—Zenitsu! Deja a Tanjirō! —el peli azul corrió hacia ellos dando le una patada al rubio.
El contrario se retorció y se fue corriendo mientras su voz escandalosa y solloza se escuchaba por toda la secundaria. —Solo quería los apuntes de Química idiota!
Tanjirō rió ante la situación pero luego negó con la cabeza. —¿Por que hiciste eso? No estaba haciendo algo malo, sabes eres un celoso.
Inosuke estaba celoso porque Tanjirō —su novio — era el centro de atención de la secundaria. Odiaba que lo abrazaran, hablaran e incluso miraran ¿Para que estaba el entonces? Si, era su novio pero para la mala suerte o mejor diría buena aquel joven de ojos oscuros era un dulce vivo, amable, gentil, estudioso, tierno, carismático, guapo, nadie pasaría de alto alguien así.
Su encuentro fue incómodo, quizás se sienta un poco cliché pero para Hashibira fue el encuentro mas vergonzoso. "¿Quien iba a pensar que aquel pequeño que iba en primaria terminaría ayudando a uno de secundaria?" eran palabras que siempre escucha decir a su pareja, le avergonzaba pero no odiaba el momento, si nunca hubiera perdido en esa pelea quizás Tanjirō no se abría metido.
Llevaban saliendo recién un mes, aun que se conocían desde ya hace dos años. Inosuke tardo mucho en darse cuenta de lo que el mismo sentía y mucho mas los sentimientos del otro, pero ¿Cómo resulto que esta pareja terminaron estando? Esto fue gracias a Nezuko, la hermana mayor de Tanjirō.
Después todo fluyo como el agua.
Nadie sabia de su relación aparte de sus amigos, pero habían sospechas que se comenzaron a rumorear, eso fue suficiente para que el de oji verde explote y diga la verdad a los cuatro vientos.
Su amor era dulce e inocente al igual que el menor, apenas se cogían de las manos quizás al veces pero eran escasas. El problema no era Tanjirō sino Inosuke, aquel joven se moría de la vergüenza aun que el contrario también pero aun así quería cogerle de las manos.
Un poco cansado de la misma situación aquel joven se animo a proponerle algo a su pareja.
—Inosuke, ¿Te gustaría hacer cosas que nunca hemos hecho toda una semana? —el de cabellera burdeos propuso con una gran sonrisa mientras se veía la caída del sol.