La chica de ojos tristes (AU...

By DANVERS_SISTERS

338K 25.3K 12.4K

Kara fue adoptada por los Danvers cuando sólo tenía tres años, después de que sus padres muriesen en un fatal... More

AVISO IMPORTANTE
1- FAMILIA DANVERS
2-SECRETO AL DESCUBIERTO
3-CAMBIOS
4-SINCERIDAD
5-ENGAÑO
6-EMOCIONES
8-DECISIONES
9-EL MOMENTO DE LA VERDAD
10- REVELACIONES
11- UN PEQUEÑO SUSTO
12-INVITADOS DE ULTIMA HORA
13-SRA. Y SRA. LUTHOR
14-CUMPLEAÑOS INOLVIDABLE
15-DESENTERRANDO EL PASADO
16- DOS PALABRAS
17- REENCUENTROS INCÓMODOS
18- VERDADES QUE DUELEN
19- PREPARATIVOS
20-HALLOWEEN
21-REVELACIONES
22- LO BUENO DE LAS PELEAS...
23-MOMENTOS INCÓMODOS
24-LA DURA REALIDAD
25-MADRES E HIJAS
26-TIEMPO EN CONTRA PARTE 1
27- TIEMPO EN CONTRA PARTE 2
28- HASTA SIEMPRE
29- SIEMPRE TE AMAREMOS
30-DONDE CABEN DOS, CABEN TRES
31- MEZCLA DE SENTIMIENTOS
32 -LIBERTAD
33- EL RESURGIR DE UNA ZOR-EL
34-LA CAÍDA DE UN LUTHOR
35-OJO POR OJO
36-SACRIFICIOS
37-UNA BODA ALOCADA
38-AÚN HAY ESPERANZA
39-COSAS DE NIÑOS
40- EL REGRESO DE LA TIRANOSAURIA
41- ¡¿QUÉ?!
42- UNA PAREJA DISPAREJA
43-REGALOS
44-UNA PEQUEÑA INTERRUPCIÓN
45-¿ESTÁN LOCAS?
46- EPÍLOGO

7-SITUACIONES INCÓMODAS

7.6K 637 693
By DANVERS_SISTERS

  Os voy a dejar este capítulo, pero... QUIERO COMENTARIOS.

¿POR QUÉ?

-Porque me gusta leer lo que os parecen las cosas.

-Porque me parto de risa con algunas de vuestras ocurrencias. Incluso muchas veces me dais ideas de cómo seguir cuando me bloqueo., Aunque no lo sepais jeje

-Porque me gusta que hagáis teorías  y busquéis sentido a las cosas.

-Porque, aunque no lo creais, cuesta mucho, muchísimo tiempo escribir un solo capítulo. Hay veces que estoy hasta las 2 de la mañana para poder daros un capítulo nuevo. Pensando qué puede haceros reír, o qué emoción o sensación puede transmitiros un párrafo, o una frase: Alegría, tristeza, rabia. Y da mucha rabia ver que nadie dice nada, y al resto de escritoras, no sé si les pasará, pero a mí me da la impresión de que la historia no gusta, que algun@s votan por votar y ni siquiera lo leen, y eso desanima bastante y se quitan las ganas de seguir.

-Porque me ayuda a saber lo que os gusta.

-Pero lo más importante, ME HACE MUCHA ILUSIÓN LEEROS. ¿Sabeis lo que es tener un mal día y que algo tan sencillo como recibir una notificación de que han dejado un comentario te lo anime un poco? pues eso.

Así que, gracias por adelantado por comentar.
Esta vez, os lo habéis currado y os lo habéis ganado. De verdad, con algunos comentarios me he partido de risa.

________________________________________________________________________________



22 de Julio de 2019

KARA

Entré en el baño y abrí el grifo mientras me quitaba la ropa. El viaje había sido largo, aunque no tan malo como me imaginaba. Supongo que el ir buena parte del viaje dormida, y saber que tenía a Lena al lado, había ayudado.

Me estaba encariñando con Lena. Junto con Nia y Winn, se estaba convirtiendo en una de mis mejores amigas.

Bueno, tampoco es que tuviera muchas amistades, aparte de ellos. Pero Lena se había ganado el puesto. Se estaba portando de maravilla conmigo y era un gran apoyo. Incluso le había caído bien a Alex.

Mi hermana solía ser demasiado protectora conmigo, y siempre quería conocer a la gente con la que me relacionaba para ver si me convenían o no. Si notaba algo raro en alguien, no paraba hasta saber qué era.

Cuando conocí a Winn, Alex se pasó dos meses siguiéndole a todas partes sin que la viera. Winn le parecía muy raro y Alex pensaba que escondía algún oscuro secreto. No pude parar de reír, cuando Alex me dijo que lo más oscuro que escondía Winn eran sus calzoncillos y que era raro, pero inofensivo.

En cambio, a Lena la había aceptado muy rápido. Supongo que en parte, Alex agradece que tenga alguien más en quien apoyarme, aparte de ella y Nia.

Salí de la ducha media hora después, vestida sólo con el albornoz del hotel y fui a buscar mi maleta. Lena estaba en la habitación, sacando algo de ropa cómoda.

-Kara: Se me olvidó coger la ropa...

-Lena: Tu maleta está ahí – dijo, cuando me vio dirigirme a la puerta.

-Kara: Gracias... – dije acercándome a cogerla. Cuando me agaché, el cinturón del albornoz se cayó al suelo, dándole a Lena una perfecta visión de mi cuerpo desnudo. Me fijé en el bulto que empezaba a formarse en sus pantalones. – Joder...

-Lena: ¿Qué?

-Kara: Tú no necesitas ni que te toquen, ¿verdad? – dije señalando su entrepierna, mientras me cerraba el albornoz de nuevo.

-Lena: Mierda, lo siento... - dijo, tapándose con uno de los cojines de la cama.

-Kara: No pasa nada...

-Lena: Kara, no quiero que pienses que...

-Kara: Yo... Lena, ¿Yo te... gusto? Me refiero a...

-Lena: Yo... - dijo sonrojándose. – Puede...

-Kara: Puede...

-Lena: Sí, bueno... Ya te he dicho muchas veces que me pareces maravillosa y...

-Kara: Lena... - dije mirándola – Escucha, yo no...

-Lena: Lo sé.

-Kara: ¿Lo sabes?

-Lena: Después de todo lo que has pasado, me parece normal que no busques ningún tipo de relación sentimental con nadie, Kara. Y sólo seremos amigas si es lo que quieres...

-Kara: No quiero que sufras, Lena.

-Lena: Oye, quiero ayudarte a estar bien, ¿vale? Intentaré mantener cierta parte de mi cuerpo controlada, pero es imposible si me das esas vistas tan perfectas...

-Kara: Entonces te gusto- Afirmé.

-Lena: Sí. Pero no te preocupes por mí, estoy bien. Aceptaré que seamos sólo amigas si es lo que quieres.

-Kara: Gracias... - dije cogiendo algo de ropa de mi maleta y volviendo al baño. Cerré la puerta y me apoyé en ella. No quería que Lena sufriera por mi culpa. Esto iba a ser muy difícil. Ahora que sabía que yo le gustaba... Pero no quería separarme de ella. Me sentía segura a su lado, me sentía bien. ¿Sería muy egoísta de mi parte quedarme con ella sabiendo que yo no podía darle más que una amistad? Cuando me vestí, salí de nuevo. – Estoy cansada, voy a dormir.

-Lena: Bien, yo voy a ducharme... ¿Qué haces?

-Kara: Dormir.

-Lena: ¿En el sofá?

-Kara: Yo...

-Lena: Kara, la cama es bastante grande para las dos.

-Kara: Vale... - dije acercándome a la acama y metiéndome dentro. Me acomodé cerca del borde del lado derecho. Escuché a Lena suspirar y entrar en el baño.

El día siguiente lo pasamos descansando del viaje. Teníamos un sofá y una televisión en la habitación . Además, me sentía cansada y no tenía muchas ganas de salir.

-Lena: ¿Estás bien?

-Kara: Me duele el estómago...

-Lena: ¿Te ha sentado mal la comida?

-Kara: Puede ser...

2 de Agosto de 2019

Llevábamos casi dos semanas en Dublín. Habíamos ido a cuatro de las direcciones de la lista que tenía Lena. Todas con resultados negativos. Dos de ellas llevaban varios años muertas, otra era una anciana de ochenta y cinco años y otra, una niña de apenas cinco. El resto del tiempo lo habíamos pasado haciendo turismo y un montón de fotos. Al parecer, Lena estaba dispuesta a hacerme olvidar todo lo malo sin importar el tiempo que le tomase.

Esa mañana me encontraba fatal. Me sentía algo hinchada, con el estómago revuelto y me dolían los pechos.

-Lena: Tienes mala cara... - dijo, mientras terminábamos de desayunar.

-Kara: Estoy cansada... Creo que este clima no me sienta bien.- bromeé - ¿Dónde vamos hoy?

-Lena: Hoy nos quedamos a descansar. Se te ve agotada.

-Kara: ¿No hay más direcciones a las que ir?

-Lena: No.

-Kara: ¿No íbamos a visitar esa fábrica de...? Oh, dios... - dije levantándome corriendo.

-Lena: ¿Kara? ¿Qué pasa, dónde vas?

Corrí hacia el baño y me agaché al lado del váter, empezando a vomitar.

-Lena: Kara... - dijo sujetándome el pelo – Eh...

-Kara: Creo que el desayuno me ha sentado mal... Creo que voy a... -no me dio tiempo a terminar la frase. Acabé vomitando de nuevo.

-Lena: ¿Mejor? – dijo un rato después, cuando vio que ya llevaba unos minutos sin echar nada más.

-Kara: Creo que sí... - dije levantándome con ayuda de Lena.

-Lena: ¿Estás enferma? – preguntó, tocando mi frente – No parece... Espera- dijo sujetándome mientras abría el grifo y me ayudaba a refrescarme un poco. – Ve a tumbarte un poco.

-Kara: Sí, buena idea. – dije tumbándome en la cama.

-Lena: ¿Necesitas algo?

-Kara: Sólo quiero dormir...

-Lena: Vale... -dijo acercándose a la ventana y bajando la persiana para dejar el cuarto a oscuras. Luego se acercó a mí y acarició mi mejilla. – Llámame si necesitas algo...

-Kara: Gracias...

7 de agosto de 2019

LENA

Llevábamos poco más de dos semanas en Irlanda. Ahora estábamos en Dún Laoghaire, doce kilómetros al sur del centro de Dublín. Teníamos una nueva dirección que visitar. Kara llevaba algunos días encontrándose mal, pero no quería quedarse en el hotel e insistía en venir conmigo. Se la veía cansada y tenía el estómago del revés. Posiblemente el cambio de clima le había afectado, o no se adaptaba bien a las comidas de aquí. Además, por lo que habíamos leído en los periódicos, había un virus estomacal en la zona, así que no le dimos demasiada importancia. Y a Kara sólo parecía afectarle al comer ciertas cosas. Así que iba probando qué le sentaba bien y qué no.

-Kara: Vale, esto no me sienta mal...- dijo, mientras devoraba un plato de ostras y una cerveza.

-Lena: ¿Eso no te sentará peor...? – pregunté, confusa.

-Kara: Creo que es el huevo... Sí, el huevo es lo que me sienta mal.

-Lena: ¿El huevo?

-Kara: O las judías. Los desayunos aquí son una bomba...

-Lena: ¿Tú crees?

-Kara: ¿Bromeas? Huevos fritos, bacon, judías, morcilla y queso. Ayer le pusieron salchichas y el otro día, hígado.

-Lena: Con lo que comes, me sorprende que digas que eso es una bomba, la verdad.

-Kara: Estoy acostumbrada a desayunos más ligeros.

-Lena: Entonces deja de desayunar esas cosas.

-Kara: Es que está muy bueno... Y me sabe mal decir que no.

-Lena: Kara, puedes pedir lo que quieras, desayunamos en cafeterías.

-Kara: Sí, pero me parece fatal ir a un país diferente y no probar su comida.

-Lena: Mañana pides un café.

-Kara: No sé...

-Lena: Kara, café. Si sigues vomitando cada vez que desayunas esas cosas te vas a quedar en los huesos.

-Kara: Vale...

-Lena: No quiero tener que llamar a tu hermana para decirle que estás enferma. Me mataría, pensará que no te cuido bien.

-Kara: A mi hermana déjamela a mí. Sé cómo tratarla.

-Lena: Y hablando de tu hermana... - dije, mirando mi móvil, que empezó a sonar – Está llamando. ¿Por qué me llama a mí?

-Kara: No sé, cógelo... - dijo, mientras devoraba otra ostra.

-Lena: Alex, Hola... Sí, Kara está aquí conmigo. Está comiendo ostras.... ¿Su móvil...? Espera – dije, tapando el micrófono del teléfono y mirando a Kara – Dice que te está llamando y no se lo coges.

-Kara: No ha sonado... Déjame ver – dijo, sacándolo del bolsillo- Ah, sin batería. Debí olvidar ponerlo a cargar anoche.

-Lena: Eres un desastre... - dije, volviendo a la conversación con Alex – Su móvil está muerto. Olvidó ponerlo a cargar... Espera, te la paso y la regañas a ella directamente. Toma, para ti... - dije, tendiéndole el teléfono a Kara. La miré hablar mientras yo seguía comiendo. Alex solía escribir todos los días y llamar cada dos o tres.

Cuando Kara terminó de hablar con Alex, pedimos algo de postre. Helado de chocolate.

Después, fuimos a dar un paseo por el puerto. La dirección a la que teníamos que ir estaba cerca. Kara parecía cansada, así que le pedí que esperase sentada en un banco mientras yo iba a la casa.

Llamé y esperé. Una mujer mayor abrió la puerta.

-Mujer: ¿Sí?

-Lena: Perdone, creo que me he equivocado. Busco a Helena Cunningham.

-Mujer: Sí, soy yo.

-Lena: No... La persona a la que busco es más joven. Siento haberla molestado.

-Mujer: No importa. Adiós.

-Lena: Adiós... - dije, volviendo al lado de Kara.

-Kara: ¿Nada?

-Lena: No... - dije sentándome a su lado.

-Kara: Eh, vamos a encontrarla, ya lo verás... - dijo abrazándome.

-Lena: ¿Tú crees? Mira esta lista, Kara, es enorme. Llevamos tres mujeres con más de setenta años, dos niñas que no llegan a los diez, dos fallecidas y una ya no vive en esa dirección. Todavía nos quedan unas... cincuenta direcciones por revisar.

-Kara: Bueno, Nos llevará un tiempo...

-Lena: ¿Sabes? Creo que lo mejor sería esperar un poco a que tú estés mejor para seguir el viaje.

-Kara: Yo estoy bien...

-Lena: Deberíamos esperar a que ese virus deje de afectarte. Es miércoles. Esperaremos hasta el domingo, ¿qué te parece?

-Kara: Bueno, no estaría mal descansar un poco...

-Lena: Entonces nos lo tomaremos con calma. Ya recuperaremos el tiempo perdido cuando estés mejor.

-Kara: Vale... ¿Podemos coger un taxi para volver al hotel?

-Lena: Claro... ¿En qué piensas? – pregunté, después de llamar al taxi, mientras esperábamos.

-Kara: Creo que me tomaré un año de descanso de las clases. No tengo ganas de volver, Lena.

-Lena: ¿De volver a las clases?

-Kara: A National City. Echo mucho de menos a Alex, a Winn, a Nia, a Sam... Pero estando aquí, me siento... a salvo. Maxwell no sabe dónde estoy, Alex no se lo va a decir. Winn y Nia tampoco.

-Lena: Pero cuando acabemos la búsqueda tendremos que volver. ¿O piensas quedarte aquí?

-Kara: Lo estoy pensando.

-Lena: ¿Con lo mal que te sienta la comida de este lugar? Estás loca.... – bromeé, mirándola. La miré en silencio. Estaba preocupada. Empezaba a pensar que quizás no era la comida lo que le sentaba mal a Kara. No quería decir nada para no preocuparla o angustiarla. Esperaría hasta el domingo, tal y como le había dicho. Si seguía así, trataría de convencerla para ir a un médico.

Kara tenía tanto miedo después de lo de Maxwell, que se negó a ir a la revisión que le habían programado tras salir del hospital para repetir algunas pruebas. Temía que Maxwell le hubiese contagiado algo o...

Intenté no pensar en ello y me acurruqué entre los brazos de Kara, que me seguía abrazando. Miré sus pechos. ¿Era cosa mía o estaban creciendo? Cuando el taxi llegó, fuimos al hotel, nos dimos una ducha y pasamos el resto de la tarde mirando las guías de viajes para ver algún lugar interesante que visitar en los días que íbamos a pasar allí.

KARA

8 de Agosto de 2019

Ese día habíamos decidido dar una vuelta por la ciudad, sin prisas. Decidí hacer caso a Lena y tomar sólo un café, pero también cambiamos de cafetería.

Estábamos desayunando, cuando escuché algo que me llamó la atención.

-Voz: ¡No puede ser! ¡¿Danvers?! ¡¿Kara?!

Me giré y creí estar alucinando.

-Kara: ¿Maggie?

-Maggie: ¡Sí, eres tú! – dijo acercándose y abrazándome con fuerza cuando me levanté - ¡Cómo has crecido! Ya no puedo llamarte pequeña Danvers... Mírate... ¿Qué haces aquí?

-Kara: Yo... - dije, intentando escapar del abrazo de Maggie. Me sentía incómoda – Estoy con una amiga...

-Maggie: Amiga, claro... - dijo mirando a Lena – Soy Maggie Sawyer... - se acercó a saludarla con dos besos.

-Lena: Lena Luthor.

-Maggie: ¿Luthor...? ¿De esos Luthor?

-Lena: Me temo que sí...

-Maggie: Vaya, tú sí que sabes elegirlas, ¿eh Danvers?

-Kara: Yo... - Miré a Lena – Maggie es... Salió con Alex en el instituto.

-Lena: Oh...

-Maggie: Sí, soy la ex de tu cuñada.

-Lena: ¿Mi...? No, Kara y yo sólo somos amigas. – dijo sonriendo.

-Maggie: Seguro... - Dijo – Bueno, no me has respondido, Danvers, ¿qué haces aquí?

-Kara: Estamos....

-Lena: De vacaciones. Kara quería conocer Irlanda y hemos venido a pasar aquí una temporada.

-Maggie: Genial. Yo también estoy de vacaciones con mi... prometida.

-Kara: ¿Tu qué?

-Maggie: Prometida.

-Kara: ¿En serio? ¿Tú tienes de eso? Creía que esas cosas te daban alergia.

-Maggie: Eso pensaba yo... Ahora os la presento. Ha ido al baño... Ah, mira, ahí está. ¡Siobhan, cariño, ven!

-Siobhan: Maggie, ¿ya estás molestando a la gente? Te he dicho que...

-Maggie: ¿Recuerdas que te hablaba de Kara Danvers?

-Kara: ¿Le hablabas de mí?

-Siobhan: ¿La hermana de tu ex? Sí, claro...

-Maggie: Pues... ¡Tachán, aquí la tienes! – dijo, señalándome. Sólo le faltaba ponerme un letrero luminoso sobre la cabeza.

-Kara: ¿Hola...? – Dije, mirando a la prometida de Maggie. No tenía cara de buenos amigos.

-Siobhan: ¿Se supone que debo alegrarme de que me presentes a la hermana de tu ex?

-Maggie: Es una amiga... Anda, no seas borde.

-Siobhan: Encantada... - dijo, dándome dos besos. Más por educación que por otra cosa.

-Kara: Hola... Ella es Lena, una amiga.

-Lena: Hola...

-Siobhan: Hola.

-Maggie: ¿Qué tal si pasamos el día juntas?

-Lena: No queremos molestar. Seguramente vosotras ya tendréis planes.

-Siobhan: Sí, vamos a...

-Maggie: ¡Pero podéis veniros, sólo vamos a ver una bombilla gigante o no sé qué cosa!

-Siobhan: Es un faro, Maggie.

-Maggie: Pues eso, una bombilla gigante... - dijo, sentándose en nuestra mesa.

Suspiré, mirando a Lena y disculpándome con la mirada. De entre todas las personas del mundo, a quien menos esperaba encontrarme en un lugar perdido de Irlanda era a la ex loca de mi hermana.

-Lena: Sentaos... - dijo, mientras ella y yo volvíamos a nuestros asientos.

Estuvimos hablando un buen rato y luego fuimos a visitar el faro. Después, fuimos a un pequeño restaurante a comer. Siobhan no parecía cómoda con la situación, pero poco a poco parecía que se iba abriendo. Lena había hecho buenas migas con Maggie y no dejaban de hablar.

-Maggie: Oye, Kara, ¿recuerdas el día que nos quedamos a cuidar de ti y acabamos en urgencias?

-Kara: No... - dije, a ver si así decidía no contarlo. Pero era Maggie. Hacía falta mucho más que un simple no para evitar que abriera la boca.

-Lena: ¿Qué pasó?

-Maggie: Eliza tenía que ir a trabajar y nos pidió a Alex y a mí que cuidásemos de Kara esa noche. Kara tenía quince años. Había ido a la biblioteca y cuando volvió, fue derechita a su cuarto. A Alex y a mí nos extrañó que no bajase a cenar, asi que fuimos a buscarla a su cuarto.

-Kara: Maggie, para...

-Maggie: ¿Por qué? Si es muy divertido, Danvers. Vamos... Entramos en el cuarto y la vimos sentada en la cama, escondiéndose tras un libro. Alex le preguntó si no quería cenar y Kara empezó a negar con la cabeza. No decía nada. Cada vez que le preguntábamos, sólo negaba.

-Lena: ¿Por qué?

-Maggie: ¿Por qué? Un par de minutos después, vimos que tenía la camiseta manchada de sangre. Por más que intentábamos que dijera algo, no abría la boca. Hasta que nos dimos cuenta de que no podía.

-Lena: ¿Cómo que no podía?

-Kara: Maggie, por favor, déjalo – dije, avergonzada.

-Maggie: No podía abrir la boca. Al parecer, se había tropezado y se había caído, rompiéndose un diente. Cuando llegó a casa intentó pegárselo con pegamento y se le quedaron los labios pegados. Claro, todo eso tuvo que contárnoslo por escrito. Eliza casi nos cuelga de la lámpara. – dijo riéndose. Shioban y Lena empezaron a reírse también.

-Lena: ¿Qué hiciste qué? ¡Kara!

-Kara: Perdonad... - dije levantándome y corriendo hacia el baño.

-Lena: ¿Kara? Perdonad, no se encuentra demasiado bien. – dijo, corriendo detrás de mí - ¿Otra vez...?

-Kara: No es el huevo... - dije, arrodillada delante del váter. - ¿Podemos irnos a casa?

-Lena: Claro... Ven, lávate un poco – dijo ayudándome. Volvimos a la mesa poco después – Kara no se encuentra bien, nos vamos al hotel. Invitamos nosotras... - dijo, dejando algo de dinero sobre la mesa.

-Siobhan: ¿Queréis que os acompañemos?

-Lena: No es necesario, gracias...

-Maggie: Eh, Danvers, toma. Mi teléfono, por si quieres quedar otro rato, ¿vale?

-Kara: Vale...

-Maggie: ¿Seguro que no queréis que os acompañemos?

-Kara: No, gracias.

-Maggie: No te habrás enfadado, ¿verdad?

-Kara: No... Pero quiero irme al hotel, de verdad. Lo siento.

-Maggie: Vale. Me alegro de haberte visto.

-Lena: Vamos...

Cuando llegamos al hotel me quité la ropa rápidamente. Apestaba. Me metí en la ducha y me puse un pijama, tumbándome en la cama. Lena apareció poco después con una manzanilla.

-Kara: Gracias...

-Lena: ¿Mejor? – dijo apartándome el pelo de la cara.

-Kara: Sí... - dije bebiendo despacio.

-Lena: Empieza a preocuparme que no se te pase...

-Kara: No es nada...

-Lena: Duerme un poco.. – dijo, cogiendo la taza que yo tenía entre las manos y dejándola al lado de la cama.

-Kara: ¿Puedes quedarte un rato?

-Lena: Claro... Hazme sitio.

Me moví un poco, dejándole sitio. Era raro que en ninguno de los hoteles a los que íbamos tuvieran camas separadas o habitaciones individuales libres. Al parecer, iban tantos turistas por allí, que era difícil conseguir habitaciones individuales. Lena se quedó medio sentada y yo me tumbé, apoyando la cabeza sobre sus piernas. Sentí cómo me acariciaba el pelo, despacio.

-Lena: ¿En serio te pegaste el diente?

-Kara: Sí... - dije medio dormida.

-Lena: ¿Por qué? Tenías quince años. Eso es más típico de una niña de cinco, o seis años...

-Kara: Mis compañeros ya se metían bastante conmigo por mi cicatriz. ¿Te imaginas lo que habría sido si aparezco en clase con un diente roto?

-Lena: ¿Tan mal te lo hicieron pasar?

-Kara: Un poco...

-Lena: ¿Y Winn y Nia...?

-Kara: Sabían que la tenía, pero nunca la habían visto. Conseguí que lo olvidasen, hasta hace poco.

-Lena: Ya veo... - dijo -Pero no debes avergonzarte, Kara. Además, no creo que Maggie se estuviese burlando de ti. A mí me parece una anécdota divertida, sin más.

Lena siguió hablando, pero no escuché nada más, me quedé dormida con sus caricias.

9 de Agosto de 2019

Cuando desperté al día siguiente, Lena no estaba en la habitación. Había dejado una nota diciendo que iba a dar un paseo y comprar algunas cosas al otro lado de la ciudad y que volvería sobre la hora de comer. Me levanté, me duché y fui a mi maleta a coger algo de ropa.

Luego cogí el neceser para buscar el peine cuando algo se cayó. Miré al suelo y vi un par de compresas. Me las quedé mirando varios minutos, pensativa.

-Kara: Oh, dios... - dije, al darme cuenta que el mes anterior no las había usado y que este mes también iba con algo de retraso. Las guardé y me vestí rápidamente. Salí del hotel y miré a ambos lados. Recordaba que había una farmacia cerca, ¿pero dónde? Fui hacia la izquierda y, después de quince minutos andando, entendí que iba en dirección contraria.

Di la vuelta y, tras otro rato caminando, encontré la farmacia y entré. Compré varios test de embarazo y volví al hotel, temblando. Entré en la habitación y fui al baño. Saqué los cinco test que había comprado de la bolsa y los hice todos. Esperé el tiempo que marcaban las instrucciones, nerviosa, moviéndome sin parar, caminando de un lado a otro. Miré el reloj. Sólo eran las diez de la mañana.

Cuando el tiempo indicado pasó, volví al baño y miré los test. Tuve que sentarme en el váter, o de lo contrario me habría caído al suelo. Tardé algunos minutos en reacciones y volví a mirar los test. No era posible. Los cinco daban positivo. Los cogí y fui con ellos a la habitación. Me senté en la cama y me los quedé mirando, como si fuesen a cambiar por arte de magia o algo.

Los dejé en la mesa que había al lado de la cama y cogí mi móvil. Busqué el número de Alex y me quedé mirándolo durante varios minutos. Necesitaba a mi hermana. Pero no quería preocuparla.

Entonces busqué el número de Lena y le mandé un mensaje. Una simple palabra "VEN".

Entonces dejé caer el móvil al suelo y me tumbé, haciéndome una bola y empezando a llorar. Ahora que empezaba a superar lo que Maxwell me había hecho, descubro que estoy embarazada.

LENA

Me había despertado temprano. Kara seguía durmiendo y no quería molestarla. Me duché, me vestí y salí tras dejarle una nota a Kara. Quería ir a comprar algunas cosas y dar una vuelta. Kara parecía cada día más cansada, así que pensé que lo mejor era dejarla descansar. Esperaba que no se enfadase.

Fui a desayunar a una pequeña cafetería y luego estaba buscando algún regalo que pudiese alegrar un poco a Kara cuando mi móvil sonó. Lo miré y vi un mensaje de Kara. "VEN". Lo miré durante algunos segundos. ¿nada más? ¿Sólo una palabra, "ven"? ¿Habría pasado algo? Pagué el colgante que tenía en la mano y salí de la tienda, volviendo rápidamente al hotel. Cuando entré en la habitación, busqué a Kara. La encontré sobre la cama, echa una bola, llorando.

-Lena: Kara... - dije acercándome a ella. Al llegar junto a la cama, casi piso su móvil. Lo recogí y lo dejé sobre la mesa, sin mirar. - ¿estás bien, qué pasa?

-Kara: Lena.... – dijo abrazándome con fuerza. Estaba temblando y muy pálida.

-Lena: ¿Te encuentras mal...? – pregunté, mirándola. – Kara, cielo... ¿Qué te pasa, te duele algo?

-Kara: Estoy...- dijo, casi sin voz.

-Lena: Kara, me estás asustando....

-Kara: Mira... - dijo, señalando hacia la mesa que había al lado de la cama.

-Lena: ¿Qué quieres que mi...? – dije, mirando la mesa y quedándome sin palabras- Kara... ¿Eso son...?

-Kara: Sí...

Cogí uno de los test de embarazo y mi corazón se detuvo al ver el resultado. Miré los otros cuatros y todos decían lo mismo. Positivo. Las sospechas que empecé a tener el día anterior acababan de confirmarse. Kara estaba embarazada. Su pesadilla no había terminado.

-Lena: Kara... - dije abrazándola – cielo...

-Kara: ¿Qué voy a hacer, Lena?

-Lena: Tranquila, ya pensaremos en algo. Voy a estar contigo, ¿vale...? Cálmate... - dije, abrazándola y acariciando su pelo. Suspiré. No sabía si podría soportar ver a Kara sufrir con lo que se le venía encima- El lunes buscaremos un médico que lo confirme, ¿vale?

-Kara: ¿El lunes? ¿No podemos buscarlo hoy?

-Lena: Está bien. Llamaré a ver si podemos ir a algún sitio.

-Kara: Vale...

-Lena: tranquila... - dije sacando mi móvil, sin dejar de abrazarla y llamando a ver si había algún sitio por la zona donde pudieran atendernos. Tras varias llamadas, colgué. – Nos esperan a última hora en el hospital...

-Kara: ¿Tan rápido?

-Lena: Es bueno tener contactos en todas partes.

-Kara: Tengo miedo...

-Lena: Lo sé... ¿has desayunado?

-Kara: Se me ha quitado el hambre.

-Lena: Deberías comer algo.

-Kara: ¿Por el bebé? Me da igual, no lo quiero...

-Lena: No, cielo. Por ti.... – dije acariciando su mejilla y secándole las lágrimas.

-Kara: No me apetece nada...

-Lena: Aunque sea un poco de leche. Por favor... Hazlo por mí.

-Kara: Vale...

-Lena: Pediré que nos lo suban.

Nos subieron un vaso de leche y algunas galletas poco después. Con mucho esfuerzo, conseguí que Kara se tomase la leche, pero no conseguí que se comiera las galletas. Aunque no sirvió de mucho, porque acabó vomitando poco después. Esa tarde, Kara vomitó varias veces más, aunque no es que tuviera mucho que echar. Imaginé que era más provocado por el "asco" que estaba sintiendo con esa situación, más que por los propios síntomas de su embarazo.

Llegamos al hospital una hora antes, ya que Kara estaba muy nerviosa.

-Médico: ¿Kara Danvers?

-Lena: Vamos... - dije entrando con ella.

-Médico: Bien, túmbese y levántese la camiseta.

-Lena: Te ayudo, vamos... - dije, mirando a Kara. Estaba como ida, No reaccionaba y apenas se movía.

-Médico: ¿Se encuentra bien, señorita Danvers?

-Lena: No, no está bien.

-Médico: ¿No se lo esperaba?

-Lena: No...

-Médico: No me diga más. Su novio la ha dejado al enterarse.

-Lena: No, no es eso. A ella...

-Kara: Me violaron – dijo, en voz muy baja.

-Médico: ¿Disculpe?

-Lena: Ha dicho que la violaron.

-Médico: Entiendo... Bien, veamos. Esto estará un poco frío. – dijo, echando un gel sobre el vientre de Kara y empezando a pasar un ecógrafo por encima. Kara cogió mi mano, apretándola con tanta fuerza, que podría llegar a rompérmela. Pero no me quejé. Si eso la ayudaba, yo estaba dispuesta a perder una mano si era necesario. – Bien, ahí veo algo...

-Lena: ¿Eso? – pregunté, al ver que Kara apartaba la mirada.

-Médico: sí... Vaya...

-Lena: ¿Qué pasa...?

-Médico: Parece que... un momento... Sí, ahí está el otro.

-Lena: ¿Cómo que el otro?

-Médico: Son dos... dos bebés.

-Kara: Oh dios... - dijo empezando a llorar.

-Lena: Kara, cielo, tranquila... - dije, intentando tranquilizarla.

-Médico: Ya puede levantarse – dijo, tendiéndonos unos pañuelos. Los cogí y limpié el líquido del cuerpo de Kara, con cuidado. Tuve que ingeniármelas para que el médico no viese la erección que estaba a punto de tener en ese momento.

-Kara: No los quiero, Lena.

-Lena: Tranquila, hablaremos de eso en el hotel.

-Kara: No... ¿Se puede hacer algo? – preguntó, mirando al médico – No quiero tenerlos.

-Médico: Bueno... - dijo mirándome- Creo que debería hablarlo con su pareja y...

-Kara: Ella no es mi pareja... No los quiero – dijo, casi con odio.

-Médico: Está bien, déjeme ver... - dijo, mirando en el ordenador – Podría citarla para dentro de dos semanas.

-Kara: ¿Dos semanas? Eso es mucho tiempo...

-Lena: Kara, cielo... ¿Por qué no hablas primero con el doctor Kent? Mañana te tocaba sesión con él, ¿no?

-Kara: Aunque hable con él, no va a convencerme de lo contrario, Lena, no los quiero.

-Médico: ¿El doctor Kent?

-Lena: Su psicólogo. La está ayudando con todo el tema de la violación. Habían progresado bastante, Kara estaba mejor, pero cuando se ha enterado hace unas horas de que estaba embarazada...

-Médico: Entiendo... Pero no puedo darle cita antes.

Miré a Kara, Su rostro reflejaba terror, angustia, dolor. La pegué a mí.

-Lena: Seguro que hay algún hueco antes. Pagaremos lo que haga falta.

-Médico: ¿Pagar...? ¿Se refieren a centros privados? Puedo mirar si hay algo, espere un segundo... – dijo, volviendo a mirar en el ordenador – Hay un hueco en una clínica a una hora de aquí. Para dentro de tres días.

-Kara: Sigue siendo mucho...

-Médico: Lo siento, no hay nada más.

-Lena: Denos la dirección y confirme la cita.

-Médico: Bien...

Salimos del hospital y volvimos al hotel. Kara estuvo en silencio todo el camino, ausente. Cuando entramos en la habitación, Kara fue derecha a tumbarse en la cama.

-Lena: Pediré algo para cenar.

-Kara: No quiero nada...

-Lena: Kara, tienes que comer.

-Kara: ¡¡Te he dicho que no quiero nada, ¿es que no lo entiendes?!! ¡¿Acaso te lo tengo que decir en chino, o en ruso?!

-Lena: Kara...

-Kara: ¡¿Qué?! ¡No quiero nada, igual con suerte, si no como, consigo deshacerme de estas cosas! – gritó, golpeándose en el estómago.

-Lena: Kara, por favor... - dije, llorando. No podía verla así. Intenté sujetarla, pero Kara siguió golpeándose – Kara, para... ¡PARA DE UNA VEZ!

Kara se detuvo, mirándome.

-Kara: ¿Lena?

-Lena: No puedo verte así... No me hagas verte así, por favor... - sujeté sus manos con fuerza – Sólo debes esperar tres días, ¿vale? Y todo esto acabará. Pero no intentes hacerte daño, no hagas ninguna estupidez. Si te pasara algo, jamás me lo perdonaría...

-Kara: Lena, no... No llores, por favor, lo siento.... Es que... Me siento... Asqueada. Me siento... No los quiero, Lena. No si son de Maxwell o de Mike. No de esta forma. Si los tengo, siempre me recordarían lo que pasó y... me aterra la idea de no soportar ver a mis propios hijos, de odiarlos...

-Lena: Lo sé, tranquila... - dije abrazándola – Sólo prométeme que no intentarás ninguna estupidez, por favor...

-Kara: Lo prometo...

-Lena: Bien... Tu móvil está sonando.

-Kara: Es Alex... - dijo mirándolo – Oh dios,... No puedo hablar con ella ahora... Notará que algo no va bien, y no puedo decírselo, Lena. No puedo contarle lo que pasa. Alex sería capaz de intentar algo contra Maxwell y podría resultar herida o... algo peor.

-Lena: Vale, dame el móvil... - dije cogiéndolo y descolgando. - ¿Sí?

-Alex: ¿Lena?

-Lena: Hola Alex...

-Alex: ¿Estás bien, estás llorando?

-Lena: Sí, es que... Acabo de darle una patada a un mueble y... iba descalza. Así que...

-Alex: ¿Y se puede saber qué te ha hecho el mueble?

-Lena: ¿Ponerse en medio? – dije, encogiéndome de hombros y mirando a Kara.

-Alex: Ya... ¿Dónde está Kara, por qué has contestado tú?

-Lena: Kara... Ella está... Durmiendo.

-Alex: ¿Tan pronto?

-Lena: Sí, bueno... Ella está... - miré a Kara, que me hacía gestos extraños -Ha cogido una gastroenteritis. La pobre lleva todo el día de la cama a la baño y del baño a la cama.

-Kara: No... - susurró.

-Alex: ¿Está bien?

-Lena: Sí... Es que por lo visto hay un virus por la zona y hay bastante gente afectada. Yo de momento me he librado, pero ya veremos como acabo....

-Alex: Bien. Déjala descansar. Dile que me llame mañana cuando se levante. No importa la diferencia horaria. Pero que me llame, ¿vale? Quiero hablar con ella.

-Lena: Sí, claro... ¡recuerdos a Sam! Y a... Winn y a Nia... - dije, intentando descifrar los gestos de Kara. – Hasta mañana – dije colgando y dejando el móvil de Kara sobre la mesa. - ¿Qué te apetece cenar?

-Kara: ¿Ostras?

-Lena: Ostras... ¿Ahora? Oh, dios...

-Kara: ¿Qué?

-Lena: Nada, voy a pedir ostras... - dije saliendo del cuarto para llamar al servicio de habitaciones. Ahora entendía por qué Kara se había aficionado a las ostras estos últimos días.

Después de pedir las ostras, me metí en el baño. Intenté controlar las ganas de llorar. Kara iba a pasarlo muy mal durante esos tres días. Tenía que hacerme a la idea de que, posiblemente, ella volvería a gritarme igual que había hecho hacía sólo unos minutos. Pero debía entenderlo. Las hormonas, el enterarse de que estaba embarazada... Iban a tenerla muy nerviosa.

Entonces empecé a imaginarme a Kara en unos meses, con un vientre abultado y redondo. Debía estar preciosa. Esos pechos, más grandes... Cuando quise darme cuenta, me había bajado los pantalones y los calzoncillos y me estaba masturbando en el baño. No era la primera vez que me pasaba. Más de una noche, había tenido que levantarme de madrugada al notar la mano o la rodilla de Kara rozando mi miembro por encima del pijama. Aunque para mí era más cómodo dormir sin pantalones, por respeto a ella me los ponía, Pero me daba igual. Un simple roce, y eso parecía el Everest. Así que tenía que levantarme corriendo e ir al baño para aliviarme. Solía llevarme una toalla para intentar que no se escuchasen mis gemidos.

Kara me ponía a cien, pero no podía tocarla. No estaba preparada. Y ahora menos. Cuando terminé, me limpié y me vestí de nuevo. Limpié el baño y salí. Kara seguía sobre la cama, mirando a la nada.

-Kara: ¿Dónde estabas?

-Lena: Lo siento... Estaba en el baño.

-Kara: ¿Masturbándote?

-Lena: ¿Cómo?

-Kara: Te he oído por las noches. Esa toalla no sirve, gritas demasiado...

-Lena: Lo siento. No quería hacerte sentir incómoda.- dije, completamente roja.

-Kara: No te preocupes, lo entiendo. Tienes necesidades, como todo el mundo.

-Lena: Hablamos de otra cosa, ¿vale?

-Kara: Hablaré con Clark mañana, pero no servirá de nada.

-Lena: ¿Puedo estar presente? Clark no me verá y no diré nada, pero no quiero dejarte sola Kara, me preocupas.

-Kara: Te lo agradecería...

-Lena: Bien... Por cierto, tu hermana quiere que la llames por la mañana cuando te despiertes.

-Kara: Allí será de madrugada.

-Lena: Ha dicho que no le importa.

-Kara: No puedo contárselo.

-Lena: No lo hagas.

-Kara: Gracias...

Continue Reading

You'll Also Like

569K 76.7K 45
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!
358K 23.7K 95
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.
3.4K 542 14
Todos siempre buscamos y anhelamos aquello de lo que carecemos o lo que simplemente no podemos tener, los pobres riqueza, las personas mayores juvent...
125K 17K 19
Viajar al Amazonas a pesar de su disgusto le abrió los ojos para darse cuenta que al final... Todavía no era verdaderamente libre. . . . No. 1 en #t...