Excéntrico Querer

By TakashiLien

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Fueron actos de celos los que guiaron a tal situación, uno sabía que ese sentimiento lo invadía y al otro fue... More

Capítulo II: Desmesurado
Capítulo III: Complicación
Capítulo IV: Celos
Capítulo V: Confesión
Capítulo VI: Realidad
Capítulo VII: Espera un minuto
Capítulo VIII: Tensión
Capítulo IX: Confianza
Capítulo X: Solo el más fuerte sobrevive

Capítulo I: Iniciación

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By TakashiLien

Aclaraciones: Los personajes, no me pertenecen son de League of Legends (Riot Games). Kayn y Jhin tienen 18 años y Jinx tiene 17 años. La historia toma lugar en un mundo paralelo al nuestro y son estudiantes.

Pareja: Kayn x Jinx

-Pensamientos-Texto Cursiva

(N/A:)-Notas Mías

-Hablan-Entre guiones

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Hace seis meses.


Ella persistentemente es incontrolable y le fascinaba liarse en peleas. A sus 17 años ya era reconocida y temida por algunos. Siendo ya común, descuidadamente y sin importarle mucho inicio una riña contra malhechores de otra escuela. Con un bate en mano se acercó al líder de la pequeña pandilla. Cuatro contra uno, no era muy justo pero se decía a si misma que era algo manejable. Peleo contra ellos, por un rato esquivo y golpeo en todo momento sin freno. Parecía que esta batalla la tenía ganada, mas no espero que la única mujer del grupo le rociara al rostro gas pimienta. Se había confiado. Sus ojos ardieron al contacto con el químico. Intento abrirlos, pero se le dificultaba debido al ardor. Luego sintió una patada en su estómago que la lanzo al suelo. Intento levantarse pero un golpe a su pierna derecha se lo impidió y más vinieron seguidos de este. En ningún momento pensó que la vencerían de tal manera. Ahora solo tenía que esperar a que se cansaran de apalearla. Algo que iba para largo.

-Maldita zorra, ahora si no puedes hacer nada-se burló uno de ellos pateándola más veces. A este punto su cuerpo le dolía considerablemente, y al pasar el tiempo pudo abrir sus ojos pero veía borroso. Busco con la mirada su bate, pero lo encontró en manos de aquella tipa. La fulmino con la mirada, y ella se percató y se aproximó dispuesta a pegarle con el objeto de su pertenencia.

-Creo que aún no aprende la lección, me ve aun con amenaza. Sosténganla veamos si un buen golpe con esto hará la diferencia-dijo burlona mientras uno de los tipos la levantaba de sus trenzas para hincarla e inmovilizarla. Ante tal humillación pensó en solo desear vengarse. La chavala se acercó a ella, elevo su mano empuñando el bate y Jinx solo se preparó para recibir el golpe de esta. Pero alguien detuvo a la mujer en seco arrebatándole el bate y empujándola sin mucha fuerza al suelo, cayendo de sentón.

-Que magistral espectáculo contemplamos aquí-dijo el joven que al parecer la estaba salvando.

-Mierda, ustedes como se atreven a lastimar a mi novia. Ahora sufrirán las consecuencias al igual que esta-advirtió uno de ellos malhumorado señalándola. Él estaba preparándose para encargarse de los recién llegados cuando otro lo detuvo.

-¡Oye detente! ¿Estás loco? ¿Que no sabes que son Jhin y Kayn, los locos del Instituto Valoran?-dijo con temor el tipo que recién le había jaloneado de sus trenzas. Miro a los que por ahora eran sus salvadores; dos pelinegros, ambos con el uniforme varonil de su instituto. El primero quien tenía su bate llevaba un tapa boca con un diseño único y sus ojos eran cafés. El segundo de cabello largo y trenzado con un mechón tinturado en azul; ojos miel, casi amarillos. Ya había oído sobre ellos y en un futuro tenía pensado enfrentarlos para medir fuerza, pero no pecaba de ignorancia en que aún no estaba preparada para enfrentarlos. Más nunca los había visto hasta ahora, pues aunque estaban en el mismo instituto eran de tercero y ella de segundo y no es como que a ella le gustara socializar. Poco le interesaba la gente a su alrededor.

-Sera preferible tomar la decisión de no volver agredir a un estudiante de nuestro colegio la próxima vez-continuo hablando el que llevaba la mascarilla y golpeaba repetidas veces el suelo suavemente con el bate.-Pero claramente no creerán que saldrán de esta situación ilesos-concluyo y el sonido continuo al palmear el suelo ceso.

-Jhin no te sobrepases tanto, no puedes dejarlos medio muertos como los de la última vez-dijo con cara aburrida.

-No te inquietes Kayn, hoy ando afable-contesto.

En un corto momento se encargó él solo de todos y les dio una paliza. La peli-azul los oyó suplicar, lamentar y rogar que se detuviera. Perpleja contemplo el apaleo que el llamado Jhin les dio. Sin percatarse, el otro se agacho frente a ella.

-Hace rato contemplábamos tu gran hazaña, tu empezaste la pelea y luego pierdes, que lamentable-le dijo con una sonrisa ladina a quien escucho hace un rato ser llamado Kayn. Jinx frunció entonces el ceño, agradecía en cierta forma la ayuda pero de verdad hubiese preferido no tenerla.


Presente.


No supo porque aquella ocasión vino a su mente, pero ciertamente desde esa vez esos dos empezaron a buscarla y pasar tiempo con ella. Alegando que tenía buena destreza y que podrían instruirle un par de habilidades. Al principio no le agrado la atención que estaba recibiendo. Pero con el tiempo se acostumbró y aprendió de ellos. Ahora los consideraba buenos amigos. Pensó entonces divertida en las bromas que Kayn y ella se gastaban cada vez que pudieran. Aunque Kayn a veces era muy pesado, ella también lo era y no podía quejarse tampoco.

-Aun ahora todavía puede llegar a fastidiarme bastante-caviló rememorando todas las ocasiones en las que el la pico de varias maneras. Cuando el deshizo sus trenzas mientras dormía o cuando le reseteo el móvil por solo querer joderle. Jinx se las regresaba y eran ya un ciclo incesante. Un día de estos le jodería tanto que se rendiría ante ella, saliendo triunfante.

Sobre Jhin, su amistad era algo tranquila. De hecho, hace un mes descubrió que desarrollo sentimientos hacia él. No entendía muy bien cómo y porque se sentía así hacia él, solo que la llenaba de celos verlo coquetear con otra mujer. Y Jhin llegaba a ser muy galante con las demás y en uno de esos momentos fue cuando al verlo flirteando con una estudiante que se percató que tenía la tendencia a ser muy celosa, dándose así cuenta que él le gustaba. Un afecto que aún le parecía extraño pero que poco a poco estaba empezando a aceptar. Subió entonces las escaleras hacia la azotea del instituto mientras pensaba en todo esto. Merendaría como a diario con ellos. Abrió la puerta y vio a Jhin sentado en una de las dos bancas del lugar.

-Oh vaya hoy es mi día de suerte, Kayn no está aquí aun-pensó contenta.-Holi, Jhin-saludo.

-Jinx, llegaste-dijo con tono apesadumbrado.

-No parece que estés de buen humor-comento la peli-azul.

-Hoy me ha rechazado una linda jovencita, además agrego que no me le volviera acercar-explico entristecido.

-Ah, ya veo-dijo ella con simpleza, estaba enterada con antelación de que esto sucedería. Desde hace poco, toda la que se le acercase recibiría una pequeña advertencia de parte de la peli-azul. No soportaba la idea que otra que no fuese ella se le aproximara. Para ella el tiempo de Jhin tenía que ser suyo y con el transcurso de los días él se fijaría en ella y la vería como algo más que una amiga. Ella no se le declararía, su orgullo dictaba que él tenía que dar el paso.-Vamos anímate, apuesto a que pronto tendrás una linda chica-comento-Bien podría ser yo pronto-pensó.

-No necesitas endulzar la situación Jinx-añadió con voz pesimista. Y la peli-azul no pudo disimular su suave sonrisa al saber que él permanecía soltero. Sintió entonces un dedo picar su mejilla y dirigió sus ojos hacia la persona que ahora tenía a lado, Kayn.

-Pareces estar muy feliz, Jinxy-le dijo mientras continuaba picándole.

-Kayn, idiota aleja tu dedo de mi cara-hablo molesta alejando la mano de él con una manotada. Detestaba que le tocaran la cara y él siempre la molestaba de tal manera porque estaba enterado de este mínimo detalle.

-Kayn, otra vez me ha pasado. Últimamente no sé qué pasa, soy rechazado constantemente. ¿Qué tengo de malo?-pregunto Jhin.

-No lo sé, tal vez al fin se dieron cuenta que eres feo-comento socarronamente mientras se sentaba a lado de él.

-¿¡Que!? ¡Mientes! Jinx, dime. ¿Crees que soy feo?-pregunto preocupado, ella se rio.

-Jhin, Kayn solo lo dice por joder. Y si te sirve de consuelo no me pareces feo-manifestó mientras les daba la espalda para evitar que notaran sus mejillas sonrosadas.

-Bien, creeré que tienes razón. Y Kayn; deja tus bromas, esto es serio para mí. Llevo semanas sin tener sexo.-dijo preocupado y Jinx sintió sus mejillas calentarse ante tal comentario. Nunca los había escuchado hablar sobre ese tema. Y tal cuestión era algo que hasta ahora invadía su mente. No podía evitar pecar de inocente con respecto a eso. Por lo cual se alejó más de ellos, hasta tener al frente la reja.-Debo saber que mierdas sucede como para que esto me esté sucediendo-prosiguió.

-Quien sabe, tal vez alguien está evitando que una linda dama té caliente la cama por un rato-menciono Kayn. Al oír esto Jinx, los colores se le bajaron del rostro y se giró hacia ellos. Kayn la miraba directamente soltando de paso una sonrisa divertida. Fue en ese momento que ella comprendió que él estaba al corriente de lo que hacía. Esto la aterro.

-Maldición-pensó preocupada.

-¿Estas aun jugando conmigo?-cuestiono Jhin mirando con el ceño fruncido a Kayn.

-Vamos no te enojes, solo bromeaba. Ya en serio, no me preguntes no tengo ni idea. Tendrás que averiguarlo tú mismo-respondió mientras él continuaba viendo a la peli-azul.

Y ella no estaba segura a si él se atrevería a decirle a Jhin después por lo cual debía evitar que él hablara. ¿Sería acaso capaz de soltarle lo que al parecer sabía y hacerle perder todo lo que había logrado para tener a Jhin para ella? Si, un fallo hasta ahora era que Jhin aún la veía como una muy buena amiga. Él ni de cerca aparentaba verla como ella lo veía. Mas se dijo a si misma que era cuestión de tiempo. Tiempo, eso necesitaba. Ya venía siendo un mantra para auto convencerse de ello. Pero era testaruda y no le gustaba rendirse. Pero la situación de este momento destinaba a que Kayn le hablara de sus actos en cualquier momento y él ya no la querría cerca al estar enterado. O tal vez se estaba imaginando mucho y Kayn no sabía nada, pero lo dudaba al seguir contemplando la mueca en el rostro de él. La peli-azul miro la merienda que traía, un emparedado y una botella de plástico con agua. Decidió entonces ir a comprar un jugo para irse sola y despejar su mente para pensar cuidadosamente en como manejaría esto.

-Comprare algo ya regreso-hablo decidida y se encamino para ir hacia la puerta que daba hacia el interior del edificio pero oyó los pasos de uno de ellos aproximarse.

-Vamos te acompaño-dijo Kayn mientras tomaba su mano para arrastrarle junto a él. Perpleja ante su acción se dejó llevar hasta llegar al siguiente piso. Bruscamente se soltó de él y lo vio con sus ojos fucsia irradiando molestia.

-Habla, no estoy para juegos-dijo sin querer perder un segundo.

-¿Podemos primero comprar algo y luego platicar?-pregunto divertido ante lo impaciente que ella se encontraba.

-No-respondió escuetamente.

-Tranquila, paletita.-dijo caminando hacia la máquina expendedora. Ella lo siguió.

-Ya te he dicho que no me digas así y ya habla. No le des vueltas-le manifestó. El solo se dedicó a introducir dinero a la máquina y comprar una botana. La tomo al ser entregada, luego recostó su espalda contra el aparato y abrió el empaque para empezar a comer las trituras.

-Eres perspicaz, pero seguiré diciéndote paletita cuantas veces quiera-le comunico mostrándole una sonrisa ladina. Jinx hastiada al no lograr que él dejara de jugar y que le dijera lo que sabía, le lanzo su puño hacia la mejilla izquierda de él con toda intención de darle un buen golpe. Pero él la detuvo y rápidamente la estampo contra la pared. Impidiendo que sus manos se movieran sosteniéndolas con una de él. Atrapada entre el peli-negro y la pared, ella gruño enojada. Detestaba la fuerza de él, no le gustaba sentirse inferior a Kayn. Odiaba sentirse débil ante alguien más y solo lo toleraba por poco al ser su amigo. Pero sinceramente no esperaba que Kayn se comportara de esta forma con ella. A veces llegaba a ser insoportable pero al final se desquitaba.

-Quieta, no me apetece pelear. Y como lo pides tanto, si tengo algo de lo que debo decirte-menciono y ella le miro enojada.

-Idiota primero suéltame, esto no es necesario-dijo la peli-azul, pero el negó con la cabeza.

-Esto será a mis términos, paletita. Si, como ya te imaginaras ya estoy enterado de tus juegos con respecto a Jhin-dijo y Jinx solo tenía que prestar suma atención para ver como solucionaba esto. Y entendía que Kayn consideraba ya que era más que obvio que ella tenía ciertos sentimientos a Jhin. Ahora, la pregunta que ahora rondaba su cabeza era: ¿la apoyaría él o se sentiría asqueado de lo que hizo y haría lo posible para apartarla de él? pronto se daría cuenta y rogaba que fuera lo primero.-De casualidad, tome un video de ti intimidando a una pobre damisela y estoy muy seguro de que tu no deseas que él lo vea-comento mientras sacaba su móvil del bolsillo para después mostrarle dicho video. Esto la sorprendió, ¿qué rayos tramaba Kayn?

-¿Kayn que mierdas te sucede? ¿Estas intentando chantajearme?-cuestiono incrédula desconociendo totalmente a quien consideraba como su mejor amigo.

-Bingo. Yo sé que podemos llegar a un acuerdo. Es poco lo que pido a cambio para que yo no muestre esto. Solo harás todo lo que yo quiera sin excepciones. Sino Jhin estará al tanto de que amenazaste a esta y todas las tipas con las que ha intentado salir-concretó. Jinx pensó que conocía a Kayn, en verdad no se esperaba algo así de él. Aunque no le gustara para nada todo esto, tendría que estar a su merced. Ya se encargaría ella luego de borrar esa prueba. Ella rechisto y dijo.

-Bien, ¿podrías ahora soltarme?-solicito y él la libero. Jinx se encamino para ir a la azotea. Disgustada con la idea de ser la esclava de Kayn por tiempo indefinido. Vio a Jhin merendar mientras revisaba su teléfono, se sentó junto a él. Y solo se dispuso a quitar el empaque de su emparedado y comenzó a degustarlo sin mucho apetito. Escucho la puerta de la azotea cerrarse y estaba segura que era Kayn pero lo ignoro dedicándose a intentar disfrutar un poco de su tiempo a lado de Jhin.

-Olvidaste esto-le hablo Kayn estando a su lado y entregándole una cajita con leche de vainilla. Estaba segura de no haber comprado nada, lo miro confundida ante tal acción.

-No recuerdo haberlo comprado, además no lo quiero. Quédatelo-se negó a tomarlo.

-Vamos es un regalo, además creo que lo necesitas-dijo viendo su pecho insinuando que eran pequeños y ella enojada siguió negándose mas. No lo aceptaría. Continuaron discutiendo hasta que Kayn saco su móvil y se aproximó a Jhin-Oye Jhin quería mostrarte algo-menciono y Jinx se alteró.

-Kayn dámelo-requirió para evitar que él mostrara el video a Jhin. Él se lo entrego y rápidamente ella empezó a tomárselo y lo miro de reojo suplicando que se detuviera. Kayn se distancio de Jhin.

-¿Dijiste algo?-pregunto Jhin al no haber prestado atención a Kayn por estar ensimismado jugando en el móvil.

-Nada importante-contesto Kayn para alivio de la peli-azul quien suspiro pues se había salvado de esta.

Sin más percances, el receso concluyo. Volvieron a sus respectivas aulas y la jornada paso. Cuando sonó el timbre de hora de salida, Jinx se apresuró a salir del aula y con suerte evitaría a Kayn por lo que quedaba del día. Tenía que ir al club de béisbol, pero hoy pasaría de asistir. No quería soportar ni un minuto más al peli-negro, pues él estaba enterado de su rutina y era muy probable que iría a buscarla. Y ya había tenido suficiente por hoy. Al estar cerca ya de la entrada oyó a alguien preguntar por Jhin. Aquello le llamo la atención. Se aproximó, y se trataba de un tipo que pedía tener una pelea con su por ahora amigo. Obviamente no dejaría que Jhin se involucrará con esa lacra y lo encaró.

-Si quieres pelea con Jhin, primero tendrás que vencerme-dijo mientras dejaba su mochila en el suelo para luego tronarse los dedos, preparándose para una riña a puños pues se había dejado el bate guardado en el casillero.

-Como quieras niñata y nadie intervenga yo me puedo encargar solo de una chica. No será difícil-hablo subestimándola por ser mujer y eso le molesto a ella.

-Le daré una buena paliza a este imbécil-se dijo mentalmente e inmediatamente comenzaron el altercado. El individuo venia junto a otros cinco que por el momento solo se dedicaron a observar sin intervenir y aun si lo hicieran ella podría encargarse. El tiempo junto a Jhin y Kayn no era desperdiciado, pues bien que había aprendido ciertas habilidades y así mejorado. Luego de un par de intercambios Jinx le atino un fuerte puñetazo en la cara haciéndole ladear. Sonrió ella divertida y altanera al tipo mientras esté se limpiaba la sangre de su labio ahora roto. Furioso se acercó a intentar golpearla y lo iba a esquivar sin ningún inconveniente, pero este fue detenido por una mano varonil. Volteo ella a ver de quien se trataba y este era Jhin.

-Jhin-hablo suavemente no esperando que él se presentará.

-Lo has hecho bien Jinx, pero yo me encargo ahora-contesto.

-Hasta que dignas en mostrarte, Jhin. Ahora será el momento de ver quien es más fuerte-interrumpió el chaval.

-Si ya has recibido un golpe de Jinxy, entonces estoy seguro que no podrás ni tocar un cabello mío-dijo con tono altivo. Esto hizo que el rostro del otro se marcara en una mueca de sumo enojo. Pronto Jhin y él se enfrascaron en una pelea. Ella no tuvo más opción que ser una espectadora. Si el enmascarado quería encargarse no iba a llevarle la contraria. Además era más que irrebatible que Jhin poseía todas la de ganar sin ninguna dificultad. Un minuto después, Kayn llego y se colocó a lado de ella. Y Jinx no se percato de que tenía a su tormento a lado por estar ida viendo a Jhin pelear con gran agilidad. Una vista que le encantaba. Se dio cuenta de su presencia cuando habló.

-Parece que esto será pan comido-opino despreocupado. Y ella rechisto. Iba a decirle que se alejara de ella cuando la voz del rector llamo la atención. Todos los presentes se voltearon a verlo y los que hace unos minutos peleaban se detuvieron ante la presencia de la autoridad del instituto.

-¡Ustedes deténganse! ¡Este no es lugar para pelear! ¡Y usted Jhin, no se atreva a moverse!-grito el señor, sin embargo los jóvenes que vinieron a armar el jaleo huyeron despavoridos para evitar una reprimenda. El hombre grito que se detuvieran pero ninguno lo hizo. Jhin entendía que no tenía caso intentar escapar o las consecuencias serían más graves de lo que ya eran. El rector murmuro algo que no alcanzo ella a oír más luego dijo lo siguiente-Usted Jhin, como castigo por sus acciones, quedara suspendido por una semana-.

-¡Pero si él no lo ha iniciado ha sido!-.

-¡Jinx! Así está bien, yo me haré responsable-intervino Jhin deteniéndola a que dijera que ella estaba involucrada.

-¡Pero!-.

-Déjalo así y no peleen mientras no estoy-finalizo Jhin esperando que con eso ya no insistiera más. Entonces él fue llevado por el rector hacia la oficina.

-Esto es una mierda-se quejó la peli-azul.

-Él tomó la decisión de protegerte, ya no tenía caso. Fue su elección-comento Kayn.-Además creo que debiste darles una paliza a esos idiotas lejos del colegio. Digo, habrías evitado que Jhin fuera suspendido y de paso tal vez tu podrías haberlos derrotado sin que él hubiese tenido que interrumpirte-.

-Cállate-habló sintiéndose incompetente, pues aunque no le gustara esta ocasión él estaba en lo cierto.

-Sabes que tengo razón y eso te encabrona más. Pero, ¿sabes qué? A veces me encanta verte enojada-dijo burlón con una sonrisa divertida plasmada en sus labios. Esa fue la cereza del pastel y Jinx estaba que explotaba, pero ya no quería seguir aguantándole por más tiempo. Y no le convenía ir en su contra por como la tenía amenazada. No iniciaría una contienda contra él, menos en el colegio y más con lo que Jhin habia pedido, pero al menos le daría un mísero insultó.

-¡Eres un imbécil! ¡Me largo!-exclamó furiosa y se fue no queriendo perder un segundo más y dio gracias a que él no la siguiera.

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