Wendy observaba con una mueca de seriedad, parecía que en cualquier momento le gritaría a la primera persona que se encontrara a su lado. El lomo de algunos libros se encontraba más oscuro que otros, tuvo que limpiar más de un par en busca de su objetivo.
A pesar de la intimidante aura de la azabache, un castaño con varios libros sobre sus brazos le sonrío al encontrarla parada al frente de uno de los tantos estantes de la biblioteca.
━¡Aquí estás! ━le habló estando en una distancia considerable. Los ojos violetas de la fémina le miraron por unos breves segundos para volver su vista al frente.
━No tiene caso... ━dejó que el desánimo afectara su tono de voz. ━No he logrado encontrar nada de utilidad, hay muy pocos títulos sobre algo relacionado a aquellas criaturas. Pensaba que nos sería útil ya que la información de internet no nos es suficiente.
La mirada compresiva de Clyde estuvo sobre ella hasta que volvió su vista hacia donde ella miraba anteriormente.
━Oye, no te desanimes. ━colocó su mano sobre su hombro, manteniendo su sonrisa. ━Estoy seguro que encontraremos algo pronto.
La pelinegra asintió con la cabeza siendo animada por las palabras de su amigo. Caminaron de vuelta a donde se encontraban anteriormente, en uno de los varios bancos del patio interior. La brisa se hizo presente pero casi imperceptible, haciendo que achinaran los ojos.
━Mi madre me escribió hace poco, no se dio cuenta de mi desaparición. ━la voz de Wendy rompió el silencio de manera natural mientras se mantenían caminando y observando cada detalle de su alrededor. Clyde le miró, en señal de que le había escuchado. ━Menos mal, a veces se pone muy sobre protectora conmigo. ━su mirada bajo hacía el piso en un leve desánimo.
━Me alegra eso. ━se sinceró. ━Hubiera sido todo un problema si le hubieras tenido que inventar una excusa por los acontecimientos.
━Sí, ella ha sido testigo de que me han sucedido cosas algo extrañas últimamente. Pero no me cree, piensa que estoy loca.
━Ugh, madres. ━añadió con una pequeña risa ocultando su mirada perdida.
━Por cierto... Tú no me has... ━sus palabras quedaron inconclusas cuando su atención se desvió a un chullo conocido que pasaba rápidamente a la distancia ━¿Ese no es...? ━señaló con su pequeña mano cubierta de unos guantes azul marino. Al darse cuenta de su mala educación bajó la mano con un gesto de vergüenza.
━¿Huh? ¡Ah! ¡Sí! Es Craig. Me dijo que tenía actividades en su club.
━¿Consiguió un club?
━Así es. ━asintió mientras se rascaba la nuca. ━Aunque, es raro. No lo vi en la cartelera.
La mirada de la azabache se quedó clavada en donde había visto a su amigo desaparecer.
━Vámonos, tenemos que seguir buscando. ━su compañero continuó caminando dirección a la sala de informática. Wendy le siguió segundos después.
Las flores se movían al compás del viento, como si danzaran silenciosamente. Aquel pequeño patio parecía ser parte de otro mundo diferente. Al menos eso era el pensamiento del pequeño Craig, mientras continuaba con un nuevo libro en sus manos. Moviendo cada página como si este fuese a romperse entre sus dedos.
Su madre le enseñó que cada pertenencia debía ser apreciada, cuidada con esmero y dedicación. Por eso desde muy temprana edad tuvo la conciencia de resguardar todo aquello que se le fuese entregado o regalado por sus familiares como si fuese un pequeño diamante en bruto.
Por esa razón su familia, y sobre todo su hermana, no podían refutarle algún juguete perdido o si quiera el descuido de algo que terminase en sus manos.
Más sin embargo, perdía el interés y prefería regalar cualquier cosa que no tuviera que ver con la temática del espacio.
Un pequeño bostezo escapó de sus labios y la vista se le nubló por unos segundos, pasó su antebrazo por encima de sus ojos. Su mirada subió en dirección al cielo azul. El clima estaba realmente bueno esa mañana, a pesar de que por otro lado, sentía una incomodidad en el pecho al no compartir con sus nuevos amigos.
Aquella dependencia que crecía en su interior le molestaba. Era una de las primeras cosas que quería evitar en el momento que salió de su hogar. No podía soportar el tener que estar con alguien para poder sentirse completo, cuando toda su corta vida se crió sin siquiera tomarle la suficiente importancia a la presencia de sus padres.
Prefería estar solo, hacer todo en su pequeña burbuja donde no podían hacerle nada.
Una fuerte brisa hizo que se abrazara asimismo y que el libro que se encontraba sobre su regazo saliera volando, cayendo boca abajo contra la tierra.
Un quejido salió de su boca cerrada por el frío repentino que ocasionó el cambio de clima, sus ojos se cerraron hasta bajar de repente donde el peso que se encontraba ahí desapareció. Su vista viajó rápidamente por todas direcciones hasta hallarlo debajo de un arbusto.
Se levantó de la silla blanca caminando hasta su ubicación. Su mano estuvo a una poca distancia de tomarlo hasta que otra persona se le adelantó.
El libro desapareció. Por acto reflejo dio un brinco sobre su lugar haciendo que cayera sentado. Una pequeña risa se escuchó del otro lado, aumentando su curiosidad y leve temor.
━No te asustes, soy yo. ━la voz de Tweek hizo que su alma regresara a su cuerpo. Hubiera comenzado por decir eso en primer lugar. Su risa continuó, seguramente por el gesto de Craig.
━Diablos... No me vuelvas a hacer eso.
━Debiste ver tu cara, creo que te hubiera confundido con un fantasma.
━No es gracioso. ━desvió la mirada.
━Vamos ~ Solo quería ver como reaccionabas y realmente valió la pena. ━finalmente la silueta del rubio apareció, algunas ramitas tapaban parte de su figura. Apenas podía distinguir parte de su cara y atuendo. ━¿No lo quieres? ━preguntó de manera juguetona moviendo el libro de un lado a otro cerca de él.
Craig se levantó tomándolo con algo de brusquedad. Lo revisó con detenimiento, mientras que ajeno a todo la mirada de Tweek hacía lo mismo con él.
Todo estaba bien. Solamente estaba un poco sucio pero nada que no se pudiera arreglar.
━¿Cuántos libros tienes? ━se animó a preguntar el de ojos verdes. Si no fuese por su voz podría confundirlo con un monstruo del bosque al encontrarse tan escondido.
━Varios. Me gustan mucho.
━Ya veo. ━no dijeron nada más, hasta que el de chullo peruano le miró con detenimiento.
━¿Qué haces ahí? ━la pregunta llena de curiosidad pareció tensar el cuerpo del amante de las flores, o eso lo que le pareció percibir. Su mirada parecía cambiar a través de las hojas de diferentes tonos de verde.
━Me gusta explorar, no todos los días puedes disfrutar de este espacio.
━Uh... Vale. Pero es algo raro que no te dejes ver. ━la mirada de Tweek se desvió a otro lado, parecía incomodarse aún más ante las observaciones de su único compañero de club.
━Jaja... Vamos, no sabes mucho sobre mí. Tengo más de una cosa extraña que me gusta hacer cuando estoy solo.
━Bueno, no te puedo refutar eso.
━¿Haces también cosas raras cuando no estás acompañado? ━una breve risa se escuchó de su parte.
━No creo que sean raras, es solo que... Cuando no estás siendo observado puedes ser tú mismo. O al menos eso es lo que siento. No temes a ser juzgado o a lo que dirán los demás. Es como si pudieras hacer todo lo que quisieras sin barrera alguna.
Tras las palabras de Craig, Tweek mantuvo un silencio misterioso. No sabía si había dicho algo fuera de lugar o no entendía sus palabras. Tal vez pensaba que era muy tonto.
Una pequeña mano se estiró hacía su dirección. Estaba levemente sucia y con algún pétalo o rama enredada entre sus pequeños dedos. Parecía haber estado cuidando las diversas plantas. Su mirada se conectó con la suya buscando alguna respuesta.
━Toma mi mano, pero no abras los ojos.
━E-eso es muy extraño ¿por qué no puedo hacerlo?
Se mantuvo en silencio. ━No te lo puedo decir ahora, por eso necesito que confíes en mí.
¿Confiar en él? Parecía una broma de mal gusto, pero su mirada y tono de voz reflejaban lo contrario.
Algo dentro de él le gritaba insistentemente que se arriesgara.
Con algo de duda alzó su mano hasta entrelazarla con la contraria. Su visión se oscureció y poco a poco sus demás sentidos se agudizaban.
Podía diferenciar con más detenimiento la naturaleza, el olor de la brisa chocar contra su cuerpo. Como las ramas cosquilleaban su cuerpo y poco a poco lo hacían adentrarse hacia lo desconocido. Mordió un poco sus labios.
Mantuvo el equilibrio al dejar de sentir el arbusto atraparle, podía imaginar a Tweek estando a unos pocos pasos respetando su espacio personal. Pero era lo suficiente para que tuviera seguridad al caminar. Se moría de curiosidad por saber que estaba ocultando, la razón por la cual quería evitar que mirara.
Apretaba sus párpados con algo de fuerza, evitando alguna tentación al respecto. Su mano fue sostenida con seguridad como si le diera una señal de que iban a comenzar a moverse. Se sentía algo mareado, buscando alguna referencia en un sitio desconocido.
Solo sentía los rayos del sol rozarle el rostro en más de una ocasión, llenándose de su calidez. Los pájaros cantar y el sonido del pasto siendo pisado por ambos en casi sincronía.
El olor de las flores, algunas plantas rozándole como si fuera una leve acaricia. Estaba completamente fascinado, relajado, como si su madre le estuviera arrullando en aquellas noches que no era capaz de conciliar el sueño. Todo en su mente estaba ausente. Solo existía su atención que se centraba en aquellas sensaciones.
Tweek entonces se detuvo de repente, ocasionando que saliera de sus pensamientos y que casi terminara chocando contra su espalda. Estuvo tentado a abrir los ojos, pero no quería hacerlo.
━¿Tweek? ¿Qué sucede? ¿Por qué nos detenemos? ━un extraño revoltijo se formaba en su estómago. Advirtiéndole que algo no estaba bien.
No hubo respuesta, parecía que estaba absorto del mundo pensando. A Craig le pareció una eternidad, impaciente, estuvo a punto de abrir los ojos hasta que fue interrumpido.
━¿Cómo... Cómo puedes...? ━parecía balbucear, como si discutiera consigo mismo.
━¿Tweek?
Más silencio, ya se estaba irritando. ¿Qué era lo que sucedía?
Un jalón le hizo dar un grito de sorpresa, esta vez pudo percatarse que era en el sentido contrario. Estaban regresando.
Todo parecía pasar más rápido de lo normal, no entendía como ese menudo niño poseía más fuerza que él. Apenas a unos segundos pudo sentir como soltó su mano y le empujó detrás de los arbustos.
Rodó hasta tocar la tierra levemente húmeda, algunos quejidos salieron de su boca. Quedó boca arriba y rápidamente se incorporó estando de pie. Su vista se adaptó a la luz y pudo distinguir como una pequeña silueta se alejaba con rapidez detrás de aquellos arbustos dejándolo sin alguna explicación.
𝟢𝟥/𝟣𝟢/𝟤𝟣: Capítulo editado.