Sin fecha
La espalda de Sook chocó con el colchón y cuando se quiso acomodar, le fue imposible porque Yoongi ya estaba encima de ella.
Esa sensación de ardor por todo su cuerpo había aparecido de la nada, y se había intensificado no sólo por la presencia de Yoongi y sus besos, sino por el tacto que él dejaba en su cuerpo.
Habían compartido momentos íntimos, habían dormido juntos previamente e incluso habían hecho alguna siesta, sesión de besos y mimos pero poco más, pero está vez era diferente.
La Omega sentía que no había límite entre su cuerpo y el del Alfa, aún con la ropa puesta, y que incluso si quisiese delimitarlos le sería imposible, no se sentía capaz de pensar con claridad y esperar que ese momento acabara.
Porque, obviamente, no deseaba que tuviera un final.
Tener un final significaba que algo no andaba bien, si bien se podía tratar de un rechazo mutuo por parte de sus lobos, también se podía tratar de Yoongi rechazando por completo el apareo e sumandole el hecho de que la repudiaba como su Omega.
─ ¡Eh! Amor... ─ susurró Yoongi en su oído, dejando un beso en la zona que hizo que Sook soltara un leve gemido. ─ Estoy aquí, concéntrate en mí, no te voy a rechazar... Yo también te necesito.
El celo estaba empezando a nublar su juicio, y si bien, en sus celos anteriores, sentía el dolor y todo lo que pasaba a su alrededor se intensificaba, esta vez era diferente. Diferente porque, siempre volvemos al punto anterior, estaba Yoongi ahí.
Yoongi hacía que todo eso fuese diferente.
No sólo porque el dolor del celo, gracias a él ya ni existía, sino que esa parte que tan poco le gustaba de la excitación, iba en aumento.
Se sentía algo sucia por no poder callar su boca, por escuchar como Yoongi no se contenía al soltar alguna que otra palabra sucia mezclada con amor, y porque la ropa le empezaba a sobrar.
La ropa.
Cuando se quiso dar cuenta, su camiseta había desaparecido en algún momento del camino del baño hacia la cama, y aunque quizá en otra situación se hubiera muerto de la vergüenza, ver como su Alfa empezaba a adorar su cuerpo, la hacía morirse de ganas de que aquello continuara.
Los besos seguían, cada vez más sucios, más duraderos; con sonrisas de por medio y algún que otro mordisco, y se sentía hermoso.
Hermoso porque cuando no se besaban, se miraban a los ojos y ambos podían sentir como el tiempo se paraba alrededor de ellos, como la temperatura del exterior empezaba a descender conforme iban llegando al punto cúlmine de la madrugada, pero que en el interior era todo al revés.
El calor hizo que Sook, sin una pizca de remordimiento quitara la camiseta de Yoongi, admirando los abdominales que tenía; porque si bien, no era un Alfa demasiado fuerte por culpa de su condición, hacer que la conociera a ella, había hecho que poco a poco empezara a ganar algo de peso y que cada músculo de su cuerpo se marcara.
Kim no dudó en deslizar sus manos desde el cuello de Min, descendiendo por sus brazos hasta situarlas en la espalda.
Sonrió.
─ Así que, todo esto es mío...
Volvió a sonreír, dejando claramente el tono pícaro de su afirmación.
─ Y lo que te falta por ver también es tuyo.
Y volvieron a estampar sus besos, porque no podían estar separados, sin que sus labios chocaran más de cinco segundos, porque era una necesidad.
Yoongi sabía perfectamente que su chica estaba siendo abierta con el tema gracias al celo, y por culpa de ese aroma a café que estaba inundando el lugar y que lo estaba empezando a volver loco, él sentía que su celo podía aparecer en cualquier segundo.
Y así fue, no recuerda con exactitud en qué momento sintió la punzada de dolor en su barriga, pero cuando perdió la noción del tiempo y sintió como su lobo empezaba a exigir mucho más contacto lo supo.
Sook había provocado su celo.
Algo tonto en cualquier otra historia, pero para él significaba mucho.
─ Tu celo. ─ murmuró Sook.
─ Lo provocaste tú.
Y ambos supieron que no había duda alguna de que se pertenecían, porque aunque quisieran negarlo, en ese precioso y también preciso momento, ambos eran conscientes de que se pertenecían incluso antes de que existieran.
La ropa fue desapareciendo mientras los besos aumentaban en intensidad, mientras el cuerpo de Yoongi no paraba de sudar por culpa de la cercanía que Sook impartía con sus manos, apretando su espalda hacia ella cuando los roces, se iban intensificando por culpa de solo llevar la ropa interior.
Y dieron la vuelta, mientras reían y se besaban, mientras las manos de Yoongi recorrían el cuerpo desnudo de Sook, mientras la chica susurraba cosas obscenas en el oído de su Alfa, mientras ambos lobos entraban en una burbuja llena de excitación.
Literalmente ambos animales podían sentirse en mitad de un año nuevo, observando los fuegos artificiales, al sentir la proximidad de su otro a su lado.
Era mágico, quizá algo sucio y obsceno, pero fuera de morir por el otro, lo que estaban llevando a cabo era amor puro.
Nunca fueron necesarias las palabras de amor hacia el otro, ambos tenían claro, tanto la parte animal como humana, que sin el otro nada eran, y que lo único que había entre ambos era una necesidad basada en el amor tan puro que sintieron el primer momento en el que sus ojos chocaron.
Y si, eso era exactamente lo que eran, amor puro.
Pero volviendo al momento, Yoongi rió cuando Sook se sentó sobre él, dejándolo ver su desnudez por completo.
─ Te has vuelto una Omega muy coqueta, no crees...
─ Lo siento, sólo intento impresionar a mi Alfa.
─ Me tienes impresionado, con tu sola presencia lo haces.
Y sus labios volvieron a chocar.
Y se volvieron a dar una vuelta, y otra, y quizás tres más, o hasta cinco, es posible que una decena de vueltas sobre ellos mismos en la cama; cambiando de posición para que los besos fueran más profundos, para que las manos del otro pudieran alcanzar mejor el cuerpo del otro, para que, si había algún límite entre el cuerpo de Yoongi y Sook, desapareciera.
Y quizá, ese momento de tonteo, besos y risas, cosquillas, palabras de amor, se estaba acabando, porque mientras Yoongi dejaba besos por el cuello de Sook la cosa se estaba empezando a poner seria.
Ambos lobos lo exigían, ambos lo necesitaban.
Aparearse.
Hacerse uno simplemente con un toque.
Y, es posible que en otra situación Sook hubiera tenido demasiado miedo, quizá hubiera pensado que Yoongi no era el correcto, pero mientras su interior se llenaba de burbujas de placer y sentía como su Alfa, el que la Diosa Luna había escogido para él, se sumergía en ella, las dudas desaparecieron.
Porque Yoongi era el correcto.
Primero fueron estocadas lentas, llenas de amor y besos, palabras lindas y risas, después fueron los besos que no podían acabar por la respiración les faltaba y después fueron momentos en los que sentían que todo su ser iba a explotar.
Sentir placer por primera vez era algo maravilloso.
Y sí, aunque quizá algún amigo de Yoongi se rió con él por jamás haber sentido placer, porque su lobo se lo prohibía si no era con su Omega, Yoongi supo que todo aquel tiempo de burlas y espera había valido la pena.
Porque nada era mejor que tener a Sook pidiendo más de él.
Nada podía mejorar el hecho de que su Omega, su chica, su pareja destinada, le estaba profesando amor sincero y eterno.
Porque mientras sentía cada parte de ella en contacto con todo su ser, Yoongi lo supo.
Supo que quizá el odio que sintió por sus padres por haberlo hecho así, el odio que sintió hacia la sociedad por haberlo tachado a él por un mito, valieron la pena.
Valieron la pena porque el momento justo en el que experimentaba lo que era la comunión con su alma gemela, eran un momento mágico.
Y quizá sí, quizá él podría haber forzado muchas situaciones. Quizá Yoongi podría haber obligado a su lobo a escoger a otra Omega, pero sabía que esa Omega jamás iba a completarlo como Sook lo hacía.
Porque, aunque fuese la primera vez de ambos, aunque fuese la primera vez que alguno de los dos pasaba su celo con el otro e incluso se desnudaba para otra persona, todo se sentía correcto.
Y normal.
Porque no era un mal rato lleno de quejas y dolor, tampoco eran movimientos brutos y llenos de furia.
Eran pausas, susurros, palabras de amor, preguntas inocentes.
Y el momento exacto en el que ambos supieron que todo aquello iba a culminar fue cuando una explosión, que recorrió un camino extenso desde sus pies hasta lo más interior de su ser, culminó aquel momento exacto.
Y ahí fue cuando Yoongi no tuvo duda alguna de lo que debía hacer, porque Sook había apretado más su espalda y girado su cabeza, dejando expuesto su cuello.
La Marca.
Y Min sintió como su lobo lo obligaba a hacerlo, y como la loba de Sook, gritaba en lo más profundo de su ser que ella también lo quería, que lo aceptaba.
Sook jamás se había sentido tan sumisa como en ese instante.
Nunca, en sus dieciocho años de vida, ella se había doblegado ante un Alfa. Kim jamás había permitido que el otro género mostrara superioridad ante ella.
Pero...
Siempre hay un pero, y es que ella sabía que Yoongi quería hacerlo y era consciente de que muchas cosas iban a cambiar pero Sook también lo quería.
─ Yoonie... ─ susurró al ver que los colmillos de su Alfa poco a poco empezaban a aparecer.
Y soltó un pequeño chillido cuando los sintió enterrarse en su tierno cuello, haciendola sentir como un pequeño cordero delante de su cazador.
Y se sintió extasiada en el momento en el que Yoongi dejó que toda su lengua pasara por la zona, ayudandola a curar aquella marca mucho más rápida.
Y quizá lo que pasó después fue lo más raro, porque ninguno de los dos lo pudo explicar, pero cuando quisieron sentirlo ambos animales habían salido a la superficie, dejando encima de la cama de Yoongi, dos lobos blancos, durmiendo acurrucados.
🐺
Al otro lado de la ciudad se encontraba una pareja totalmente anonadada.
─ Lleva tres días nevando. ─ murmuró Jimin. ─ La ciudad está colapsada, nadie sabe qué está sucediendo para que en pleno Mayo este cayendo tal tormenta.
─ Pero ambos sabemos qué está pasando... ─ comentó Namjoon, girándose sobre la cama para abrazar a su Omega.
─ Es obvio...
─ Un Alfa blanco y una Omega blanca se han apareado. ─ Kim suspiró. ─ Es duro imaginarmelo sobretodo dado el hecho de que llevamos tantos días sin saber de ellos, pero supongo que deben estar bien.
─ Sookie está con su Alfa, simplemente deben pasar estos momentos después de la marca juntos. ─ contestó Park. ─ Sabes que después de la marca un Omega se vuelve muy mimoso y sobreprotector con su Alfa.
─ ¿Crees que la marcó?
─ No tengo dudas de ello, sino el clima no estaría tan loco y si no hubiera pasado, Sook hubiera vuelto hace días llorando porque fue rechazada.
─ Me alegro que sea Yoongi.
En serio, me costó treinta capítulos llegar aquí. Me enrollo más que una persiana, puro relleno.
Por cierto, podría haber sido totalmente explicito pero este fic en algo bastante fluff con algo de fantasía y creí que el porno duro no era necesario. Espero que a las locas hormonales les guste igual JAJAJAJ
Como vieron, a veces Vivi puede actualizar tres veces por semana pero esto quiere decir que se viene un hiatus JAJAJA
Mañana 18/09 empiezo las clases, y como saben también estoy trabajando, y aunque en Octubre me bajaran horas del trabajo para poder estudiar con tranquilidad, igualmente hasta que no acabe este mes pasaré casi todo el día fuera de casa.
Perdón por existir.
Tengo algún que otro one-shot en mente, pero de momento me voy a tomar esto con calma y una vez tenga las horas del trabajo reducidas, veré con calma el desarollo de este fanfic y de lo demás que quiero escribir.
Y sí, aún le queda algo al fic, no creo que treinta capítulos más pero si unos cuantos más porque obviamente, quiero explicar muchas más cosas.
Espero que les haya gustado y como siempre, gracias por leerme.
No se olviden de votar.
》Vivi; 🌙