La terapia de hoy sería a las 12 del medio dia y desde las 10 estaba despierta. Bañé a mis hijos y los vestí iguales con unos pantalones negros y una remera blanca, iban a conjunto conmigo, que llevaba unos vaqueros negros y una blusa de tiros blanca, el pelo me lo dejé suelto, unos tacones negros modernizaban mis piernas pero para conducir tuve que quitármelos. Cuando llegué, me los puse y saqué a mis dos hijos que cada vez pesaban más, por suerte Manu me ayudó con uno hasta llegar al segundo piso y poder dejarlos en el suelo. Yo estaba en el pasillo agarrando cada uno con una mano para que se mantuvieran en pie. Cuando miré a la derecha vi a Mateo que me observaba mientras hablaba con uno de los chicos de la charla. Miró hacia los niños y sonrió con lágrimas en los ojos, aún así no se acercó por miedo a lo que yo dijera.
Karen: Miren...-Dije señalando a Mateo que ahora no miraba- Papá... -Ellos miraron desorientados, como era de esperar en niños- Papá...-Volví a repetir- Vayan con él...
Matias: Papá...-Repitió lo suficientemente alto como para que Mateo se girará a verlo-
Karen: Dilo otra vez... Papá... -Le susurré-
Matias. Papá... –Repitió. Mateo se llevó una mano al pecho y empezó a llorar-
David: Papá...-Dijo repitiendo-
Mateo me miró y yo le sonreí. Se puso en el suelo de cuclillas y abrió los brazos para que ellos caminaran hasta él y con un poco de mi ayuda llegaran a sus brazos.
Todos los que estaban ahí quedaron perplejos con la estampa. No sabían que todo el rato hablábamos sobre nosotros mismos.
Mateo: ¡Qué grandes están! -Dijo llorando y besó sus frentes. Me conmocionó, me sequé las lágrimas con las manos antes de que volviera a mirarme- Muchas gracias...
Karen: Son tus hijos...-Le sonreí- Y puedes verlos siempre que quieras.
Mateo: ¿En serio? -Sonrió poniéndose de pie. Me encogí de hombros-
Karen: Claro...
Sin esperarlo, me hundió en un abrazo fuertísimo que me hizo recordar varios momentos. Al final pasé mis manos por detrás de su cuello y le abracé.
Mateo: Me acabas de alegrar el día -Me soltó y me sonrió- Gracias....
Manu: Ir entrando... -Dijo-