Hablaron toda la noche en Ecomoda hasta quedarse dormidos juntos en el sillón de presidencia, quien primero se durmió fue Betty, Armando soporto un poco más solo para verla dormir, recordó esa noche en el Hotel Fontana, donde por primera vez la hizo suya, donde conoció el amor, sonreía al verla, era la primera vez que en mucho tiempo que recordar no dolía. Armando despertó primero, se aterro al ver que ya había amanecido y había movimiento en Ecomoda, menos mal la noche anterior había tomado la precaución de cerrar bajo llave.
Ar. Betty! Betty! Despierte, ya amaneció... - sonreía seguía igual de dormilona -
Be. Otro ratico más porfa... y se volvió a acurrucar a su lado, de estar en otro lugar no la habría levantado pero Mario podría llegar en cualquier momento y no quería que los encontrará juntos, aún no.
Ar. Betty!! Estamos en Ecomoda, levántese, ya todos llegaron!
Betty se levantó de golpe, por un momento había olvidado donde se encontraba y la noche tan mágica que había pasado con Armando.
Be. Dios!! Doctor y ahora como salgo? Las del cuartel se van a dar cuenta que traigo la misma ropa de ayer. Betty estaba espantada.
Ar. Si quieres le traigo ropa de la sala venta, así nos ahorramos unas cuantas explicaciones, pero tendría que ir por ellas, mientras no puedes salir.
Be. Y Ud. Don Armando? También trae la misma ropa...
Ar. Yo soy lo de menos, puedo decir que me quede trabajando e irme ahora... más bien ya regreso, no le abra a nadie listo? Voy a salir por sala de juntas para que no me vean, ya vuelvo!...
Betty cerro todas las puertas al salir Armando, le parecía demasiado lindo ser tan considerado con ella, ahora pensaba en como volver a la realidad, ya sabía cómo era pasar una noche al lado de Armando Mendoza soltero, sin nervios, en esta caso la infiel había sido ella, pero además del beso, que beeeeso!! (Sonreía al punto de la risa) no había sucedido nada más, eran dos almas reencontrándose, aunque no se tocaron, era lo mejor que le había pasado en años, estaba realmente feliz.
Armando llego al ascensor donde todas las del cuartel ya se habían percatado de que repetía atuendo, al ver sus miradas con falsa molestia dijo...
Ar. Se le perdió algo Sandra?
San. No Doctor, quería saber cómo había amanecido?
Ar. Amanecí con los brazos en su lugar, con la cabeza en su lugar, amanecí perfecto no cree?
San. Sí señor, me alegro mucho. Dijo Sandra con cara de tragedia.
Armando entro al ascensor, reía por lo bajo, se fue a la sala de ventas y tomo un vestido en tono lila y una gabardina negra, al ir camino al ascensor con la bolsa para Betty se encontró a Mario, esto lo altero, realmente se puso nervioso, segundos después entro Jenny, ambos tenían el cabello mojado, esto llamo la atención de Armando quien ya imaginaba lo que sucedió la noche anterior, quiso molestarse pero no pudo, por el contrario sentía alivio.
Ar. Calderón y Ud. de dónde viene? Dijo alzando la ceja y con una sonrisa cínica.
MC. de caza amigo mío, de caza... Jenny sonreía de lejos muy atenta a lo que los hombres hablaban.
Ar. En serio Mario? Con la pupuchurra? Miro incrédulo
MC. Amigo ambos tenemos necesidades, y porque no satisfacerlas, si quiere le pido que le presente una de sus amiguitas.... Jajajaja...
Armando no podía creer el descaro de Mario el calor lo sentía en la cara tenía ganas de matarlo, como podía hacerle eso a Betty, le podía más la indignación que la satisfacción de saber que en sus manos estaba la prueba para que esa relación sin sentido se acabará.
Ar. Mario Ud. Nunca ha querido decírmelo, y yo le respeto eso, pero por qué no respeta a Beatriz?
Mario quedo helado, definitivamente nada se le escapaba a Armando, el ascensor abrió, Mario le hizo señas a Jenny pero que esperará el próximo viaje.
MC. Siento que las cosas se han enfriado entre los dos, es todo, yo la quiero Armando, pero ella nunca me querrá lo suficiente a mí, bueno sabes a lo que me refiero.
Ar. Entonces por qué no la dejas? No cometas el mismo error que yo... dijo cabizbajo
MC. Porque después de tener una mujer como Betty, no es fácil hacerte a la idea de dejarla ir... (Dímelo a mí, pensó Armando), mira nunca te lo dije por mal, solo quería llevarme mejor contigo, estoy dolido con ella, por algo que hizo, ella no es consciente de eso, pero es lo que me ha alejado de ella.
Ar. Puedo saber qué es? Dijo fingiendo desinterés
MC: Si, quizás te ayude más a ti, que a mí, haces dos meses la fui a visitar a Cartagena, estaba muy contenta, bueno eso era lo que ella me mostraba, no sé qué tan cierto era, en fin... fuimos a tomar con Michel...
Ar. Michel Donel? El Francés? Ahora Ud. es amigo del Francés?!! Calderón que traición! Dijo indignado, el ascensor se abrió, Armando miro hacía presidencia, sabía que Betty lo esperaba, pero necesitaba oír a Mario.
MC. Armando no sea intenso, déjeme hablar... el tipo es un buen hombre y muy amigo de Betty, entre ellos no existe más que una amistad.
La idea seguía sin gustarle a Armando, pues Michel le había quitado a Betty ya una vez, jamás sería de su agrado.
MC. Ven pasemos a mi oficina... - Ambos se sentaron – en fin tomamos mucho esa noche, Betty no podía sostenerse y decidí llevarla a su apartamento, y bueno empezamos a besarnos – armando apretó la mandíbula – y en medio de los besos me dijo "Te Amo" yo me emocione, era la primera vez que usamos esa palabra, así que le dije "Yo te amo más" y ella me respondió "No yo lo amo más Don Armando", eso me partió el corazón, pero no fui capaz de contarle, pensé que algún momento lo nuestro funcionaría pero algo en mí cambio, no sentía la misma devoción por Betty... Mario tenía los ojos cristalizados, Armando no decía nada, realmente estaba emocionado, pero no era capaz de hablar, no delante de Mario.
Ar. Lo siento hermano, de verdad...
MC. No es su culpa, es la mía, yo jamás debí pensar en Betty de otra manera, yo era consciente de como ella lo idolatraba a Ud., si no en un principio hubiese sido yo y no tú.
Armando tenía la necesidad de correr e ir por Betty, amarla y decirle que prácticamente Mario les había dado luz verde, pero no sabría cómo tomaría ella el engaño, eso era lo único que por el momento le preocupaba.
Ar. Lo único que realmente puedo decirte, es que ella te quiere, si no, no estaría contigo...ella no es capaz de jugar con alguien así, quizás te quiere pero no como tu esperabas que lo hiciera.
MC. Pues si... igual voy a ir a Cartagena a arreglar las cosas con ella, más bien a terminar las cosas bien...
Hablaron un rato más pero decidieron cambiar el tema, ya les resultaba muy incómodo hablar de la mujer que tenían en común, esa mujer que les había cambiado el alma, que los había obligado a ser mejor, ambos la amaban pero en la intensidad radicaba la diferencia de ese amor. Armando camino hacía su oficina feliz, sonriente, todo estaba tomando su curso, toco sutilmente la puerta, Betty abrió.
Be. Ay doctor!! Gracias a Dios pensé que me iba a quedar todo el día aquí encerrada, que paso? Se complicó? Alguien se dio cuenta?
Ar. No Betty, me encontré con Mario y me pidió hablar unos asuntos del Fashion Group, si quiere pasa por la sala de juntas para que hable con él.
Betty se incomodó.
Be. Ya no sé si pueda verlo a los ojos Doctor, no después de esta noche.
Ar. No sé, pero yo tengo la corazonada, que le conviene hablar con él hoy, aclarar sus sentimientos, ver qué rumbo decide tomar, nuevamente el rumbo que quiera, él que Ud. Decida también definirá el mío.
Be. Doctor no diga eso, es demasiada responsabilidad en mis manos, dijo frunciendo el ceño.
Ar. No se preocupe ahora de eso Beatriz, cámbiese yo al espero aquí, si?
Betty entro a la que había sido su cueva y empezó a cambiarse, la noche que había pasado con Armando le había parecido un sueño, jamás pensó que tendría ese espacio nuevamente con él, fue tan dulce y tierno, su cercanía le seguía acelerando el corazón, ese hombre aún la podía a ella, a pesar de los años él no salía de su corazón.
Betty vio el contenido de la bolsa le sorprendió, era su gusto, definitivamente este hombre la conocía bien, se maquillo un poco y salió. Se sentía algo cohibida.
Ar. Te ves hermosa, ven... quiero abrazarte. Dijo extendiendo sus brazos, la miraba sonriente, la miraba enamorado.
Betty camino como si de una orden se tratará y lo abrazo muy fuerte, los brazos de Armando siempre eran el lugar más cómodo donde había estado, cálido, acogedor, suyo... estaban a la altura correcta, ella podía oír su corazón, Armando estaba hecho a su medida. Así se quedaron un rato más hasta que tocaron a la puerta.
Al. Armando estas ahí? Hola?
Armando miro a Betty su cara era de enojo, de celos, la de él de terror...
Ar. Voy Alejandra dame un momento! – Betty escóndete en tu oficina apenas pueda te abro si?
Be. Si. Lo miro molesta, esa idea ya él se la había propuesto tiempo atrás y gracias a él paso a una noche infernal, no recordó haberla dejado encerrada.
Él le dio una mirada de disculpa y cerró la puerta, nuevamente le tocaba ver o más bien oír la vida detrás de esa puerta.
Armando abre la puerta, Alejandra pasa y se siente en el sillón de Armando.
Al. Que pasó Armando, por qué demoraste tanto en abrir? Dijo disgustada
Ar. Estaba en el baño Aleja, cuéntame que pasó?
Al. Mmmmm... seguro que si reviso no encuentro una modelo? Miraba alrededor, vio indicios que dos personas habían pasado la noche allí.
Ar. Alejandra será que me dices a que viniste? Le estaba cansado su actitud.
Al. Tranquilo, solo era una pregunta, él que nada debe nada teme, cierto?
Ar. Cierto... eso era lo que me querías decir?
Al. No, toma... dijo levantándose - le entrego unos papeles de mala gana – el informe que me pediste ayer.
Ar. Gracias. Dijo sin quitarle la mirada de encima (marcela dos) pensó.
Al. Quiero decirte, que van a mandar a otro funcionario a cubrir mis labores en Ecomoda, me voy... sé que es un descanso para ti, un alivio, cierto?
Ar. Si quieres pensar así es problema tuyo Aleja. Armando se estaba desesperando. No entendía que tanto quería esa mujer.
Cuando Alejandra le va a responder a Armando, entra Mario preocupado y casi al borde del llanto.
MC. Armando has visto a Betty???!!! Me acaban de llamar sus papás salió ayer para acá y no ha regresado, las del cuartel me dijeron que me estaba buscando ayer, pero que ella se quedó a esperarme, hermano! Estoy preocupado, si le paso algo me muero... que tal que me vio salir con Jenny!??
Betty escuchaba la angustia de Mario, sintió deseos de salir, quería abrazarlo, calmarlo, decirle que estaba bien pero no podía la situación se daría para malas interpretaciones y Alejandra sospechaba algo. Pero por qué me preocuparía por Jenny, pensó... Mario y Jenny? Betty estaba en shock. Armando estaba desesperado por callar a Mario, Betty escucharía todo.
Ar. Cálmate Mario, seguro estaba bien, ella tiene alguna amiga a quien puedas preguntarle donde esta?
MC. Esta Ana, es su mejor amiga, pero vive en Cartagena, ella debe saber de Betty, ya regreso la voy a llamar.
Alejandra estaba incomoda con la situación, así que decide irse con Mario.
Al. Mario tranquilo, pronto aparecerá, ya veras, ven vamos yo te ayudo a buscarla.
Alejandra veía Armando estaba calmado, para como ella sabía que amaba a Betty, tenía demasiada calma, pero por el momento se enfocaría en Mario.
Betty sale al no sentir más ruido y solo los pasos desesperados de Armando que está caminando de un lado a otro, al verla salir la mira con real desesperación, estaban a punto de ser descubiertos.
Be. Lo siento me olvide por completo avisarle a mis papás y ahora que hacemos? Seguro pensaron que estaba con Mario, no sé qué decir...
Ar. Algo se nos tiene que ocurrir... estaba más desesperado por Mario que por Betty, no quería que este susto arruinara su decisión de terminar con ella.
Be. Voy a llamar a Ana antes que Mario, ella debió haber llegado a Bogotá, dame un momento. Betty marca el número de Ana casi temblado, estaba frenética, la iban a descubrir.
An. Betty!!! como estas? Estoy comiendo con Martina, justo te llamaba para que me des la dirección de tu casa en Palermo, he quedo en almorzar...
Be. Ana!! Escúchame bien, Mario te va a llamar preguntándote por mí, dile que llegaste ayer a Bogotá, debes decirle que como llegue a Ecomoda y no lo vi me encontré contigo y Martina, y bebiendo y se nos hizo tarde razón porque la que me quede a dormir allá, dile que ya debo estar llegando a Ecomoda, que debe hacerse el sorprendido, si?
An. Pero que ha pasado? Donde estas metida?
Be. Después te explico, ya debe estar llamándote!! Cuento contigo Ana!
An. Nada de eso! Me explicas ya!!
Be. No Ana!! En serio después, tengo que llamar a mis papás, sabes como son y la que me debe estar esperando!!
Toda la situación le parecía de lo más chistosa a Armando, quien se sentía de nuevo bachiller, ver a Betty más desesperada por sus papás que por el mismo Mario era de lo lindo, siempre seguiría siendo su niña. Betty colgó y lo miraba, tenía una cara de angustia, Armando le sonrió y eso fue suficiente para borrarla su cara, él la reiniciaba.
Be. Creo que ya tenemos casi todo cubierto, ahora falta ver como salgo para volver a entrar... después de solucionar lo de Mario me puedo encargar de mis papás, lo más duro para lo último jojojo
Armando se acercó a ella y con las dos manos la tomo de la cara, le planto el beso más dulce que nunca había dado, la volvió a mirar a los ojos y de nuevo la abrazo, no quería dejarla ir, el lugar de Betty era a su lado, no había tenido suficiente de ella.
Ar. Creo que ya debes irte, nos vemos luego, cierto?
Be. No creo, estaré con Mario, además tengo que hablar con mis papás.
Ar. Si, lo sé – dijo resignado – al menos te veré por los pasillos, espero me saludes, quiero tener cerca incluso si toca así.
Be. Doctor no creo, es mejor evitar cualquier contacto...
Ar. Betty por favor, ambos lo queremos, puede hacerlo, por favor...
Be. Está bien. Betty le dio un fuerte abrazo y salió por la sala de juntas, llego a producción y nuevamente a recepción, antes de salir se cercioro que Aura María no estuviese en su puesto y como siempre así fue.
Mario acababa de colgar con Ana, llamo a Don Hermes quien le dijo que iría a ver a Betty y hablar con él, pero lo que realmente quería era ver con sus propios ojos que su hija estaba, verla le daría más tranquilidad.
Al. Bueno Mario, gracias a Dios apareció.
MC. Si Alejandra, pensé de todo, amo a esa mujer demasiado... sentí que se me caía el mundo, es raro que se desaparezca así, al menos le avisa a sus papás, gracias por acompañarme, le voy a avisar a Armando para que se tranquilice.
Armando tenía dos dedos en su boca, quería recordar su tacto, que noche mágica había pasado, tendrían que tener más cuidado, no quería dañarla.
MC. Armando! Ya apareció – suspiro – pensé que mi karma me la había cobrado, Dios sentí que se me vino el mundo encima, creo que dejaré las cosas con Jenny así.
Ar. Como así? Piensas seguir con Beatriz? Armando despertó abrupto ante las palabras de Mario.
MC. Eso aún no lo sé, ahora solo quiero verla, quiero ver que este bien. – Armando se empezaba a cabrear –
Ar. Mario pero tu dijiste que estaban mal?, no entiendo...
MC. pues como tú mismo lo dijiste, quizás si me ama, si no como vendría a Bogotá a darme esta sorpresa.
Armando veía todo rojo, definitivamente Mario no tenía palabra, debía dejar a Betty, él no la ama, ya se había rendido, a que rayos juega!!
Mariana. Doctor!! Llego Betty lo está esperando. – Mario salió corriendo, dejando a Armando con la palabra en la boca – Armando quería gritar, empezó a golpear el escritorio, luego de unos segundos respiro, conto hasta diez mil y camino detrás de Mario.
MC. Hermosa! – corrió hacía a ella, le dio un abrazo y la cargo mientras la llenaba de besos – todos en Ecomoda quedaron sorprendidos por la nueva pareja, se suponía que Mario y Jenny andaban, Betty debía enterarse pronto. Betty al ver la emoción de Mario no pudo evitar sonreír, Mario era muy dulce, pero pronto recordó lo que escucho, Mario y Jenny, ahora no era el momento, pero lo pagaría.
Armando iba caminando cuando llegó encontró la escena, veía todo rojo, quería reventar todo por lo aires, odiaba a Mario, odiaba su falta de palabra, su falta de fidelidad, no merece a Betty no la Merece!
Todos guardaron silencio, Mario bajo a Betty, estaba serio no sabía que hacer ahora que estaba Armando.
Armando como pudo sonrió, y extendió su mano para saludar a Betty quien estaba más consternada con la situación.
Ar. Bienvenida Beatriz, me alegra que este bien, dijo haciendo una mueca, buscaba sonreír pero no podía.
Be. Gracias Don Armando – Mario la pegó más a su cintura, no le gusto lo que veía, no le gusto para nada esas miradas –
MC: Bueno niñas! Mas luego se las presto ahora es mía. Dijo sonriendo mientras la llevaba a la oficina, vigilaba a Armando.
Armando caminaba hacía su oficina apretaba ambos puños, trataba de disimular su ira, pero si había algo que Armando Mendoza Sáenz no podía disimular era eso.
Ar. Contrólate! Contrólate!, pensó.
Mario llenaba a Betty de besos, le besa todo el rostro, le besaba el cuello, no la soltaba la abrazaba con firmeza pero con amor. Betty sonreía Mario era muy gracioso y tierno, su sonrisa se borró de repente, Armando acaba de llegar a su mente, su abrazo, su calidez, - se separó de Mario -.
Be. Donde estabas medito ayer? Te vine a buscar y me dijeron que habías salido...
MC. Salí a hacer unas vueltas, por qué? Estas pensando mal de mí, mi hermosa? Le dio un beso en la nariz.
Be. Mario estoy hablando en serio, con quien saliste ayer?
MC. Hermosa ya te dije, salí a hacer vueltas en las demás oficinas del Fashion Group. Que pasa Betty? no me crees?
Be. Ultima oportunidad Mario Calderón. Betty hablaba de Jenny, quería escucharlo, pero sabría que no lo admitiría.
En ese momento llego Mariana quien interrumpió su conversación.
Mar. Doctores disculpen – estaba sería – Betty llego su papá.
Be. Lo que faltaba, Mariana dígale que ya salgo, Mario ven conmigo no hemos terminado de hablar. – Mario se empezó a preocupar, lo habían pillado –
Be. Hola papá, como esta?
DH. Beatriz Aurora Pinzón Solano! Camino urgente hacía ella y la abrazó. Donde se había metido la señorita? Quien es esa tal Martina? – Ana lo llamo, pensó Betty –
Be. Papá, es una amiga que conocí en Cartagena, ayer se me hizo tarde e iba tan cansada que se me paso llamar.- Betty ya había perdido la costumbre de avisar donde estaba, tenía un año viviendo sola –
DH. Mire señorita! Ud. podrá vivir muy en Cartagena y lo que quiera, pero cuando este en mi casa, se me reporta!!
Mario miraba desde atrás la escena, no se atrevida a acercarse Don Hermes le generaba terror.
Be. Papá te presento al Doctor Mario Calderón. Dijo disgustada.
DH, Como esta señor? Con que Ud. es el que pretende a mi niña, hay que hablar bien oyó.
MC. Si señor ni más faltaba, estaba esperando el tiempo prudente.
DH. Bueno lo espero hoy en mi casa, dijo apuntándolo con el dedo índice.
MC. Sí señor, allá estaré puntual.
Desde la salida de presidencia Armando podía oír toda la conversación. Empezó a hablar para sí mismo.
Ar. Betty que espera! Si lo quiere terminar por qué lo va a presentar con sus papás! Dios!! MALDITO CALDERÓN!
Bert. Doctor le pasa algo? Está hablando solo...
Ar. Berta no se meta! Por qué no va a trabajar!?
Bert. Sí señor, disculpe...
Betty estaba preocupada por Armando, la situación se había complicado, quería solucionar rápido sus sentimientos, sabía que quería pero le dolía lo que había oído decir a Mario, quería aclarar esta situación lo antes posible antes de tomar cualquier decisión.
Continuará..