Cuesta, lo sé. Cuesta no poder abrazarte cada vez, cada maldita vez que necesito que tus brazos lo curen todo, cuesta querer y no poder. Y hecharte de menos a cada rato, como si no era completamente suficiente complicado tener que hablarte a través de una pantalla.
Sabía que no Iba a hacer fácil, y no, no lo es, no es fácil despertar y darse cuenta de que alguien falta en etu vida. No es fácil tener que abrazar a la almohada porque no puedo sentirte a ti. No es fácil tener que vivir con las migajas de los recuerdos. No es nada fácil amarte tanto, y sufrir el doble. No es fácil tener que tomar una decisión entre "olvidarte y seguir viviendo porque todavía queda la esperanza de que todo mejore entre nosotros" y "no olvidarte y ver como el mundo sigue girando sin esperanzas de sanar nunca"
Y si me lo presguntas. No, no, no te quiero olvidar, pero tampoco quiero seguir sintiendo esto. Y ese combate entre ¿qué hacer? Me está matando lenta mente.