Martes: 15:32hs
Me encontraba detrás de Nairobi junto a Denver, íbamos bajando las escaleras a dónde estaba Helsinki con algunos de los rehenes que quedaban
-un momentito por favor -dijo Nairobi- a ver, como ya sabéis, hemos soltado a los compañeros que eligieron la libertad, así que aquí nadie ha engañado a nadie
-hemos cumplido nuestra promesa -dijo Denver-
-la promesa mis cojones -dijo Arturo susurrando-
-tienes algo que decir Arturo? -pregunte-
El no respondió, solo bajo la mirada
-y de la misma manera, os juro que el millon, el millón va a su destino a las direcciones que nos disteis -dijo Nairobi-
-mentiras y más mentiras -susurro Arturo, el quería parecer un héroe, pero solo parecía un idiota-
-vamos a cumplir también esa promesa, os doy mi palabra -dijo Nairobi-
Nairobi se fue y Denver y yo nos quedamos con los rehenes
-Verona, repartidles un sándwich, ya vuelvo -dijo Denver-
El se fue y yo comencé a repartir sandwich a los rehenes
Cuando llegó el turno de Mónica ella solo me miraba y no tomaba su sandwich
-toma -dije y lo puse en su mano- Arturo
El tomo su sandwich y me sonrió, lo notaba algo nervioso
-Verona, tu cuidar rehenes, yo irme y después volver -dijo Helsinki-
El se fue y Arturo no paraba de mirarme
Me acerque al bebedero y tomé un poco de agua, cuando ya había terminado vi a Arturo caminando lejos de la sala
-a donde vas? -pregunte, el siguio caminando sin importancia- eh! Me cago en la puta
Me acerque a él y le hice frente
-a donde cojones vas? -pregunte- que pasa? Que estamos en la hora de recreo? Venga todo el mundo sentado
-que pasa aquí? -pregunto Denver- a ti te recomiendo lo mismo Arturito, que tengo un día tonto, sabes que? Me apetece reventar algún tabique y fíjate, al tuyo le tengo unas ganas increíbles
Arturo saco una pistola y la puso el frente de Denver y luego en la mia
-pues por qué no pruebas mi pistola, a ver si te relaja -dijo Arturo-
-a-a-a-a Arturo, Arturito, que tienes una pistola de juguete y yo una mala hostia que no me la aguanto -dijo- que haces?
-de juguete? -pregunto Arturo- no.. joder no parece, por qué no lo comprobamos?
Arturo apunto a mi frente y sonrió
-no te atreves -dije-
-Arturo! -dijo Mónica corriendo hacia aqui-
-apuntame si tienes los cojones -dijo Denver a Arturo y el le apunto- está vez te voy a dar tres segundos, me cago en mi puta vida
-eso harán dos -dijo Arturo-
-tres, dos... -dijo Denver- uno..
Denver apretó el gatillo y su pistola era la falsa
-jajaja sorpresa -dijo Arturo-
Denver miró a Mónica y ella nego con los ojos agüados
-date la vuelta -dijo Arturo a Denver-
-Verona, tu arma -dijo-
-no la tengo aquí -dije-
-me cago en la puta -dijo Denver-
-tu también date la vuelta -dijo Arturo- he dicho que se den la vuelta
-hijo de puta -dijo Denver-
Arturo tomo a Denver del cuello e hizo que otro rehén me tomé a mi
-vengan, vengan, rápido moviendo -dijo- vamos, vamos, no tenemos todo el día, Mónica abre la puerta
-Mónica, Mónica, no le hagas ni puto caso, este tío de esta aprovechando de ti -dijo Denver- No abras la puerta!
-chis! Calladito o te llevas un tiró campeón -dijo Arturo a Denver-
Le pegué un puñetazo en el estómago al rehén que me sostenía y me solté
-arturo suéltalo -dije-
el me apunto y luego a Denver en la cabeza
-no tienes los cojones -dije- como no los tuviste para aceptar que no quería salir contigo y me despediste
-cierra la puta boca -dijo y me apunto- tu tambien quieres un tiró? Mónica abre la puerta
-dispara Arturo -dije- mátame!
-bien -dijo el- quieres que cuente hasta tres?
-si -dije-
-no se abre! -dijo Mónica-
-estos hijos de puta han debido bloquear las puerta, coño! -dijo Arturo- bien, Aria o Verona, cual te gusta más?
-deja de dar tanto rollo y aprieta el gatillo! -dije- no tienes los cojones Arturo!
El puso su mano en el gatillo y yo cerré los ojos
-he Sido yo! Yo bloqueé la puerta! -dijo Río apuntandole-
-atras -dijo Arturo-
-Arturo suelta el arma -dije-
-suelta la pistola -dijo Río-
-arturito, ya se que te gusta mucho el cine, pero esta película se te está yendo un poco -dijo Berlín-
-ni un paso más o le pegó un tiró -dijo Arturo- yo puede que no salga con vida de aqui, pero este no vuelve a reírse en su puta vida
Berlín le puso un arma en la cabeza y Nairobi se interpuso
-berlin, Berlín calma -dijo Nairobi-
Moscú y Helsinki aparecieron con más armas pero Nairobi los detuvo
-abridme la puerta! -dijo Arturo-
-vale, vale, vale -dijo Moscú bajando el arma- tranquilo, vamos a hablar como personas civilizadas, suéltale y si quieres salir, yo te ayudo
-abridme la puerta ya -dijo Arturo-
Nairobi miró a Berlín y sonrió
-aqui no se abre ninguna puerta -dijo Nairobi y ambos le apuntaron a Arturo-
-de verdad crees que no? Mira, voy a contar hasta cinco y luego le voy a pegar un tiro, yo no tengo nada que perder y me importa todo una mierda, Estamos? así que vosotros mismos, cinco, cuatro, tres, dos, uno...
Oímos un golpe y Arturo cayó al piso, Mónica le había dado con un palo
Denver le saco su arma y junto a Mónica le apuntó a Arturo
-hijo de puta! -dijo-
Para que se te caiga la vida a pedazos da igual que estés en un baño, en un atraco... O en la entrada de un penal. Ya ven, aquella tarde se nos iban a sincronizar las desgracias a tres mujeres. Raquel comprendió de pronto que se había enamorado hasta las trancas, del mayor atracador de España
-esta con ellos, todos lo vieron -gritaba Arturo en el piso- está con ellos
Mónica Gaztambide se dió cuenta de que acababa de convertirse en cómplices de los atracadores, de que ya no habría marcha atrás y eso era una desgracia para mi, gracias a su acto heroico con Denver, el volvió a sentir esa chispa que sintió con ella antes de saber que significaba el síndrome de Estocolmo
Y Tokio, mi hermana, caminaba siguiendo las instrucciones que nos había dado en Toledo el profesor, pero sin certeza alguna, como anestesiada, como una botella que alguien a arrojado al mar, sin tener ni idea si van a recogerla al otro lado
2 meses antes del atraco:
-Si los cogen, a las 24 horas de ser detenidos, decís que queréis hacer un pacto, que queréis declarar, pero, ante un juez y no tendrán más remedio que llevarlos a la Audiencia Nacional -dijo el profesor parado frente a todos- y... Es posible que en ese traslado, yo pueda hacer algo por vosotros
101 horas de atraco:
La inspectora sentia rencor, ira, estaba envenenada, había descubierto que la había engañado todo este tiempo, y Helsinki sentia algo parecido, pero no por un engaño, sino por falta de sueño, había dormido 4 horas en los últimos cinco días, y saben lo que le pasa a una persona cuando deja de dormir? Que sus conexiones neuronales se funden como un cortocircuito, deja de segregar dopamina, deja de metabolizar glucosa y la única información que queda en el cerebro es sobrevivir, así que si hay algo que no le puedes pedir a un tío que lleva cinco días sin dormir, es paciencia
El entro con un explosivo plástico en la mano, tomo a Arturo del mono y se lo llevó, todos lo miramos asombrados pero seguimos con lo nuestro
-tienes un cigarro? -dije a Denver, estabamos con Mónica, ella había pedido que la separemos del grupo, también estaba Moscú aquí- que si tienes un cigarro?
-Verona, estás embarazada -dijo el-
-yo no estoy embarazada, pero si estoy secuestrada, disparada y... Dentro de nada, acusada en un banquillo de colaboración con un bando armada y yo que se, podrías darme uno? -dijo Mónica-
-no te pongas en lo peor -dijo Moscú- Arturo te podrá echar un capote, es el padre de tu hijo, no?
-que padre? Que padre? El que me acaba de señalar como si fuera una secuestradora más? Que padre? Al que le he reventado la cabeza con un palo de hierro? Da igual, igual me ayudan todos mis compañeros, total solamente les he fastidiado todo el plan de fuga que seguro lo van a contar en un juicio -dijo caminando de un lado a otro- Dios! Por qué he Sido tan tonta! Donde coño tengo la cabeza
-puedes callarte? -pregunte, ella hablaba demasiado- vamos Moscú, dame un cigarro, mi feto necesita un cigarro
-no vas a envenenar a mi nieto con la mierda esta -dijo-
-Mónica, tu no vas a sentarte en ningún banquillo porque antes te juro que reviento a Arturo -dijo Denver-
-tu no vas a reventar a nadie -dijo Moscú- vale? Tranquilo
-pero que tiene razón, que se la llevan por delante, cojones, que si nos escapamos y nos pilla la policía va a la cárcel -dijo Denver-
-nadie la obligó a entrometerse -dije susurrando-
-si nos quedamos y entra la policía, pues también, que va a chupar trena si o si, cojones -dijo Denver- coño
-por que siempre elijo tan mal? Siempre elijo mal, me lío con un tío casado, jajaj, me quedo embarazada de el, me hago un aborto y luego.. luego llega otro tío, me dispara en la pierna y voy yo y me enamora -dijo riendo sarcastica-
-sabes lo que vamos a hacer? -dijo Denver-
-que?
-te vas a venir con nosotros -dijo- si cruzaste la línea cruzaste la línea, yo no te voy a dejar tirada
-estas loco? -dijo Moscú-
-puede ocupar el lugar de Tokio o de Oslo yo que se -dijo Denver-
-no, no, escucha, yo solo soy una secretaria, que no me veo huyendo de la policía o pegando tiros o viviendo a escondidas en Camboya, o yo que se dónde, es mejor que me quede y cuando venga la policía diré.. que lo hice porque tenía un síndrome de Estocolmo como un piano, y eso tiene atenuantes, porque era eso, no? -dijo Mónica casi llorando-
-Estocolmo... -dijo Denver-
-que? -pregunto Mónica confundida-
-que puede ser bonito -dijo Denver- que si te vienes con nosotros, yo..yo que se, que te podrías llamar Estocolmo, yo que se tío
Me levanté de dónde estaba sentada y me fui, no podía seguir escuchando esa conversación, me daría náuseas
Todos estábamos agotados, por el sueño, por el estres o la angustia de llevar años cargando con un secreto que, en aquel ambiente asfixiante era cada vez más difícil de guardar y todos, antes o después perdimos los papeles, menos Berlín, el fue el único que cumplió a rajatabla el protocolo de descanso, los demás estábamos desquiciados