Sentía sus manos encadenadas a algo y abría los ojos perezosamente, comezó a indagar donde se encontraba, pero no podía ver más allá, el resto de la habitación estaba en completa oscuridad. Por alguna razón no le daba miedo ese escenario, solo curiosidad.
–Hola, ¿alguien allí? –pudo apreciar a Rogers saliendo de esa oscuridad con una mirada fría y sin vida. –¿Cap? ¿Me desatas?
–¿Por qué debería? –sintió como su espalda se enderezaba al escuchar la ronca voz del alfa.
–¿Cómo que por qué? ¿Tú lo hiciste? –cuestionó tratando de mantener una voz firme mientras se revolcaba en el lugar. –No, es imposible que hayas sido tú.
–¿Y que si fui yo? –al sentir el frio tacto del alfa se asustó, sentía como de a poco iba subiéndose encima de él hasta llegar a la altura de sus ojos.
–Vamos, Cap. Deja de bromear y desátame. –su habla se escuchó temblorosa, pero eso no lo detuvo para seguir hablando. –¿Enserio creas que lo haces enserio? No eres capaz de matar a una mosca, ni siquiera te gusta decir malas palabras...
–Ese es el problema Stark, tu no me conoces. –vio como los colmillos del alfa se alargaban dispuestos a perforar su piel, solo se dedicó a apretar fuertemente los ojos y esperar el pinchazo.
La acción nunca llego, es más, se despertó por el sonido de un fuerte llanto y aún sonámbulo fue en dirección de eso. Cuando cargo al niño en brazos se obligó a despertar y darse cuenta que todo fue un sueño.
–Maldición. –murmuro cargando a sus dos criaturas, cuando vio en el calendario holográfico que le indicaba una cosa, su celo empezaba hoy. -¡Oh! Genial, otro celo que se atrasa, buenos renacuajos, ya les toco visita al tío Loki.
En menos de una hora ya se escuchaban risas infantiles y la risa de un hombre adulto estallando.
–Así que... El capitán ¿secuestrándote? –se burló de mala manera y comenzó a pegar carcajadas, tan finas como solo Loki podía hacerlas.
–Ja, si muy gracioso. –reviró los ojos ante la acción del otro omega.
–Ya no te enojes ¿No será que lo soñaste así todo prepotente por qué tu celo se acerca? –miró con obviedad al Stark, era natural que los omegas tengan sueños húmedos por esos días.
–No, nunca antes había soñado eso, y fue absolutamente escalofriante. –al recordar las últimas semanas con Steve lo hacían sentir lo peor, su insomnio había aumentado de manera brusca y estaba comenzando con un ánimo irritable.
–Pero en el fondo ¿Te gustó? –alzo la ceja para ver al mortal y al ver como se hundía en el mueble quiso burlarse.
–No lo sé, maldita sea. –insultó al ver como el pelinegro se burlaba. –Olvídalo cuernitos, no ayudas, cuida a mis hijos con tu vida, gracias, bye. –trataba de sacar al otro, sabía que era el único que le podía hacer dudar de todo.
–Se consiente Stark. –gritó antes de desaparecer por el portal con toda la horda de niños.
Las horas desde que sus criaturas se fueron se sintieron eternas, Tony paso totalmente solo. Peter estaba en la universidad, y los demás en misiones, incluido su alfa. Trató de distraerse haciendo mejoras para los trajes, pero sentía una amarga sensación.
Se sintió más tranquilo cuando su alfa cruzó el umbral de la puerta, Steve había estado únicamente entrenando a los nuevos reclutas, junto con Natasha, pero no podía evitar inconsciente gruñir cuando el olor de alguna omega se quedaba impregnado en el uniforme.
Como todos los días desde esa charla, el alfa saludaba y lo ignoraba en lo que restaba de los días, las únicas veces que habitaban juntos era cuando el alfa se ponía a jugar con los niños y el solo los quedaba mirando con ternura.
Seguía en su "refugio" tratando de olvidarse de su mala situación actual, cuando comenzó a subir de temperatura su cuerpo, antes el celo se había atrasado cuatro días, pero ahora estaba puntual. Fue a la cocina para sacar bolsas de hielo, era obvio que iba a pasar su celo solo, encerrado y sufriendo recordando cómo era siempre. Solo habían sido tres celos compartidos con un alfa y dos de ellos con el mismo, pero como no se hablaban y su dignidad era más importante que su cuerpo seguía sacando grandes bolsas de cubos de hielos.
Detrás suyo paso Rogers con un pantalón flojo, barba sin rasurar y sin playera, mala suerte de Tony que al verlo abrió los ojos como platos y se resbalo al suelo respirando por la boca, no debía olerlo, no debía olerlo.
El primer golpe de feromonas se hizo presente para Steve que estaba a punto de ayudarlo a pararse, Tony juro ver como las venas de sus manos comenzaban a marcarse y su mirada cambiaba a una fiera acechando a su presa.
–Uff... disculpa, Cap, ya me levanto y me encierro en el cuarto para terminar con este sufrimiento. –bromeó, pero la cara del otro no cambio. –Ganamos los dos.
Sintió como su muñeca era fuertemente estrujada y su cuerpo levantado como si fuera una pluma, de la impresión aspiró el aroma del otro, sus piernas temblaron cuando se dio cuenta de todo el ambiente espeso que emanaba el otro, estaba ridículamente nervioso y vio como era cargado estilo princesa.
–Vamos Cap, no necesitas ayudarme. –su voz temblaba, carraspeo para poder seguir hablando. –Eres un gran hombre, pero puedo encargarme. –No paró en ningún momento, ni vaciló un segundo, entraron directo a la habitación del omega. –Bien gracias, te puedes retirar.
Su cuerpo impacto violentamente sobre su cama, observaba como el alfa se iba deshaciendo del pantalón para quedar en unos boxers negro ajustados dejando ver su imponente erección. Hábilmente el alfa atrapó una de las piernas del castaño para arrancarle el pantalón, Tony se asustó ese no era el Capitán que conocía, vivió deja vú.
–Esto no lo hago por ayudarte, lo hago para complacerme.
–¡Hey! Espera ¿Qué haces? No. –trataba de zafarse, otra ráfaga de feromonas lo atacó. –Escúchame, Capi, tu eres así, solo... son feromonas ¡Despierta!
–¿Enserio Tony? –preguntó con ironía mientras acorralaba al más pequeño. –Es increíble que me conozcas más que yo a mí mismo, según tú, estoy mal, este no soy yo, porque incluso piensas por mí, porque... tu sabes lo que debo a hacer, lo que es mejor para mi ¿No? –hablaba serio y con la miraba fija.
–Tu instinto te hace comportar de otras maneras. –intentaba acallar un gemido, las feromonas del otro lo estaban mareando.
–Tu no me conoces... Has vivido más tiempo con esto que yo, imagino que sabes cómo funciona esto y ¿Sabes lo que me dice mi instinto? –apretó fuertemente una de las piernas del otro. –Eso me dice que... deje mi huella en la última célula de tu piel, que en tu mente este solamente yo, quiero joderte como no tienes idea, quiero impregnarte de mí en cada oportunidad, quiero llenarte de mis crías. –susurró lo último despacio y peligrosamente cerca del oído ganándose un suspiro del otro. –Dime, Anthony, tu que tan bien me conoce, que le dice mi razón.
–No lo hagas.
–Hazlo, tienes todo el maldito permiso de mí. –comenzó a dejar húmedos besos en el cuello mientras paseaba sus manos desde el miembro hasta la entrada del omega por encima del bóxer. –Los gemelos ya están creciendo, y tú no será joven por siempre, no será mejor embarazarte ahora, te llenare de mis hijos.
–No, no. –suplicaba, su omega se quejaba, quería crías, pero aún seguía consciente como para saber que era una locura. –Déjame tomar la pastilla, estás loco si piensas que te dejaré embarazarme de nuevo.
–¿Y si no las tomas? –frotaba su miembro en la mojada entraba de Tony. –sería hermoso verte de nuevo con mis cachorros.
–Steve, para. –pidió tratando de alejarlo.
–Está bien, bébelo. –gruño antes de que el omega se asomara a una de las cajoneras y tomarse un anticonceptivo.
–¿Quién eres? –soltó en forma de suspiro la pregunta.
–¿Enserio? No quieras fingir, tu cuerpo temblando de excitación, tu entrada mojándose a cada segundo y liberando tu olor, sabes quién soy. –hincó un poco en la marca lo que provoco que el otro arqueara la espalda de placer. –No trates de convencerme con tu inseguridad de algo que no es verdad, Anthony.
–¿Convencerte? –cuestionaba entre gemidos al sentir como unas grandes manos apretaban fuertemente sus nalgas.
–Sí. –dejo de tocar al castaño para sentarse y verlo fijamente. –dices que es mero instinto, pero no sabes cuánto quiero protegerte, retractarme por todos mis malos actos hacía ti, dices que solo son feromonas, pero desde antes de enlazarnos ya te quería gimiendo debajo mío ¡y se supone que eras un BETA! –acorralo entre las sabanas al de ojos chocolate. –odiaba verte con cualquier mujer, quería deshacerme de Pepper cada que se acercaba a ti, era algo que no podía controlar y sé que tú también lo sentías. Los roces en los entrenamientos, estar tantas horas junto al otro dentro y fuera de las misiones, esas miradas nada discretas. ¡MALDITA SEA! No puedes decirme que solo fue un calentón.
Aún seguía en razón, solo sentía gruesas lagrimas deslizarse por los costados de su cabeza al ver la expresión dolida del alfa, recordó lo que fue antes de todo el caos. El proceso de cómo se odiaban tanto de quererse en la cama del otro, a como Tony se la pasaba haciendo bromas en el taller del más bajo, comían juntos, el genio se encargaba de mostrarle mucho de la actualidad y otros recuerdos más sensuales invadían su mente, pero no decía nada, solo trataba de girar la mirada.
–Me tomo años darme cuenta lo mucho que te necesitaba. –arrimó su cabeza en el cuerpo del omega. –Pensaba más en ti que en el hecho de que quizás tenga un omega en el mundo. –subió al cuello del cuerpo contrario. –Creí que estaba loco cuando me masturbaba pensando en ti, cuando ese tal Strange se te acercaba quería sacarle la cabeza con mis manos y a ti encerrarte en mi cuarto. Nada ha cambiado, solo que me puedo declarar te seguidor eterno.
–Yo... -estaba llorando y estremeciéndose, su omega estaba colapsando de la emoción, estaba siendo mimado en el celo.
–No es el mejor momento, pero sé que aún estás consiente sino no hubieras corrido a beber la pastilla, lo último que un omega en celo quiere es no quedar en cinta, así que necesito que me digas que es lo que quieres. –hablaba suspirando forzadamente. –Si me niegas, te prometo que me mudare de la torre y no te volveré a molestar, ni siquiera a dirigir la palabra, nos compartiremos la custodia de los gemelos y hasta ahí.
Abrió sus ojos sorprendido, era seguro, al notar la fiereza en sus azules ojos el Cap hablaba enserio. Una cosa era que no le hablara, pero lo tenía en casa, tenía su aroma cerca, sabía lo que hacía, sentía que lo protegía con su "vigilancia". Pero irse, no verlo, únicamente sentir su aroma en sus crías le oprimía en pecho y le hacía un nudo en la garganta.
–No me puedes obligar a...
–Sí, sí puedo, es la única manera para que tomes una decisión, no siempre vas a tenerme aquí y no hablarme, tampoco sé si podré resistir más tiempo. –confeso el alfa, mientras veía con la mirada sincera al omega.
Pasaron unos minutos y otra oleada se hizo presente, ambos gruñeron y Steve se levantó dispuesto a irse, no iba a poder controlarse más y el omega no respondía, no podía seguir con esta situación.
–Steve. –sostuvo el omega de la muñeca de la mano al otro. –Lo lamento, pero no quiero dejarte ir.
–Es lo que Tony, tú ¿Deseas? –preguntó mientras tragaba pesadamente.
–Te quiero, a ti, por favor no me dejes. –se abalanzó y abrazó fuertemente al alfa mientras susurraba a su oído.
–Te juro que no te dejaré arrepentirte. –gruñó antes de besar con amor el cuello del castaño.
Con esta promesa comenzó a lamer con desesperación y a palpar el cuerpo del otro sin ningún tipo de descaro, descendía dejando un rastro de besos húmedos y jugaba con los pezones del castaño. Succionaba y mordía con hambre mientras que el más bajo gemía por las sensaciones dad cortesía del alfa. Bajaba por el abdomen que temblaba por los besos depositados ahí hasta que bajo al miembro. Se obligó a olfatear esa zona ya jugar con el pene del omega quien parecía estar a punto de venirse, mordiendo y succionando, dejando marcas en las piernas del piel canela. El alfa lamió desde la base a la punta mientras que con la mano introducía un dedo en la entrada del otro. Se metió a la boca todo el miembro de Tony mientras que introdujo otro dedo a su entrada y jugaba con ambas cosas al mismo tiempo, le satisfacía escuchar al otro gemir su nombre y como se veía gritándolo.
No aguanto más y ya sin casi nada de autocontrol embistió con fuerza y un rugido de satisfacción resonó en esas cuatro paredes, por fin podía sentir a ese pequeño ser como suyo de nuevo, quería hacer de él una maraña de gemidos, era la escena más excitante de su vida, ver como el pequeño se aferraba con presión en los puños entre las sabanas tratando de contener y gemido ahogado con hilos de saliva deslizándose por la comisura de los labios y más abajo ver como metía y sacaba su miembro con potencia y como esas apretadas paredes succionaban con placer su pene.
Beso desesperadamente al omega mientras que arremetía su interior, era salvajismo puro, quería adentrarse con fervor, quería marcarlo nuevamente y recordarles que Anthony Edward Stark era suyo, quería preñarlo en cada oportunidad que tenía, descendía por la garganta y dejaba chupones y mordidas a su paso.
En un solo movimiento giró al omega para dejarlo en cuatro y sin dejar de penetrarlo, se deleitaba con los sonidos de las pieles chocando fuertemente y demás obscenos ruidos provocados por eso. Su corto cabello dejaba a la vista la marca del cual su alfa se sentía tan altanero, y su canela espalda sin ningún tipo de mancha fue mordida, mientras apretaba cruelmente las caderas del más bajo dejando más marcas en ellas, con una mano libre comenzó a masturbar el miembro del omega, quien estaba perdido en un mar de orgasmos, estremecimientos y placer puro el omega del estímulo se vino contrayendo sus paredes anales y apretando el miembro del alfa quién en un gruñido mordió la nuca del otro, donde se hallaba el enlace, y se formó el nudo. El omega chilló de emoción se sentía tan bien, tan correcto, tan lleno y el alfa lamía la herida con tanta ternura.
Este proceso se repitió día tras día, en muchas partes de esa casa tal y como la segunda vez, solo reaccionaban por leves periodos para hacer cosas básicas de supervivencia y luego volvían a su frenesí de pasión, horas después se activó el celo del alfa quién no le dejaba ningún momento de descanso y lo anudaba sin piedad, una tras otro, tras otro y así sucesivamente hasta quedar realmente satisfechos.
Se removió incomodo por las intensas ganas de orinar, pero sonrió inconscientemente al verse raptado por los grandes brazos de su alfa, con mucha cautela se zafó de los brazos del mayor para poder irse a orinar, pero ni bien se pudo parar fue sostenido y devuelto a la cama con brusquedad.
–¿Dónde ibas? –hablaba con voz ronca después de levantarse y abrazar protectoramente a su omega. –Lo siento, solo me trae malos recuerdos.
–Quiero orinar. –admitió con comprensivo. –Solo iré a orinar.
–Puedes orinar aquí.
–¿Qué? ¡No orinare en mi cama! –dijo con una mueca de perplejidad y pensó que se habían arruinado sus sabanas con todos los fluidos en esa.
–Bueno, ya te llevo al baño. –habló con pereza mientras se levantaba y rodeaba la cama para poder agarrar al omega.
–No necesito que me lleves puedo ir solo. –tratando de pararse, pero sus caderas dolían supuso que era por no haber tenido ese tipo de "acción" durante más de un año.
–Sí, si claro para la próxima. –Lo agarró estilo princesa para llevarlo al sanitario, pero Tony no pudo ir más incómodo, sentía como todo el semen de celo del alfa iba rodando entre sus nalgas haciéndolo estremecer. Steve no paso esto de percibido y no se pudo sentir más orgulloso por las marcas que le había dejado al otro. Llegando al baño bajó al más bajo y se quedó junto detrás de este.
–¿Te vas a quedar ahí viéndome? ¡Ya salte! –echaba el castaño en vano, porque el otro se la pasaba viendo fijo con orgullo las piernas de Tony.
–Orina, si quieres te ayudo. –bromeo el alfa con una sonrisa de lado. El otro solo reviró los ojos y se dispuso a orinar nervioso, rogando que se acabe.
Una vez terminado el trabajo se respingó al sentir como el otro se arrimaba con una notoria erección mañanera, como le tocaba los pezones y respiraba entre el espacio de su nuca y su oreja.
–Steve... Mhg... Dios, me duele el cuerpo. –aceptaba sin poder dejar de restregarse al otro.
–¿Seguro? No lo parece. –se burló con sorna mientras lo pegaba más a su cuerpo y sentía a más detalle los movimientos de cadera de su enlace. –Solo te quiero coger una vez más ¿En el baño?
–¿Dónde quedó ese tierno y correcto Capitán? –hablaba con ironía y una sonrisa en su rostro.
–Me contagiaste, pero... No parece disgustarte que te hable así. –Lo arrastraba despacio a la gran bañera Stark.
–Bueno vamos a ver si lo corrijo, Capitán Rogers. –hizo que el alfa se acostara primero y al abría el agua de la tina para montarse y rozar la erección.
–Inténtalo. –sonrió para agarrar la cintura del omega llena de moretones.
–No. –golpeo levemente la mano del alfa. –Ver y no tocar. –decía mientras masturbaba un poco la erección del otro y este echaba la cabeza para atrás apretando las manos, después de un rato jugar y observar como el otro tenía una sonrisa y no venía, se sintió ofendido y comenzó con el plato principal, se posicionó con sensualidad arriba del miembro y con movimientos circulares de cadera empezó a introducirlo en su cuerpo, se mordía un labio para no gemir ante la intromisión de este, veía la desesperación del otro en sus ojos y se le escapo una pequeña risilla que el otro ya no toleró y ayudó bajando bruscamente las caderas de Tony.
Pese a esto para la mano del alfa y comenzó a cabalgar encima del otro con mayor rapidez, ya que Steve no podía tocar las caderas, se deleitaba jugando con los pezones cafés rojizos del moreno y agarraba fuertemente su espalda, brincaba ante al alfa hasta que se vino y el nudo los volvió a unir y una mordida en el hombro del otro se hizo presente. Tony no era el único con marcas, el alfa al ser más blanco era muy fácil dejar arañazos, mordidas y chupones algo que Tony no desaprovecho y dejo muchas en el cuerpo del otro, igual de posesivo era, y que mejor manera de decirle al mundo que Steve Grant Rogers era suyo.
–Dios como me pude perder de esto. –confeso inconsciente al arrimarse al cuerpo del alfa.
–Tranquilo, ahora tenemos todo el tiempo del mundo, créeme que después de años de contenerme te mimare de maneras que no tienes idea. –Tony ante la promesa del alfa soltó un grito ahogado, quería de vuelta a su Capitán, pero de cierta manera le enamoraba conocer al verdadero Rogers.
Dos años, a diferencia del año pasado, esta vez fue una reunión más "familiar". Los mismos conocidos y allegados del año pasado, pero esta vez sin tanto lujo, pero le preocupo al ver el tenso ambiente entre los reyes de Asgard y la princesa Hela estaba al tanto de que algo había pasado por lo que ahora se hacía ella más cargo de sus hermanos. Pero al estar estos niños tanto tiempo con los gemelos Rogers-Stark debía de cuidar de todos esos niños.
Wade después del escándalo de años pasados estaba más cerca de Peter, aún se sabía que como "amigos" ya que el omega no mantenía su amistad con el otro alfa llamado Quentin, después de que se comprobara que fue culpa del otro el altercado del celo de Pet, desde entonces aún no se presentaba su celo, pero ya decidido había comenzado a consumir hormonas omegas.
Harry, quien se había vuelto muy cercano a la familia Stark, estaba envuelto del aroma de una chica, según Ned y Peter llamada Mary Jane, amiga de ambos, aunque la pareja Stark-Rogers, se podía dar cuentas de la tensión que se había creado con María y de las nadas sutiles miraban que se daban cuando peleaban, Bruce y Natasha quienes también se había percatado de esto, describían a ese par como Steve y Tony en el tiempo que se conocieron, y ahora tenían dos cachorros.
Veía de lejos la cara de satisfacción de Stephen después de haber pasado su primer celo junto al enano de Everett, llevaban menos de un año saliendo y es que en verdad el trabajador del gobierno les dio fuertes obligaciones para que se alejara de él, pero el amor es necio y termino cediendo, Strange está convencido de que no falta mucho para que sea su enlace y lleve sus cachorros.
Visión de niño que había creado hace años atrás ya no había mucho, el ambiente de los vengadores como Clint, Scott, quien debes en cuando trabajaba con ellos, Sam o Bucky lo habían contagiado de mala manera, ahora parecía más un adulto normal con su pareja Wanda quien ya no tenía episodios y fue absuelta por los cargos del gobierno.
Steve notaba también el acercamiento de Sam y Bucky, de lo que antes se hacían pesadas bromas o se respondían con crudo sarcasmos, ahora solo eran risas y ligeros coqueteos, de hecho, Steve se sentía haciendo mal tercio allí.
En fin, una fiesta normal que termino con alcohol para los adultos y una buena velada, cada quien para su casa. Steve y Tony estando agotados ¿Qué podría salir mal?
Bueno, todo hubiera sido para bien si la pequeña Hela no hubiera venido con sus dos hermanos de imprevisto a la casa Stark. ¿La razón? Habían cerrado todo el castillo de desalojado a todos los trabajadores por órdenes de Thor, Loki los había enviado por medio de Heimdall al mundo humano, lo último que Hela vio antes de salir del castillo fue a su padre lanzar una daga y fuego verde hacía el rubio.
Ante las declaraciones, la pareja acogió a los niños y los cuidaron con mucha preocupación, nadie sabía de ambos y los días pasaban y pasaban. Tony pensaba si era buena idea dejar a Loki cargar con eso. Se calmó cuando seis días después apareció, pero no de la mejor manera.
–¡¿Pero qué demonios?! –se horrorizo el omega castaño al ver la marca en el cuello del pelinegro.
–No te espantes, la tuya también estaba así después de salir del celo. –hablo con un semblante decaído el omega.
–Sí, pe-pero los únicos en ese castillo eran tú y... –no pudo terminar la frase, no se pudo imaginar lo que eso significaba. –Te marco.
–Sí, lo hizo. –admitió con la mirada perdida.
–Esto es increíble. –regañaba al viento, enfurecido. –Nunca lo creí capaz de hacerte eso, ¡Dios! Esto es malo.
–¿Por qué lo dices? –levanto un poco la mirada para observar claramente al gruñón enano.
–¿Por qué? No se pudo controlar en un puto celo. –gritaba eufórico.
–Creí que te asustaría el hecho de que fuéramos hermanos. –dijo con una sonrisa amarga.
–¿Por qué me importaría más eso? Digo, ni siquiera son hermanos de verdad para empezar. –acotó a su razonamiento mientras alzaba los hombros y ponía una cara de no interés a ese tema.
–Tengo que decirte la verdad, Tony. –al ver la cara de seriedad del ojiverde, supo que había algo más que decir. –
"Cuando era un bebé fui salvado por el Dios del todo, salvado de una sociedad en la que todos los omegas sin excepción alguna iban a parar a bares de prostitución, ni siendo hijo del rey me iba a librar de mi destino como omega. Debido a la guerra mi destino cambio y fui llevado a Asgard, una sociedad en la que apreciaban a los omegas.
Crecí dentro de muchas ideas diferentes, la gente me odiaba sin conocerme, la razón por la cual mi actitud es tan arrogante, pero también crecí con amor gracias a mi madre Frigga y el idiota de Thor que se esforzaba por ser un "Gran hermano".
Pero nunca fui un omega normal, podía pasarla entre alfas e incluso pelear con ellos, claro era que no podía competir con ellos físicamente, pero si con magia. Eso basto para que la gente empezara a criticarme durante mi juventud y ver como Thor me defendía de esas personas, eso y que mi celo no hubiese llegado cuando debía, de hecho, llego muchos años después.
Me gustaba es sobreprotección que me daba, siempre jugaba conmigo, nunca me discriminó como algunos bastardos lo hicieron y como amenazaba a otros alfas para que no se me acercaran más de lo debido, me gustaba sentirme amado por él.
El lazo, la marca o enlace, como quieran decirle es un poco diferente entre midgardianos y nosotros, lo que para ustedes son 15 años, para nosotros son 300 años. Ustedes tienen su a los 13 o 18 años, nosotros en 600 o 700 años nadie salía de ese rango, aunque físicamente nos desarrollamos de la misma manera que ustedes hasta los 15 años. A menos que sea un celo inducido, de esa manera un omega puede tener un celo en cualquier edad, por eso a los omegas nos mantenían más lejos de alfas. Si estabas cerca de un alfa era clara señal de que quería que se adelantara el celo. Y como en toda sociedad, existían idiotas que provocaban casos de omegas de 200 años a quienes se les había inducido el celo.
Superé el límite de años que se tenía establecido para madurar, me sentía muy mal, Thor quien es más de 400 años mayor que yo ya iba a guerras y veía como a veces lo obligaban a pasar sus celos acompañado, otros tanto le dejaban pasarlo solos. Pasado mis 740 años me llego el celo, él estaba cansado y yo le estaba curando las heridas de guerra, así de cercanos éramos, él no permitía que otras manos que no fueran las mías lo curaran. Lo sentí tan fugaz, pero me sentí feliz, completo.
No duró mucho, cuando se terminó toda la maraña de feromonas me vio con ojos de horror, lloró mucho y se arrepintió demasiado. La reina sabía de mis oscuros sentimientos y me amaba igual que un hijo, no me juzgo simplemente me miro con ternura y se encargó de borrar la memoria de él y "borrar" la marca. Era nuestro secreto.
No pude lidiar el rechazo y comencé a tratarlo mal, a odiarlo, aunque él me mirara tratando de buscar en que se equivocó, no recordaba nada.
Ya no buscaba nada, pero Odín quién no sé cómo se enteró de aquello comenzó a verme con desprecio y buscaba el más mínimo defecto en mis tareas. Muchos alfas estaban detrás mío y cada que rechazaba, las habladurías se hacían más presente, ya no estaba Thor para distraerme de aquello. Mi odio hacia allí se hizo más fuerte, empecé a dedicarme a instruirme y a ser un elemento importante en guerras para llegar a una meta imposible, el trono de Rey.
Casi 300 años después me enteré que era adoptado y Thor recibió la corona que sin mi presencia a su lado se convirtió en una persona despreciable, imprudente, codicioso. Lo enviaron a la tierra, conoció a esa Beta, Foster, si intente hacerle un poco de daño, pero solo era capricho para hacerle pagar todo lo que un día me hizo. Fue un infierno, fui un huracán de celos, peleas, mi omega gritaba furioso y cometí una estupidez. Él estaba ebrio y yo había entrado en celo, lo seduje. Mi omega reclamaba por hacer a ese alfa suyo y lo hizo.
Frigga me perdono por mis actos y se enteró semanas después y me confesó dos cosas; la primera que nunca borro la marca, que eso era una cosa imposible incluso para bruja con ella, espero los 300 años para que el lazo desaparezca naturalmente que nunca se cumplieron porque esa noche ebrio reafirmó el lazo que estaba a punto de desaparecer; la segunda cosa que me confesó es que estaba en cinta y todo mi mundo se hizo añicos ante esa declaración.
Obviamente la tuve, la cuidamos entre mi madre y yo, la escondimos de todo el mundo y a ella le dimos muchas reglas que debía seguir para vivir siendo de ser percibida, claro, odiaba tener que tratar a mi hija así y ella no era muy buena siguiendo reglas, mataron a mi madre y me quede solamente con ella.
Después de que Odín revelara que no era hijo de sangre todos tenían claro que esa era la razón por la que ataque Asgard, pero hubo un alfa que aún después de mis actos estuvo protegiéndome, mimándome, siempre trataba de hacerme reír, incluso me visito más de lo que Thor pudo haberlo hecho en prisión. Nos hicimos más cercanos, parece muy interesado en mí.
Por azares del destino Thor se peleó con esa beta, entró en un mar de alcohol y llanto, me dolía verlo así, pero me enojaba más saber que era por ella. Tan mala suerte tuve, pero es que eso si es tener mala suerte que pasé por su habitación para ver si aún respiraba y me topé con su celo, pasó lo que tenía que pasar y ya no pude. Escape del reino y terminé aquí en midgard debido a que expuse a mi hija a límites en la que un niño no debería estar expuesto."
En cuanto terminó con el relato Tony ya no sabía que decir, había escondido un secreto durante más de 300 años y se imaginó todo el sufrimiento que ambos tuvieron que haber pasado, digo si durante muchos años con Steve estuvieron en pésimos términos fue un dolor y carga emocional absoluta, pero vivir en el mismo lugar con esa persona, ver como se enamora, sentir esa rabia mal contenida y después tener crías sin apoyo suficiente. El hombre parado frente suyo realmente tenía una inteligencia emocional superior a muchas personas.
–¿Y qué paso hace poco? –preguntó temeroso Tony, era muy obvia la marca, pero necesitaba escucharlo directamente de la boca de él.
–Me estaba juntando mucho con Fandral, aquel alfa que estaba interesa, pero él es coqueto por naturaleza y yo tengo tres hijos. –repitió con hastiado. –Mi celo, solo puedo reconocerlo horas antes de que llegue para poder tomar algo que lo controle, apenas llegamos de la fiesta de tus hijos el olor era más dulce.
–Te reconoció. –afirmo Tony.
–Yo también creí lo mismo, el idiota me había reconocido desde el embarazo, pero se obligó a pensar que estaba loco. –continuo Loki con un aspecto cansado. –Pero después de una pelea con Fandral y comenzó a portarse más territorial con los niños y conmigo se dio cuenta que no era normal.
–Pero Hela me dijo que habían peleado agresivamente antes de que se transportaran aquí. –fue a servir un vaso con licor para dárselo al pelinegro.
–Sí, bueno, cuando me dijo que olía a su omega, me tomo desprevenido comenzamos a discutir y como vi que no me iba a dejar en paz mande a todo el mundo fuera y a los niños acá. –aceptó el trago dado por Tony y sentía como iba raspando su garganta. –Uff me topo un límite de paciencia y comenzamos a pelear, estaba fuera de mí, tan iracundo, no me pude controlar y le devolví los recuerdos de todo. Se enojó peor por esconderle "la verdad de su vida".
–Y entraste en celo, y te marco, que idiota. –trago de un solo sorbo todo en el vaso.
–Bueno, algo así, se puso a llorar de rodillas y a pedirme perdón, me prometió cosas como que remendaría sus errores, me enamoraría y otras cursilerías, era muy asqueroso verlo secarse los mocos. Al final me llego el celo, me pidió permiso, me resistí las primeras 25 peticiones, pero mi cuerpo lo necesitaba. Es una estupidez que lo haya permitido, nuestros lazos parecen eternos.
–Espera ¿Lo permitiste? –cuestionó incrédulo de lo que acababa de escuchar.
–Sí, sí, una desgracia. Solo quería desahogarme, dame a mis niños de vuelta. –pidió el Dios, pero Tony sabía que, en el fondo, muy en el fondo, estaba agradecido.
–Dudo de Fen y James se quieran separar, han estado durmiendo desde que llegaste, ese par es el más tranquilo de toda la horda de escuincles. Los demás han hecho batallas, se han puestos de cocineros, ni siquiera sé cómo babas llego bañado el talco y huevos al taller, aunque sospecho que fueron ayudados por el idiota de Wade.
–Bueno no se a cuál de tus hijos te refieres, los dos son exactamente lo mismo, mini copias del Capitán. –se burla antes de poder ir a buscar a sus criaturas.
–Te aprovechas porque los tuyos son muy diferentes ¿no? –el otro solo sonrio y agradeció para después retirarse.
Los gemelos Stark crecían muy rápido ante los ojos de Tony, con solo dos años era graciosos ver como hablaban entre ellos o como Jhonny peleaba solo por los juguetes ya que James siempre lo quedaba viendo con reproche sin decir ni una sola palabra. Ambos eran muy opuestos, Jhonny cuando está enojado es muy posesivo con sus cosas y James cuando se enoja solo basta una mirada para hacer que los que están a su alrededor se calmen y no lo molesten, para que él pueda calmarse y evitar incidentes, Bruce molestaba diciendo que es como ver un reflejo de Steve sin objeción alguna.
Jhonny era un vago que le gustaba pasar en el taller de Tony viendo lo que hace, James también, pero al menos este ayuda a su papá a pasar herramientas. El gemelo mayor siempre le hacía las cosas imposibles a Tony durante las comidas, tenía una adicción con los dulces así que lo que no le gustaba simplemente lo dejaba en el plato y no lo miraba, nunca le hizo este tipo de chistes al Cap, eran más sensibles cuando este último les retaba; James solo suspiraba ante las discusiones de su hermano y su infantil padre.
–Tía Natasha dice te debes tomer todo lo te está en tu plato, si no te tedaras tomo papá Tony. –decía el pequeño James con su habla recién en práctica para que su hermano comiera, esos eran los momentos en los que Tony extrañaba cuando dijeron sus primeras palabras "Papi" y "Papá" respectivamente, porque así no decían tantas cosas crueles a su estatura.
Pero con más de dos años y medio era imposible, el mayor dormía hasta tarde, pero parecía tener pilas sin necesidad de recarga durante todo el día, el otro se despertaba muy temprano para acompañar a su papá a trotar y tenía sin falta su siesta en la tarde.
Aunque eso no significaba que la curiosidad no les ganara a ambos y cometieran ciertas travesuras entre los dos, pero los resultados de haber remodelado el baño o mojar todos los muebles para ver si era de material "absorbente" definitivamente quedaría para el álbum familiar y para burlarse de ellos cuando sean más grandes.
Lo bueno de tener un alfa más que comprensivo era que ambos se turnaban para ir a misiones, aunque Steve se opusiera en misiones de Alto Riesgo, Tony solo reviraba los ojos y se desaparecía, pese que no tomaba muchas misiones porque Pepper lo necesitaba para muchas cosas de la empresa aún.
El omega sonreía con ternura al ver la emoción de los pequeños cada que su padre regresaba de largas misiones lo recibían con inocencia.
–¿Derotaste a lo malos? –preguntaba Jhonny con ilusión sentado en una de las piernas de su padre.
–Sí, amor, derrote a los malos. –respondía con una risilla.
–¿Estás tansado? ¿Fue difícil? –cuestionaba James mientras simplemente acariciaba la espalda de su papa y estaba sentado al lado de este.
–Sí está cansado, así que a sus camas mocosos ¿Qué hacen despiertos tan tarde? Shu, shu. –los echaba Tony a sus cuartos para que pudieran dejar al alfa en paz. –Se ve que no fue fácil ¿no?
–Es normal, aún después de más de tres años y el que algunos originales ya no este activamente en misiones piensan que los nuevos no podrán contra ellos, nuestra separación hace algunos años fue un hueco muy grande del que muchas organizaciones se aprovecharon para causar mal. –hablaba Rogers mientras abrazaba su omega por la espalda y hundía su nariz en su nuca para relajarse. –Algunas están bien cimentadas, apoyadas por grandes empresas o eso dijo Romanoff y lo afirmó María, ahora ella esta con algunos X-men y Nat de espías en no sé dónde.
–Por eso Bruce estaba ansioso estos últimos días, aunque yo tampoco me he podido comunicar esa mocosa, pero algo me dice que estarán bien. –acaricia a Steve de la cabeza para que se relaje aún más. –Wou, nunca en todos mis años de vida creí imaginarme este momento, parecemos una familia norteamericana modelo. –bromeo.
–Por un momento creí que ibas a decir algo más romántico. –ante esta esperanza Tony se rio un poco.
–¿Y qué esperabas? Nunca creí estar aquí contigo después de todas las estupideces hechas y por haber con dos hijos.
–Te falto hermosos, dos hermosos hijos. –terminó Steve viendo directamente con esos orbes chocolates de su omega. Para recibir una respuesta risueña del más bajo.
–Eres un idiota, Rogers.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------