Podría jurar que sus mejillas se habían mantenido como dos redondas manzanas desde hace dos días, cuando Taehyung decidió prudente darle ese inocente beso. Ni siquiera podía cerrar sus párpados sin pensar en ello, su lobo retorciéndose ansioso por ir con el alfa.
Y recibir mucho más.
Quería mucho más.
Entonces, ¿por qué tenía tanto miedo?
El estómago brincaba en su interior, revolviéndole la vida entera y dejándole unas náuseas insoportables. ¿Qué estaba mal con él? ¿Por qué no podía sólo ir tras él y besarlo? Joder que quería besarlo.
Pero era un niñato cobarde, quien no se dignó a abandonar la habitación en 48 horas, y contando. Incluso cuando Taehyung llamó a su puerta; la señora Kim y Daniel también lo intentaron. No hubo respuesta de su parte.
¿Qué iba a decir?
¿Cómo debería reaccionar?
Porque claramente ir a esconderse entre las paredes de su habitación provisional no era la mejor opción, estaba luciendo como un inmaduro.
Y bueno, lo era.
En su vida sentimental sólo existió Seungmin, pero no estaba ni remotamente cerca de hacerle sentir lo que Taehyung. Era sencillo lidiar con reacciones comunes de una persona... ¿Normal? Pero, ¿cómo lidiaba con su lobo saltando cuál cachorro? Expidiendo vainilla cada cinco segundos para ser notado por el alfa, llamando por él.
ㅡ Soy una vergüenza ㅡmurmuró para sí mismo, cubriéndose con ambas manos. Teniendo la imperiosa necesidad de llorar por la más pura de las frustraciones. No quería que Taehyung pensara en su reacción como un rechazo, pero ¿qué podía hacer?
ㅡ Tienes que comer, idiota ㅡse quejó el omega pelidorado con firmes intenciones de moler la puerta a golpes si era necesario.
ㅡ Déjame en paz.
ㅡ Vamos, al menos hablemos un poco. Por favor ㅡun cansino suspiro resonó desde el pasillo, convenciendo al castaño quien fue a abrirle la puerta un segundo después. No tardó en secuestrarlo dentro, cerrándola inmediatamente como todo un lunático.
ㅡ ¿Realmente no quieres ni siquiera mirarlo? ㅡhace sólo cinco minutos quería sacarlo a golpes, pero ahora que veía su deplorable estado, no estaba tan seguro.
ㅡ No es eso ㅡsuspiró dramáticamemte, lanzándose bocabajo en la cama.
ㅡ ¿Quieres hablar sobre ello? ㅡno pidió permiso para tomar asiento junto a él, curiosamente su fresco aroma a guirnaldas relajándole. Guirnaldas. Le recordaba a Hawaiiㅡ Francamente, no eres de mi total agrado, pero Taehyung parece estar peor que tú.
ㅡ Y-Yo...ㅡsu voz tembló, temía que si decía más rompería en vergüenzaㅡ No quiero arruinarlo, no sé cómo actuar. Jamás he salido o tratado directamente con otros alfas, excepto mi hermano ㅡconfesó, reincorporándose y abrazando una almohada entre su cuerpoㅡ ¿Y si no soy cómo debería? También tengo miedo de no saber controlarme, mi lobo es tan caprichoso. Tengo miedo.
El omega invitado sonrió tranquilo, palmeando su rodilla con pura fraternidad.
ㅡ A Taehyung le gustas como eres, no porque seas omega. No seas estúpido, Jungkook ㅡpellizcó su mejilla con rudeza, ganándose un gruñidoㅡ ¿Hay algún problema si no te controlas? Él es tu alfa, después de todo.
Cada centímetro de Jungkook revolucionó ante ello, su piel erizándose considerablemente, así como su corazón latía dolorosamente. Su alfa.
Eran destinados.
ㅡ Estoy avergonzado de tan sólo mirarlo a la cara, ¿cómo debería actuar? ㅡaprisionó su labio inferior entre los dientes, en un inútil intento por canalizar la ansiedad.
ㅡ En serio eres todo un niñato inexperto, ah ㅡse burló abiertamente, tratando de distraerlo aunque fuese un poco.
ㅡ ¡Yah!~
Jungkook no dudó en golpearle con la almohada entre sus manos, ambos omegas iniciando una batalla de plumas enjauldas sobre la cama. Más tarde, sus gruñidos de amenazas juguetonas terminaron en estruendosas risas cargadas de diversión.
ㅡ Ya, ya. Paz ㅡsuplicó el pelidorado, que no tenía la altura en su favor. Y perdía ventaja al ser ligeramente más pequeño.
Ambos chicos se tiraron en la cama, mirando el blanquecino techo. Ninguno estuvo dispuesto a decir mucho, hasta que llamaron a la puerta. Era Taehyung, su amargo aroma a preocupación traspasaba las paredes.
ㅡ Tienes que hablar con él ㅡadvirtió Daniel, señalando hacia la puerta donde el alfa anunciaba que le llevaba un aperitivo. No ha comido en dos días.
Jungkook suspiró rendido, asintiendo. No quería que Taehyung estuviera triste por su culpa y encima de todo, pensando cosas que no eran. El omega pelidorado sonrió de victoria, abandonando la cama para abrirle al rubio que no se esperaba su presencia ahí.
ㅡ ¿Qué hacías dentro? ㅡestrechó la mirada, desconfiado. Era bien sabido por todos que no se llevaban de la mejor manera.
ㅡ Cosas de omegas, pasa ㅡle palmeó el hombro, mirando hacia el interior de la habitación le guiñó cómplice a Jungkook quien estaba vuelto un manojo de nervios ruborizados.
Decidió que era momento de dejarlos solos.
Dudó en entrar, pero finalmente y a pasos sigilosos ingresó a la habitación, cerrando la puerta detrás suyo. Quedándose ahí, sin saber si era prudente ir más allá.
Se miraron, sin saber exactamente quién estaba más sonrojado.
ㅡ Te traje un sandwich, debes comer algo ㅡanunció, huyendo a su mirada para dejar la charola sobre el escritorio que adornaba un rincón de aquella habitación.
ㅡ G-Gracias.
ㅡ Bueno, no quiero incomodarte. Así que... ㅡprefirió mirar a todos lados, antes de encontrarse con ese par de hermosos ojos azulesㅡ Me iré, si tienes más hambre puedes bajar.
El alfa realmente estaba por huir de eda tensión, incapaz de iniciar cualquier conversación seria y coherente.
ㅡ Hyung~
ㅡ ¿Sí? ㅡsujetó el picaporte, presionándolo más de la cuenta. Tragando saliva poco después.
ㅡ ¿Quieres...quedarte un rato? ㅡy tal vez así podrían hablar, cuanto antes si era posible. Asintió lentamente, regresando en sus pasos para obtener un sitio en la silla giratoria del escritorio.
ㅡ No, ahí no.
Taehyung entendió la indicación, y dudó antes de caminar hasta él, sentándose donde antes Daniel estaba. Ninguno se miró, y si sucedía, lo evitaban al instante.
¿Cómo iniciar? ¿Qué era prudente decir? Jungkook sólo quería restregar su mejilla con la del alfa para hacerlo sentir mejor, disipar sus miedos.
ㅡ Lo siento ㅡ dijeron al unísono, rápidamente conectando miradas.
ㅡ ¿Por qué te disculpas? ㅡquiso saber Jungkook, jugando con un mechón de su cabello que estaba comenzando a cruzar los límites que solía tener.
ㅡ N-No debí besarte, fue muy mal educado ㅡsus ojos fueron a parar hasta el dobladillo de su camiseta azul, nervioso.
No, no, no.
ㅡ Solamente seguí mi instinto y, una cosa llevó a la otra y otra a la otra, entonces cuan-
Taehyung balbuceaba incoherencias cuando sintió un efímero roce sobre sus labios, un choque apenas perceptible. Lo suficientemente bueno, para explotar su universo entero.
ㅡ ¿Huh?
ㅡ Y-Yo... Me gustó ㅡsusurró apenas audible, lo necesario para ser escuchadoㅡ Me gustó que lo hicieras.
Los pómulos del menor se encendieron cuál semaforo en STOP, no se molestó en ocultar su vergüenza. Taehyung estaba en mismas condiciones.
ㅡ ¿Eso quiere decir qué...? ㅡno sabía que tan inseguro estaba sobre su loquefuera hasta que necesitó escucharle decirlo.
ㅡ Creo que es obvio.
Taehyung negó.
El omega rodó la mirada, frustrado, humillado y derrotado.
ㅡ No, no cuando te ocultaste de mí dos días enteros ㅡsu plan estaba lejos de que aquello sonase como un reclamo, pero no había nada que hacer cuando las palabras abandonaron sus labios.
ㅡ Lo siento ㅡinfló sus mejillas, un puchero adornando su expresiónㅡ Yo no sabía cómo reaccionar.
ㅡ ¿Y ahora sabes cómo hacerlo?
ㅡ Supongo que sí.
La interrogante siguiente no alcanzó a abandonar sus labios cuando éstos estaban siendo nuevamente acariciandos por los del alfa; el pánico inundando su sistema gota a gota. ¿Cómo debería reaccionar?
Sus arterias estaba por explotar, cuando se sorprendió así mismo correspondiendo el torpe beso. Jungkook no sabía lo bien que podía sentirse ser besado con tanta devoción, hasta que los labios inexpertos de Taehyung le acariciaron en un inevitable toque húmedo. Tampoco se quejó, al menos eso supuso, cuando sintió unas traviesas manos sujetar firmemente su cintura y él no tuvo más remedio que acunar la caliente mejilla del mayor.
¿Los planetas podían alinearse una misma noche? Estaba anocheciendo, pero juraba que centenares de estrellas morían y renacían en su interior. La dulce vainilla desprendiéndose de su cuerpo como una coqueta aura libre, misma que flotaba a su alrededor cuando ambos se distanciaron por falta de aire. Sin ninguna intención de distanciarse.
ㅡ Hueles delicioso ㅡronroneó Taehyung, escondiendo la nariz entre esa blanquecina curvatura que desprendía parte de la deliciosa fragancia. No se contuvo de dejar un inocente beso sobre la zona.
ㅡ Tú también ㅡmurmuró avergonzado, temeroso de que un extraño sonido abandonara sus labios debido al aliento caliente que chocaba contra una de sus áreas más sensibles.
✨🌙✨
No recordaba haber tenido un verano tan glorioso desde los seis años, cuando sus padres solían llevarlo a Jeju para disfrutar de las olas rompiendo contra la costa. Pero, ahora, estando a las orillas del extenso río fronterizo realmente todo parecía un poquito mejor.
Jungkook llevaba un bañador azul, mientras remojaba los pies a la orilla del agua helada. Daniel estaba junto suyo, con una sonrisa maliciosa que sacaba a relucir sus intenciones de lanzarlo al agua.
ㅡ Ni se te ocurra, Kang ㅡadvirtió Taehyung, pellizcándole la mejilla al de hebras doradas y tomando asiento junto a su omega castaño.
ㅡ Le quita la diversión a la vida, príncipe ㅡbufó, dejándoles solos para ir por un emparedados de aquellos que empaquetaron antes de venir. La señora Kim había sugerido que salieran, y lograr despejarse de todo lo demás.
ㅡ Sí, le quita lo divertido a la vida... Príncipe ㅡenfatizó Jungkook, recargándose en su hombro para ocultar su sonrisa coqueta.
ㅡ ¿Acaso querías que te lanzara contra las rocas del río, eh? ㅡse vio en un debate mental cuando decidió palmear su muslo, sin segundas intenciones.
ㅡ Nunca dije lo contrario ㅡbesó fugazmente su mejilla antes de seguir al omega pelidorado para obtener un poco de comida.
Taehyung olvidaba cómo respirar tan sólo de ver aquella blanquecina piel relucir contra el sol, sorprendiéndose así mismo con el preocupado pensamiento de que podría broncearse de más.
¿Cuándo se había vuelto así, eh?
Regresó la vista al frente, nervioso de esa imperiosa necesidad por cargarle entre brazos para besarle las mejillas hasta desfallecer.
Claro, solamente las mejillas.
ㅡ ¿Quieres uno? ㅡle trajo de vuelta al mundo, señalando el almuerzo y al omega castaño que comía uno. Daniel siempre parecía más preocupado por el príncipe que por sí mismo.
Jungkook no podía evitar sospechar.
ㅡ Sí, por favor ㅡle regaló un resplandeciente sonrisa a forma de agradecimiento. Recibiendo el alimento poco después y a Daniel junto suyo.
A cierto castaño, no pareció gustarle aquello.
No podía negar que se encontraba celoso de Daniel, ¿y cómo no? Taehyung no parecía tener contacto alguno con otros omegas —o cualquier raza—, simplemente parecía no tener amigos. Y luego, estaba Kang Daniel.
Sencillamente, no podía acoplarse.
Ellos parecían tener una química inmediata, se conocían de poco pero parecían llevarse muy bien. Y luego estaba él; su supuesto omega, con el cual no tenía absolutamente nada en común.
Nada.
Taehyung decía videojuegos, él prefería películas.
Él quería cereales para el desayuno, Taehyung galletas o panecillos.
Taehyung pensaba meticulosamente en todo, él no solía ir más allá del presente.
Jungkook es impulsivo, rebelde y espontáneo. Taehyung no, ni de chiste. Hasta sus pasos parecían contados. En cambio Daniel, parecía embonar con él.
ㅡ ¿Estás bien? ㅡla profunda voz del alfa consigue ingresar a su sistema al igual que una marea rompiendo en un arrecife. Jungkook se desconcierta, tardando en reaccionar.
ㅡ Ehm~ por supuesto ㅡsonrió automáticamente, sólo pensamientos.
Taehyung quiso creerle, no pudo.
El resto de la tarde fue un poco de lo mismo, cierto omega castaño pareció olvidarse del tema cuando comenzaron a juguetear con el agua del río. Taehyung los observó por un rato, para terminar uniéndose a ellos. Más tarde, cuando el sol amenazaba con huir, decidieron volver.
ㅡ Ten, Kook~ ㅡDaniel colocó una toalla seca sobre los hombros del omega castaño, recibiendo una agradecida sonrisaㅡ ¿Te encuentras bien? Te he notado un tanto distante a ratos.
Jungkook no sabía con exactitud qué tipo de relación hay entre ambos, no tenía amigos tampoco y ellos habrían tenido sus fricciones en el pasado. Pero, después, Daniel mostró apoyo a su extraña manera de tratarlo.
A la defensiva, temiendo una actitud grosera por parte de Jungkook.
Y ahora, ¿eran amigos o algo?
ㅡ No lo sé, sólo pensaba ㅡse encogió de hombros, secando sus hebras castañas con la toalla que le fue cedida.
ㅡ Cuidado, podría hacerte daño ㅡlo molestó, codeando su costado en medio de una sonrisa divertida.
ㅡ ¡Yah!~ Deja que te agarre, enano ㅡgruñó, iniciando una carrera junto con el contrario. Ambos guiados hacia la mansión, y seguidos por el alfa que no hacía más que reír ante su infantil actitud.
Y mientras la brisa veraniega juguetaba la humedad en su cabello, el sol alumbraba en violeta el horizonte y sus piernas pelean por ganar al omega que no dejaba de reír. Jungkook realmente se cuestionó, ¿cómo era tener un amigo?
Había pasado gran parte de su vida peleando con sus padres, jugando al amor secreto con Seungmin y rompiendo todos los estándares que le implementaron.
Jamás en sus veintiún años, pensó en tener un amigo.
ㅡ Dejen de jugar, niños. Mamá hizo la cena ㅡllamó Taehyung, rompiendo su atmósfera de pequeños cachorros. Su lobo ronroneando embelesado, cuando sintió las feromonas del menor atacarlo; la esencia de vainilla perlando su piel en sudor.
Daniel fue el primero en ingresar a la vivienda, riendo aún de haberle ganando al castaño. Jungkook le siguió, siendo detenido por el alfa.
ㅡ Eres un pequeño cachorrillo ㅡse burló, secándole las mejillas cubiertas de una delgada lámina de sudor.
ㅡ Eres un aguafiestas ㅡsonrió, regalándome dulces orbes lila al mayor. A comparación de otras veces, luciendo totalmente pacifico.
Un violeta pastel, dulce.
ㅡ No lo soy, te he dejado jugar ㅡpasó su propia toalla sobre el cabello del omega, queriendo secarlo por completo. No desea que pesque un resfriado.
ㅡ ¿Debería agradecerte? ㅡentornó la mirada sin reducir ni un centímetro su sonrisa.
ㅡ Deberías hacerlo.
Jungkook sonrió de medio lado, bajando las laboriosas manos del alfa que trataban de retirar la humedad de él. Entonces le miró, sus orbes violetas colisionando con pura confusión del rubio.
ㅡ Gracias, hyung. Francamente no sabría por qué agradecerte, has hecho demasiado por mí ㅡsuspiró, abrazándose al cuello del más alto. Sintió sus mejillas incendiarse, pero no dudóㅡ Gracias.
Taehyung apenas pudo procesar sus palabras cuando sintió los suaves belfos del menor sobre los suyos, él lo estaba besando. Jungkook estaba acariciando sus labios con tanta dulzura, que se sentía enfermar de diabetes.
Y lo amaba, porque su cuerpo entero pareció iluminarse. Un inocente chasquido resonó cuando sus labios se apartaron apenas unos milímetros.
ㅡ Eres un niño bastante travieso.
Jungkook se encogió de hombros, regalándole una reluciente sonrisa de conejito. Pequeñas arrugas asomando en los extremos de sus orbes nuevamente azules.
Joder, era hermoso.
ㅡ Jungkook, creo que estoy listo.
¿Huh?