Tae metió el pequeño pastel en el refri, su amigo solo lo había probado, por que a él ya no le gustaba más los pasteles, lo que antes era motivo de celebración y algarabía ahora era un día normal donde Tae se esforzaba por regresar un poco de la ilusión olvidada de su amigo.
Era una de las muchas cosas que habían cambiado en él, con la perdida de su memoria también había perdido ciertos destellos de su personalidad, ahora era más serio y callado, no solía confiar en las personas rápidamente , y lo más grave según él, era que no le gustaba celebrar su cumpleaños. Tae se esmeraba para alegrarle ese día y él solo le seguía el juego.
La bondad en él no había cambiado, seguía siendo tan bueno e inocente. Incluso seguía tratándolo a él de la misma manera, el doctor le había dicho que su amistad y proximidad formaba parte ahora de su seguridad mental. Al no recordar ciertas cosas Tae era su ancla para no sufrir ansiedad.
Con su nueva vida Jimin le demostraba día a día que ya no había ningún rastro del chico enamorado de Jungkook.
El maldito vago, se lo habían topado con más frecuencia de lo común, parecía que quisiese retar a Jimin. Pero su amigo no lo veía, el miedo de Tae se había ido disminuyendo con el paso de las semanas, Jimin no lo reconocía y tampoco lo notaba, apesar que Yoongi los había presentado.
Jungkook no merecía estar de nuevo en la vida de su amigo, el idiota nisiquiera sabía lo que había sufrido Jimin con su operación y no por que se lo hubieran ocultado, si no por que él había rechazado cualquier información sobre él y lo había dejado solo cuando más lo necesitaba.
Buscó su teléfono y lo revisó.
El último mensaje tenía tres días de recibido en los cuales no había dejado de pensar en las palabras de Yoongi, ellos habían tenido su cita sin saber que Jungkook era su amigo. Pero aún así no podía dejarlo pasar y exponer a Jimin, no quería darle ningún pretexto a Jungkook para acercársele. Nadie sabía si la pérdida de memoria de Jimin era permanente, pero su amigo había dejado de hacer demasiadas preguntas acerca de su pasado y eso lo tranquilizaba. Pero tenía miedo de que la proximidad con Jungkook le devolviera sus tristes recuerdos.
Se sentó en el otro sillón. Su amigo estaba viendo una película, se acababa de bañar y tenía su pelo despeinado. Él había visto a Jungkook pero no lo había reconocido, tampoco le había preguntado nada acerca de él. Jungkook había estado apareciendose constantemente en sus caminos pero su amigo parecía no importarle, esto lo había tranquilizado en sobremanera así que también los empezó a ignorar tanto a él como a Yoongi.
Pero con los mensajes de Yoongi había visto una realidad alterna, él no era Jungkook y su cita había sucedido antes de que se presentaran. Si salía con Yoongi, Jungkook podría acercarse a Jimin, pero si Jimin no lo reconocía no habría problema ¿O si?.
Su corazón latía tápidamente, no quería equivocarse, pero luego estaban sus propios sentimientos, Yoongi era el tipo de hombre ideal para él, su mirada, su voz, le encantaba su sonrisa y la forma en la que lo había tratado en su cita, en verdad lo había conquistado.
Podría funcionar si le prohibía a Yoongi hablar de Jimin, no tenía por qué enterarse de nada sobre su amigo. No, no ,era muy peligroso, Tae no debía anteponer su felicidad antes que la seguridad de su amigo.
Tae se sentía muy enamorado. Pero su amigo era más importante.
Pero...
Jimin no reconocía a Jungkook.
Yoongi ya no le mandaba mensajes.
Tomó aire, su amigo, debía pensar en su amigo.
- Jimin ¿Que tal te cae Yoongi? - Soltó con curiosidad.
- Ohh ya, por fin ¿vas a darle una oportunidad?
- No, en realidad no, no se me hace confiable y me da mala espina su amigo - Lo miro tímidamente pero él solo lo miró extrañado.
- ¿Jungkook?
- Si, no se, me parece extraño ¿a ti no? - Tae lo miraba disimulando su interés.
- La verdad es que sí, también como que parece un vago con esas melenas y su vestimenta. - Se río tapándose la boca - No debería de juzgarlo en verdad no sé en que situación económica se encuentra.
El alma de Tae le regresó a su cuerpo. Perfecto, su amigo repudiaba al pelinegro.
- ¿Se te hace guapo?
- mmm no, bueno no le he puesto atención, pero no creo que sea un problema en tu relación con Yoongi.
- mmm aún no lo sé Jimin, no quiero problemas.
- yo respetaré lo que decidas, pero opino que podrías intentarlo.
- No lo sé Jiminie...
- ¿Tae?, mañana ¿estarás ocupado?
- tengo el día libre ¿por qué?
- Lo que pasa es que me quiero hacer un tatuaje, he hecho una cita para mañana, ¿Puedes venir conmigo?
- ¡¿Ohh Jiminie desde cuando lo decidiste?! ¡¿Por qué no me habías dicho?! ¡claro que quiero ir contigo! - Tae había brincando de su sillón y lo había abrazado - Espera. ¿ya sabes lo que te tatuaras?
- Mira - Su amigo desatendió el papel y Tae lo vio.
- ¿Que significado tiene?
- Es el nombre de una canción.
- Woao que original ¡Es fantástico!
Tiempo después los dos se habían quedado durmidos en la sala.
.
Tae escuchó entre sueños que tocaban la puerta, se levantó y se asomó por la mirilla, preguntándose quién era.
- ¿Yoongi?
- ¡Tae abreme, por favor!
Le abrió y Yoongi entró rápidamente.
- ¿Qué haces aquí?
- Vine por que tu me llamaste
Pero antes de que pudiera decir más sintió sus labios tocar los de él en un beso apasionado, Tae lo miró sorprendido pero Yoongi lo tomó de la cintura y lo pegó a su cuerpo reclamandolo como suyo.
- Yoongi, aahh - el mayor lo acorraló contra la pared haciendo que no se pudiera escapar, empezó a mover sus labios disfrutando de los del mayor con tímidez. Pero Yoongi se separó y lo miró intensamente.
- Taehyung, te voy a hacer el amor.
◇
Tae se levantó de golpe y la luz de la estancia lo cegó.
- ¿Solo fue un sueño? ¡¡¡Ohh nooo!!! - Se acostó de nuevo y trató de regresar a dormir, odiaba tener que levantarse temprano un sábado, pero el sueño se había ido de él por completo.
Recordó sus labios acariciando los suyos, Tae no había dado aún su primer beso ¿ese sueño contaba como uno?
- No seas Idiota - Se levantó, le gustaría ser besado con esa pasión, ¿Yoongi sería apasionado? ¿Que tal se sentiría ser besado por él?
Fue por el pastel de Jiminie y comenzó a comérselo, su amigo no lo haría, se sentó a su lado, era muy común verlo de esa manera, relajado en un sueño profundo.
Tomó un poco de merengue y le embarro los labios, este los movió y probó la dulzura. Su lengua se llevó todo el rastro.
- Jiminie, si te gusta el pastel ¿por qué lo rechazas?
Pero su amigo se acomodó y le dio la espalda.
Él estaba tan tranquilo que su mente imaginó una realidad alterna donde no tuviera esa fijación por su bienestar.
Las imágenes y sensaciones experimentadas en el sueño estuvieron dando vueltas en su mente una y otra vez, pensaba en si darle una oportunidad o no. Salió de su departamento, con la intensión de distraerse, se subió a la camioneta y se fue al centro comercial.
Yoongi parecía un tipo serio, seguro si le pidiera que no compartiera información con Jungkook sobre su amigo podría funcionar.
Entró al centro comercial y tomó un carrito, justo cuando iba a entrar en la puerta alguien se interpuso, alzó la mirada y se encontró con el dueño de sus pensamientos.
- Taehyung, hola - se veía sorprendido.
Tenía que ser el destino, Tae se quedó en blanco.
Miro sus labios y las imágenes de ellos besándose fueron más claras.
- ¡Yoongi vamos! - Tae sólo pudo ver que un joven jalaba a su Yoongi de su cazadora, llevandoselo con él, lo observó hasta que se perdieron de su vista. Yoongi no había volteado.
Caminó hacía dentro del centro comercial, ahora ya sabía por qué ya no le había mandado mensajes en esos días, Yoongi ya tenía nuevo novio. Estaba enojado, estaba furioso, se fue buscando lo que iba a necesitar sin dejar de enviar pensamientos despectivos hacia el embustero.
Cuando estuvo en el último pasillo solo recargó los codos en el carrito y se permitió derramar lágrimas, en verdad le dolía, no podía creer que estuviera dudando en darle una oportunidad cuando claramente a él ya no le importaba.
Su teléfono sonó.
No supo cómo llegó, solo se metió a bañar y se arregló. Cuarenta minutos más tarde ya estaba listo, su amigo salió de su cuarto también arreglado .
- ¿Listo para ir a hacerme el tatuaje?
Justo en ese momento una realidad le cayó a Tae, haciéndolo consciente en el riesgo en él que pondría a Jimin.
- Jiminie, tengo una cita con Yoongi.
Su amigo lo miró incrédulo.
- ¡¡Oh por dios Tae vas a tener otra cita con Yoongi!!! - Lo abrazo fuerte -¡¡Felicidades!!
- ¿Tu crees que está bien? - Su pregunta era hacia el alma de su amigo, tal vez esa decisión que estaba tomando era la equivocada, pero por una vez después de tanto tiempo quería solo ser consciente de él mismo, sin temer por nadie más, haber sentido que perdía a Yoongi lo había dejado trastocado, ¿y si el jamás volvía a escribirle? ¿si se cansaba de su terquedad? Quería ser libre, quería poder amar libre y sin miedos.
- Si, está fantástico, Tae tu te mereces darte una oportunidad de amar. - Y eso fue lo que necesitó para ser valiente, el protegería a su amigo, y también sería feliz con el chico que le gustaba. Unas lagrimillas se asomaron en sus ojos.
- Gracias Jimin, te juro que no te fallaré nunca.
- No seas tan sensible Tae Tae, solo es un tatuaje, te lo enseñaré cuando regresemos ambos.
Jimin se despidió y salió del departamento, limpió sus lágrimas con valentía, necesitaba hablar claro con Yoongi, las reglas las pondría el.
◇
Yoongi se encontraba recargado fuera de su carro cuando vio que Tae salió del edificio, no podía creer que fuera el mismo que semanas atrás había echo una lluvia de captsu. Su cara mostraba preocupación y su vestimenta lo hacía lucir peligroso, el corazón de Yoongi se aceleró de anticipación.
Cuando se acercó a él pudo percibir su perfume fresco, Yoongi no pudo controlar su emoción y le sonrió ampliamente ¿acaso se podía ver más jodidamente sexy? pero él no le dedicó una sonrisa solo lo veía serio.
- Seré claro contigo Yoongi.
Pero antes de que su cita pudiera decir más tomó su mano y la besó.
- Hoy te ves absolutamente guapo, me encantas.
El joven lo miró y le dedicó por fin una media sonrisa. Hipnotizado en su hermosa mirada, sus manos sudaron, estaba muy nervioso pero se justificó en que debía ser la anticipación por su cita.
- Yoongi - el muchacho miró al suelo y luego volvió a endurecer su mirada - saldré contigo con una condición.
- Dime
- No puedes preguntarme nada acerca de Jimin.
Sabía que la razón por la que se mostraba reacio a salir con él eran por sus respectivos amigos, pero ellos no tenían nada que ver en ese problema. En verdad agradecía que el joven le diera una oportunidad, así que no la desperdiciaria, Jungkook ya podría resolver sus asuntos solo.
- Acepto.
El muchacho lo miró y sonrió lentamente.
- ¿Nos vamos?
Le abrió la puerta del coche y este se apresuró a entrar. Yoongi, en un intento de tranquilizar su alocado corazón, sostuvo la respiración y luego lentamente soltó el aliento, pues sus emociones se encontraban desbordadas. Iba a aprovechar hasta el último minuto de su tan ansiada cita.
Entró al carro y se puso en marcha.
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