Hola, mejor amigo.
Hoy fue un día diferente.
Llegaste a la cafetería, donde siempre nos sentamos, a la misma hora de todos los días, con la misma comida de todos los martes.
Pero había alguien más contigo. Se llama Rebeca.
Y me sentí en segundo de secundaria otra vez. Pensando en cómo hablaste más con ella, cómo la veías a ella, cómo le diste tu sudadera cuando dijo que tenía frío.
Ella, ella, ella.
El recuerdo de Susana se fue y el presente se sintió como una bofetada. El presente se llama Rebeca.
Atentamente:
Tu mejor amiga.