- ¡Te dije que seria una muy buena idea!
- Ya Tae, en serio dejaré de hacerte caso.
Jimin estaba recostado en su asiento, Jungkook había pasado por él, habían caminado juntos como todos lo días pero no le había tomado la mano. Jimin sujetaba su mochila y trató de no mirarlo ala cara. Ese día no tenía ganas de nada, si no de querer llorar, cogio la ropa más oscura que tenia y en su pelo puso un gorro negro. Su corazón estaba de luto. Ni había esperanza, ninguna.
- Pero Jimin ¡no puedes darte por vencido tienes que ser fuerte!
- Me duele la cabeza Tae, por fa cambiemos de tema.
- ¡Es que como se lo vas a dejar a la bruja esa!
- ¡Que se lo quede!
Tae se acercó a su oreja.
- Pero dices que esta re bueno. ¡Solo por eso pelea!
Jimin tapó sus orejas, no quería recordar lo bueno que estaba su mejor amigo, por favor, quería bloquear esos recuerdos de su mente, pero fue demasiado tarde, recordó su sabor, su dureza, su textura y el tamaño.
- ¡Oh por Dios Jiminie estas colorado!
- ¡Cállate Tae! - Jimin escondió más su cara entre sus brazos, pero lo que no podía era esconderse de sus recuerdos.
Cuando terminaron las clases espero en el salón hasta que no hubiera nadie.
- Me gusta tu manera de superarlo.
- Tae te he de ver a ti en esta misma situación.
- Vamos Jimin, no queda nadie, salgamos, mi padre ya ha de estar afuera.
- ¿Tae tu papá me podría llevar a mi casa?
Tae se volteó.
- ¡Enfrentalo! ¡solo le hiciste sexo oral! - Tae hizo cara de cansancio - ¿ahora no lo puedes ver a la cara? no puedes esconderte toda la vida. ¡Míralo a la cara y ponlo nervioso a él! ¡se fuerte Jimin eres más valeroso que él!
Tae le dio un abrazo y se fue rápidamente.
Se sentía muy nervioso.
Cuando salió ala calle lo vio allí esperándolo. Solo fue verlo y sentir que su cara se calentaba, pero no bajo la mirada. Paso a su lado y Kook camino detrás de el. Justo cuando iban por el parque escucho que Jungkook le hablaba.
- Mochi, seguiras en silencio todo el camino, ¿para eso fuiste a mi recamara hoy temprano? Solo para tener un pretexto para no hablarme.
Jimin se volteó y lo miro, enserio el podía estar tan tranquilo, pero eso era por que él no tenía su corazón roto.
- No es que no quiera hablarte, solo que me siento un poco triste.
- ¿Triste? Pero si con lo que pasó hoy deberías estar feliz por salir victorioso.
- No tenía malas intenciones Kook.. - Jimin siguió caminando.
- ¿No te hizo feliz que yo me dejara?
- Que es lo que se supone que debo de hacer agradecerte.
- No, pero no estoy enojado, soy un muy buen amigo, tienes que aceptarlo.
Jimin lo miro alzando una ceja.
- Debería de pedirte algunos consejos entonces. Resulta que yo no tengo ese talento.
- Solo no te juzgues tan duro, tu siempre has estado allí para mi siempre, que halla pasado algo así entre nosotros no significa que vamos a echar por la borda nuestra amistad.
- No entiendo como algunas cosas son irrelevantes y otras solo no las puedes soportar.
- Tus celos me afectan.
- Lo sé Kook yo no estoy tan feliz sintiendolos. Y ahora que estoy condicionado por ti, menos.
- ¿Te molestaste por eso?
- Es más complejo de lo que tu crees - Dijo en un susurro.
- Crees que no lo puedo entender, explicamelo.
- Solo si estás dispuesto a aceptar que tu también sientes algo por mi.
Jungkook lo vio con incredulidad.
- ¿Crees que yo gusto de ti?
Jimin siguió caminando más dolido de lo que podía aceptar.
- No Kook yo no creo nada, solo digo que no es fácil estar en mi situación, no cuando te la pasas detrás de mi todo el tiempo cuestionandome el por que de mis sentimientos, si tanto quieres que no te cele ¿No crees que sería bueno que ayudaras un poco y dejaras de restregarme a tu novia en las narices?
- No voy a ser condescendiente contigo, Mochi, tienes que aceptar que yo tengo pareja, de nada serviría que yo me escondiera.
- Bien, eso lo entiendo, que no quieras esconderte, pero te habrás puesto alguna vez en mi lugar, si no lo has echo no puedes pedirme que no esté triste, solo por que hoy accediste y no estás enojado. No te importan mis sentimientos, solo reaccionas a ellos cuando te molestan.
- Mochi no es así, tienes que controlarte, no puedes ser tan aprensivo conmigo.
- Solo déjame Kook, déjame estar triste, enojado, feliz o celoso.
- Pero no quiero verte triste.
- Ignorame, hasta que no aceptes la culpabilidad de tus acciones y dejes de creer que soy el malo de la historia, el que va a terminar nuestra amistad solo por estar enamorado ti - lo miro desafiante - no soy el único culpable.
Jimin estaba muy enojado.
- Eres tan culpable como yo Kook, si yo te he amado con tanta intensidad es por que tu también lo has hecho conmigo, me has alentado una y otra vez a amarte. Pero si te sientes mejor creyendo que yo soy el único que se ha equivocado, que más da.
Jimin dio la vuelta y siguió caminando.
- Mochi en serio quieres que me aleje de ti.
Pero Jimin no contestó, sus ojos se llenaron de lágrimas, ya le había dicho todo lo que su corazón guardaba y aún así el no valoraba sus sentimientos.
- ¡De que sirve que estemos juntos! ¿Quieres que haga como que no sucede nada? ¡ Esta bien! - se acercó a Kook y le tomo la mano y lo jalo - Finjamos que somos felices.
- Mochi ..
- ¿Quieres que sigamos como antes? Toma mi mano Kook y bésame como lo hiciste la primera vez.
- Estas siendo demasiado irracional.
Jimin le soltó la mano y empezó a llorar.
- Solo déjame Kook, estoy devastado ahora mismo, dejame sentirme triste y llorar, es lo único que necesito ahora.
- Pero no me alejes de ti.
- Eso te duele ¿No?
- Si
- Por que no vas con Chungha que te consuele.
Lo empujó y empezó a correr en un grito desesperado de dejar todo eso que le dolía atrás. Pero no mejoro, un dolor de cabeza lo venció y se tuvo que agachar y sujetarse la misma.
Sintio una mano en su espalda.
Jimin lloraba y se sostenía la frente. Quería desaparecer simplemente irse sin ver atrás.
Kook lo sostuvo y lo ayudó a levantarse, ya no quería hablar con el solo quería sentir juntar los pedazos de su corazón y tratar de pegarlos.
Cuando llegaron a su casa, Jimin se iba a meter pero Kook lo tomó de la mano.
- No me puedo alejar de ti, lo lamento, pero siempre hemos sido tu y yo juntos, siempre,no puedo dejarte, no ahora que estás tan triste.
Jimin veía los ojos de Kook rojos, y derramó unas lágrimas.
- No me iré Mochi, no me iré, prometimos estar juntos por siempre y ser felices.
Kook lo jaló abrazandolo y Jimin lloró en su pecho.
- Kook es necesario...
- No Mochi tiene que haber otra solución.
Jimin se separó y se dio la vuelta dejándolo allí, abrió la puerta y entró sin voltear atrás.
◇
Los días siguientes no mejoraron, el ánimo del menor estaba por los suelos y peor ahora que Kook lo ignoraba por completo, pensaba que la soledad ayudaría a mejorar su estado de tristeza pero solo encontró que la pérdida de la compañía de su amigo era más dura aún que el dolor por amarlo sin ser correspondido. Pero apesar del sufrimiento por sentirse lejos de él, trataba de dar buena cara, escuchar música lo hacía sentir sedado de esas emociones, su madre lo había inscrito a clases de danza, así que por las mañanas tomaba dos horas de clases y por las tardes se escabuia temprano para no tener que caminar a la par de Jungkook hacia la escuela.
Él no estaba solo, se había enterado por sus compañeros que se veía muy enamorado de su novia. Eso lo hacía llorar, la tristeza le duraba días enteros sin poder salir, sumergido en una penumbra sin salida, pues no había perdido solamente a su amigo, si no asu alma gemela.
Caminar llorando se había convertido en una costumbre, su pecho albergaba más dolor del que podía soportar. Derramar lágrimas era lo único que parecía podía hacer bien.
Justo ese día era su cumpleaños, no tenía ganas de ir ala escuela, no quería que nadie lo felicitarla, no tenía un feliz cumpleaños y dudaba que alguno fuera feliz de nuevo. Se puso un suéter rojo encendido, de alguna manera tenía que parecer feliz, arregló su pelo rubio, su madre había insistido que un cambio de look lo animaría, pero aún así sus ojos lucían apagados y tristes.
Tomo su mochila y empezó a caminar concentrado en el reproductor y desenredando los auriculares que no vio que enfrente de el iba una pareja caminando, tomados de la mano.
Cuando encendió el mp3 y reprodujo la canción de forever Young alzó la mirada y solo observó el panorama, Kook caminaba de la mano de su novia a solo 5 metros enfrente de él.
La música llenó su sistema, la añoranza su alma y la devastación en su corazón empezó a romper su sistema, lagrimas rodaron por sus mejillas, miro el suelo sin dejar sentir como su estupida mente le decía que el nunca podría ser suficiente para gustar a Kook de la misma manera que él lo amaba. Volvió a ver hacia enfrente y se encontró con la mirada sonriente de la tipa.
Jimin quería correr y jalarla, pero estaba tan dolido que solo bajo la mirada de nuevo y siguio llorando, acaso ese era su regalo de cumpleaños, guardo sus manitas dentro de su sueter y empezó a cantar. Camino más rápido que ellos alcanzandolos justo en el parque donde tantas veces Kook le había tomado su mano y habían compartido sonrisas, canto su canción, la canción de ambos, la que estaba grabada en la cadera de cada uno, y sin pensarlo mucho, avanzo rápido dejándolo atrás pero no sólo de su camino, dejándolo atrás de amor y de su corazón.
Jimin en ese momento había tocado fondo, ya no podía estar más destruido, ese día estaba cumpliendo 16 años, justo el día que dejo morir su corazón, ese era el último día en él que se había dedicado a sufrir por un amor imposible, ya no más, sus ojos se habían secado y su espíritu más quebrantado no podía estar.
Era el momento de salir de la tristeza, era el momento de renacer.
Limpió sus mejillas y entró ala escuela.
◇
Había salido de la clase de baile, dos horas de intensa práctica había bastado para que Jimin se olvidara de todo y saliera a la fría nevada. Faltaba una semana para navidad. Su baile había mejorado mucho y eso lo hacía sentir orgulloso.
Esa noche iría con Tae a una fiesta, él no había querido aceptar, pero Tae tenía unas sospechas sobre la novia de Kook, él afirmaba que había visto ala tipa besando a otro en un carro en una fiesta la semana pasada, así que había obligado a ir a Jimin esa noche a una fiesta para que comprobara que Tae no había mentido, asegurándose que la susodicha iría.
- Tae no importa si le es infiel o no, además si fuera cierto Kook no me creería.
- Jimin, es que esa sería una buena oportunidad para que deje a la estúpida esa. Y pagué todo lo que te ha hecho.
Y es que la tipa le había declarado la guerra, no había día que no se burlara de él, claro que había estado a punto de gritonearle pero su estupido corazón le decía que no valía la pena, pues aunque Kook la dejara Jimin jamás volvería a amarlo genuinamente sin recordar el rechazo ya experimentado. Así que era la memoria de sus pequeños momentos de amor compartidos con su amigo lo que lo defendían de sus absurdas burlas, el recuerdo de su primer beso o de su tatuaje, todas la veces que se habían tomado de la mano o por que no decirlo la única vez que compartieron la pasión de una verdadera pareja. Así que sonreía frente a ella, sabía que eso ella jamás lo tendría y esta se alteraba de sobremanera.
Pero otra cosa era investigarla, no quería. Pero Tae insistía.
- Bien Tae, te acompañaré.
- Además podrías conocer a alguien.
Jimin en verdad valoraba todo el apoyo de Tae por conseguirle una novia o novio, él era tan positivo que no importaba que tan serio estuviera Jimin el siempre lo hacía reír.
Cuando terminaron las clases Jimin se fue ala casa de Tae, de allí se irían a la fiesta.
- No me digas que ese es lo mejor que trajiste.
Jimin se vio su pantalón blanco y su Jersey amarillo, su pelo rubio estaba perfectamente lacio, tenía un estilo súper dulce.
- ¡A mi me gusta!
- Jimin imagina que hoy conocieras el amor de tu vida.. No no esta no es la imagen que debes de dar, con esta ropa nadie se acercara a ti sin pensar que eres un muñeco animado.
Tae empezó a sacar ropa de su armario.
- Toma ponte esto.
Jimin vio el pantalón Negro y la camisa color gris con aplicaciones en plateado. Se volvió a ver su look.
- Tae, me gusta lo que traigo.
- ¡Pues así no te saco!
Dijo saliendo de su recámara para que el rubio se cambiase.
Media hora después Jimin parecía un sexy y conquistador angel negro como Tae lo había llamado en cuanto lo vio. Él solo había volteado los ojos por la exageración.
- Listo hemos llegado - Jimin se bajó del carro espero a Tae, la casa era un tremendo alboroto la música sonaba como a dos cuadras ala redonda. Jimin empezó a moverse al ritmo de la canción. No lo podía evitar, las clases de baile también incluían la música urbana. Así que camino con Tae hacia la casa animado por poder bailar aunque sea un rato.
Después de todo, aunque estuviesen allí para investigar a la tipeja, Jimin podría disfrutar un poco y olvidar la amargura de su corazón.
- Jimin no voltees, ala derecha acaba de llegar Jungkook con su novia.
Jimin solo cerró los ojos mortificado.
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Gracias por leer.
🥰🥰