Dormitorio de atletas

By xxNameLessZxx

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El lindo nerd, Harry, es lanzado como compañero de cuarto junto con Louis, un fornido luchador. Pronto Louis... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Dormitorio de Atletas II

Capítulo 3

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By xxNameLessZxx

Repentinamente desperté del sueño porque la puerta del cuarto estaba siendo abierta y golpeo contra la pared tan fuerte que se oyó como un disparo. Me enderecé en la cama para ver que jodidos sucedía. Con la luz del pasillo, pude ver la silueta de un tipo muy grande. Supe inmediatamente que ese era Louis. Él estaba apoyado contra la pared, y trataba de entrar al cuarto. No podía imaginar lo que sucedía con él, hasta que el olor a alcohol me llego. Louis estaba borracho. Se tambaleaba, al parecer estaba muy borracho.

Trastabillo dentro del cuarto, golpeando la puerta detrás de él. Estaba seguro que el ruido despertó a la mitad del dormitorio. Encendió la luz y parpadeo ante eso. Él se dejó caer en la cama, viéndome fijamente. Al principio su expresión era de ira, pero en un momento lentamente cambio a una de inmensa tristeza, lo siguiente que supe era que Louis estaba llorando, realmente sollozando. Incrédulo. Salí de la cama y trate de llegar hacia él, pero el extendió las manos y me grito.

― ¡NO! ¡Quédate lejos de mí!

Regrese a mi cama y vi que seguía llorando. Sabía que merecía eso. Sabía que merecía que me odiara.

― ¿Quieres que me vaya? ―Pregunte tranquilamente.

― ¡NO! ―Me grito de nuevo. El ciertamente estaba muy borracho― ¡Nunca quise que te fueras! ¡Pero de cualquier manera me dejas!

― ¿Cuándo, esta noche? ―Pregunte. Estaba confundido. ¿Cuándo lo había dejado? Yo había empacado pero aún no lo había dejado.

― ¡NO! ¡Esta mañana! ―Me gritó.

―Louis, por favor deja de gritarme. Sé que lo merezco pero son las tres de la mañana, y si sigues gritando. Vas a tener a todo el dormitorio aquí.

―Tú me dejaste. Yo quería sostenerte. Yo quería... quería... ―Y entonces se quebró y sollozo de nuevo.

― ¿Tu querías qué? ― Pregunté.

El me veía fijamente como si fuera de otro planeta o increíblemente estúpido. El parecía no imaginar porque yo estaba confundido.

― ¡Yo quería hacerte el amor, imbécil! ―Finalmente soltó.

Ahora era mi turno de estar impactado. ―Pero ¿por qué Louis? Tú no eres gay.

― ¿Cómo jodidos puedes saberlo? ¿Huh? ¿Cómo jodidos puedes saberlo? ―Pregunto beligerante.

Bueno... en eso, él tenía razón. ¿Cómo podía saberlo?

―No lo sé, Louis. Lo siento.

― ¡Deberías! ¡Deberías de sentirlo! ¡Jodiste mi vida y ahora me dejas! ¡Deberías de sentirlo! ―Dijo, con un lenguaje balbuceante, pero entendible.

―Louis, ¿Cómo jodí tu vida? ―Pregunté, ahora incluso más confundido.

― ¿Sabes de dónde vengo? ― Preguntó.

―Según como parecen las cosas de emborracharte.

― ¡Antes de eso! ― Demandó.

―No sé, Louis. No sé dónde has estado.

― ¡Ves! ¡Ves! ¡No sabes una jodida de mí! ― Dijo como si fuera un argumento decisivo.

―No, Louis. No sé. ¿Quieres decirme? ― Pregunté.

― ¡Sigma Nu! ― Dijo triunfante.

Sigma Nu era una fraternidad de chicas que había destacado por ser un paraíso para los calientes atletas. Así que él había ido a buscar sexo. Supongo que realmente debí de haber jodido su masculinidad anoche

― ¿Te divertiste? ―Pregunte lo más suavemente que podía, realmente no quería saberlo – especialmente no quería saber los detalles.

― ¿Divertirme? ¿Divertirme? Si, jodidamente mucha diversión. Trate de joder a una chica. Ni siquiera pude lograr una erección. ―Mientras lo veía bajo la cabeza y la movía de un lado a otro.

¡Oh, joder! Realmente había jodido su mente. Nunca pensé que tuviera esa reacción. Oh, Dios, nunca quise lastimarlo de esta manera.

―Lo siento, Louis. Realmente lo siento. Pero estarás bien, lo prometo.

― ¡Nunca estaré bien de nuevo! ―Dijo él― ¿No te das cuenta? No quería joderla a ella. Quería joderte a ti. Me fui, y en el minuto que pensé en ti mi pene estaba tan duro que podría clavar jodidos clavos con él.

― ¿Entonces eso fue antes de que te emborracharas? ― Pregunté.

―Sí. Quería olvidarte. Quería sacarte totalmente de mi memoria, ―Dijo.

― ¿Funciono? ― Pregunté.

―Una jodida, no funciono en absoluto, ― Dijo, levantando la vista para verme, sus ojos llenos de dolor― Harry, te quiero.

― ¿Estás seguro, Louis? ―Aun no creía que él era gay. Estaba convencido de que era algo que yo había hecho y que necesitaba arreglar.

―Más seguro de eso que de nada de lo que he estado en toda mi jodida vida. ―Seguía viéndome mostrándome el dolor y la necesidad que sentía.

― ¿Realmente crees que eres gay? ―Pregunte tranquilamente.

En ese momento, lanzo la cabeza hacia atrás y soltó una carcajada. Ahora estaba más confundido.

―He sido gay toda mi vida.

― ¿En serio? Pero si eso es cierto, porque no... Porque tu no... ― Yo buscaba las palabras.

― ¿Por qué no te aborde? Hay muchas cosas que no sabes de mí, Harry, y yo realmente quiero decírtelas. Pero no ahora. Voy a vomitar. ―Louis gimió.

Pude ver que su piel cambiaba a un color verde. Tomé el bote de basura, que afortunadamente estaba vacío y lo empuje a sus manos. Me vio agradecido, justo antes de meter la cabeza. Salte y me puse unos shorts, y tan pronto como dejo de vomitar, lo tome del brazo y lo jale fuera de la cama. Tome una toalla, coloque su brazo alrededor de mis hombros, entonces camine con él al cuarto de baño. Afortunadamente, no estaba muy lejos, porque nunca me había dado cuenta realmente lo pesado que Louis eras. Lo empuje al cuarto de baño y le quite la ropa. El acariciaba mi cara y mi cabello mientras yo trataba de desnudarlo y meterlo bajo la ducha. ¿Por qué los borrachos son tan amorosos en el momento jodidamente equivocado?

Finalmente logre meterlo en uno de los cubículos, me quite los shorts y regule la temperatura del agua. Vomitó de nuevo, pero esta vez en el drenaje de la ducha. Solo salía líquido de él. Estaba de rodillas, tome la toalla y moje una esquina, y comencé suavemente a limpiar su cara. El me veía con tal gratitud y amor que casi quiebra mi corazón.

―No me dejes. Por favor no me dejes, Harry. Lo siento. No lo hare de nuevo.

―Tú no hiciste nada, Louis. Todo esto es mi culpa. Si quieres que me quede, yo feliz me quedo, pero no sé cómo puedas perdonarme después de haberte lastimado de esta manera.

―Te amo. ―Y entonces vomitó de nuevo.

Bueno, esa no era la escena más romántica que pudiera imaginar, pero él dijo que me amaba. No tenía importancia si estábamos en una alcantarilla. Él dijo ¡que me ama!

Lo sostuve mientras él lograba controlarse y entonces suavemente limpie su cara de nuevo. Le dije que esperara ahí sin moverse. Corrí de regreso al cuarto, tome nuestros cepillos de dientes y pasta, algo de champú, y otra toalla y regrese al cuarto de baño. El seguía sentado en la ducha, donde lo había dejado. Levanto la vista y me vio, y pude ver el dolor y la sorpresa en su mirada.

―Creí que me dejabas de nuevo.

―No, Louis. Solo fui por algunas cosas para limpiarnos. Te prometo que nunca te dejare de nuevo. La siguiente vez, tu tendrás que echarme, ―Le prometí, acariciando suavemente su mejilla con mi mano.

El tomo mi mano, giro su cabeza, y beso mi palma. En ese momento. Las lágrimas que había estado sosteniendo comenzaron a caer. Estaba llorando cuando el froto su cara en mi mano después de besarla. Podía sentir su incipiente barba haciéndome cosquillas, pero me tenía sin cuidado. Levanto la vista y me vio llorando. Jalo mis brazos y me senté en la ducha a su lado. ¡Maldición! Él era jodidamente fuerte. Su brazo me rodeo y me jalo hacia él.

― ¿Qué sucede, Harry? ¿Por qué estas llorando? ―Pregunto. Su voz preocupada y sus ojos revisando los míos.

―Soy tan feliz. No puedo evitarlo. Te amo tanto, Louis. ―Me incline y bese su hombro.

Llevo su mano hacia mi cabeza y sus dedos recorrían mi cabello.

― ¡Dios! Amo tu cabello. Es tan suave.

―Antes de que vayamos más lejos, necesitamos lograr limpiarte. No quiero hacer el amor por primera vez en una ducha.

―Está bien, bebé. Cualquier cosa que quieras.

Me puse de pie y entonces él se puso de pie. Coloque pasta de dientes en su cepillo y lo ayude a lavarse los dientes. Eso era algo que nunca había hecho ni siquiera pensado hacer por alguien. Pero no quería besarlo hasta que el sabor del vómito y del alcohol se hubiera ido. Me cepille los dientes porque no quería repelerlo con el sabor rancio en mi boca de estar dormido. Entonces lave su cabello con champú y su cuerpo con mis manos y una barra de jabón. Todo el tiempo que trabaje en él sus manos viajaban por mi cuerpo. Cuando finalmente lo empuje bajo la regadera, me agarro y me jalo más fuerte a sus brazos, besándome por primera vez. Sus labios eran suaves pero demandantes. Abrió su boca y comenzó a lamer mis labios, rogando que me abriera a él. Lo hice, deje que su lengua entrara al interior de mi boca.

¡Oh, Dios! Las sensaciones recorrían mi cuerpo. Nunca había sido besado por un hombre antes. Nunca había sido besado de esta forma por nadie. Estaba por desmayarme por la pasión que me recorría. Ambos estábamos duros inmediatamente. Podía sentir su pene presionando contra mi abdomen y pecho y el mío contra su pierna. Se apartó del beso y tomo mi cara entre sus manos viéndome fijamente.

―Te amo, Harry. Te amo tanto que ni siquiera quiero dejarte ir.

―Entonces no me dejes, porque yo no quiero hacerlo. Nunca. ―Se lo jure.

―Hay una cosa que realmente quisiera hacer. Y esto tiene que hacerse en la ducha.

― ¿Qué, amor?

― ¿Me prometes que no te reirás? ―Preguntó, y pude ver el miedo en su mirada.

―No importa lo que sea, no me reiré, ¡lo prometo! ― Le asegure.

―Quiero lavar con champú tu hermoso cabello.

― ¿En serio?

―En serio.

―Está bien.

Me empujo bajo el agua para humedecer mi cabello y entonces me giro para quedar detrás de mí. Yo le di el champú/acondicionador en sus manos y vertió una pequeña cantidad en sus manos. Entonces sentí sus manos acariciar mi cabello y pasarlas a través del cabello. Sus dedos masajearon mi cráneo, y gemí ante las increíblemente eróticas sensaciones que sus acciones me causaban. Nunca considere que lavar el cabello con champú fuera un acto sexual, pero tuve una erección todo el tiempo que él lo hacía. Podía decir, que el realmente amaba mi cabello.

Finalmente el me permitió enjuagar el champú y ambos salimos de la ducha y secamos al otro. Caminamos de regreso a nuestro cuarto, desnudos. Cuando llegamos, tome la secadora para secarme el cabello antes de irme a la cama. Él la tomo de mis manos y me dijo que era su turno. El procedió a secarme el cabello, de la manera en que yo lo hacía. Debió de haberme visto muy de cerca hacerlo en las mañanas cuando no hacíamos ejercicio. No lo había notado porque estaba demasiado ocupado. El pronto seco mi cabello y entonces él me tomo de las manos y caminamos hacia su cama.

― ¿Duermes conmigo esta noche, por favor? ―Él rogó.

―Dormiré contigo cada noche si lo quieres.

―Sí. Cada noche. ― De nuevo me beso suavemente.

―Pero primero, déjame llevar el bote de basura al cuarto de baño y limpiarlo. No vamos a querer este olor aquí cuando despertemos, confía en mí.

―Está bien. Lo siento. Yo debería de hacer eso.

―Está bien. Todo esto es por mi causa. Estoy más que feliz de hacerlo. ― Tome el bote de basura y me dirigí al cuarto de baño.

Vacié el contenido dentro de uno de los sanitarios y lo lave en una de las duchas. Cuando regrese al cuarto, Louis ya estaba en la cama. Extendió los brazos hacia mí. Me moví rápidamente dentro de ellos y sentí su fuerza y calor mientras se enfocaba en mí. Apoye la cabeza en su pecho y me sentí más seguro y amado que en toda mi vida.

―Harry, quiero hacerte el amor, pero exactamente no estoy en mi mejor momento ahora. ¿Podemos hacerlo en la mañana? ―Pregunto y pude oír el miedo en su voz supongo que temía que yo pudiera ver eso como un rechazo.

―Louis, ninguno de nosotros está en su mejor momento ahora. Estoy perfectamente feliz de dormir en tus brazos y esperar hasta mañana. Además, espero que sepas lo que estás haciendo porque yo nunca he estado con nadie antes.

― ¿Nunca? ― Preguntó, sorprendido― ¿Eres virgen?

―Si, completamente. Nunca había besado hasta que lo hiciste en la ducha... Es más ni siquiera había hecho lo que hacemos en las duchas del gimnasio en las mañanas.

― ¡Oh, joder! Prometo ser gentil contigo, ―Él juro.

―No necesitas ser gentil conmigo – necesitas enseñarme. Lo quiero tanto; es solo que no sé qué hacer. ¡Hey! Eres mi entrenador físico. Me enseñas como hacer ejercicio.

―Está bien. Puedo hacer eso, ―Dijo― Te amo.

―Y yo te amo.

Levante la vista para verlo y él se inclinó y me beso suavemente. Puse la cabeza de nuevo en su pecho y él me envolvió en sus fuertes brazos y contra su fuerte pecho mientras dormíamos.

Mientras dormía, soñé con Louis. Soñé que él me hacía el amor, soñé que él me besaba la cara y entonces soñé que su boca se presionaba con la mía, queriendo abrirme, así que lo hice. Sentí su lengua explorando mi boca, y entonces repentinamente mis ojos se abrieron y eso no era un sueño. Louis me besaba apasionadamente y rápidamente le regresaba la pasión, gimiendo dentro de su boca mientras las sensaciones me recorrían. Con eso, el jalo su boca de la mía.

― ¿Finalmente despertaste, Bello durmiente? ―Me sonrió― No sé cuantos besos me tomo.

― ¿Si cierro los ojos, puedo tener un millón más? ―Murmure.

―Bebé, puedes tener lo que quieras. ― Y entonces me beso de nuevo.

Podía sentir mi duro pene presionándose contra él, y podía sentir su duro pene presionándose contra mí. Moví mi cuerpo para que nuestros penes se frotaran uno con el otro, brillando con una película de nuestros jugos. Era su turno de gemir dentro de mi boca. Presiono su pene contra el mío y yo me empuje contra el de nuevo. Eso inicio nuestros empujes juntos, profundos besos y gemidos dentro de la boca del otro hasta que pude sentir la tensión en mis bolas que me advertían de la inminencia de mi orgasmo. Quería sostenerlo, pero no podía. Empecé a esparcir el semen ente nosotros y gemía – casi gritaba en su boca. Eso debió disparar el suyo, porque el gimió dentro de mi boca y entonces pude sentir su caliente semen disparar contra mi cuerpo. Continuamos goteando, dejando un lio muy húmedo entre nosotros. Pero no me importo y evidentemente a él tampoco. Él se apartó para poder respirar.

― ¿Ahora quien está fuera de forma? ―Me reí graciosamente.

―Yo estoy para esto. No tienes idea de cuánto tiempo ha pasado. Desde la preparatoria.

― ¿No has tenido sexo con nadie desde la preparatoria? ― Pregunté, impactado ante la admisión.

―No, y hasta que llegaste, jure que nunca lo haría. ― Pude ver en sus ojos que el recuerdo era doloroso.

― ¿Es por eso que anoche me dijiste que arruine tu vida y que no te conocía? ―Pregunte.

―Sí. Es por eso. ― Su respuesta fue casi demasiado suave para que la oyera.

― ¿Quieres hablarme de eso?

― ¿Realmente quieres oírlo?

―Sí. Lo quiero.

Me soltó y se movió para poder sentarse, su espalda contra el respaldo de la cama. Yo me moví y él puso sus brazos alrededor de mí y apoye mi cabeza en su pecho. Tenía la sensación de que él estaba demasiado incómodo con lo que fuera que iba a decir para verme mientras lo decía.

―Cuando yo crecía tenía un mejor amigo desde el jardín de niños. Su nombre era Jake. Nosotros hacíamos todo juntos, e íbamos juntos a todos lados. Éramos casi como gemelos. Nosotros cursamos la primaria y la secundaria juntos. Fue un verano antes de iniciar la preparatoria que todo inicio. Entramos a la pubertad casi al mismo tiempo. No mucho tiempo después comenzamos a curiosear. Cosas simples al principio, masturbarnos juntos. Ese tipo de cosas.

― ¿Cómo lo que hacíamos en las duchas del gimnasio?

―Sí. Como eso. De hecho, eso era lo que Jake y yo hacíamos después del entrenamiento de futbol o de las luchas. Nosotros entrabamos a las duchas al último, usualmente cuando todo el mundo se había ido. Nos masturbábamos en las duchas – en ocasiones dos o tres veces, estábamos tan calientes. ― Se rio al recordarlo.

―Entonces un día, algo cambio. Jake se acercó mientras me masturbaba y quito mi mano y coloco la suya. Me masturbó hasta que me corrí, y dispare más que en toda mi vida. Me sentí tan malditamente bien de que la mano de alguien más sostuviera mi pene, Le regrese el favor, y entonces él me masturbo de nuevo y yo lo masturbe de nuevo. Nos corrimos por tercera vez ese día masturbando al otro al mismo tiempo. Eso fue tan caliente, ―Dijo él.

―Entonces, ¿Qué sucedió después? ― Pregunté.

―Bueno, imagine que Jake podría enloquecer por lo que hicimos, y lo hizo, pero no de la manera que yo esperaba. El enloqueció de buena manera. El entro tanto en eso que nosotros nunca nos masturbamos de nuevo. Una noche cuando dormía en mi casa fue que finalmente nos chupamos. Estábamos tan calientes como el infierno y hablábamos de sexo como lo hacen los chicos, hablando con el otro sobre joder. Empezamos a hablar acerca de las mamadas y como se sentirían. No tardamos mucho en llegar de "¿Qué tan maravilloso se sentiría?" a "Vamos a hacerlo, tu a mí y yo a ti." Jake me chupo primero y yo descargue mi carga en su garganta. Entonces yo lo chupe y ame cada minuto de eso. Yo sabía que era "gay" y eso no me importaba una jodida. Ya lo había imaginado porque no sentía ningún interés en las chicas. Jake tampoco y admitió que él ya se imaginaba que era gay pero temía que yo no lo fuera. Hicimos el seis nueve por el resto de la noche. Supongo que no nos cuestionamos de nuevo acerca de si éramos gay o no.

― ¿Entonces qué sucedió? ―Pregunté.

―Finalmente me di cuenta que todo eso no era solo porque estaba caliente – aunque a esa edad seguramente lo estaba. No, imagine que eso era que estaba enamorado de Jake y se lo dije. Él dijo que él estaba enamorado de mí. Nunca había sido más feliz en toda mi vida. Hasta ahora. ―Con eso, se inclinó y me beso la cima de la cabeza.

― ¿Entonces que le sucedió al chico? ¿Por qué no están juntos? ― Pregunté.

―Estábamos en el tercer año de preparatoria. En ese tiempo ya jodiamos totalmente, uno con el otro. Yo hice algo tan estúpido que probablemente nunca me lo perdone. Empecé a escribirle cartas de amor, cartas de amor muy explicitas. Le describía cuanto lo amaba y como quería amarlo, en gran detalle. El hacía lo mismo, escribía esas increíbles cartas que me encendían. Y créeme, funcionaban. Entonces una noche, se suponía que el pasaría la noche en mi casa. Él nunca se apareció. Llame a su casa y nadie contesto. No podía entender que sucedía. Fui a su casa a la mañana siguiente, pero no había nadie ahí solo los cordones amarillos de la policía frente a la puerta. Camine de regreso a casa y pase por una tienda, y vi el periódico de la mañana que estaba en una de las maquinas despachadoras arriba del periódico – el encabezado– se mostraba por la ventana. Vi la fotografía de Jake – la que nos habían tomado en la escuela – me acerque a la máquina. El encabezado debajo de la fotografía decía: "ADOLESCENTE LOCAL ASESINADO POR SU PADRE."

Gire la cabeza para verlo. Lagrimas bajaban por sus mejillas.

―Está bien, Louis. No tienes que continuar. Ya lo entendí.

―No, necesito sacar esto. Por favor, ―Él rogó.

―Está bien amor, está bien.

―Lo que pude imaginar era que el padre de Jake había encontrado una de las cartas que le di a Jake. El padre de Jake era un miserable, enojón y abusivo borracho. El solía golpear a la mamá de Jake todo el tiempo. La policía descubrió las cartas porque el padre de Jake trato de implicarme en el asesinato – diciendo que yo era el causante. Tuve que testificar en su juicio. A él lo condenaron de por vida por lo que le hizo a Jake. Pero eso no traerá de regreso a Jake.

―Oh, Dios, Louis, lo siento tanto, ―Dije. Lágrimas ahora también llenaban mis ojos.

―Mis padres, claro, lo descubrieron. Ellos perdieron el control. Ellos me sermonearon día y noche por semanas acerca de la vergüenza que les causaba y de cómo Jake merecía morir por lo que nosotros habíamos hecho. Estaba tan asustado. Empecé a tratar de tener citas con chicas, trate de ser "normal" Ellos me dijeron que si me metía de nuevo con chicos, eso arruinaría mi vida. Y estúpidamente les creí. Después de todo, mira lo que le sucedió a Jake.

―Pero Jake fue víctima de un loco fanático borracho. Lo que ustedes hacían no estaba mal. Ustedes se amaban.

―Si, lo sé. Pero aun así siento culpa por lo que sucedió. Apenas y podía vivir conmigo mismo. Así que tuve que cambiar de escuela, cruce la ciudad para ir a otra preparatoria. No podía tratar con chicas así que me metí en los deportes para tratar de manejar el dolor, para escapar por un momento. Fui realmente bueno, y me ofrecieron una beca completa para el equipo de lucha. Me prometí a mí mismo no tocar a otro chico. Y si no hubiera sido por ti, no lo hubiera hecho. Pero eres tan hermoso y tan sexy. Solo quería estar alrededor de ti, no podía tener suficiente. Sabía que estaba perdido si incluso te tocaba, así que no lo hice. Lo más cerca que iba a estar contigo era en las duchas. Masturbándonos juntos, nada más. Entonces dormiste en mis brazos y sabía que estaba perdido. Cuando enloqueciste, pensé que mi vida había terminado. Imagine que te había perdido y que nunca entenderías que podría enamorarme de ti. Lo que era una broma. Ya estaba enamorado de ti y no podía evitarlo en absoluto.

― ¿Entonces porque fuiste a Sigma Nu anoche? ― Pregunté.

―No sé. Supongo que para probarme una vez más. Tratar de ser "normal." Quizás encontrar una manera de sacarte de mi mente antes de dejar lo gay por el resto de mi vida. Mis padres básicamente me desconocieron por lo que sucedió con Jake. Imagine que finalmente si me quedaba lejos de los chicos, ellos podrían aceptarme de nuevo como su hijo. Pero no puedo evitarlo. Te amo – solo a ti. Feliz renuncio a mis padres por ti. Haría cualquier cosa por ti.

Me aparte de sus brazos y lo vi a los ojos. ― ¿Cualquier cosa? ― Pregunte.

―Cualquier cosa, ―Juro.

― ¿Inclusive perdonarte por lo que le sucedió a Jake? Eso está mal, lo sé. Sigues castigándote por algo que no es tu culpa.

El solo me veía en shock y entonces empezó a llorar de nuevo. A través de las lágrimas, logro hablar.

―Lo sé. Lo sé. Pero estoy enamorado de ti como lo estuve de Jake y no quiero que también mueras, ―Dijo.

―Louis, no voy a morir. Mis padres probablemente enloquezcan cuando lo descubran, pero que se jodan. Ellos tienen que tratar con eso.

― ¿Estás seguro? ―Preguntó.

―Sí, estoy seguro. Ninguno de ellos es un borracho, y ninguno de ellos es capaz de ese tipo de violencia.

―Es solo que no quiero perderte, ―Sollozó.

―No vas a perderme. Lo prometo.

Se inclino y me beso suavemente pasando sus dedos a través de mi cabello.

―Tienes un serio fetiche por el cabello. ¿Lo sabes?

Tenía una avergonzada expresión en su cara.

―Si, lo sé. Es solo que no puedo mantener mis manos fuera de él, es tan suave y tan hermoso. Tú eres tan hermoso.

―No, no lo soy – pero tú lo eres. ¿Sabes lo primero que pensé cuando te vi el día que me mude aquí?

―No. Dímelo.

―Pensé, ¡mi Dios! Es el hombre más hermoso que he visto en mi vida. Bueno, claro que estaba viendo tu trasero en ese momento. ―Me reí graciosamente― Pero pensé lo mismo cuando te giraste.

―Mi trasero te enciende, ¿huh?

―Tanto como mi cabello te enciende. Sin embargo, tengo que admitir, que tu pene me excita más, y también me asusta como el infierno.

―Harry, no voy a lastimarte. Lo prometo. Moriría antes que lastimarte. ―Mientras decía eso, su mano suavemente acaricio mi cara.

―Louis, lo sé. De otra manera me hubieras golpeado anoche. Probablemente me merecía que lo hicieras. ―Baje la cabeza avergonzado, recordando el dolor que le cause. El levanto mi mentón hasta que lo vi a los ojos.

―Nadie merece eso, Harry. Nadie.

―No, tienes razón. Nadie merece eso. Entonces, esto no es toda la lección, ¿verdad? ―Le dije. Me dio una caliente sonrisa.

―No. No lo es.

―Entonces vamos a avanzar desde aquí. Suficientes recuerdos por ahora. Empecemos a hacer los nuestros. Por cierto, ¿puedo decirte lo que realmente me enciende de ti?

―Si, seguro. ¿Qué es lo que te enciende? ―Louis pregunto, viéndome intrigado.

―Bueno... no es algo que tú "hagas", realmente. Ahora ¿Me prometes que no te asquearas ni nada de eso? ―Pregunté.

―No me "asqueo" fácilmente.

―Es tu olor. El olor de tu cuerpo. Eso me vuelve loco, ― Admití.

Me veía sorprendido.

―Así que por eso siempre respirabas fuerte cuando estabas cerca de mí. Pensé que tenías asma o algo así. Por cierto, no encuentro mis suspensorios en su lugar y luego aparecen donde creí que deberían de estar. ¿Los has estado tomando?

Mi cara debió de mostrar mi vergüenza porque el realmente empezó a carcajearse.

― ¡Lo hiciste! Eras tú. Pensé que podrías ser, pero no imaginaba que podrías hacer con ellos.

―Nunca viste debajo de mi almohada, ¿verdad? ―Dije con la cara roja de vergüenza.

―No, ¿es ahí donde los escondías?―Me pregunto.

―Sí. Los usaba para masturbarme.

― ¿Te masturbabas con mis suspensorios?

―No. De esa manera... bueno... olía tus suspensorios mientras me masturbaba.

―Ohh... entiendo. Bueno, si te gusta mi olor, ¿por qué no intentas directamente de la fuente? ―Preguntó con una caliente sonrisa en su rostro.

― ¿No te molesta? ―Pregunté.

― ¿Molestarme? ¡Joder, no! Si quieres olerme, adelante. ―Me dio un guiño y abrió las piernas.

Bueno, esa era una invitación que no podía rehusar. Me deslicé en la cama acostado sobre mi abdomen entre sus piernas. Presione mi nariz contra sus bolas y casi me corro con el fuerte olor. Repentinamente me di cuenta que lo que obtenía de los suspensorios era de segunda mano. Directamente de su cuerpo, el olor era más fuerte, más robusto. Estaba perdido. Pude oírme gemir mientras olía sus velludas bolas. Pero me encontré queriendo más. Quería saborear lo que estaba oliendo. Saque la lengua y comencé a lavar las bolas con ella. El picante y salado sabor hizo que gimiera realmente fuerte. Me estaba enamorando de su sabor.

En ese momento comencé a oír sus gemidos. Evidentemente había descubierto algo que a él también le gustaba. Sentí sus manos acariciar mi cabeza, empujando suavemente mi cara para tomar más de él. Un estremecimiento me recorrió cuando lo hice y pude sentir mi pene derramar pre-semen en la cama. No sabía porque él me detenía ahí, era como si me estuviera usando para su placer, entregándome cada emoción, pero lo hacía.

―Si, bebé ¡Lame mis bolas! ¡Chupa mis nueces! ― gimió mientras yo continuaba lamiendo su saco de nueces dentro de mi boca.

Su sexy lenguaje me estaba llevando a un reino de frenesí sexual que nunca había experimentado antes. Amaba eso. Amaba que hablara sucio. Su profunda voz casi un gruñido, llena de excitación, solo eso me llevaba a la locura.

―¡Oh! ¡Joder sí! Háblame, Louis. Dime qué quieres, ―Le roge antes de regresar a mi festín escrotal.

― ¡Lame mis sudadas bolas! ¡Joder, si! ¡Así es! ¡Chupa mis nueces! ―Gemía y yo lo hacía.

Podría quedarme ahí, chupando su saco y respirando el profundo y rico olor masculino de su entrepierna, pero él me tomo por debajo de los brazos y me jalo hacia su cuerpo. Cuando finalmente me tuvo en donde quería, mi cara sobre la suya, me beso y lamio alrededor de mi boca, saboreándose a sí mismo.

―Nada mal. Nada mal en absoluto. Pero hay que tomar las cosas por secuencia. Me gustaría enseñarte la manera correcta de hacer el amor al cuerpo de un hombre.

Y con eso se rodó hasta que quedo sobre mí. Pensé que el peso de su cuerpo me aplastaría, pero en su lugar, se sintió tan bien el tenerlo sobre mí. Me sentía protegido, dominado, amado – todo tipo de cosas que nunca había sentido antes. Gemí y envolví mis brazos alrededor de su cuello, lo jale a un profundo beso mientras presionaba mi duro pene contra su cuerpo.

El suavemente tomo mis brazos de su cuello y los llevo detrás de mi cabeza, Viéndome fijamente.

―Mantenlos ahí.

Esa no era una petición. Eso era una orden. Un estremecimiento me recorrió cuando el tomo el control. Me di cuenta que eso es lo que yo quería. Quería que él estuviera a cargo. Sentirme seguro con el tomando las decisiones. Cualquier miedo que pude haber tenido se fue. Lo que no sabía era lo que iba a hacer. Lo que haría para impactarme como el infierno. Su cabeza se movió hacia abajo y coloco su nariz directamente en mi axila izquierda. Por un segundo me pregunte que infiernos estaba haciendo, y entonces lo oí – él estaba inhalando mi olor de la axila. Oí que un profundo gemido salía de su garganta, y me di cuenta que él quería mi esencia tan fuertemente como yo quería la suya. Levanto la cabeza un momento y me dio un guiño.

― ¿Creías que eras el único, no es así? ― Preguntó.

―Sí. ― Apenas y pude contestar, eso era tan excitante.

Se rio, y bajo la cara a mi axila de nuevo, comenzó a lamer y a saborearme. Me alegraba que su enorme cuerpo estuviera arriba de mí, porque si no, probablemente me hubiera caído de la cama, tratando de alejarme de esa lengua. El shock de eso, la intensidad de eso. Apenas podía sostenerla. Me gustaba el cosquilleo, pero era tan estimulantemente erótico al mismo tiempo. Estaba gimiendo y retorciéndome debajo de él debido a las sensaciones. Esa era mi primera lección de lo que después llamo "bordeando" experimentando solo el delgado borde entre el dolor y el placer. Estaba tan excitado que casi me corría solo con que me lamiera. Después de un momento, el levanto la cara de mi axila y me vio.

―Te gusta esto, ¿no es así?

―Oh, joder si, ―Le dije.

Su cara bajo hacia la mía y me beso, empujando su lengua dentro de mi boca, podía saborear el dulce y almizclado sabor en su lengua y lo ame. Chupe su lengua, tratando de obtener tanto como podía. También lamí sus labios, saboreándome. Eso era increíblemente excitante. Louis bajo a mi otra axila, de nuevo me beso y me permitió saborearme. Lo siguiente fue lamer mi cuello hasta alcanzar mi pecho.

―Joder, lindos pezones, ― Dijo, viéndome a los ojos. Sabía lo que significaba ese brillo de lujuria que vi en ellos.

El chupo y mordió mis pezones, de nuevo llevándome al borde entre el dolor y el éxtasis. Yo estaba gimiendo y haciendo pequeños ruidos nasales mientras él seguía llevándome fuera del pensamiento racional. Solo una profunda risa salió de su garganta ante mis reacciones. Su cara finalmente se movió pintando mi abdomen con saliva mientras lamia hacia la región púbica. Se acomodó entre mis piernas y enterró su nariz en mi vello púbico. Pude oírlo tomar profundas respiraciones e inhalar mi aroma antes de que levantara la vista y me viera.

―Joder, sí. Amo tu olor.

Se movió hacia mis bolas. Jalo fuerte mi saco y bolas bajo mi pene tan excitado. Louis presiono su nariz y de nuevo pude oírlo respirar profundamente mi aroma. Su lengua salió y comenzó a lamer mis bolas. Pensé que podría morir justo ahí. Esa era una sensación fenomenal. Gemía y me movía hasta el punto que Louis sostuvo mis caderas con sus manos. Él era lo suficientemente fuerte para mantenerme inmóvil, y eso era algo bueno por lo qué siguió.

Imagine que se movería de mis bolas hacia mi pene. Estaba en shock cuando él se movió hacia abajo. Lamió el pedazo de piel entre mis bolas y mi culo y siguió bajando más. Coloco sus manos bajo mis rodillas y empujo las piernas hacia atrás para así tener todo mi culo visible ante él.

Aquí estaba preocupado acerca de que se apartara con asco, y lo que hizo después casi me asqueo, al principio. Lo veía mientras inclinaba la cabeza y pasaba su nariz por la grieta de mi culo. No podía creerlo. Él estaba oliendo mi culo. Entonces, mi conmoción aumento, el comenzó a lamer de arriba abajo la grieta. No podía creerlo. Louis estaba... ¡Lamiendo mi culo! No solo eso ¡Dios del cielo! se sentía tan bueno. Mi boca se abrió y gemí alto. Nunca había sentido nada como eso en mi vida. Pensé que iba a correrme en cualquier momento solo con esas sensaciones. El comenzó a lamer y chupar mi agujero, forzando su lengua a entrar en mi interior. Realmente podría perderme en eso. Su lengua se movía dentro y fuera de mi cuerpo como un pequeño pene – jodiendo mi culo. Con lo mucho que temía toda la idea de ser jodido por ese pene de caballo suyo, lo que estaba haciendo estaba prendiendo fuego a mi culo. Entre más lo hacía, más quería que lo hiciera. Y con algo más grande y más duro. Repentinamente me di cuenta que quería que me jodiera con su pene.

― ¡Oh, JODER! ―Gruñí― ¡Jódeme! ¡Por favor, Louis! ¡Jódeme! ―rogaba.

Ustedes pueden ver acerca de lo que decía de esa boca mía que hablaba antes de que tuviera oportunidad de pensar sobre lo que decía. ¿Qué estaba diciendo? Mi boca estaba rogando que Louis empujara ese poste de teléfono entre mis piernas y entrara en mi pequeño y tierno agujero del culo. Había perdido completamente la cabeza.

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