-Capítulo 9-

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-Narra Karen-

Llegué a casa con una sonrisa enorme a las 5 de la tarde. Me sorprendió ver muchas cosas tiradas por el suelo

Karen: ¿Mateo?, ¿estás aquí? -Deje a los niños en el sillón y cogí un jarrón- ¿Mateo?

Nadie respondía lo cual me asustó el doble. Agarré a los dos niños y me dispuse a salir cuando esta se abrió de repente y Mateo, con una pinta horrible, entró por la puerta

Karen: ¿qué te ha pasado?

Mateo: ¿qué ha pasado aquí?

Karen: pensé que habías sido tú...

Mateo: yo no he estado aquí... -Me miró con los ojos bien abiertos- vete al coche, voy a asegurarme de que no hay nadie

Asenti y volví al coche. Desde afuera escuchaba los pasos de Mateo

Mateo: ¡m*erda! -Escuche gritar y seguidamente hubo un golpe seco-

Karen: ¡Mateo! Grité lo más fuerte que pude pero no hubo respuesta, debía entrar pero no quería dejar a mis hijos solos. Otro golpe seco se escuchó y la puerta de la casa se abrió lentamente. Mateo tenía aún peor cara, parecía que le iba a dar un lapsus en cualquier momento

Mateo: se han llevado los ahorros... -Susurró apunto de llorar- ¡nos lo han quitado todo!

Un pozo se me hizo en mi estómago y me apoyé en el capó del coche a intentar respirar pero no podía, no me llegaba el aire. Las lágrimas empezaron a salir de mis ojos como chorros. Mateo se llevó las manos a la cabeza y pegó una patada a la columna

Mateo: ¡y encima me mientes!

Karen: ¿qué?

Mateo: ¿el socio de tu jefe?, ¿no te iba a tocar?, ¡dejaste que el capullo de Julen te tocará! -Gritó con tanta fuerza que los niños rompieron a llorar-

Karen: Mateo... Yo...

Mateo: ¡no digas nada!, ¡me mentiste! -Gritó y volvió a pegarle a la columna- ¡mira lo que me ha hecho tu querido Julen! -Señaló su labio partido- una relación se basa en la confianza ¡y tú solo lo que haces es mentir y dejar que te toque tu maldito exnovio!

Karen: Mateo... Estás asustando a los niños... -Dije llorando e intentando tranquilizarlos- por favor...

Mateo: me debes explicaciones... Y me las vas a dar si o sí

Se metió en la casa de nuevo y yo lo seguí, él maldecia cosas por lo bajo mientras recogía todo lo que había tirado por el suelo. Yo me dediqué a preparar biberones... Conté los botes que quedaban y como mucho me daría para cinco días más. Volví a llorar mientras les daba de comer y los acostaba. Meci durante un buen rato las cunas y cuando ya estaban completamente dormidos salí de la habitación en busca de Mateo. Estaba sentado en el sillón mirando el álbum de fotos. Cuando escuchó mis pasos cerró de golpe el álbum y se puso a la defensiva

Karen: Mateo, no quería hacerlo, pero eran 500 pesos más y los necesitábamos

Mateo: ¿y por qué no me lo contaste? -Dijo frío-

Karen: porque sabía cómo te ibas a poner, me ibas a decir que no, que me olvidará... Y ahora mismo nuestra única salvación es él...

Mateo: ¿él? -Rió sarcástico y volvió a mirarme- él solo pretende separarnos, no te quiere ayudar

Karen: está dispuesto a pagarme veinte mil pesos al menos por mis bailes

Mateo: y por tocarte, ¿verdad?. ¿Qué será lo siguiente?, ¿llegaré a casa y te lo estarás tirando en nuestra cama?

Karen: ¿cómo puedes...?

Mateo: cada vez lo tengo más claro, él ha estado siempre entre los dos y no por casualidad, ¡tú lo has buscado!

Karen: ¡Mateo! -Le grité con los ojos aguados. Él dio dos pasos hacia adelante y me miró a los ojos-

Mateo: ahora dudo de si realmente ellos son mis hijos, o los hijos de Julen. Dime... ¡¿cuándo te lo tiraste?!

El sonido de su grito retumbo por toda la casa, pero donde más retumbo fue en mi corazón. Cerré los ojos y bajé la mirada para dejar que mis lágrimas recorrienran mi rostro. El gritó había vuelto a asustar a los niños y volvieron a llorar

Karen: ¿eso es lo que piensas de mí? -Dije separandome y buscando en mi bolso mi móvil que había empezado a sonar-

Mateo: es lo que me haces pensar. -Dijo en tono enfadado-

Asenti con pena y subí las escaleras respondiendo a la llamada, era Manu

Monster -Mateo Palacios y Karen Watson (3ra temporada)- FanfictionWhere stories live. Discover now