FIGHTOVE © 《DISPONIBLE EN AMA...

By MelanieDorado9

36.9K 4.7K 1.1K

Emerson Lowell es una chica que lo tiene todo y pierde aún más en una fatídica noche. Zac Reed es un luchado... More

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Aviso
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Personajes 🖤
Capítulo 48
Capítulo 49
Pequeño aviso
Capítulo 50 - El final
Epílogo
Agradecimientos y noticias...
Booktrailer
FIGHTOVE disponible en formato kindle

Capítulo 16

586 84 40
By MelanieDorado9

Emerson

Zac parece que va a desmayarse en cualquier momento. Nuestro encuentro fue incómodo como imaginé que sería, pero no pensé que me fuese a tratar como si nada hubiese pasado. Si dices algo debes hacerte responsable de eso o por lo menos decir algo al respecto. Me decepcionó un poco saber que para él no significó nada el hecho de invitarme a salir, pero, ¿Qué podía esperar? Jamás creí que eso en realidad pasaría… ¿O sí?

Ethan mira a Zac y su sonrisa se borra. De repente se ve asustado y decido sacarlos de su miseria.

— Garrett me contó sobre las peleas.

Dos pares de ojos bastantes sorprendidos me miran como si hubiera dicho algo poco creíble.

— Genial porque necesitamos más espectadores y la entrada cuesta unas doscientas libras.

— Ella no va a ir —Zac interviene y lo miro incrédula.

— ¿Disculpa?

— Lo que oíste. —Esta vez me mira cuando habla—. Tú no irás.

— ¿Tú serás quién lo prohíba? —espeto molesta.

— Mírense hasta parecen un matrimonio discutiendo y todo.

— Cállate —Zac ruge molesto—. Seré yo quien lo prohíba porque es mi pelea y si yo no quiero que entres no lo harás.

— Actúas como un niño de cinco años. No me interesa ir a una estúpida pelea ilegal así que no te preocupes por eso.

Ethan se fue sin decir ni una sola palabra dejándome nuevamente sola con Zac. Su pecho sube y baja de forma irregular. Está molesto y no necesito mucho para saberlo, sus ojos irradian rabia pura y me vuelve a dejar claro que no le gusta para nada que lo rete, menos frente a alguien.

— Sígueme.

Sin darme tiempo a contestar comienza a caminar dejándome atrás y quedándose él con la última palabra.

Agradecí cuando llegó Garrett y nos pusimos en plan para estirar. Luego de mi incómoda discusión con Zac, firmé mi inscripción y le pagué el primer mes por adelantado. Después me senté en una de las bancas con un libro a esperar que comience la clase.

— ¿Cómo estuvo la vuelta a tu departamento?

La voz de Garrett suena forzada cuando se agacha e intenta tocar sus pies con las manos. Imito su movimiento sin aplicar tanto esfuerzo.

— Estuvo bien, pero aún se siente extraño.

— ¿Sabes qué  le quitaría lo extraño? —pregunta con la voz increíblemente aguda y  comienzo a reír.

— ¿Qué?

— Invitar a tu mejor amigo gay a una fiesta de pijamas.

Una sonora carcajada sale de mí al imaginarlo. No puedo evitar ver a Garrett vestido de rosa, comiendo pizza y hablándome de líos amorosos.

— De hecho, nunca tuve una.

— ¿Qué? —exclama sorprendido.

— Bueno, sólo con Tara, pero mi madre no me dejaba quedarme en casa de otras compañeras. Es algo desconfiada —le comento.

— Bueno, tendrás la mejor fiesta de pijamas de tu vida el viernes. —Sonrío ante sus palabras y antes de que pueda contestar, Zac interviene.

— Muy bien acérquense los cuatro. Hoy vamos a hacer treinta minutos de golpes al saco de box y los otros treinta les voy a enseñar dos técnicas de defensa que van a practicar con mi amigo Luther. —Nos señala una especie de maniquí acolchonado que incluso da miedo—. Comiencen.

Maldigo en voz baja cuando veo el pesado saco de box frente a mí nuevamente. Me quedaron pequeños hematomas de la última vez así que decido usar vendas para no tener el doble de esos resultados.

Miro a mi alrededor y veo a Rose dándole con la misma fuerza que Grace al saco. Garrett parece poseído y me pregunto en qué pensará mientras le atina tantos golpes duros. Al lado de ellos soy patética, apenas puedo mover el pesado material cuando le propino los puñetazos. ¿Qué sentido tiene? En el momento que el animal ese me quiera volver a lastimar, lo va a lograr sin problemas. No puedo con esto, me cuesta demasiado mantener el foco de lo que estoy haciendo y mis lágrimas ya no me dejan ver con claridad.

Mis pies van más rápido que mis pensamientos, salgo corriendo del área de entrenamiento y me meto en el baño de mujeres. Le pongo el seguro y las pesadas lágrimas se permiten correr libremente por mis mejillas. No sé porque lloro, pero no puedo parar. Mi pecho se está cerrando y mi cuerpo no deja de temblar. Escucho un par de golpes en la puerta, pero no puedo moverme y cuando pasan unos minutos, siento que intentan abrirla.

— ¡Em, abre la puerta! —Sé que es Garrett quien está gritando, pero aun así no puedo moverme.

— ¿Qué está pasando? Contesta, Garrett —Zac le grita.

— Creo que está llorando… llamaré a su hermano.

Las voces son amortiguadas, pero son claras para mí y quiero pedirle que no llame a Aiden, pero mis palabras no salen. El dolor en mi pecho crece y oigo como Garrett maldice por dejar su teléfono en el bolso. Siento como la puerta es forcejeada de nuevo y con una fuerza mayor se abre de golpe. Zac mira hacia varios lados para luego posar sus ojos en mí. Se tira sobre sus rodillas y con desesperación agarra mi cara entre sus grandes manos.

— ¿Qué sucede, bonita? Háblame por favor. —Sus palabras entraban en mi cabeza, me daban cierta seguridad, pero no hacían que el dolor parara.

— Duele…

— ¿Qué te duele? —Su tono desesperado me hizo sentir culpable.

— ¡Em! —El grito de Garrett se infiltró en mí ser—. Mierda, está teniendo un ataque de pánico. Su hermano no me contesta.

— ¿Qué hacemos? —Zac pregunta, pero luego de eso mi cabeza comenzó a retumbar y lo último que recuerdo es la mirada desesperada del chico que me sostiene mientras me hundo en un sueño profundo.

— Emerson… —Alguien dice mi nombre y mis parpados revolotean intentando abrirse—. ¿Me oyes?

Cuando la lucha por abrir los ojos termina, la luz me encandila y me obliga a cerrarlos nuevamente. Mi cabeza se parte en dos y poco a poco me doy cuenta de donde estoy.

— ¿Qué hago aquí? —Mi voz me traiciona y suena rasposa.

— Te desmayaste. Tus amigos creen que fue un ataque de pánico, pero tu presión estaba bastante alta. Seguramente una combinación de esas dos cosas hizo que tu sistema nervioso sufriera un pequeño colapso y por eso el desmayo.

— Jamás… Jamás tuve problemas de presión. —De a poco mis fuerzas comenzaron a volver.

— Por eso hicimos el análisis de sangre y estamos esperando los resultados. Descansa y cuando llegue algún familiar podrán pasar a verte.

— Quiero ver a mis amigos.

El médico de emergencia dudó un segundo. Sé bien como es la política de los hospitales y también sé que sólo familiares directos pueden entrar a la sala de emergencia. Pero no pierdo nada con intentar.

— Tal vez después, ahora debes descansar.

Asiento sin discutir y recuesto mi cabeza en la almohada. Lo que me faltaba, tener problemas de presión. En verdad espero que haya sido sólo esta vez porque no creo poder lidiar con esto de forma permanente. Es horrible no tener el control de tu cuerpo o de tus pensamientos. Tengo vagos recuerdos sobre lo que pasó y lo único que tengo claro es que Zac estaba ahí.

Escucho que la cortina se abre nuevamente y pienso que es una enfermera hasta que abro los ojos. Mi boca se seca al instante cuando lo veo ahí parado, sus ojos castaños me evalúan y juega nervioso con la pequeña flor que tiene en su mano.

— Zac… —Mi voz es apenas audible—. ¿Qué haces aquí? Creí que nadie podía...

— Shh. Nadie puede.

Me regala una pequeña sonrisa cómplice y se acerca a mi cama. Me tiende la flor y el corazón se me encoje ante el gesto. Es una rosa que todavía conserva las espinas, lo que me hace ver que recién la arrancó de algún jardín cercano… probablemente de este hospital.

— Gracias… por ayudarme.

Una parte de mí siente vergüenza por lo que él tuvo que presenciar. Verme en el suelo llorando y sin ser capaz de decir lo que me estaba sucediendo, debió ser una imagen fuerte.

— No te preocupes. ¿Cómo te sientes?

Zac habla con el tono más bajo posible mientras toma una silla y se sienta a mi lado.

— Comienzo a odiar los hospitales —le comento con una pequeña risa.

Su ceño fruncido me recuerda que él no sabe nada de lo que pasó y me golpeo internamente por eso.
Intento sentarme con algo de dificultad, pero mi cuerpo tiembla haciéndome perder el equilibrio. Zac salta de la silla para ayudarme. Sus manos gentilmente me toman de los antebrazos y un calor bastante conocido últimamente se expande por todo mi cuerpo. Me aclaro la garganta de forma nerviosa cuando noto su proximidad. Sus dedos no dejaron de tocar mi piel y su mirada se fijó en mis ojos, antes de desviarse a mis labios. Instintivamente mi lengua sale para remojarlos y esta vez es su turno de tragar sonoramente.

— ¿Qué pretendes, Em? Porque ya me estoy volviendo loco.

— Yo…

Mi voz se pierde por completo cuando siento su nariz rozar con la mía. Decido por una vez, olvidar toda la mierda que estoy pasando y dejarme llevar. Mis brazos son puestos en libertad y sitúo de forma tímida mis manos en sus mejillas. Su barba incipiente no es picosa como la de todos los hombres y me resulta más atractiva que nunca. Sus labios casi están sobre los míos y su aliento tibio enciende más mis ganas de él.

— ¿Dónde está? —La voz de mi padre resuena.

Antes de que pueda reaccionar de lo que está pasando, la cortina se abre y nos apartamos al instante. Mi madre me mira sorprendida y mi padre no saca los ojos de arriba de Zac. Cuando Aiden también se adentra en el pequeño cubículo, empiezo a sentir pena por el pobre chico que estuve a punto de besar. Su mirada está en alto y dispuesto a enfrentar la situación, pero no tiene ni idea de lo que es enfrentarse a Greg Lowell.

Bueno aquí el nuevo capítulo ♡ les comento que ya pensé como Zac se entera de todo... pero a su tiempo 😅 leo sus comentarios ☆...x

Continue Reading

You'll Also Like

360K 18.4K 44
Historia registrada Prohibido su copia por: SafeCreative 1512176046359
459 19 11
En el oscuro rincón del deseo prohibido, Amy Abbey y Lion Campbell se encuentran atrapados en una danza peligrosa que desafía todas las reglas. Ambo...
331K 18.7K 35
LIBRO TRES DE LA SAGA ÁMAME. Summer ha estado enamorada de Nikolai desde que tiene memoria, ella siempre ha estado consciente de que nunca pasaría a...
27.8K 2.6K 25
tus labios rojos, tu aroma a cereza y que seguridad de tu claro dulzor en tu habla y actitud. eres como el fruto rojo que debería evitar para no caer...