Le gustaría mentir diciendo que no recordaba absolutamente nada de su infancia; pero la realidad distaba mucho de aquel hecho. Él recordaba, y aún podía sentir en carne propia esos momentos.
Jeon Jungkook había sido el hijo menor de una familia bien posicionada dentro de la manada; su madre, hija mayor de la Dinastía Lee fue orillada a contraer matrimonio con un Jeon.
No eran destinados, ni siquiera se llevaban tan bien.
Tampoco podría describir a detalle su relacion; puesto que, la mayoría del día estaba con su nana, Kim Hyuna. Ella sí que está en sus recuerdos.
Aún puede sentir el húmedo césped debajo de sus muslos que no alcanzaban a ser del todo cubiertos por esos pantalones cortos, tampoco le importaba, tenía la atención plena en las palabras de aquella mujer rubia de piel de porcelana. Ella solía contarle historias, en su mayoría, hermosos cuentos románticos donde la Luna daba su bendición de un amor que parecía no tener futuro. Con ella conoció sobre destinados, alfas y omegas. Parecía tener pleno conocimiento del tema, incluso si era una beta.
Kim Hyuna creía que no había nada más importante una vez que la Luna te concedía el honor de conocer a tu destino. Y que sí sucedía, automáticamente todo estaría bien.
Él le creyó.
Estaba coloreando en su habitación cuando inició la primer pelea de una extensa línea que día a día traía gritos y reclamos; recuerda a Minhyun corriendo hasta su habitación para distraerlo de los gritos en la cocina. Pero recuerda la furia con que su padre reclama no tener que dar explicaciones, y aún siente la piel erizarse hasta la punta de sus pies.
El Señor Jeon solía usar su voz de mando cuando no había argumento para cubrir sus fechorías, y Jungkook no podía odiar más eso. A su hermano, él que más tarde se presentó como alfa, no parecía afectarle. El menor de los Jeon no sabía porque los alfas se molestaban y arrojaban cosas contra las paredes, derramando así lo que alimentaba de vida a una inocente flor. Tampoco sabía porque ojos carmesí incendiaban el comedor cuando su madre sobrepasaba un límite, con sus reclamos indirectos. Porque, Lee Sunmi podía ser una omega, pero estaba en su naturaleza ser una bocona.
Quizás, estaba en Jungkook también.
Jeon Jungkook recuerda así mismo, la primera vez que su madre lo golpeó, justo después de mandar fuera a Hyuna con su pequeño bastardos, como ella le decía a Seungmin, su hijo. Él no podría adivinar la razón de su enfado cuando les encontró jugando en el jardín, eran niños después de todo, la raza del beta parecía irrelevante cuando éste propuso jugar a las atrapadas. Ese día se le prohibió convivir tan animado con un "esclavo" antes de recibir una bofetada por gritarle que esa amargura era la razón de su falta de amigos.
No se volvió a hablar del tema.
Puede sentir miradas que rozaban la maldad cuando se presentó como omega, siendo el blanco de cientos de familias para unir lazos con sus hijos. Ese día un hombre intentó someterlo para hacerle sabrá la Luna qué, únicamente recuerda esa feroz voz gruñendo cuando Seungmin apartó al hombre de un golpe y tomó al castañito para huir de ahí.
Ese día, decidió que estaba enamorado del beta. Seungmin no iba a gruñirle, tampoco que pudiera. Él iba a protegerlo de alfas malos, que únicamente querían su raza. Seungmin, no.
Él no odiaba a los alfas, sencillamente sabía que debía pintar una línea gruesa hacia ellos. Nunca se sabía cuando podrían perder el control, y él no era como su madre, no podría lidiar con ello.
Una semana después, Lee Sunmi encontró a su esposo teniendo relaciones sexuales con una beta azabache justo en su despacho, después de eso, la casa estalló en gritos. Jungkook jamás lo sabría, pero hubo golpes de por medio. Ese quizás fue factor para que más tarde, corriera a Hyuna junto al beta del que sospechaba por cortejar a su hijo. Esas miradas no podrían significar nada bueno, les prohibió verse nuevamente. No era normal el brillo de fascinación que tenía Jungkook cada vez que veía al beta. No había forma posible de que estuviera bien.
Claramente, únicamente volvió tentadora la idea de contradecir a su progenitora y seguir su romance secreto con Kim Seungmin.
Lo demás, es historia.
🔸🔹🔸
Jungkook no es consciente del rubio que le mira con cariño mientras duerme, acariciando el pómulo del menor que parece viajar en submarino a través del mundo onírico. Una feroz tormenta se había desatado en medio de la noche, razón porque ahora el castañito está junto a él. Había corrido a través del pasillo en busca de refugio, no se consideraba un fanático de los ensordecedores relámpagos. Taehyung no pudo debatir nada cuando se deslizó entre sus mantas, pues él estaba más dormido que despierto.
ㅡ ¿Vas a seguir mirándome como si fuera un montón de provisiones al final de una partida del Fornite? ㅡmurmuró el omega con voz somnolienta. Taehyung sonrió ante esa comparación.
ㅡ Es posible.
ㅡ No te emociones, alfa. Únicamente estoy aquí porque esos malditos truenos me estaban volviendo loco ㅡesta vez intentó abrir los párpados que cubrían aquellos orbes azulados, tardando algunos segundos en acostumbrarse a la luz para apreciar la sonrisa del mayor.
ㅡ Por supuesto, Jungkookie. Siempre es un placer ayudar.
Jungkook sonrió, dándole los buenos días e incitándolo a dormir un poco más.
No sucedió.
Usualmente, durante el verano, Jungkook se escabullía por las compras junto con su beta. Ellos probablemente tardarían más de lo establecido y esconderían entre el espeso bosque lo que creían ser amor verdadero. A veces, compraban helados o batidos y hablaban sobre cualquier tema mientras volvían. Sin duda, los mejores días eran cuando su madre debía atender asuntos con su familia y se iba de casa; entonces Jungkook, podría pasar de sol a sol con Seungmin en el río fronterizo. Él jamás habría sabido que a tan sólo unos minutos, viviría su destinado.
Este verano parecía ser diferente, un aire festivo se respiraba en la mansión Kim, pronto sería la coronación del futuro líder y aunque nadie quería admitirlo, todo el asunto se debía a que ellos renovarían sus votos.
ㅡ Esta vez tienes prohibido asistir con nosotros, así que deberás ir tú solo con el sastre ㅡanunció su progenitora, feliz de ocasionar una expresión amarga en su pequeño cachorro.
ㅡ ¿Pero por qué?
ㅡ No sé ㅡfingió pensar, hasta que dio con su objetivoㅡ Quizás porque la vez pasada husmeaste hasta ver lo que usaría Jungkookie, cambiamos el atuendo por eso.
¿Nunca se le iba a olvidar, cierto?
El alfa gruñó, dispuesto a debatir sobre el tema y dar su palabra para no volver a "husmear". Sus planes se vieron arruinados cuando alguien llamó al timbre, era temprano y aún no entraban las mucamas en turno puesto que era fin de semana. Así que Taehyung se ofreció (prácticamente su madre lo obligó con la mirada) a abrir.
No de nuevo.
ㅡ Creí que había sido claro antes, no eres bienvenido aquí ㅡintentó modular la agresividad de su voz, un intento fallido de hechoㅡ Sí quieres hablar o ver a Jungkook, llámalo para quedar lejos de mi casa.
ㅡ De hecho, venía para verte a ti.
ㅡ No tengo ningún tema que tratar contigo, Kim Seungmin.
ㅡ Oh, vamos príncipe. El pasado ya fue, ahora quería agradecerte por no prohibirle a Jungkook ayudarmr con el asunto de mi familia.
¿Le había ayudado?
ㅡ No hay ningún motivo para que le prohíba nada, ahora largo.
ㅡ Kim Taehyung, siempre tan correcto al actuar ㅡsonrió de medio lado parece tener intenciones de molestarㅡ Haces parecer como si no fuesen sádicos con sed de poder.
El futuro líder intentó controlar el tic en su ojo, ¿quién era este idiota para venir a molestarlo a su casa?
ㅡ ¿Realmente quieres tener esta conversación?
ㅡ Seré breve, su majestad. Quiero pedirle de la manera más atenta que cuide bien de Jungkook.
ㅡ ¿Tienes algún derecho de decirme eso tú? Cuando le mentiste durante tres años ㅡse cruzó de brazos, tratando de no parecer tan tenso como realmente estaba.
ㅡ Lo hice para no lastimarlo, precisamente. No espero que lo entiendas, sólo lo usaste para tu conveniencia. Tú y tu familia no es muy diferente a la escoria que supones que soy ㅡdebía admitir que el beta tenía valor, no cualquiera se plantaba frente a la casa del líder pareciendo buscar pleito.
ㅡ No me importa lo que pienses de mí, pero te pido que regreses por donde viniste. No permitiré que hables de nuestra familia en mi propia casa, no tienes idea de quien estás hablando ㅡy tampoco debía tenerla.
ㅡ Oh vamos, príncipe. ¿Qué tan diferente pueden ser de todos esos otros líderes que nos trataron como su basura personal? Incluso alguien que mató a su propio padre, puede entenderlo.
Y definitivamente había cruzado el límite de una extensa tolerancia, saltando todas las vallas en un movimiento. Sus orbes irradiaron llamas grisáceas.
ㅡ ¿Tae? ¿Quién es? ㅡla calmada voz del omega apenas pudo ser percibida por el alfa quien se contenía de arrancarle la garganta.
ㅡ Jungkookie~ venía para agradecerte y darle algunos consejos al joven príncipe ㅡsonrió Seungmin, recibiendo una mirada desconcertada del castaño.
¿Qué hacía él ahí?
Jungkook se preocupó al ver cierto destello homicida en el alfa quien sólo se mantenía rígido, rasgándose las palmas con el filo de sus uñas.
ㅡ Vete antes de que te dé verdaderos motivos para iniciar tu gran manifestación liberal ㅡgruñó Taehyung.
ㅡ Es divertido, príncipe. Me recuerda a su padre, tan correcto... Y tan liado en el fondo.
ㅡ Seungmin~ ㅡhubo amenaza en la voz del omega. El mencionado hizo ademán de añadir algo, pero un potente gruñido cortó esa pelea de miradas.
ㅡ Largo de aquí, y no regreses ㅡdijo tan grave que la piel del castaño se erizó por completo, haciéndole temblar. Kim Taehyung jamás había usado su voz de mando tan deliberadamente.
Kim Seungmin no tardó en huir de la mansión, temiendo por su vida cuando vislumbró verdadera ira en el contrario.
Cobarde.
ㅡ Tae~ ㅡentrelazó sus dedos con los del mayorㅡ Tranquilo, estoy aquí.
Dulce vainilla le envolvió instantáneamente, en un intento por destensar sus músculos.
ㅡ Tú ex novio es un jodido imbecil ㅡmurmuró, aún manteniendo la mandíbula tensa.
ㅡ Lo es.
Jungkook iba a darle su completo apoyo cuando el alfa giró sobre sus talones y se encaminó a través del corredor, directo al despacho que solía ser de su progenitor. Y el otro temió de sus acciones, cuando tenía esa mirada en el rostro.
ㅡ Tae, espera ㅡno dudó en seguir cada pasoㅡ ¡Taehyung!
No volteó, le dió pie a entrar cuando mantuvo la puerta entreabierta. Jungkook únicamente escuchó cajones volar por los aires, hasta impactar contra el suelo.
ㅡ ¿Qué buscas?
ㅡ Orden de desalojo.
ㅡ ¡¿QUÉ?!
No respondió, hasta dar con su objetivo.
ㅡ Espero que esa orden no vaya dirigida a Seungmin, Taehyung ㅡagregó, mirándole con desaprobación desde la entrada de aquella elegante oficina.
ㅡ No, para toda su familia.
No podía tomarle en serio cuando su mirada únicamente reflejaba los impulsos animales de su lobo.
ㅡ Te estás comportando como una bestia.
ㅡ Él no fue muy civilizado.
ㅡ ¿Y eres igual que él? ㅡy entonces obtuvo su atención.
ㅡ Puedo ser peor ㅡaseguró.
ㅡ Sólo ignóralo, estás actuando exactamente como él quería.
ㅡ No lo entiendes.
¿Y realmente no lo hacía? Estaba siendo irracional, y aunque en su sociedad era sumamente normal al menos que fueses alfa, Taehyung nunca era así.
ㅡ No tengo que entenderlo, lo conozco. Solamente quiere lastimarte, parecer más listo que tú.
ㅡ ¿Cómo puedes saberlo? Hiciste exactamente lo que quería. Lo ayudaste ㅡy él solía pensar sus palabras antes de soltar una oración tan libremente, pero era el ego herido de su lobo quien estaba hablando.
ㅡ ¿Disculpa? Para empezar, lo hice por su madre. No por él. Y en cualquier caso, ¿en serio dejarías a una familia sin lugar a donde ir únicamente por eso? ㅡdebía estar escuchando mal. Este no era el Taehyung que conoció.
ㅡ La respuesta es bastante clara ㅡseñaló al pulcro folder sobre el escritorio, cogiendo un bolígrafoㅡ Somos escorias, alfas hambrientos de poder. Le demostraré lo que es hacer mal uso de él.
Jungkook gruñó, incluso si parecía un tierno gatito.
ㅡ No puedes echar a su familia, ¿cuál es el maldito propósito de eso?
Lo ignoró.
ㅡ ¡Kim Taehyung!
Entonces detuvo todo movimiento cuando sintió una ráfaga de ira atravesarle el pecho, orbes amatista cortándole por la mitad.
ㅡ No puedes dejar a una familia sin hogar únicamente para curar tu ego herido de alfa ㅡriñó, ganando ojitos confundidos.
ㅡ No pienso soportar estas esporádicas visitas con el único propósito de hacer parecer su realidad de mierda una dulce sinfonía ㅡy Jungkook debió suponer que algo iba mal cuando soltó aquella mala palabra. De hecho, él lo habría supuesto desde que su potente voz de mando resonó en todo el recibidor. Jungkook se habría encogido sobre sus piernas y llorado desconsoladamente, pero de alguna forma, no existió amenaza contra él.
¿Quizá por qué era su destinado?
ㅡ ¿Y echarlos de la manada es una solución? Tendrás a media población beta encima si actúas como una bestia de los años 50's.
Entonces se lo pensó mejor, incluso si aún existía discriminación hacia tal raza, estaba legalmente prohibido un desalojo injustificado y otras coerciones sin motivo aparente. Taehyung dejó el lapicero.
ㅡ Por eso tu madre te golpeó, la fuiste a ver para ayudarlo.
ㅡ No fui para eso, precisamente ㅡy es la verdadㅡ Pero sí, más o menos. Mira, no te debo ninguna explicación al respecto. Sin embargo, te la daré. Su madre me crió, ¿bien? Es lo más cercano a una madre que he tenido, y no podía quedarme de brazos cruzados cuando supe que quería quitarles literalmente lo único que tenían.
ㅡ Si vuelve a aparecerse por esa puerta, le arrancaré la garganta ㅡsu promesa no fue en vano cuando abandonó el despacho, sin intenciones de ir más allá en el tema.
Jungkook no tenía la culpa, y precisamente por ello, no desataría su furia con él. No se lo perdonaría.
🔹🔹🔹
Taehyung no recordaba la última vez que había estado allí, vagamente consciente de que debieron cruzar este camino cuando regresaban de la frontera después de... Bueno, ver a su padre morir y ganar a los híbridos. Parece un recuerdo lejano.
Justo este mismo sitio había sido espectador de algunas lecciones sobre cómo controlar a su lobo. En ese entonces, no le parecía tan tranquilo para despejarse. Durante la niñez, siempre le había gustado el bosque. Incluso si no iba a él para jugar. Usualmente, se sentaría frente a la inmensidad del mismo, para dibujar trazos sin sentido que más tarde terminarían en un bosquejo de pequeños árboles. Le gustaba la paz que se respiraba ahí dentro.
Justo ahora, manteniendo filosas uñas clavadas sobre las palmas de sus manos y luchando porque el ámbar de sus ojos no gane la pelea por mutar y correr hacia donde Seungmin, sólo para asesinarlo brutalmente. No se reconocía así mismo. El sólo pensamiento le abrumaba, no creía que proveniese de su interior.
Era sádico, impulsivo. Enfermo.
Lo odiaba. Detestaba su naturaleza tanto como detestaba entrar en un grupo incompleto a las partidas del League of Legends.
Y cuando la cadena de pensamientos crece sobre su cabeza hasta llegar encima del esponjoso cielo veraniego; sólo podía recordarse así mismo en cuatro patas, arrancando la garganta de todo aquel que se cruzara en su camino y tuviese intenciones de herir a los suyos. Él había matado a un hombre, e incluso si dicho hombre había asesinado a su padre, el recuerdo no lo deja en paz.
Desde entonces, siente que la violencia de sus movimientos sigue como un fantasma impregnado a su espalda. Y siente escalofríos cuando recuerda el aroma de la metálica sangre sobre sus fosas nasales; huele a muerte, y lodo pantanoso. Él sin ninguna duda habría matado a Seungmin, antes hubiese dudado. Pero después de lo sucedido en la frontera, nada iba a detenerlo.
Él era un asesino, todos los alfas mantenían un pequeño homicida atado a sus almas. No tenía el control de eso, nadie lo tenía.
ㅡ Te estás quebrando la cabeza por nada ㅡescuchó la melodiosa voz del castaño detrás suyo, tan cerca como supuso al sentir su dulce aroma venir.
ㅡ No lo entiendes.
ㅡ Entonces, explícame.
Una amarga sonrisa se deslizó a través de sus labios, su imaginación no correría tan lejos al pensar estas circunstancias con el omega que le amenazó de elegirlo, pues estaba enamorado de alguien. Hasta cierto punto, era cómico.
ㅡ Podría haberlo matado, y la consciencia sobre mí mismo del poder que tengo y no poseo ningún control, me aterra.
ㅡ No eres ningún asesino por defender lo que amas ㅡ¿y hasta dónde podría ser verdad?
ㅡ Mis intenciones no se acercan a la violencia cada vez que siento una amenaza de alguien ㅡél no era como otros alfas.
¿No lo era cierto?
ㅡ Tae.. -
ㅡ Nunca habías estado antes con un alfa, ¿por qué? ㅡy sabía, joder que lo sabía. Aunque Jungkook nunca dijo directamente, él podría notar la incomodidad del castaño al estar cerca de otros alfas. El halo de terror cuando alzaban la voz más de lo debido, podía sentirlo, después de todo era su destinado.
ㅡ Eso no viene al caso.
ㅡClaro que viene al caso ㅡse giró a mirarlo, encontrándose con centelleantes ojos azules, finalmenteㅡ Eso avalaría mis palabras.
ㅡ Taehyung..-
ㅡ Dilo ㅡinterrumpió.
ㅡ Mi padre era el tipo de alfa que grita incluso si no es necesario, ¿bien? Crecí en medio de un montón de alfas con esa característica. Loss amigos de papá venían a casa con frecuencia, jugaban cartas mientras mantenían un cigarrillo entre los labios. Siempre gritaban, entre ellos, papá usaba su voz de mando con mamá para pedirle cualquier cosa. Incluso si no era necesario, él lo hacía para demostrar no sé qué con sus amigos ㅡhubo una pequeña pausa, rozando lo tétricoㅡ Cuando me presenté como omega, ellos intentaban usarlo conmigo. Mi hermano intercedía a veces, pero si no, debía hacer lo que me pidieran. Odiaba esa maldita voz, ¿okay? Cuando la escucho de alguna forma siento que van a lastimarme. Tienen el poder de hacerlo.
ㅡ Por eso salías con un beta.
Ninguno dijo nada, pero claramente eso fue una afirmación.
ㅡ Yo no quiero eso para mi vida, que sucesos como los de hace un rato se repitan por mis estúpidos impulsos.
ㅡ Tú no eres así, sé que puedes mantenerlo bajo control. Lo he visto ㅡsus pasos se hundieron apenas un centímetro entre el húmedo pasto. Consiguió llegar hasta el rubio.
ㅡ No es así de sencillo.
ㅡ Confío en ti ㅡy el púrpura pastel que endulzaba su mirada, denotaba la más pura de las sinceridades.
ㅡ No quiero lastimarte, ni a ti... Ni a nadie.
Jungkook se atrevió a entrelazar sus manos, sintiendo sus mejillas arder en vergüenza pero sintiendo la necesidad de hacer algo.
ㅡ No lo harás ㅡmurmuró, juntando sus frente y sintiendo su piel temblar ante el simple roce.
ㅡ Lo siento.
ㅡ No es sobre tener el control de la situación ㅡ con su mano libre acarició la tersa mejilla del mayor, sintiéndose desfallecer bajo esos perlados orbes grises. Ya no había ámbar en su mirarㅡ Se trata de enfrentarla.
Y por primera vez, Taehyung se sintió con el derecho completo de sujetar la cintura del omega para juntar sus labios en un inocente beso. Era inexperto, necesitado y enteramente dulce, mientras trataba de gritarle que gracias a él, su vida parecía menos encrucijada. Incluso si no tenía el control de sus emociones.
Este capítulo es más que simples celos por parte de Taehyung, les puede parecer exagerado. Pero no lo es, no tanto.
Usualmente hay personas (hola, yo) que necesitan saber que tienen el control de tal o cual situación porque no sabrían como actuar si saliese mal.
Por ejemplo, es como: "Terminaré contigo antes de que termines conmigo".
Taehyung tiene mucho eso, él quiso alejar a Seungmin de la aldea no porque lo quisiera lejos.
Sino porque no sabría de que sería capaz si lo tenía cerca.
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