La chica de ojos tristes (AU...

By DANVERS_SISTERS

347K 25.9K 12.4K

Kara fue adoptada por los Danvers cuando sólo tenía tres años, después de que sus padres muriesen en un fatal... More

AVISO IMPORTANTE
1- FAMILIA DANVERS
2-SECRETO AL DESCUBIERTO
3-CAMBIOS
4-SINCERIDAD
5-ENGAÑO
6-EMOCIONES
7-SITUACIONES INCÓMODAS
8-DECISIONES
9-EL MOMENTO DE LA VERDAD
10- REVELACIONES
11- UN PEQUEÑO SUSTO
12-INVITADOS DE ULTIMA HORA
13-SRA. Y SRA. LUTHOR
15-DESENTERRANDO EL PASADO
16- DOS PALABRAS
17- REENCUENTROS INCÓMODOS
18- VERDADES QUE DUELEN
19- PREPARATIVOS
20-HALLOWEEN
21-REVELACIONES
22- LO BUENO DE LAS PELEAS...
23-MOMENTOS INCÓMODOS
24-LA DURA REALIDAD
25-MADRES E HIJAS
26-TIEMPO EN CONTRA PARTE 1
27- TIEMPO EN CONTRA PARTE 2
28- HASTA SIEMPRE
29- SIEMPRE TE AMAREMOS
30-DONDE CABEN DOS, CABEN TRES
31- MEZCLA DE SENTIMIENTOS
32 -LIBERTAD
33- EL RESURGIR DE UNA ZOR-EL
34-LA CAÍDA DE UN LUTHOR
35-OJO POR OJO
36-SACRIFICIOS
37-UNA BODA ALOCADA
38-AÚN HAY ESPERANZA
39-COSAS DE NIÑOS
40- EL REGRESO DE LA TIRANOSAURIA
41- ¡¿QUÉ?!
42- UNA PAREJA DISPAREJA
43-REGALOS
44-UNA PEQUEÑA INTERRUPCIÓN
45-¿ESTÁN LOCAS?
46- EPÍLOGO

14-CUMPLEAÑOS INOLVIDABLE

8.9K 593 131
By DANVERS_SISTERS

Espero que os guste este capítulo. Espero vuestros cientos de comentarios al respecto. Sí, he dicho CIENTOS. y no, NO ES BROMA . JAJAJAJA



________________________________________________________________________________



KARA

2 de Octubre de 2019

Después de visitar las direcciones que nos quedaban y no obtener ningún resultado, fuimos al aeropuerto y subimos al avión que nos llevaría a Grecia. Nuestra primera parada sería Atenas.

Cuando llegamos al hotel, el botones dejó nuestras maletas en la habitación y nosotras entramos después.

-Kara: Vaya, mira qué vistas – dije asomándome a la ventana. Lena me abrazó por detrás, apoyando la cabeza sobre mi hombro.

-Lena: ¿Te gusta...?

-Kara: Me encanta... -dije, llevándome la mano a la espalda.

-Lena: ¿Estás bien...?

-Kara: Me duele un poco la espalda. Supongo que será de pasar tantas horas sentada en el avión y del peso de los bebés.

-Lena: ¿Y si nos damos una ducha? Te irá bien...

-Kara: Sí, supongo que sí. ¿Vas entrando mientras busco algo más cómodo que ponerme?

-Lena: Claro... No tardes – dijo besándome.

-Kara: No lo haré... - dije abriendo mi maleta y buscando un pantalón de pijama corto y una camiseta. Luego fui hacia el baño.

Veo a Lena en la ducha, su cuerpo es tentador, me llamaba para ser tocado. Piel suave, blanca como la leche... Recordaba poco de la noche que pasamos juntas, pero esos pequeños recuerdos, los quería volver a revivir. Quitar de mis recuerdos el toque de Mike y Maxwell, quitar los pensamientos grotescos que ellos habían puesto en mi cabeza. Quería que Lena me tocara, que me hiciera sentir querida, amada por ella, quería que borrase los malos recuerdos y hacer nuevos, con ella de protagonista.

Me armo de valor y comienzo a quitarme la ropa. Camino lentamente hacia la ducha, me detengo detrás de Lena, extiendo mi mano derecha y recorro su espalda con la palma de mi mano.

Al sentirme Lena da un brinquito y se da media vuelta quedando ambas cara a cara.

-Lena: Kara, me has asustado ¿pasa algo? – me agarra las manos y me da un pequeño apretón.

-Kara: Lena yo... necesito de tu ayuda – le digo casi en súplica.

-Lena: Kara, dime qué pasa por favor.

Quito mis manos de las suyas y agarro su hermosa cara, pasando mis dedos por su frente.

-Kara: cierra los ojos por favor- le suplico.

-Lena: ¿Kara? –me pregunta un poco preocupada. Pero accede a mi pedido y los cierra.

Sigo con lo que estaba haciendo, muevo mi mano derecha pasando mis dedos índice y medio entre sus cejas hasta su nariz.

-Kara: déjame tocarte por favor, deja que me grabe tu rostro, tu piel – bajé hasta su mejilla y la acaricié, puse mi mano izquierda en su otra mejilla y vi que Lena se inclinó a mi contacto y dio un suspiro.

-Lena: Por ti haré lo que sea Kara. -Me respondió en voz baja.

Veo sus labios entre abiertos y paso mi dedo pulgar por ellos. Es excitante sentir sus delicados labios, cómo ella me está dejando tener el control. Mi cuerpo está reaccionando a todo esto, poco a poco voy acercando mi rostro al suyo, sintiendo su respiración en mi cara.

-Lena: Kara me estas torturando - me dice en un gemido. Sus manos se posan en mis caderas y me tenso un poco. Aún me cuesta un poco acostumbrarme a que me toquen de ese modo. Pero recuerdo que es Lena quien está conmigo - Lo siento.- Dice al tiempo que las va quitando.

-Kara: No las quites - Suplico, y ella las deja. Estamos tan cerca la una de la otra que ya no soporto más y junto nuestros labios. Es un beso tierno al inicio, pero poco a poco se va profundizando, paso mi lengua por sus labios pidiendo acceso y me lo da. Introduzco mi lengua en su deliciosa boca, su lengua hace contacto con la mía y suelto un gemido de satisfacción, pues en este momento siento algo que no había sentido antes.

Me aparto de ella, no sin morderle el labio inferior. Lena me mira con esa sonrisa encantadora, mientras el agua cae sobre nosotras.

La vuelvo a besar y ella me estrecha más a su cuerpo, siento que mis piernas se están debilitando.

-Lena: Kara cariño, por más que me guste esto debemos parar o si no, no podré contenerme.

-Kara: Sácame de aquí, por favor y hazme el amor. -Me vuelve a besar, pero el beso está lleno de sentimientos que ella trata de trasmitirme.

Caminamos hasta llegar a la cama y me coloca con cuidado en medio de esta, estamos piel con piel y se siente realmente bien.

Se puso de rodillas delante de mí, haciendo que mis piernas la rodeasen para tener mejor acceso y que mi vientre no fuese un estorbo en ese momento. Sentía cómo su miembro estaba descansando entre los pliegues de mi sexo, mi centro estaba aún más excitado y mojado si eso era posible. Esos hermosos ojos verdes me miran con tanta intensidad y emoción, que siento que mi pecho va a reventar por saber que eso es sólo por mí.

-Kara: Por favor Lena, borra todo rastro de ellos con tus caricias, tu forma de mirarme, tu cariño.

Me mira y sé que lo hará, y entonces siento que comienza a moverse sin haberme penetrado.

-Lena: Cariño, cierra los ojos por favor, y concéntrate en mi voz, confía en mí. - Le hago caso y los cierro, comienzo a sentirme nerviosa pero escucho la amorosa voz de Lena- Eres la mujer más hermosa que hay en este planeta y yo soy la persona más afortunada, porque tú, me has aceptado a tu lado todo este tiempo tal y como soy.

Se inclina sobre mí con cuidado de no aplastarme. No me deja que le responda y me besa con todo el amor y pasión que alguien puede demostrar en un beso. Mis manos van a su espalda, blanca y ancha, recorriendo cada parte de ella. Su lengua pide entrada y con gusto se la doy, explorando cada parte de mi boca. Sus caderas se mueven como si de una danza se tratara y yo gimo por la agonía de sentirla en mi interior.

Su mano izquierda acaricia mi costado y la derecha ahueca mi pecho, mis pezones están erguidos, arqueo mi espalda para tener más contacto con ella y mis talones aprietan sus exquisitas nalgas dándole a entender que estoy más que lista para recibir todo de ella.

Sé que me está estimulando para no dañarme. Mete dos dedos en mi vagina y con el pulgar acaricia mi clítoris.

-Kara: ¡Oh! Si amor, se siente tan bien.

Sus dedos entran y salen de mi interior, en su boca ya tiene uno de mis pechos. Besa y chupa mi pezón ya erecto por mi excitación. Con sus dientes tira un poco de este sacándome otro gemido de placer. Deja de dar caricias a uno y pasa al otro repitiendo las mismas acciones que con el anterior. Mi cuerpo está en llamas por todo lo que está haciendo en él. Sus caricias me llevan al cielo como nadie lo ha hecho.

-Lena: Mi amor mírame - me dice y lo hago. Sus ojos brillan con tanta intensidad. -Quiero que me veas, que veas que soy yo la que te hace el amor.

Veo cómo busca una postura cómoda para las dos y se va introduciendo poco a poco. Grito un poco de dolor, pero más que todo, excitación al sentirla toda. Lena se mantiene quieta por un momento, y me mira con todo el amor que alguien pueda tener.

-Kara: Ya.... Puedes moverte.- Y así lo hace, mueve sus caderas despacio. Sintiendo como su miembro sale y entra de mi interior, cierros los ojos.

-Lena: Por favor no los cierres, mírame, también quiero ver tus ojos cuando te vengas.

-Kara: Estoy cerca.- Digo entre gemidos viendo su cara de concentración. Por su cara se ven gotas de sudor por todo el esfuerzo que ha hecho. Con su cadera hace movimientos circulares, sintiendo cómo su pene toca ese punto glorioso, con eso doy un grito que estalla en mi liberación.

Ella da un gruñido, y siento cómo me llena de su esencia. Debilitada se recuesta a mi lado, con su mano sobre mi vientre. Las dos tratamos de regular nuestra respiración. Paso mi mano por su rostro quitando el sudor en él y la atraigo para besarla. Nos separamos y por un rato sólo nos quedamos mirándonos.

-Lena: ¿Estás bien?

-Kara: Sí...

-Lena: ¿Segura?

-Kara: Sí, amor... -Digo. Lena se mueve, y empieza a besar mi vientre con suavidad, acariciándolo a la vez. - ¿Qué haces?

-Lena: También merecen un poco de atención... - dice riéndose. Luego empieza a hablar a mi vientre – Os juro que os voy a querer tanto como a vuestra mamá. No dejaré que nadie os haga daño, ni a vosotros, ni a ella.

-Kara: Lena...

-Lena: Es cierto, Kara. Haré todo lo posible porque no vuelvas a sufrir nunca. Y ellos o ellas, tampoco.

-Kara: Amor...

-Lena: Sé que aún te cuesta aceptarlo, Kara. Pero debes empezar a hacerlo. Son nuestros, cariño. Eso debería bastar para que empezases a quererlos.

-Kara: Ya lo hago... - dije. Lena me miró, curiosa, esperando que siguiera hablando – Mientras veníamos en el avión, estuve pensando en nombres.

-Lena: ¿Nombres? Aún no sabemos lo que serán.

-Kara: Pero podemos empezar a elegirlos, ¿verdad?

-Lena: Sí... - dijo sonriéndome - ¿Era eso lo que hacías mientras mirabas por la ventana? Pensé que te habías dormido.

-Kara: Acabé durmiéndome, sí, pero antes empecé a pensar en nombres para ellos – dije, poniendo mi mano sobre la de Lena, que aún seguía sobre mi vientre. Entrelacé mis dedos con los suyos y levanté su mano, besándola – Pero es algo que no puedo decidir sola. Así que quiero que tú también pienses un nombre que te guste para niña y otro para niño.

-Lena: Me parece bien...

4 de Octubre de 2019

Me desperté y miré el reloj. Las diez de la mañana. Este sería nuestro tercer día en Atenas y los dos anteriores los pasamos haciendo turismo por la ciudad y haciéndonos un montón de fotos. Hoy estaba cansada y no me apetecía demasiado salir.

Cuando abrí los ojos, creí que aún estaba dormida y estaba soñando. Toda la habitación estaba llena de ramos de flores. Cada ramo era diferente y en cada uno había una nota. Cogí la nota del ramo que tenía más cerca. Estaba justo a los pies de la cama, un precioso ramo con tres docenas de rosas rojas. Abrí el sobre y leí la nota.

"Un día como hoy nacía alguien muy especial, a quien el destino convirtió en la persona más valiosa de mi vida. Hoy aprovecho para felicitarte tu cumpleaños y decirte lo muchísimo que te quiero. Lena"

-Kara: Lena... - susurré, sin poder contener las lágrimas. Miré a mi alrededor, ella no estaba en el cuarto. Me levanté y me acerqué al siguiente ramo. Era un bonito ramo de girasoles y rosas blancas. Cogí la nota y la leí.

"Hoy celebramos tu cumpleaños. El primero que pasamos juntas, y espero que no sea el último. Espero que te gusten mis regalos. Te quiero. Lena"

Sentí que el corazón se me quería salir del pecho. ¿En serio había preparado todo esto? ¿Pero cómo sabía....? No recuerdo haberle dicho cuándo era mi cumpleaños.

Me acerqué al siguiente ramo. Tulipanes de todos los colores. Cogí la nota.

"No hay regalo que pueda superar mi deuda de amor contigo. Ni en mil cumpleaños te pagaría. Felicidades, cariño. Lena"

Sentí que las piernas me temblaban. Había al menos veinte ramos de flores. Me dirigí hacia la puerta y casi choco con el siguiente. Un ramo de plumerias blancas.

"Hoy es un día especial. Quiero regalarte todo mi amor, mi fidelidad, los años de mi vida, y la mano que te sostendrá para siempre. Te quiero. Lena"

-Kara: ¿Lena? – pregunté, dirigiéndome al salón que había en nuestra habitación. Decidí dejar las notas y los ramos para después. Quería ver a Lena y agradecerle el regalo como era debido. Cuando entré en el salón, volví a sorprenderme. En la mesa, había otro enorme ramo de girasoles y rosas blancas y dos desayunos esperando. Junto a la mesa, pude ver a Lena, vestida con unos vaqueros y una camisa roja de cuadros, medio arremangada. Me miraba, sonriendo.

-Lena: Buenos días, cariño. Feliz cumpleaños... ¿tienes hambre?

-Kara: Sí... - dije, caminando hacia ella. – Lena, esto es... ¿Cómo sabías que hoy era mi cumpleaños?

-Lena: ¿Qué clase de esposa sería si no supiera cuándo es el cumpleaños de mi mujer?- dijo. La miré y ella se rió, mordiéndose el labio - Tu hermana me lo dijo...

-Kara: Esto es increíble, gracias... - dije besándola.

-Lena: Aún no has visto nada.

-Kara: ¿Hay más?

-Lena: Primero desayunemos y luego te enseñaré el resto de tus regalos.

-Kara: ¡¿Regalos?! ¡Lena!

-Lena: Te mereces lo mejor, Kara.

-Kara: Yo no... Celebro mis...

-Lena: A partir de ahora sí. Vamos – dijo, apartando la silla para que me sentara. Luego me besó en el cuello – Espero que te guste el desayuno...

Miré la mesa. Había de todo. Bollos, tostadas, donuts, café, té, cacao...

-Kara: No he terminado de leer tus notas. Son muchos ramos.

-Lena: Diecinueve. Uno por cada año que cumples. Pero ya las leerás esta noche. O mañana.

Me decidí por un zumo de naranja, un poco de leche y tres donuts, dos magdalenas, una tostada y un trozo de tarta de chocolate. Lena sólo se tomó un café y un donut.

Después del desayuno fui a ducharme y a vestirme. Tuve que apañarme y atarme una cuerda en el botón del pantalón, porque ya no me entraba. Tendría que comprar ropa nueva. Otra vez.

-Kara: Tendremos que ir de tiendas. La ropa ya no me vale, otra vez.

-Lena: Te dije que compraras ropa más grande o elástica... - dijo mirándome – Pero está bien, iremos esta tarde.

Hicimos un poco de turismo, y, sobre las dos de la tarde, Lena me llevó al puerto, donde montamos en un enorme barco.

-Kara: ¿Dónde vamos?

-Lena: Sólo daremos una pequeña vuelta por la zona. Pero comeremos aquí, mientras vemos delfines.

-Kara: ¿En serio?

-Lena: Sí.

La comida en el barco fue increíble. La mesa estaba en la cubierta. El fondo del barco y los laterales, eran completamente transparente, así que podíamos verlo todo. El fondo marino, los peces... Y un grupo de delfines que vinieron a saludar y a jugar saltando al lado del barco. Al parecer, el barco tenía capacidad para unas doce parejas, pero Lena lo alquiló sólo para nosotras dos. Tuvimos que volver antes de tiempo, porque el movimiento del barco empezaba a marearme.

Después de eso, volvimos a la ciudad y fuimos a comprar ropa nueva a varias tiendas. Aproveché para salir de una de ellas vestida con algo más cómodo. Lo llevamos todo al hotel y luego dimos otro pequeño paseo. Subimos a la acrópolis y vimos el Partenón. Cuando anocheció, la gente empezó a marcharse, pero Lena me pidió que nos quedásemos un rato por la zona haciendo algunas fotos, porque le gustaba la vista de la ciudad iluminada desde allí.

Estaba algo cansada, pero accedí.

-Kara: ¿Has terminado de hacer fotos?

-Lena: Sí, ¿estás cansada?

-Kara: Un poco. ¿Podemos volver al hotel?

-Lena: Primero vamos a cenar.

-Kara: ¿Podemos pedir un taxi hasta el restaurante?

-Lena: No hará falta – dijo, cogiendo mi mano y llevándome de nuevo hacia el Partenón. Delante de él, había una mesa iluminada con velas y un pequeño camino, también de velas que nos llevaba hacia ella.

-Kara: Lena...

-Lena: Normalmente no dejan hacer esto, pero...

-Kara: ¿Cuándo has preparado todas estas cosas?

-Lena: Sólo tuve que hacer algunas llamadas en los ratos que dormías estos últimos días. ¿Te gusta?

-Kara: Es increíble, amor...

Tras la cena, volvimos al hotel en taxi. Estaba realmente agotada. Sólo quería darme una ducha o un baño relajante y dormir hasta el día siguiente. Cuando entramos en la habitación, dejé mi bolso sobre la cama y Lena se acercó por detrás, besándome en el cuello. Me hizo girarme y me quitó la camiseta que llevaba.

-Lena: Debes estar agotada.

-Kara: Un poco... - dije, dejando que terminara de desnudarme.

-Lena: Entonces lo mejor será que te des un baño caliente y te vayas a dormir.

-Kara: Sí... - dije, cuando mis braguitas caían al suelo después de que Lena se agachara para quitármelas y besara mi vientre. Luego se incorporó y me miró fijamente a los ojos.

-Lena: ¿Te importa si nos bañamos juntas? – dijo, quitándose la camiseta y los vaqueros. Luego se quitó la ropa interior, dejando ver sus pezones y su miembro erectos.

-Kara: Joder...

-Lena: Sólo un baño, tranquila. – dijo, cogiendo mi mano y tirando de mí hacia el baño. Además de la ducha, había una enorme bañera que alguien ya había llenado con agua caliente y un montón de pétalos de rosas.

Lena me ayudó a entrar y luego se metió ella, sentándose y apoyándose sobre la bañera. Luego hizo que yo me sentara y me apoyara sobre ella. Me rodeó con sus brazos, apartándome el pelo de la cara.

Nos quedamos unos minutos en silencio, hasta que no pude más y empecé a llorar.

-Lena: ¿Kara? – preguntó, preocupada – Cariño, ¿qué pasa?

-Kara: Yo... Lo siento, Lena. Todo esto ha sido increíble, pero... No me gusta celebrar mi cumpleaños. Ese día murieron mis padres y...

-Lena: Tranquila... - dijo, cogiendo mis manos y apretándolas con fuerza – Kara, cariño, estoy segura de que tus padres querrían que fueras feliz y celebraras cada cumpleaños con tu familia. Con Alex, Nia, Winn, Eliza... Y conmigo y los bebés cuando nazcan. – Dijo. Volvimos a quedarnos en silencio hasta que el agua se quedó fría y yo empezaba a quedarme dormida. – Te estás durmiendo, cielo. Venga, vamos a la cama.

Lena salió, envolviéndose en el albornoz y luego me ayudó a salir a mí. Nos secamos y fuimos a la cama. Una vez allí, me tumbé y Lena se sentó a mi lado, empezando a darme un suave masaje en los pies y luego en las piernas.

-Kara: Gracias, amor... - dije, casi dormida.

-Lena: De nada. Descansa...- dijo besándome y tumbándose a mi lado, rodeándome con su brazo y dejando su mano sobre mi vientre, como hacía siempre.

LENA

20 de Octubre de 2019

Habían pasado dos semanas desde el cumpleaños de Kara. Me gustó verla disfrutar de ese día, aunque al día siguiente estaba un poco baja de ánimos. Eso sí, leyó todas y cada una de las notas que le dejé.

Llevábamos viajando por toda Grecia durante esas dos semanas. Había planeado un crucero por las islas, pero al parecer, el estómago de Kara no estaba muy por la labor, así que tuvimos que cambiar de planes y hacer un viaje en coche.

Kara ya estaba de diecisiete semanas y su vientre crecía muy rápido. Ella, poco a poco, parecía irlo aceptando. Incluso la vi detenerse un par de veces en el escaparate de una tienda de bebés para mirar la ropita. Aunque a veces el dolor de espalda, no le dejaba disfrutar del todo de nuestro viaje.

Durante ese tiempo, habíamos seguido hablando con Alex y Sam, que nos mantenían informadas de cómo iba el tema del juicio contra Maxwell y Mike. Alex me dijo que tenía que hablar conmigo cuando volviéramos. Al parecer, Maxwell y Mike iban a salir bajo fianza. Decidimos no decirle nada a Kara, al menos hasta que volviéramos.

-Lena: ¿Ya lo tienes todo? – pregunté, abrazando a Kara por detrás.

-Kara: Sí... ¿De verdad tenemos que irnos?

-Lena: Va siendo hora de volver a casa, cariño. Además, tenemos que empezar a comprar cosas para los bebés.

-Kara: Aún podemos esperar un poco.

-Lena: Kara...

-Kara: No quiero llegar y empezar a comprar cosas. Aún hay tiempo.

-Lena: Está bien... - dije, cogiendo las maletas - ¿Seguro que no nos dejamos nada?

-Kara: Voy a mirar, pero creo que no...

La miré en silencio. Kara se movía con lentitud, como si quisiera retrasar el momento de volver. Me acerqué a ella y acaricié su mejilla, mirándola a los ojos.

-Lena: Sé que tienes miedo. Pero debemos volver, Kara.

-Kara: ¿Tanto se me nota?

-Lena: Yo lo noto. – dije. No me gustaba verla así, asustada. – No dejaré que os pase nada, nunca, de verdad.

-Kara: Lo sé, pero...

-Lena: Ven... - dije abrazándola, notando cómo se relajaba un poco.

Dos horas después, estábamos en el avión que nos llevaría de vuelta a casa.

Kara miraba por la ventanilla, en silencio. Cogí su mano y la sonreí. Quería que entendiera que siempre estaría ahí para ella. Kara me sonrió y apoyó su cabeza entre mi cuello y mi hombro, suspirando.

Cuando llegamos a National City, eran las nueve de la mañana. Alex y Sam estaban allí esperándonos.

-Alex: ¡Kara! – dijo corriendo a abrazarla – Joder, estás enorme... - dijo, saludándome luego a mí - ¿Qué tal el viaje?

-Lena: Kara ha dormido casi todo el rato.

-Kara: ¿Y Sam?

-Alex: Ha ido un momento al baño. Mira, por ahí viene.

Saludamos a Sam y Alex cogió las maletas de Kara. Metimos todas en el coche y salimos hacia mi apartamento. Aunque antes, paramos a desayunar, Kara y yo nos moríamos de hambre. Cuando llegamos, Kara miró a su alrededor.

-Kara: Ahora sí estamos en casa.- dijo, sonriéndome.

Cuando la escuché decir eso, sentí que le corazón se me saldría del pecho. Kara no consideraba National City como su casa, si no mi apartamento. Nuestro apartamento, a partir de hoy.

-Lena: Sí, lo estamos...

-Alex: ¿Dónde dejamos las maletas?

-Lena: Ahí mismo – dije señalando una esquina.

-Sam: ¿Queréis ir a comer a algún sitio? Podemos venir a buscaros. No tendréis nada en la nevera.

-Kara: La verdad es que hoy querría quedarme aquí. Estoy muy cansada y... - dijo – Pero podemos pedir algo de comida y comer todas juntas aquí.

-Lena: A mí me parece bien.

-Alex: Perfecto.

-Kara: Voy a darme una ducha... - dijo besándome y caminando hacia el baño.

-Lena: Ten cuidado al entrar, ¿necesitas ayuda?

-Kara: No, tranquila.

-Lena: Bien... - dije, mirando a Alex y a Sam - ¿Hay alguna novedad sobre Maxwell y Mike? – pregunté cuando supe que Kara ya no podía oírnos.

-Sam: Están fuera.

-Lena: Mierda... ¿Se puede saber cuándo piensan celebrar ese maldito juicio y encerrarlos? Tienen pruebas más que suficientes, ¿no?

-Sam: Sí, pero... Han tenido que retrasarlo para unas comprobaciones de última hora.

-Lena: ¿Comprobaciones de qué?

-Alex: Están volviendo a analizar las muestras de semen que encontraron en Kara.

-Lena: ¿Qué tienen que analizar? Son de esos desgraciados.

-Sam: Sí, pero al parecer hay algo que no cuadra.

-Lena: ¿Qué no cuadra?

-Sam: Creo que Alex puede explicarte mejor eso.

-Alex: Bueno, al parecer no hay ninguna coincidencia entre el ADN de Maxwell y el de Mike.

-Lena: ¿Y eso qué tiene que ver?

-Alex: Si son padre e hijo, debería de haberlas. Y no las hay, Lena.

-Lena: Sí, eso lo sé, ¿pero qué importancia tiene eso con lo que le hicieron a Kara? ¿Qué más da lo que sean: Padre e hijo, tío y sobrino, completos desconocidos...? ¡Eso da igual, Alex, lo que importa es que la violaron y que esas pruebas confirmen que fueron ellos.

-Sam: Sí, pero...

-Alex: Cuando Sam me lo dijo, se me ocurrió que a lo mejor Mike no sabe que Maxwell es su padre.

-Lena: ¿Y?

-Alex: ¿Y si pudiéramos usar eso en nuestro favor, de algún modo? ¿Y si pudiéramos hacer hablar a Mike?

-Lena: ¿Qué te hace pensar eso?

-Alex: Bueno, amenazó a Kara con hacernos lo mismo o algo peor a mi madre y a mí si ella hablaba. Tal vez tenga amenazado también a Mike.

-Lena: Podría ser... - dije. - Pero...

-Sam: Por el momento, será mejor no decirle nada a Kara. Por cierto, Lena, si quieres aparecer como la esposa de Kara, tendrás que llevar los papeles al registro y formalizar el matrimonio aquí.

-Lena: Lo sé, lo haré mañana mismo.

-Kara: Ya estoy lista... - dijo, saliendo de la ducha casi media hora después.

Aún era pronto, así que yo también me di una ducha y luego deshicimos las maletas con ayuda de Alex y Sam. Les dimos unos regalos que les habíamos comprado y empezamos a enseñarles las fotos de la luna de miel. Después, pedimos la comida y comimos las cuatro juntas.

Kara parecía relajada y tranquila cuando tenía cerca a su hermana, y eso me gustaba. Al parecer, se sentía segura con Alex. Esperaba que algún día llegara a sentirse igual de segura conmigo. Porque, aunque iba progresando, y no había dejado en ningún momento sus sesiones con el doctor Kent, Kara aún tenía miedo. Aún se estremecía algunas veces cuando la tocaba, aún tenía alguna pesadilla, aunque no eran tan fuertes como al principio. Aún ponía la excusa de que se le había metido jabón en los ojos cuando salía con ellos rojos de la ducha. Pero estaba mejor. No había duda de eso.

Después de la comida, Alex y Sam se fueron, y Kara y yo nos tumbamos un rato en la cama. Nos levantamos para cenar, y volvimos a acostarnos. Estábamos agotadas.

KARA

21 de Octubre de 2019

Nos levantamos temprano y fuimos al registro a llevar todo lo necesario para formalizar el matrimonio en Estados Unidos.

Lena se encargó de todo. Se le daban bien este tipo de cosas, debido al tiempo que pasaba con su padre aprendiendo a dirigir sus empresas. Cuando terminamos, entramos en el coche y miré a Lena.

-Lena: ¿Dónde quieres ir?

-Kara: Yo te iré indicando.

-Lena: De acuerdo... - dijo arrancando y siguiendo mis indicaciones. Hicimos una parada antes de llegar a nuestro destino y dejé lo que había comprado en la parte de atrás del coche – Kara, cariño, esto es el cementerio – dijo, cuando le pedí que se detuviera.

-Kara: Sí... - dije saliendo. Abrí la puerta del conductor y tendí mi mano hacia Lena, que la cogió y salió del coche.

-Lena: ¿Qué hacemos aquí?

-Kara: ahora verás... - dije, sacando del coche lo que había comprado antes. Empezamos a caminar.

-Lena: Kara.... – dijo, cuando llevábamos cinco minutos caminando.

-Kara: Ya estamos llegando – dije, deteniéndome delante de una de las tumbas y dejando la bolsa con lo que había comprado al lado. Cogí la mano de Lena con fuerza y la miré. – Sé que suena ridículo, pero quiero presentarte a mis padres, Lena. Mis padres biológicos. Marcus y Alura Zor-el

-Lena: Kara... - dijo mirándome. Miró las fotografías que había plastificadas y pegadas sobre la tumba – Te pareces a tu madre... Pero tienes los ojos de tu padre.

-Kara: Eso decía Eliza...

-Lena: ¿Por qué están enterrados aquí?

-Kara: Vivíamos aquí... En National City.

-Lena: Pero... Tu hermana y tú os mudasteis desde Midvale, ¿no? Creí que eras de allí.

-Kara: No. Vivía aquí. Ese día estábamos en Midvale. Entonces, tuvimos el accidente. Yo tuve que quedarme en un hospital de allí por mis heridas y las operaciones a las que debía someterme... Y allí me encontraron los Danvers - dije, tocando la cicatriz de mi pecho – Pero a ellos los trajeron aquí. Eliza y Jeremiah me traían de vez en cuando a visitarlos.

-Lena: Kara, cariño...

-Kara: Esa foto... Sólo es una fotocopia. –Dije, sacando la original de mi cartera y entregándosela a Lena. Estaba arrugada, descolorida. En ella salíamos los tres – Es todo lo que me queda de ellos...

-Lena: ¿Eres tú?

-Kara: Con tres años. La hicimos una semana antes del accidente.

-Lena: Eras una niña preciosa... - me miró – Y lo sigues siendo. ¿Qué son estas manchas?

-Kara: Sangre. – dije cogiéndola y guardándola de nuevo. Luego, me volví de nuevo hacia la tumba y me agaché como pude, acariciándola – Esto puede parecerte más ridículo aún – dije, sin mirar a Lena.

-Lena: ¿El qué?

-Kara: Hola... - Empecé a decir – Siento haber tardado en venir. No estaba en la ciudad. ¿Sabéis qué? Quiero que conozcáis a alguien... Se llama Lena. Es mi esposa. Sí, habéis oído bien. Me he casado con ella... - dije mirándola y Lena se agachó a mi lado, cogiendo mi mano – Es maravillosa. Es lo mejor que me ha pasado nunca. No sé qué haría sin ella. Por cierto, vais a ser abuelos. Y por partida doble. – Empecé a llorar – Os habría gustado conocerla, Lena os habría encantado, lo sé. Es buena, inteligente, y se preocupa por mí y los bebés. Ya no podría vivir sin ella. Ni si quiera dos segundos.

-Lena: Kara, cariño... - dijo, preocupada.

Cogí la bolsa que había dejado antes y de ella saqué una rosa blanca y un girasol, retirando las flores secas que había y poniéndolas en su lugar.

-Kara: Según Alex, somos Lena y yo. –dije, llorando cada vez más.

-Lena: Kara... - dijo levantándose y ayudándome a incorporarme, abrazándome.

-Kara: Es ridículo, ¿verdad?

-Lena: No, no lo es. Es precioso... - dijo, acariciando la tumba – Gracias por traer a Kara a este mundo. Les prometo que la cuidaré hasta mi último aliento. A ella y a nuestros hijos. Les hablaremos de ustedes.

-Kara: No les trates de usted, lo odiaban... - dije, riéndome.

-Lena: Perdón, no quería ofenderos. Les hablaremos de vosotros entonces. – dijo sonriéndome y poniendo su mano sobre mi mejilla – Gracias por compartir esto conmigo.

-Kara: Hay muchas cosas que debemos contarnos la una de la otra.

-Lena: Nunca te he visto mirar esa foto.

-Kara: No suelo sacarla, tengo miedo de perderla. Normalmente la tengo en mi cuarto, pero cuando vinimos, quise traerla conmigo.

-Lena: Es una pena que sólo conserves esa fotografía de ellos.

-Kara: Conservo algunos recuerdos, aunque no demasiados. Han ido desapareciendo con el tiempo. - Lena me abrazó y yo suspiré - ¿Vamos a comer? Me muero de hambre.

-Lena: Claro.

Fuimos a comer y, cuando Lena fue a pagar, algo se cayó de su cartera. Lo recogí y lo miré. Era su carnet de conducir.

-Kara: ¿Cómo lo haces para salir siempre bien en las fotos?

-Lena: La cámara me adora... - dijo riéndose y tratando de cogerlo.

-Kara: Será eso... - dije, mirándolo de nuevo- Eh, espera... ¿Esto es cierto?

-Lena: ¿El qué?

-Kara: ¿Tu cumpleaños es dentro de tres días?

-Lena: Sí.

-Kara: ¡¿Por qué no me lo dijiste?! Soy tu esposa, se supone que debería saber esas cosas, ¿no?

-Lena: Kara, cariño. Ahora mismo tienes demasiadas cosas de las que preocuparte. Demasiado en lo que pensar, no quería cargarte con más.

-Kara: ¡Pero es tu cumpleaños! Es... Vale que no puedo prepararte algo tan impresionante como lo que tú hiciste para mí, pero me gustaría regalarte algo.

-Lena: No necesito nada.

-Kara: Pero quiero hacerlo.

-Lena: Cariño, ya vas a darme el mejor regalo de todos. Dos preciosos bebés.

-Kara: Eso no cuenta.

-Lena: Para mí sí.

-Kara: Pues para mí no. Quiero regalarte algo.

-Lena: Está bien.

El resto del día lo pasamos paseando, llamando a Winn y Nia para decirles que habíamos vuelto, y comprando algo de comida, aunque no mucha. Luego volvimos a casa, vimos una película y nos fuimos a dormir

22 de Octubre de 2019

Me desperté y noté que Lena no estaba en la cama. Miré el reloj. Las diez de la mañana. Me levanté y fui a la cocina, donde vi un poco de leche y una tostada. Al lado, había una nota de Lena diciendo que había salido a comprar unas cosas y a llevar unos papeles que faltaban al registro. Desayuné y volví al cuarto. Cogí mi móvil y marqué el número de Alex.

-Alex: ¡Kara!

-Kara: ¿Te he pillado en clase?

-Alex: La verdad, no. Hoy no tenía ganas de ir.

-Kara: ¿Ocurre algo?

-Alex: No, nada... ¿Va todo bien?

-Kara: Sí... - dije – Oye, ¿sabes si Eliza tiene pensado ir a Midvale esta semana?

-Alex: No, no creo, ¿por qué?

-Kara: Pasado mañana es el cumpleaños de Lena y quería llevarla a que conociera el lugar.

-Alex: Es una buena idea. ¿Tienes las llaves?

-Kara: Sí.

-Alex: Le diré a la cuidadora que irás esta semana para que os deje algo de comida en la casa.

-Kara: Genial...

-Alex: Kara, ¿seguro que está todo bien?

-Kara: Ayer fui con Lena al cementerio.

-Alex: ¿A la tumba de tus padres? Mierda, lo olvidé. Siempre ibas en tu cumpleaños. Haberme llamado, habría ido con vosotras.

-Kara: No importa. Estuvo... bien. Supongo. Lena habló con ellos.

-Alex: Oh, no, le has contagiado tu locura... Pobres bebés, dos madres locas que hablan con piedras.

-Kara: ¡Alex!

-Alex: Es broma. Sabes que siempre me ha parecido adorable que hagas eso. Además, a mí también me lo pegaste y siempre hablo con mi padre cuando voy por allí.

-Kara: Lo sé. He ido contigo... - dije riéndome – Seguramente le haga una visita.

-Alex: Bien... Salúdale de mi parte.

-Kara: Haré mucho más que eso. Le llevaré flores. ¿Las de siempre?

-Alex: Sí.

-Kara: Bien... Te llamo luego.


Continue Reading

You'll Also Like

58.6K 4.8K 38
Nadie es lo que parece. Dicen que la primera impresión es lo que cuenta pero ¿Esa es la verdadera persona? ¿Las personas muestran lo que son en la pr...
1.9K 181 21
Clarke estuvo enamorada de Lexa desde siempre, en cambio la castaña nunca se ató a nadie. Al terminar su relación Lexa decidió empezar su vida, pero...
128K 10.8K 20
La protegería con su vida y la veneraría con su cuerpo.... Cuando Kara Danvers fue contratada como guardaespaldas de la rica heredera Lena Luthor, su...
120K 14.4K 30
Empecemos una vez más... Mi nombre es Johanna Osborn, fui mordida por una araña radioactiva creada en Industrias OSCORP; y he sido SpiderWoman por es...