Como era de esperar, Alan me acompaño para que vaya junta mi supuesta mejor amiga “Verónica Young” Quien está en el bachiller de salud y me odia. Últimamente no me hacia tanto caso, algo que agradecía. Pero, aun así es sospechoso. Es como si planeara un ataque sin que yo lo sepa, y espera que caiga en una especie de trampa y así, al fin atacarme.
No dudo que haga eso. Se notaba malvada con solo mirar sus ojos marrones. Llegamos justo a tiempo a la clase de salud. Allí estaban saliendo todos los alumnos, entre ellos Verónica. Llevaba una combinación de su ropa en tonos de negro y rojo. Su cabello color negro lacio estaba bien peinado y ni siquiera se le podía negar que no era bonita, porque si lo era. Agarre la mano de Alan, para estar segura de que no mirase hacia ella. Todo puede pasar ¿No? Además, el primero debe de ayudarme para luego conseguirse una novia.
Verónica se encontró con mis ojos azules, sonrió de manera chueca y se fue acercando a mí. Podía imaginarme a ella en sus más profundos pensamientos, como planeaba matarme o hacerme una venganza para que saque mi parte malvada y todo el colegio se dé cuenta de que la tierna Horan, no es tan tierna que digamos. Al acercarse, arquea una ceja. Se cruza de brazos y sus labios pintados en carmín forman una línea medio encorvada, asilándose a una sonrisa.
—¿A qué se debe que estés por aquí Horan? ¿Al fin recordaste quién soy?
Mire a Alan, indecisa al hablar. El me asiente, dándome a entender a que hable y que no sea gallina.
—No recordé quien eres pero… El me lo conto todo.
Verónica miro a Alan.
De pies a cabezas, ladeando la cabeza, dándole una vuelta y mordiéndose un labio inferior, miro a Alan. Le dio una nalgada en el trasero, de repente. Causando que Alan se ruboricé. Le fulmine con la mirada. Ella, soltó una gran carcajada sonora.
—¿Y quién es él?
—Es Alan.
Ella abrió sus ojos, al parecer recordando al chico. Tomo aire y me agarro del mentón.
—Tu noviecito. Que tierno—dijo con voz chillona.
Qué bien, ahora esta chica también insiste que Alan es mi novio. Aleje su mano de mi barbilla y opte por tenerle en une espacio personal. Me daba solo miedo que ella me toque con su blanca piel, la cual estaba más fría que hielo de un glaciar. Alan carraspea.
—No somos novios—aclaro—Erika, quiere hablar contigo.
Verónica me mira.
—Habla. —demanda.
Sin dudarlo, suelto mi pregunta.
—¿Por qué me odias y no somos amigas como antes?
Verónica me mira, de forma de que mis preguntas fueran unas especies de broma. Ella suelta nuevamente una carcajada, mire a Alan, un tanto desconcertada. El solo se encogió de hombros. Cuando su risa por fin calmo dijo:
—Después de lo sucedido no podemos ser amigas.
Alce mis cejas ¿Qué sucedido?
—¿Por qué no? ¿A caso ocurrió algo malo?
Verónica soltó un chasquido con su lengua, me miro nuevamente como mi respuesta fuese algo malo, que no hablaba en serio. Pero ella, alejo la mirada y me miro fijamente a los ojos. Se notaba ya fastidiada, y ni siquiera habíamos hablado como una hora. Solo 5 minutos. Se notaba, que era una chica impaciente.
—Mi amistad contigo término en el momento que mi madre murió.
Soltó, haciendo que las palabras se queden al aire.
(…)
X:
Zoe, lo único que podía hacer era odiar a su mejor amiga en este preciso momento. ¿Cómo se le atrevía dejarle junto a Nash y Tim durante el receso? ¿Qué clase de ser humano era aquella rubia? Solo se limitaba a escuchar los parloteos de Tim y las miradas acosadoras de Nash. Era como estar en una pesadilla, pero era la jodida realidad.
Soltó un bufido al captar que Tim acercara su mano a la de ella. Quiso alejarla, pero, lo dejo. Para ver hasta cuanto llegaba aquel castaño que le acosaba. Nash fue acercándose a la mano de Zoe con mucha timidez. Hasta que por fin encontró esa mano pálida, la cual estaba pintados sus uñas en un color rojo oscuro. Entrelazo sus dedos y se sentía como un coro de ángeles sonase en su cabeza. Miro los ojos azules de su chica platónica y al instante se puso nervioso. No podía creer, que estaba pasando eso.
Zoe no podía distinguir el porqué, Nash se obsesionaba tanto con ella. ¿Qué tenía? Solo era una chica normal, que vivía muy placida a la vida. Vivía con su padre que es policía y tiene un hermanito de 10 años. Es solo una chica normal, corriente como todas. ¿Qué vio a en especial en ella? A su parecer, no era la más hermosa.
Aunque a Nash, todo era lo contario. Para el, ella era lo más hermoso que ha encontrado en su vida. Ama en lo más profundo de su ser a Zoe. Ama sus ojos, ama su cabello y sus suaves labios. Que alguna vez el, los probo. Aunque ella no lo recuerde, ese es su más preciado recuerdo.
Era una tarde de abril. Y el amor andaba por todos los aires. Pero para el chico Nash, no. Apenas había conseguido un chocolate de su amiga Keyla, ya que en la clase, el no era el más querido por así decirlo. Mientras todos sus amigos, recibieron como 10 a 5 cartas de cada una de sus compañeras, el no recibió nada. Se sentía falta.
Es por eso que odiaba el día de san Valentín en su colegio, y más cuando se tenía que repartir esos regalos cursis. No entendía por qué hacían eso ¡Apenas tenían 10 años! ¿Desde cuándo se sentía amor verdadero a esa edad? Claro que no. Nadie lo ha hecho.
Se contuvo a no llorar, es eso lo que menos quería ahora mismo. Llorar por el estúpido día de san Valentín. El tenia los ojitos azules apunto de brotar lagrimas por todas sus mejillas. Odiaba que nadie le quiera. Ni su mama le quería. Solo se detuvo a pensar en su madre, la cual se pasaba todos los días trabajando, apenas llegaba a casa y dormía. Y sobre su padre no sabía nada. Su único gran apoyo y quien le quería era su pequeña hermanita Alice. Ella sí que le quería. Y mucho.
Por otra parte, una niña de ojos azules también, miraba a su compañero, el cual nunca recibía nada por el día de san Valentín. Se enojo bastante, el también merecía recibir regalos. Pero a ella, solo le quedaba una barra de chocolate y poca tinta para escribir. Suspiro, al menos la intención era lo que contaba.
Ella garabateo en el, escribiéndole:” Feliz día de san Valentín, Nash. Te quiere, Zoe xx” A pesar que no lo hizo con tan linda caligrafía, valía la intención entregarle un poco de afecto.
Zoe, tomo fuerzas y se acerco al niño que estaba sentado, alejado de todos. Con su dedo toco su espalda, el se giro y la vio. Con sus ojos azules encontrándose, ella un poco titubeante le dio su carta y el chocolate.
—Para ti—murmuro, la pequeña Zoe.
Nash con sus ojos iluminados, lo acepto. Le regalo una sonrisa, tan grande que nadie le podría quitar.
—Gracias—respondió el.
Nash, con entusiasmo, comió de su chocolate mientras leía rápidamente la nota. Miro a la niña que estaba enfrente de ella, y parecía un ángel. Un hermoso ángel que de seguro, Dios le ha enviado. Se limpio el chocolate con la manga de su brazo y siguió mirando a la niña. Ella, estaba segura que debía de darle algo más, que el chocolate y la carta no era todo. Tomo aire, y beso al niño. Un beso corto, para luego correr. Dejando al pequeño Nash hipnotizado.
Desde ese instante, supo que aquella chica, era su ángel. Un ángel que sería la única que le daría el amor que tanto el busca.
A Nash le revolvía la idea del porque ella no se recordaba de él, de ese beso de pequeños. Pero de seguro, para él lo fue todo y para ella nada.
(…)
Erika:
La campanilla de salida ya había sonado. Luego de oír quejas de Zoe por dejarle sola no tuve de otra que quedar hoy en su casa. Mientras caminaba para alcanzar la parada del bus (ya que Ron hoy no me buscaría) una mano tomo mi muñeca, haciéndome dar la vuelta.
Su respiración choco con la mía, y nuestros labios casi se unieron. Nuestros ojos se encontraron.
Unos ojos azules me consumieron. Pero al instante me separe de él.
—Dante—el sonrió— ¿Qué sucede?
—Quería acompañarte, ya que Ron no vendrá hoy. Además somos amigos ¿No?
Sonreí, el tenía razón.
—Claro, así que ¿Vamos?
El asintió. Empezamos a caminar. Me sentía un tanto incomoda ya que estábamos actuando como “amigos” Cuando sabía bien que él sentía algo muy fuerte por mí. Lastimosamente, yo no le correspondía. Apenas habíamos caminado como tres centímetros de donde nos encontrábamos, una voz sonó a nuestras espaldas.
—¡Erika! —me di la vuelta.
Y era Alan. Pude distinguir que Dante rugía de odio hacia Alan, lo cual me dio un poco de diversión. Alan se acerco lo suficiente a nosotros y miro de mala manera a Dante.
—Oh… Dante. —Saludo, de mala gana.
—Hola, Alan.
Podía jurar que si las miradas matasen, ellos ya estarían condenados a muerte. Carraspee para darles a entender que aun estaba presente. Ellos me miraron.
—¿Quién de los dos te acompañara? —dijeron, casi al mismo tiempo.
Me quede un tanto estática. Ojos azules vs ojos marrones. Mi garganta se puso seca, y no sabía que responder. ¿Cómo me harían elegir entre ellos dos? Cuando en realidad, no se a quien de los dos definitivamente me acompañarían. No me disgustaba la idea de que fuesen los dos. Cuando iba a sugerir ir juntos, Dante suspiro.
—¿Sabes qué? Nos vemos otro día. Hoy… Hoy recordé que no iré a casa, iré a lo de mi tío. Adiós.
Una vez dicho eso, el se alejo. Dejándome a mí y Alan solos. Alan, sonrió.
—Entonces ¿Vamos?
Suspire ¿Qué más da?
—Vale. Vamos.
Íbamos a comenzar a caminar pero Alan se detuvo.
—No, primero vamos a hacer esto. —le mire confundida.
El, tomo mi mano, entrelazando nuestros dedos. Le sonreí y caminando nos fuimos hacia la parada.
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LES PREMIO CON UNA MARATON porque, en el ultimo capitulo hubo muchos comentarios (los cuales bajaron) Me hicieron muy feliz con eso. Entonces, decidi premiarles con esto. Espero que les haya gustado. Porque, me esmere algo en hacer dos capitulos xD Ahora saben un pocito sobre la historia de Nash y Zoe. De paso, he leido algunos que otros comentarios y en serio, gracias por sus hermosos comentarios :'D Las amo, en serio. Sin ustedes, no se que seria de mi. Mis sunshiners. De paso, os invito a pasar en mi novela nueva. Es corta, solo consta con capitulos cortos, es decir, narraciones cortas y es de Louis. Lo actualizo todos los dias. Les prometo que no se arrepentiran. Les dejo el link en comentarios. Tambien, quiero felicitar (atrasadamente) A mi querida Lu, se que tu me dijiste que no te importaba pero a mi me dolio en serio olvidarme de felicitarte o mandarte un saludo desde aqui. Asi que, ahora te vengo a decir que te quiero mucho mi pequena Lu. (@JacksgapYNash)
Quiero dedicar, a una gran chica. Que aparte de unas cuantas, me dejan comentarios biblias. Este capitulo, va para ti: @berta_strong En serio, amo tus comentarios.