jungkook le resaba a todos los santos para que no fuera lo que estaba pensando. Vio los dedos de Jimin mostrando el tamaño, solo bajo la mirada y cerró los ojos.
Ahora entendía la clase de tortura que el chico le aplicaría a él
- Si lo quieres de ese tamaño tendrán que ser al menos tres sesiones de tatuado.
- ¿cómo? - pregunto con la típica ya conocida por Jungkook, con esa misma expresión había logrado que el pelinegro hiciera un sinfín de cosas para quitar su preocupación.
- 1 sesión por semana - explicó en un susurro.
- Oh bueno no tengo problema con eso - su cara cambió y ahora se veía más tranquilo.
- Bien empezemos - Jungkook se dio la vuelta, cerró la cortina creando un espacio privado, cuando se dio la vuelta Jimin ya se había quitado la camisa.
Jungkook tu puedes con esto.
Jimin se sentó en un sillón parecido al de un dentista.
- Desinfectaré y trazaré. Solo te haré unas preguntas de rutina.
- Si, esta bien - Escuchó al mejor actor del mundo sentado en el sillón. Solo lo había visto de reojo, aún no sabia como iba a reaccionar su cuerpo al verlo tan cerca y semidesnudo, su mente voló a sus recuerdos, muchas veces lo había visto sin camisa, cuando viajaban constantemente los dos andaban solo en short, pero la última vez que lo había visto había sido completamente diferente, su cuerpo era menos fibroso y más suave. ¿Como sabes que no es suave también ahora? Comenzó a pensar ¿Enserio quieres llevar tus pensamientos hacía ese rumbo? Se cuestionó.
- ¿Jungkook estás bien?
Pero el no era buen actor, y Jimin sí puesto que estudiaba Teatro. ¡maldita vida!
- ¿Tienes más tatuajes? - concentrate son solo 5 preguntas, agarro un lápiz y sobre un lienzo empezó a practicar el trazo de las letras, aún estaba dándole la espalda, hizo la primera letra y sonrió, apesar de su nerviosismo el pulso parecía estar perfecto, su respiración estaba más o menos calmada y en su pecho no sentía esa presión tan característica.
- Si, tengo uno en la cadera, ¿quieres verlo? - Maldición Jimin ¿en qué clase de verdugo te has convertido? Cerró lo ojos.
- No, no es necesario. ¿Que tan tolerante al dolor eres? - recordaba perfectamente la clase de llorón que era su ahora rival, sonrió, dibujaba ahora con demasiado cuidado la r.
- Bastante.
Esto sorprendió al pelinegro que lo volteó a ver, convencido de que era una auténtica mentira. Pero al instante se arrepintió, soltó el lápiz, estaba convencido que había echo la cara más estupida jamás vista, pero eso no importaba, lo que estaba viendo en ese momento sobrepasaba todas las espectativas que nunca se imaginó.
Jimin estaba acostado en el sillón con los brazos detrás de su cabeza sin camisa, los músculos de sus pectorales estaban trabajados y se notaban elegantemente marcados, sus pezones adornaban su pecho de una manera en la cual no habia puesto atención con anterioridad, pero lo más impresionante eran definitivamente sus abdominales, demonios estaba marcado y duro, los brazos extendidos hacia arriba dejaban ver sus bíceps pequeños pero contraídos. Trago saliva.
Se olvidó lo que iba a decir y regresó la mirada al papel.
-¿Mmm tienes alguna enfermedad crónica?
- No.
- ¿Cicatrizas bien, has tenido hemorragias?
- Si y no ¿Estas bien?
- ¿eh? - había quedado en blanco, lo miro a los ojos y le sonrió, había terminado ya el dibujo de la palabra. - estoy bien, mira ¿Te gusta?
Jungkook tapó su propia cara con el papel, tomó aire, valor y fuerza. Al mismo tiempo se deshizo de las ganas de salir corriendo, Park no iba a ganar, eso no.
Se acercó a él y colocó el papel en su piel con cuidado de no tocarlo.
- A mi me gusta - el muchacho alzo su rostro para poder ver su costado y el movimiento hizo que los músculos de su abdomen se tensaran marcandolo aún más.
- ¿Vas al Gym? - ¡La puta madre Jungkook no te puedes callar la maldita boca, a ti que te importa! ¡es tu enemigo!
El muchacho lo miro al rostro sorprendido de su pregunta y con recelo se volvió a hacer hacia atrás.
- No, es que práctico danza ¿esa es la última pregunta de rutina? - Se quejó molesto.
- No, no, solo era curiosidad.
- Oh
Su ojos, sus labios, su pequeña nariz, su voz todo estaba allí, el era Jimin, pero a la vez no.
- Me estoy volviendo loco - murmuró para si mismo.
- ¿Cómo?
- La última pregunta es que si confías que haré un buen trabajo, es básico para mi rol de tatuador que creas en mi.
- Ah eso, no soy bueno confiando en la gente, pero tienes mi permiso de hacerlo, ¿sirve de algo?
Confundido Jungkook acercó un banco para sentarse a su lado, cerca, demasiado cerca. El chico lo miraba con recelo, la única sonrisa que le habia dedicado había sido cuando llegó. Estaba serio mirando hacia sus pies tranquilamente.
- Lo que voy a hacer hoy es trazar las letras ¿tienes suficiente tiempo?
Coloco un guante en una de sus manos.
Inhala, exhala
inhala, exhala
inhala, exhala.
- En realidad, no tengo nada que hacer hoy, Tae y Yoongi salieron juntos.
Jungkook lo miro y se conectaron sus pupilas, pero el chico solo la desvió sin contratiempos.
- ¿Es incómodo para ti que tenga mi brazo alzado? Lo puedo cruzar hacia este lado - hizo el movimiento y pudo ver de cerca la flexión de los músculos de su brazo. No le incomodaba, la axila del chico estaba lisa y más blanca que la piel del resto de su cuerpo.
- No, así como lo tienes esta perfecto, dices que Yoongi por fin lo convenció.
- No se porque el se enojó con Yoongi, en verdad gusta de él - Jungkook en verdad estaba sorprendido de la actuación de Jimin, como podía ser tan descarado justo enfrente de él, actuaba tan bien, ni siquiera sus mejillas daban señal de nerviosismo ni sus ojos lo volteaban a ver ¿en verdad había venido a torturarlo?
- Yoongi es fuerte, no te preocupes.
- Tae también es fuerte.
Jungkook pasó un algodón con un líquido especial para desinfectar por toda la zona, el único aliado en ese momento era el guante. Pero su suerte se acabó pronto cuando Jimin se estremeció cuando puso el algodón frío sobre su costilla. Y se río mirándolo apenado, se había tapado con sus manos, la mano desnuda de Jungkook había tocado su hombro en un reflejo por defenderse ante una agresión, por la tensión que sentía en la que había estado todo este tiempo. Cuando reaccionó, miro su mano y luego el hombro de este espantado.
Este era igual de suave pero más firme, una tensión de tocarlo se manifestó directo en su bajo vientre, la calidez de su piel, pero algo lo interrumpió de su deleite, la mano fría de Jimin sostuvo su antebrazo, haciendo que Jungkook reaccionará y volteara a verlo.
El chico lo miraba también sorprendido y le quitó su mano suavemente, de repente se había puesto serio.
Jungkook se alejó de él, y se quitó el guante.
- Lo lamento, es que estaba frío el algodón y estaba distraído, me he asustado.
Tomo aire y se volvió a sentar.
- No me agrada mucho el frío, lo siento - Jungkook lo sabía, aun no sabia por que tenía que fingir. Por Dios casi se le había salido el corazón. No iba a cometer un error de nuevo, se puso los dos guante y procedió a acercar el algodón, Jimin observaba sus movimientos.
- No traes suéter, si no te gusta el frío por que no te proteges - Coloco el algodón con cuidado y solo vio como su piel se estremecía, oh maldición y apenas el primer contacto.
- No lo sé - Jungkook vio la tersa piel tratando de ignorar el echo que su pezón se había puesto pequeño y picudo. ¿Qué clase de erotismo estaba experimentando? No quería pensar en nada, no quería recordar nada, no quería imaginarse nada.
- ¿Quieres que te preste mi Jersey? - Estas idiota, en verdad, pero en la ironía de seguirle el juego, no se retractó. Las reacciones del cuerpo de Jimin lo estaban enloqueciendo. Jungkook alzo la mirada al ver que no contestaba.
No lo hubiera echo.
Jimin tenía atrapado su labio inferior entre sus dientes por eso no respondía, lo miro a los ojos.
- No es necesario, pero muchas gracias - Jungkook quería ser quien mordiese ese labio. Rápido volvió a concentrarse en su piel, en su suave y cálida piel. Tenia ganas de tocarlo de nuevo, pero el maldito látex de los guantes lo impedía.
- No entiendo - No entendía nada, dejo el algodón y se alejó, su piel se tenía que secar para proceder a dibujar, no debería desear tocarla, no debería pero si que quería.
- Oh si, bueno es algo muy personal - La voz de Jimin sonaba un poco molesta.
Jungkook sonrió con ironía. Fue por el plumón delgado y se volvió a acercar a él, la blanca piel ya estaba seca.
No se quería recriminar nada, la mitad de su mente estaba trabajando bien pero la otra mitad trabajaba a marchas forzadas para detener y bloquear todas las imágenes de su pasado compartido y los episodios imaginarios perversos que despertaba su hermoso cuerpo semidesnudo.
Tenía que mentalizarse que solo era un cliente más. Empezó a preguntarle sobre la posición exacta donde la quería.
- Justo allí - Dijo Jimin tranquilo.
Jungkook solo tragó saliva.
N
Jungkook empezó a dibujar rápidamente pero detallando muy bien las letras, apenas respiraba, no lo miraba y sus manos no sentían la suavidad de su piel.
E
- Pareces nervioso, quieres que te platique algo.
- Si, eso ayudaría - claro que no le ayudaba escuchar su dulce voz, en verdad ayudaría que se tapara su pezón con algo, no podía dejar de verlo.
V
- Ayer cumplí 18 años.
E
Jungkook lo sabía, pero aún así lo miro asombrado y le dedicó una sonrisa. Su piel era demasiado lisa, podía asegurar que todo él era muy suave, deseo quitar el guante y delinear las líneas marcadas de su pecho hasta su bajo vientre con sus dedos.
R
- ¿En serio? ¡Felicidades! - De casualidad no comiste pastel de chocolate, tu favorito.
- Aúnque no me gusta el pastel, Tae me regaló uno de fresa.
M
¡¡Quieres volverme loco!!
- Yo una vez olvide un cumpleaños de un amigo.
I
- ¡Oh por Dios! eso no puede ser, pobre de tu amigo, debió pasarlo mal. - Pero Jungkook no obtuvo la reacción esperaba, la voz de Jimin sonaba tranquila y no denotaba emoción alguna.
N
- Dejó de ser mi amigo, simplemente - esas palabras le tenían que doler al menor, pero no se comparaba con la tortura que éste estaba ejerciendo sobre él en ese momento, su perfume lo tenía obsesionado ya no era el mismo dulce, ahora era un aroma más masculino con toques amaraderados.
D
-¿Pero que sucedió? ¿Por qué lo olvidaste?
La pregunta que siempre quiso responder a la persona indicada. Se dio la vuelta y le pasó un espejo, solo había trazado con plumón y Jungkook sentía que había corrido todo un maratón.
- Si así me gusta. Ahora viene el dolor.
- Podría ponerte un poco de crema para anestesiar un poco.
- ¡No! Yo quiero sentir todo el dolor posible.- Que rayos estaba pasando, el no era Jimin, estaba convencido ¿por qué quería dolor?
- Bien es tu decisión.
Encendió la máquina y el sonido anestesió un poco sus jodidos nervios.
- Su cumpleaños era un acontecimiento importante, pero ese día yo estaba muy enfermo, después que llegué de las clases me acosté y solo dormí hasta el día siguiente.
- Auch - Jungkook empezó a tatuar la primera línea, observo como el menor cerraba los ojos.
- Pero entonces no te olvidaste.
- Si hubiese tenido la intención podría haberle escrito - Jungkook no respiraba, Jimin hacia ruiditos típicos de dolor, él estaba acostumbrados a oírlos, pero en ese momento era diferente, sus quejas le recordaban una noche en específico.
- ¿No lo querías felicitar? Aaahh
- Solo no lo hice.
- Así que dejo de ser tu amigo.
- Si
- Tomaré nota.
- De quien te quieres deshacer ¿de Tae?
- No, si me llegase a pasar a mi, iré a la casa de mi amigo para obligarlo a que me felicite. Perder una amistad por una felicitación es tonto. Solo es un día más en tu vida.
Jungkook limpió la primera letra que había echo.
Su piel estaba colorada en los alrededores, no quería recordar el tono de su piel, lo miró a la cara y este tenía los labios rojos por morderlos constantemente, en verdad el sonido de la máquina hacía milagros.
- ¿Te ha dolido mucho? ¿Quieres parar?
- Si me duele pero no quiero parar.
Jungkook dirigió su mirada a sus labios, ese definitivamente era Jimin, la misma actitud tomó cuando hicieron el amor, sus labios estaban marcados ya por sus propios dientes, estaban tan cerca que podía tocarlos con solo estirar su mano, este los apretó y se tapó con una mano.
Jungkook encendió de nuevo la máquina y continuó, pareciera que el sonido lo ayuda mucho más a concentrarse.
- Entonces no te gusta celebrar tu cumpleaños.
- No, solo lo hago por que Tae insiste.
- Si te sirve de algo yo tampoco celebro los míos.
- Solo es un día más.
- Estoy de acuerdo contigo - y en realidad lo sentía, ya no tenía motivos para hacerlo, no cuando todo era más emocionante antes, ahora todo parecía ser en tonos grises.
Siguio tatuando no mentía cuando decía que ese era su oasis, hubo un momento que se concentró tanto en los trazos que la proximidad de Jimin dejó de ser el foco de atención.
Él no hablaba solo mantenía sus ojos tapados con su brazo, sus labios mordidos que estaban rojos ahora, esos labios que habían rodeado su erección en un intento por darle un regalo de cumpleaños ¡Maldicion Jungkook! ¡Está tu enemigo enfrente de ti y tu solo piensas en eso!. Pero ese recuerdo iba más allá de su propia perversión, lo había visto todo, recordaba su mirada curiosa y más aún su lengua, demonios si su lengua había sido tan candente y suave, la boca de Jimin parecía muy pequeña pero tenía que admitir que podía hacer maravillas, Jungkook dejó de tatuar y Jimin soltó un gemido entrecortado, este cerró los ojos por dos razones, el sonido había sonado condenadamente sexy y por la erección que se estaba formando ahora mismo entre sus piernas.
¡Jungkook piensa en otra maldita cosa!
Se puso de pie, no había notado lo tenso que había estado todo ese tiempo hasta que estiró los brazos, acomodó su pelo y lo observo, ya todo su cuerpo se había tranquilizado, él lo miraba con duda.
- ¿Siempre eres así de callado? - Se sentó a su lado de nuevo observando su obra, llevaban casi una hora en ese proceso. Escucharlo mentirle le estaba gustando, Jungkook conocía todos y cada uno de los rasgos del menor.
- No soy de muchas palabras.
- Yoongi me dijo que ustedes dos eran muy divertidos.
Prendió la máquina de nuevo.
- Tae y yo somos mejores amigos.
¡En serio Jimin! ¿él es tu mejor amigo?
Jungkook lo observó y luego siguió tatuando, un sensación de enojo lo volvió a gobernar dejando de lado su piel clara, su pezón seguía necesitando atención según Jungkook, y sus abdominales se marcaban cada vez que los contraía.
- Yo no creo en eso de mejores amigos.
Jimin lo observó con cara de duda, como si se preguntase algo.
- ¿Jungkook, nos conocemos de algún lado?
Jungkook lo miro y le dedicó una media sonrisa. No anticipo esa pregunta.
Apagó la máquina y le limpio con cuidado.
- ¿ Por qué piensas eso? - por favor Jimin, yo he sido tu primero en todo, no me jodas. Su mirada parecía genuina pero Jungkook no era tonto.
- No por nada - Dijo rápidamente el joven apenado - ¿ya terminaste?
- Si ya, mira - Se deshizo de los guantes y le paso el espejo.
- ¡Oh, woao! es exactamente lo que yo pensaba, en verdad ha sido muy rápido.
- Pasaron casi tres horas.
Jungkook se sentó en el banco y lo observó, en verdad esas emociones parecían genuinas.
- Tendrás que regresar el proximo sábado para el relleno de las letras.
Jungkook colocó un plástico encima de este para protegerlo.
- Ojalá sane pronto - Dijo Jimin poniéndose la camisa. Jungkook por fin pudo respirar tranquilamente. Después de varias recomendaciones el joven salió del local y Jungkook salió detrás de él. Se subió a su carro y lo vio caminar debajo de la lluvia. No debía de preocuparse por él pero demonios, en verdad estaba haciendo frío.
No entendía hasta que punto llevaría esa farsa. Terminaría enfermando.
- ¿Y a ti que diablos te importa Jungkook?
Más adelante lo vio que subía a un taxi, sin antes voltear hacia donde él estaba observándolo.
Todo era demasiado contradictorio no entendía nada.
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Gracias por leer 🥰🥰