Desperté como cada amanecer,
pensando en los problemas,
que la gente tenía ayer.
Los arrastraron al hoy,
no los supieron detener,
¿será cuestión de olvidar?,
¿o tal vez de entender?.
Unos desean tener algo,
que otros no quieren poseer,
algunos les parece largo,
el camino que hay que recorrer,
y por ello dan vueltas sin saber.
Una idea me persigue,
al pensar en la noche de ayer,
cuando mi cuerpo reposaba,
dejando de sentir mi piel,
es que no tenía nada,
ni deseos que merecer.
Podríamos descansar en el día,
sabiendo que vivimos un sueño que recordar,
donde las personas vienen y se van,
y las posesiones tienen el valor que tú les das,
hasta que apagándose las luces,
tan solo tú servirás.