El verano llego muy rápido. Louis y yo podríamos quedarnos en el campus para las clases de verano. Eso le permitiría a Louis tomar algunas clases de su último año y concentrarse más en las luchas. Nadie sabía que Louis comenzaría como entrenador asistente. Eso lo anunciaría el entrenador Evans una vez que él fuera nombrado director de atletismo. Sin embargo el entrenador tenía la intención de utilizar el siguiente año para entrenar a Louis como entrenador y en sus deberes administrativos.
Papá y Mamá sabían acerca del trabajo y estaban emocionados. Ellos no querían perdernos si nos mudábamos a la costa oeste y esto los hacía extremadamente felices. Nosotros tendríamos un descanso de dos semanas entre el final del semestre y el inicio de las clases de verano. Había solo una pequeña pregunta acerca de lo que haríamos esas dos semanas. Tendríamos que pasarlas en casa de Mamá y Papá, porque no había otro lugar a donde ir. Al menos, que pudiéramos pagar.
Sin embargo, justo antes de que las clases terminaran, Papá nos dio otra visita. Ambos estábamos haciendo ejercicio en el gimnasio cuando repentinamente el entrenador Evan y Papá entraron.
―Me encontré a este hombre caminando alrededor del campus, aparentemente perdido. ¿Pueden ustedes reclamarlo? ―El entrenador pregunto con una sonrisa.
― ¿Papá? ―Dije― ¿Qué haces aquí?
― ¿Que no puedo ver a mis chicos? ―Papá dijo extendiendo los brazos y Louis y yo lo abrazamos.
― ¿Dónde está Mamá? ―Pregunté.
―Ella está en casa. Vine por negocios así que decidí pasar algo de tiempo con ustedes antes de regresar mañana a casa. ¿Por qué no se duchan y me acompañan a cenar?
―Seguro, ―Dijo Louis entusiasmado.
Claro que Louis estaba entusiasmado. Las cenas de papá eran en O'Brien's, y mi carnívoro amante y yo no podíamos costearnos el comer ahí. No es que a ambos no nos alegrara ver a papá, pero "ver a Papá" y "comer filete" era una bienvenida combinación.
Nosotros fuimos al restaurant nos sentamos ante una de las mesas y ordenamos lo de costumbre, Papá y Louis el filete de la casa y yo el filete miñón. Hablamos sobre la próxima temporada de lucha y de lo que Louis aprendería como entrenador. Papá obviamente había estado investigando de nuevo en el internet y tenía total información sobre entrenadores. Notamos que había llevado unas bolsas con él al restaurant. De ahí el saco tres libros para entrenadores de lucha que le había comprado a Louis. Louis estaba abrumado por la amabilidad de mi papá agradeciéndole mucho por los libros. Yo estaba realmente feliz de que el interés de papá en las luchas era algo que papá podía compartir con ambos. Desde nuestra pequeña charla con papá y especialmente después de que finalmente le presente un trofeo – que estaba con todos los de Louis en el aparador que papá les había construido – yo ya no estaba celoso con el hecho de que papá mostrara un obvio orgullo por Louis.
―Tampoco me olvide de ti, Harry. Sin embargo, lo tuyo es realmente para ambos, ―Papá anuncio y sacó un grueso sobre de su bolsillo― Tu mamá y yo estuvimos hablando anoche del hecho de que ustedes no puedan casarse legalmente. Después de todo nosotros los consideramos casados, e incluso tienen los anillos.
Louis y yo nos sonreímos hacia el otro.
―Pero tu mamá y yo sentimos que es realmente injusto que ustedes no tengan una luna de miel. Así que en lugar de pagar tu boda, te daremos la luna de miel. ―Papá me entrego el sobre.
Vi el interior del sobre y había un par de boletos de avión a Fort Lauderdale y reservaciones en el hotel de ahí.
―Papá, no deberías de hacer esto, ―Exclame.
―Oh, sí, debería. Ese hotel es todo-masculino, todo-gay. Wilton Manors es un suburbio de Fort Lauderdale y evidentemente una "ciudad gay." El alcalde es gay y hay un gran número de negocios gay ahí.
― ¿Cómo sabes todo eso? ―Pregunte. ¡Infiernos! Louis y yo éramos gay y no sabíamos eso.
―Es asombroso lo que puedes encontrar en internet cuando usas Google. Sin embargo, creo que mejor revisas el sobre con un poco más de cuidado.
Revise un poco más y me encontré con un cheque por tres mil dólares.
―Oh, mi Dios, ―Exclame dándole el cheque a Louis.
―Nosotros no queríamos que pasaran hambre ahí, y sabemos lo mucho que comen. Tu mamá y yo queríamos darles algo que recordaran toda su vida.
―No sé qué decir, ―Dijo Louis― Gracias, muchas gracias.
―Eso es todo lo que puedes decir, Louis. Gracias es todo lo que necesitamos.
―Oh, papá, esto es maravilloso. No puedo ni siquiera comenzar a agradecerles a ti y a Mamá por esto.
―Harry, es lo menos que podemos hacer por ti. Nosotros los amamos y somos muy felices de que hayan encontrado la felicidad juntos. Ambos realmente se merecen esto.
Los exámenes terminaron justo para salir. Pronto abordamos el avión hacia Fort Lauderdale. Nos sentamos juntos yo en el asiento del medio y Louis junto a la ventanilla. Afortunadamente para nosotros el asiento del pasillo no fue tomado, así que una vez que abordamos, bajamos los descansabrazos y nos acomodamos. Sin embargo, era la primera vez que volaba.
―Uh, ¿Louis? ¿Has viajado en avión antes? ―Pregunté.
―No. ¿Y tú? ―Él preguntó.
―No.
Hubo un silencio por un par de minutos.
―Uh... Estoy un poco asustado, ―Dije nervioso.
―Yo, también.
Cuando el avión tomo pista y comenzó a despegar, ya no me preocupaba quien viera. Tome la mano de Louis como mi tabla de salvación, Mi único morboso pensamiento era que si se estrellaba el avión, moriríamos juntos, porque no podía imaginar mi vida sin Louis.
Afortunadamente nada sucedió. Llegamos al aeropuerto internacional de Fort Lauderdale y abordamos un carro rentado que Papá también había reservado para nosotros. Vimos que Papá había rentado un Mustang convertible. Louis inmediatamente quería conducirlo.
―Solo una condición. Mantendrás tu ropa puesta. Nada como en la camioneta.
Las direcciones que nos dieron hacia el hotel fueron fáciles de seguir. Grandes árboles rodeaban la propiedad asegurando privacidad, lo que era algo bueno considerando que en la alberca y la tina de hidromasajes la ropa era opcional. Eso parecía como que mi nudista pareja y yo finalmente podríamos pasar todo el tiempo desnudos juntos. No solo dentro del cuarto de los dormitorios, pero nosotros nunca habíamos estado en el exterior bajo el sol y el aire desnudos. Estábamos realmente deseosos de hacerlo.
Papá nos había reservado una suite de una recamara, que incluía una cocina completa, sala y comedor. Los dos propietarios que eran amantes nos dieron la bienvenida al hotel. Ellos nos dijeron donde podríamos comprar comida para surtir la cocina. Ellos también nos dieron un mapa que mostraba los centros nocturnos gay y los negocios en Wilton Manors.
Eso era muy diferente a casa. Había un par de bares gay cerca de la universidad, pero ni Louis ni yo habíamos ido a los bares. Nosotros no bebíamos y nunca se nos ocurrió ir a esos lugares, dado que nosotros no iríamos a buscar levantar a nadie – y por lo que yo sabía eso era principalmente lo que todos hacían ahí. Sin embargo John y Bill, los propietarios del hotel, nos dijeron de varios lindos restaurantes gay y de un par de discotecas. Vi fijamente a Louis cuando estuvimos solos en el cuarto.
― ¿Bailas? ―Le pregunte.
―Uh... Nunca lo he hecho.
―Yo tampoco. ―Pero algo me dijo que agregara― ¿Quieres intentarlo?
Louis me vio fijamente por un momento como si hubiera perdido la cabeza. ―Está bien. Eso podría ser interesante. Así que ¿qué quieres hacer? ir a la alberca, joder, o ir a comprar los alimentos?
―Creo que ir a la alberca, joder, ir al restaurant, y entonces ir a comprar los alimentos y regresar y joder de nuevo.
―Si, eso suena a un gran plan. Solo una cosa – ¿sabes cocinar? ―Louis preguntó.
―Seguro que se cocinar. Mi mamá me enseño cuando era un niño pequeño. ¿Por qué? ¿Sabes cocinar? ―Le pregunté.
― ¡Joder no! Mi madre no nos dejaba ni a mi hermano ni a mí, ni siquiera acercarnos a "su" cocina. Ella no quería que hiciéramos desorden en ella.
―Siento decirte esto, Louis, pero tu madre es una real perra.
―Dímelo a mí, ―Dijo.
―Francamente, me alegra que no tengas nada que ver con tus padres. ―Me acerque y lo rodee con los brazos― De cualquier manera, mi papá y mi mamá te aman, lo sabes.
―Si, lo sé. En cuanto cuide muy bien de su pequeño niño, así es.
―Lo haces, Pooh. Lo haces bien.
Y entonces el plan se perdió. Oh, sí fuimos a la alberca, desnudos y jugamos como niños. Pero primero jodimos. La cama tamaño King era demasiada tentación, y nosotros anhelábamos al otro, no habíamos tenido oportunidad de joder porque cuando despertamos tuvimos que ir al aeropuerto. Louis aprovecho la oportunidad de tenerme en sus brazos y me cargo y llevo a la recamara y me dejo en la cama. Entonces empezó a desnudarme, primero la camisa, y luego mis sandalias y finalmente mis jeans. Yo había empacado shorts de hacer ejercicio y jeans cortados, pero Louis decidió que me quería desnudo todo el tiempo posible.
Después de que me había desnudado, Louis rápidamente se quitó la ropa y se unió conmigo en la cama. Me jalo a sus brazos y comenzó a besarme. Nuestras hambrientas bocas no podían tener suficiente del otro. Louis incluso comenzó a lamer toda mi cara y dentro de mis orejas, lo que me volvía loco de deseo – y él lo sabía. Él tenía su lengua en mi oreja y yo me retorcía en sus brazos con las intensas sensaciones que causaba.
―Mmm... ¿Esto realmente te excita, verdad? ―Murmuro en mi oído.
―Joder, ¡sí! ―Le gruñí.
―Sabes que tienes lindas orejas, ¿verdad?
―No, no lo sabía. Sé que te gusta tener tu lengua en ellas.
―Casi quiero arrancar un pedazo, son tan lindas y sabrosas. ―Una risa baja salió de su garganta.
―Louis, eres un luchador no un boxeador, ―Exclame, apartando mi oreja de su boca.
―Bueno si no quieres que me las coma. ¿Qué me dejaras comer? ―Me dio una lujuriosa sonrisa.
―Tengo algo duro y grueso que puedes comer cuando quieras.
―Ahora eso se oye interesante. ―Sus brazos dejaron mi cuerpo y sentí que se movió en la cama hasta que llego y lamio la cabeza de mi pene mientras que su duro pene casi golpeaba mis labios. Estaba derramando chorros de pre-semen que caían en mis labios, y yo anhelante abrí la boca y deje que cayeran al interior. Justo cuando la boca de Louis se movía arriba y debajo de mi duro eje.
Finalmente levante la cabeza y comencé a lamer el interior del prepucio, pasando la lengua por el interior, y saboreando la cabeza del pene. Podía oírme gemir mientras lo hacía. Lleve la mano a su pene y deslicé el prepucio hacia atrás para exponer la cabeza del pene y el área del frenillo. Donde estaba mi "aperitivo" favorito. Tan pronto como baje lo suficiente el prepucio el picante olor me inundo y gemí respirando profundamente. Entonces mi lengua comenzó a levantar la fuerte delicia, saboreando y amando cada segundo de eso.
Finalmente, desafortunadamente acabe con todo. Sabía que él siempre produciría más, pero siempre era algo triste cuando lamia y estaba limpio. Para aliviar mi tristeza. Necesitaba más de su pene. Incline la cabeza y permití que su pene descendiera por mi garganta. Tomar a Louis profundamente en la garganta era uno de las proezas sexuales de las que más orgulloso estaba. También sabía que Louis realmente lo amaba. Levante la cabeza y tome más y más de él en el interior de mi garganta hasta que mi nariz presiono contra el fuerte olor de sus bolas y el intoxicante olor de su entrepierna. Él no estaba sucio, nos habíamos bañado esta mañana antes de salir. Pero eso fue en la mañana y era media tarde en el sur de Florida en junio. Estaba caliente y húmedo. Amaba la manera en que ambos sudábamos más.
Pude sentir a Louis salir de mi pene, y entonces el tenia mis piernas bajo sus brazos y lamia con avidez mis bolas y la humedad y el almizcle sabor de mi culo. Finalmente llevo su boca a mi culo y su lengua entro profundamente haciéndolo gemir de satisfacción ante el sabor y el olor, y la textura que el disfrutaba.
Decidí que dos podían jugar ese juego y permití que su pene se deslizara fuera de mi garganta y boca. Comencé a lamer su eje y bolas mientras el movía sus caderas así pude lamer su culo. Pronto Louis y yo comíamos el culo en una posición 69, la boca pegada en el culo del otro, lamiendo, y chupando el culo del otro como si no hubiera un mañana. Mi pecho y mi abdomen comenzaron a mancharse con el pre- semen que escurría de nuestros penes, cubriéndome. No es que me quejara. Amaba estar cubierto de pre-semen, o del semen que saliera del pene de Louis.
Infiernos, eso era incluso un poco kinky, y el pensar en tener algo de orina de él sobre mí. Claro, la gente realmente no hace cosas como esa. ¿Lo harán? pero, tengo que admitir que hacía que me calentara fantasear en eso. Aunque nunca podría decirle a Louis. Dios sabia, que él podría realmente entrar de cabeza a hacer eso.
Nosotros seguimos comiendo el culo del otro hasta que no pudimos más. Sabia una cosa, uno de nosotros que estábamos en la cama iba a ser jodido, e imaginaba que sería yo. Bueno, al menos pensaba que eso iba a suceder, hasta que Louis separo su boca de mi trasero y se levantó de la cama así yo no pude alcanzar ni su trasero ni su pene. Lo vi intrigado, y el solo me sonrió. Entonces él se sentó arriba de mí y mi pene desapareció dentro de su culo. ¡Dios! Amaba la sensación de su caliente y húmedo culo acariciando mi pene. Eso era tan caliente, casi como meter mi pene en un horno, pero en uno suave y satinado. Louis comenzó a moverse arriba y debajo de mi pene mientras yo levantaba las caderas y empujaba mi pene tan duro como podía. Él no estaba tocando su propio pene y cuando yo trate, el aparto mi mano y entonces la lleve a sus pezones, los jale y el gimió mientras me montaba más y más duro.
Pronto estaba en un punto sin retorno. No quería correrme sin él, pero sus rápidos movimientos y su caliente culo no me dejaban opción. Estaba gruñendo y gimiendo fuerte.
―Ahh, ¡joder! ¡Voy a correrme! ¡Louis! ¡Voy a correrme!
― ¡Si, bebé! ¡Córrete para mí! ¡Dispara esa caliente carga en mi culo! ¡Córrete! ¡Jodeme! ¡Dispara esa carga! ― Louis me urgía.
Eso dio resultado.
― ¡Ahh! ¡Joder! ―Grite levantando las caderas de la cama, empujando mí duro pene dentro de su culo y permitiendo descargar toda mi carga profundamente en su culo.
Finalmente me relaje lo suficiente para que mis caderas regresaran a la cama y Louis me monto. Se sentó aun con su pene erecto.
―No te corriste.
―No. No quería correrme de esa manera. Quería que tú te corrieras.
― ¿Entonces cómo quieres correrte? ―Pregunté.
―De otra manera.
― ¿Quieres joderme? ―Pregunté.
―No solo joderte – quiero que me montes.
―Está bien, vaquero. Si es lo que quieres.
Louis se apartó y yo baje de la cama. Sostuvo su duro pene recto anticipándose para que yo me empalara. Escupí en mi mano y lubrique mi culo y su pene con eso. Entonces me apoye sobre los pies y baje empujando la cabeza de su pene hacia mi abierto culo. Lentamente me deslicé hacia abajo por su enorme pene, y cuando mi culo estuvo en su pelvis, lo moví alrededor para aflojarlo y estar seguro de que estaba preparado para la muy corta y probablemente muy dura jodida. Eso estaba bien para mí. Amaba cuando Louis me jodia duro – y con los músculos en sus muslos y caderas él podía joder DURO.
Me levante dejando medio pene enterrado en mi culo. Eso me dio suficiente espacio para que se empujara hacia mí. Apoye mis manos en sus enormes pectorales y me reforcé mientras sentía sus caderas empujándose contra mí. El empezó lentamente pero pronto parecía un taladro hidráulico – penetrando en mi agujero con repetidos empujes de su pene. Estaba muy seguro de que esa profundidad tendría un efecto residual, y pronto tenía una erección como si no hubiera descargado antes, yo iba a explotar sobre él. La tensión en mis bolas me decían que él estaba haciendo su magia contra mi próstata, y mientras sentía sus empujes más duros y más rápidos yo comencé a gemir.
― ¡Joder! ¡Voy a correrme de nuevo!
―Si, ¡Bebé! Córrete para mí. Córrete con mi pene enterrado en tu culo. ¡Córrete, Harry! ¡Cúbreme con tu semen amor! ―Louis rogaba. Un profundo gruñido salió de su garganta cuando su orgasmo se acercaba.
― ¡Joder! ―Grite, tome mi pene. Con uno o dos jalones comencé a regar como manguera el pecho y abdomen de Louis con mi caliente y blanca carga.
― ¡Joder! ¡Me corro! ―Louis gritó. Sentí su pene empujarse dentro de mi culo una última vez más y comenzó a llenar mi culo con su semen.
Ambos nos corrimos tan duro que colapsamos durante un momento, yo arriba de él, pegado con mi propio semen y con su pene aun en mi culo. Sus brazos me rodeaban mientras seguía acostado. Finalmente fui capaz de moverme y su boca encontró la mía en un profundo y húmedo beso.
―Joder, bebé, amo joder tu culo.
―Y mi culo ama que tu pene este dentro.
Me deslicé lentamente fuera de su pene y me acosté a su lado en la cama. Se rodó hasta que su boca estaba sobre la mía. Entonces sus labios tomaron posesión de los míos en un profundo beso. Me acosté entre los brazos de Louis recuperándome del primero de muchos explosivos hacer el amor para nosotros en el hotel.
―Vamos a nadar ahora, ―Dijo Louis después de un momento.
―Seguro. Después de ducharnos.
― ¿Por qué? Podemos nadar desnudos.
―Amor, a ellos no les molesta que nademos desnudos en la alberca, pero creo que a ellos les molestara que lleguemos a la alberca cubiertos de semen, ―Le recordé.
―Oh, sí. Supongo que ellos pueden. ―El vio hacia nuestros cuerpos, aun cubiertos por mi carga.
Nosotros salimos a la alberca. Nunca había nadado desnudo y tampoco lo había hecho Louis, pero a ambos nos encantó. Nosotros cenamos en un hermoso restaurant gay y fuimos a comprar comida, y la llevamos de regreso al hotel en la noche.
En la noche cuando acomodaba los alimentos que compramos y que Louis había bajado del carro, el llego detrás de mí y deslizo sus brazos alrededor de mí. El comenzó a deslizar sus manos sobre mi abdomen y mi pecho.
―Mmm. Te sientes bien, vamos a nadar a la luz de la luna.
― ¿Solo nadar?
―Bueno y lo que llegue.
―Conociéndonos, sé que "llegara."
― ¿Sería tan malo? ―Preguntó.
―No, eso sería bueno. Siempre es bueno.
Enterró su cara en mi cabello y pude oír que tomaba una profunda respiración, inhalando el aroma. Una de las cosas que descubrí era el olor de sándalo del champú. Sabía que mi cabello era "una cosa" para Louis, así que seguí usándolo porque sabía que él estaba completamente enamorado de ese olor.
Nos desnudamos y nos dirigimos a la alberca. No había nadie cuando entramos en las cálidas aguas. La luna estaba casi llena en el cielo. Nadamos a la otra orilla en donde Louis me rodeo con sus brazos parados en las cálidas aguas. Su boca sobre la mía, y nos besamos como si nuestras bocas hubieran estado separadas por días en lugar de solo un par de horas. Mis manos viajaron por su cuerpo, sintiendo sus pectorales, y abdominales antes de moverse hacia su cintura y su musculoso trasero. Sus manos se enredaban en mi cabello. Ambos notamos lo que hacíamos, quebramos el beso, y empezamos a carcajeando. Cada uno se fue a la parte que más amaba.
―Bueno, supongo que somos predecibles, ―Dijo Louis.
―Sí. Supongo que lo somos. Tú juegas con mi cabello y yo juego con tu trasero.
―Amo todo de ti, lo sabes.
―Espera hasta que me afeite la cabeza y entonces veremos.
―Lo haces y pido el divorcio.
Su boca encontró la mía y nos besamos de nuevo. Estábamos ahí – desnudos, en el exterior y besándonos. Eso nunca podría suceder en casa. Claro, las cosas comenzaron a calentare entre nosotros y pronto estábamos más duros que una roca. Comencé a acariciar el pene de Louis. Empezó a gruñir y tomo el mío. Pronto yo también estaba gruñendo mientras él me acariciaba suavemente.
―No quiero hacer el amor en la alberca.
― ¿Qué opinas de la tina de hidromasajes?
― ¿Qué opinas de la cama? Temo que alguien pueda venir con todos los ruidos que haremos.
―Está bien, salgamos. Pero sabes que tendremos que salir con nuestros penes duros.
―Oh, creo que puedo manejar eso.
Tomados de la mano, regresamos a nuestra suite y de nuevo a la cama. Hicimos el amor la mayor parte de la noche y dormimos hasta tarde la siguiente mañana. Salimos a desayunar junto a la playa. Las dos semanas pasaron rápido con un montón de primeras veces, como la noche que fuimos a la discoteca y bailamos con el otro por primera vez. Nosotros no éramos muy buenos en eso pero nos divertimos. También le di lecciones de cocina a Louis. Fue interesante que nuestros roles se invirtieran – por una vez yo le estaba enseñando algo. Nosotros nos divertimos mucho cocinando juntos, así que solo salimos a un restaurant en un par de ocasiones.
Demasiado pronto volábamos de regreso a casa. Cuando llegamos a la escuela, teníamos un mensaje para encontrarnos con el entrenador Evans la mañana siguiente. Dado que las clases aun no empezaban, fuimos al restaurant a desayunar antes de ir a la oficina del entrenador.
―Sabes, cocinas mucho mejor que esto, ―Louis dijo mientras comía.
―Si, y es mucho más divertido cuando lo hacemos juntos.
― ¿Me pregunto qué quiere el entrenador?
―No lo sé. Estoy seguro de que tiene que ser algo del equipo.
―Si, pero ¿Por qué el mensaje urgente?
―No lo sé. Supongo que lo sabremos cuando lo veamos.
Y lo hicimos. Cuando entramos en la oficina del entrenador, él nos pidió que nos sentáramos.
―Tengo un problema, Louis, espero que puedas ayudarme con
eso.
―Seguro, entrenador. Lo que sea que necesite.
―Estuve viajando este fin de semana reclutando talentos de la lucha. Encontré a este chico que es uno de los mejores luchadores de preparatoria que he visto. Quiero traerlo para el siguiente año. Pero él dice que no puede venir aquí.
― ¿Por qué no? ―Louis preguntó.
―Bueno, al parecer conoce a alguien aquí, en el equipo. Él dice que este chico lo odia y no lo quiere alrededor.
― ¿Quién infiernos es, entrenador? ―Louis pregunto― Yo golpeare al jodido.
―No creo que puedas hacer eso.
― ¿Por qué? ¿Quién es él? ―Louis preguntó.
―Tú.
― ¡Yo! ―Louis grito― ¿Qué quiere decir con que yo?
―Calma, Louis. Me encontré con tu hermano, Liam, este fin de semana. Él dice que lo odias. Él dice que no te culpa porque él te hizo cosas terribles. Él no dio detalles. ¿Es eso cierto?
―No, no lo es. Yo amo a Liam.
― ¿Tienes una idea de lo que habla?
―Si, creo que la tengo, ―Louis dijo tristemente― Mi hermano estuvo al lado de mis padres contra mí. Nunca lo odie por hacerlo. Sé porque lo hacía. Él se estaba protegiendo de ellos. Si hubiera tenido la oportunidad, le habría dicho exactamente que hiciera lo que hizo.
―Bueno, el obviamente siente mucha culpa por eso. Necesito que aclares las cosas con él. Más importantemente, necesito que lo reclutes para el equipo. Esta es tu primera misión como mi futuro entrenador asistente de lucha.
―No sé cómo puedo hacerlo. No puedo llegar con Liam. Mis padres no me dejan hablarle, mucho menos permiten a Liam que me hable.
―Imagine eso. Contacte a tu antiguo entrenador de lucha, que aún sigue entrenando y es el entrenador del equipo de Liam. Él va a arreglar una reunión con tu hermano mañana en tu vieja escuela. Liam creerá que se reunirá conmigo.
―Entrenador, ¿cree que sea buena idea mentirle a Liam de esta manera? ―Louis preguntó.
―Lo siento, Louis. Solo que no puedo pensar en otra manera para que ustedes dos se reúnan. No creo que él se aparezca si sabe que la reunión será contigo.
―Louis, ¿no me decías que querías ver de nuevo a tu hermano? ―Le pregunté.
―Sí. Lo quiero. Solo que no quiero que se enoje con todo esto.
― ¿Tu lo amas, no es así? ―Pregunté.
―Más que a todo, excepto por ti.
―Y por lo que el entrenador dice, es obvio que él te ama. Él no va a enojarse – especialmente cuando finalmente descubra que no estás enojado con él y que aún lo sigues amando.
―Si, supongo que tienes razón. ―Louis asintió y entonces me jalo más cerca. Me dio un suave beso en la frente. Entonces vio al entrenador― A qué hora necesito estar ahí, ¿entrenador?
―El entrenador de Liam dijo que estuviera ahí a las cuatro de la tarde.
―Está bien. Estaremos ahí.
― ¿Estaremos? ¿Quieres que vaya contigo? ―Pregunte.
―No creas que iré sin ti. Primero que nada, necesito tu apoyo en esto. Segundo quiero que Liam conozca al hombre que amo.
Dejamos la oficina del entrenador y salimos del gimnasio. Les avisamos a nuestros maestros que no estaríamos ahí para el inicio de clases del día siguiente porque teníamos asuntos que atender para el entrenador Evans.
La siguiente mañana fuimos a hacer ejercicio temprano, desayunamos en la cafetería de los estudiantes. Vi la bandeja y recordé cuando yo casi ni comía en el desayuno. También recordé cuando Louis me trajo después de la primera vez que hicimos ejercicio juntos. Los recuerdos en mi mente aun giraban de nosotros dos masturbándonos juntos.
Cuando salimos del campus eran las ocho y media de la mañana e hizo muy buen tiempo en el camino. Llegamos a la ciudad de Louis a las dos y media. Dado que teníamos tiempo, recorrimos los lugares en donde creció Louis. Me mostro las dos preparatorias, en la que inicio y en la que termino después de la muerte de Jake. Pasamos por la casa en donde creció. No parecía haber nadie y Louis no quiso detenerse así que pasamos rápidamente.
Finalmente, Louis me llevo al cementerio. No tenía que preguntar por qué. Sabía que ahí estaba enterrado Jake. El guio entre el estrecho camino entre las lapidas y monumentos, finalmente llegamos a una pequeña colina llena de hierba.
El salió de la camioneta y comenzó a caminar por la colina, yo lo seguí, permitiéndole estar solo. Arriba de la colina había un gran árbol de roble, elevándose a unos treinta metros del suelo y cubriendo el área de sombra. Ahí fue donde Louis se detuvo, a lado de una pequeña lapida blanca. Se colocó en cuclillas y pasó la mano por la superficie. Baje la vista para leer la piedra. Era muy simple – el nombre de Jake, la fecha de su nacimiento y muerte y abajo las palabras. "Amado amigo."
Estaba en shock. Eso significaba que fue Louis quien coloco la lápida en ese lugar. No dije nada, pero me preguntaba como lo había hecho. Observe a Louis que estaba de cuclillas, con la cabeza baja, y podía ver sus lágrimas bajar por sus mejillas. Coloque la mano en su hombro, y el cubrió mi mano con la suya.
―Jake, hombre, nunca deje de amarte. ―Su voz era baja y gruesa con la emoción― Nunca te olvide, pero quiero que conozcas a Harry. Amo a Harry y él me ama a mí. Por favor se feliz por mí, Jake. Nunca pensé que sería capaz de amar de nuevo, pero pude. Harry me enseño como.
Me puse de cuclillas a lado de mi amor y pase mi brazo por sus hombros. Louis se inclinó y apoyo su cabeza por mi hombro, yo me quede así, en silencio por un gran momento. Finalmente, Louis beso mi mejilla y se puso de pie. El tomo mi mano y me jalo a sus brazos y me beso profundamente. Entonces, de la mano bajamos la colina y nos dirigimos a la camioneta. Yo subí en el asiento del conductor y Louis en el del pasajero. No metí la llave en el encendido porque tenía la sensación de que Louis aún no quería irse. Seguía viendo la cima de la colina, así que imaginé que él me indicaría cuando estuviera listo para irse.
―Yo pague la tumba y la lápida. Sus padres no lo hicieron. Ellos gastaron todo su dinero en abogados que trataron de que su papá saliera libre. Ellos lo dejaron para que la ciudad lo enterrara en una tumba sin nombre. Yo tenía los ahorros para la universidad, y tome todo para comprar el ataúd, el terreno y la lápida. Mis padres estaban más que enojados por lo que hice, pero no me importo. Yo lo amaba, y no iba a dejar que lo lanzaran en un agujero en la tierra. ―Louis comenzó a llorar de nuevo.
Coloque mis brazos alrededor de él. Él se apoyó en mi pecho y lloro mientras yo acariciaba su cabeza.
―Hiciste lo correcto. Él sabe que tú lo amabas. Estoy seguro que ahora lo sabe. Estoy seguro que él nos ve y está feliz por nosotros. Sé que él no quisiera que siguieras sufriendo o estuvieras solo.
Louis siguió apoyando su cabeza en mi pecho durante un momento. Yo solo lo sostenía, sabiendo ahora porque él había insistido en que lo acompañara. Él quería venir aquí, pero sabía que no podría venir solo. Después de un tiempo, sus lágrimas se detuvieron, pero él siguió apoyándose en mí.
―Tengo que decirte algo, Harry. Por favor no te enojes conmigo. ―Su voz era baja apenas lo suficiente para que lo oyera.
―No voy a enojarme contigo. ― Lo sostuve más fuerte contra mí.
―Cuando empecé a enamorarme de ti, me sentía tan jodidamente culpable. Como si estuviera traicionando a Jake. Entonces cuando me dijiste como te sentías conmigo, eso solo empeoro las cosas. Eso es por lo que bebí esa noche. Me odiaba por enamorarme de ti.
―Entiendo. Amabas a Jake. No podría esperar que te sintieras de otra manera. De hecho, no quiero que te sientas de otra manera. No estás traicionando a nadie, Louis. Eres demasiado honorable para eso. Si nuestra vida hubiera sido al revés, yo me sentiría de la misma manera. No puedo enojarme contigo por eso.
―Estoy jodidamente asustado.
― ¿Por ver a Liam? ¿Por qué? ―Pregunté.
― ¿Qué si el realmente me odia? ¿Qué si él no puede manejar el hecho de que su hermano mayor sea queer?
―Si ese es el caso, tendrás que tratar con eso, pero crucemos ese puente cuando llegue, ¿correcto? ―Pregunté.
― ¿Prometes quedarte conmigo? No quiero reunirme con él solo. No ahora.
―Estaré a tu lado. No te preocupes.
Levanto la cabeza y me beso suavemente.
―Creo que es mejor irnos, ¿te parece? No quiero que lleguemos tarde a la reunión, ―Le recordé.
―Si, tienes razón. Vamos.
Me indico el camino a su vieja escuela y entonces me guio al gimnasio. Bajamos las escaleras a los vestuarios. Recuerdos de mi preparatoria me llegaron mientras nos encontrábamos con chicos jóvenes que se dirigían a sus prácticas. Louis me guio al fondo, hacia la oficina del entrenador.
El entrenador Wellington no se parecía en nada al entrenador Evans. Era mucho más viejo, y aunque estaba en buena forma para un hombre en sus cincuenta, él no estaba en óptimas condiciones como el entrenador Evans. Él era más pequeño que Louis, un metro setenta y tres, y calvo a excepción de cabello entrecano a los lados de la cabeza.
―Louis, bienvenido de regreso, ―Dijo el entrenador Wellington sinceramente, tomando la mano de Louis― He seguido tu carrera en la estatal. Estas haciendo un muy buen nombre.
―Gracias, entrenador. Mucho se lo debo a usted. Me dio buenas bases para construir.
―Bueno, tienes un talento natural para el deporte. Liam también lo tiene. De hecho, no sé cómo tomaras esto, pero él es mejor luchador de lo que tú eras. ―El entrenador Wellington golpeo a Louis en el estómago y se rio.
―Nada me haría más orgulloso que lo sea. Entrenador, quiero presentarle a Harry Styles. Él es el manager del equipo y mi pareja.
Vi al entrenador Wellington levantar una ceja. Entonces me sonrió y extendió la mano.
―Bienvenido, Harry. Tengo un divertido presentimiento sobre esto, incluso aunque eres mucho más pequeño que él, tu sabes cómo mantenerlo en línea. ―Señalo a Louis y se carcajeo.
Louis se ruborizo.
―Lo intento, entrenador, pero no es fácil.
― ¿Supongo que no llegaste a tu casa? ―El entrenador le preguntó a Louis.
―No había razón para hacerlo. Esa parte de mi vida termino para mí. Nunca iré ahí de nuevo. Lleve a Harry al cementerio.
―He estado ahí en unas cuantas ocasiones. Trágica pérdida. Me alegra ver que lograste dejar la mayor parte de eso detrás.
―Lo hice con la ayuda de Harry.
Ahora fue mi turno para ruborizarme.
―Bueno, iré a los vestuarios y te enviare a tu hermano. Espero que puedan arreglar lo que sea que suceda entre ustedes. Sé que el entrenador Evans lo quiere y me encantaría verlo ahí.
―También lo espero, entrenador. Por eso estoy aquí.
―Siéntete en tu casa. Lo enviare aquí. ¿Aún no quieres que le diga que hablara contigo? ―El entrenador Wellington preguntó.
―No. Estoy de acuerdo con el entrenador Evans. Es mejor de esta manera, ―Louis contesto.
El entrenador Wellington se fue, y Louis se colocó a lado de la puerta cuando se abrió, Liam no podría verlo, solo a mí.
En un momento la puerta se abrió e inmediatamente reconocí a Liam. No solo por el parecido con Louis, sino porque era el chico que vi en el campeonato estatal y que no le había mencionado a Louis.
― ¿Qué haces aquí? ―Liam pregunto, también reconociéndome― ¿Dónde está el entrenador Evans?
―Él no está aquí. Me envió en su lugar, ―Louis hablo desde detrás de Liam.
Liam casi se queda sin aire por el shock mientras giraba la cara hacia Louis. ―Oh, ¡joder! ¡Louis! ―Liam se apartó para salir del alcance de su hermano.