Nueve de la noche. Mateo parecía triste, todo lo hacia aguantando algo y no sabía el qué. Me despedí y marché en el coche hasta la que era la casa de Julen, en la radio sonaba "Look after you", la canción favorita de Julen, me enfade y comencé a apretar los botones en busca de otra emisora. Acabé por apagarla, estaba demasiado nerviosa como para poder corresponder a una canción ahora... ¿Por qué todas eran sobre el amor y la tristeza?
Aparque el coche a varios metros de la casa de Julen. Salí con un bolso enorme y las llaves con los chupetes. Toque al timbre y esperé, pronto abrió con una copa de vino en la mano. Miré a su cara y vi claras heridas en su rostro, al parecer Mateo no se había quedado de manos cruzadas
Julen: entra, por favor... -Dijo haciéndose a un lado. Entré manteniendo todo mi orgullo y mirándole por encima del hombro-
Karen: ¿dónde me cambio?
Julen: ¿no quieres hablar primero?, ¿quieres una copa?
Karen: no. -Dije seria-
Julen: ahora yo soy tu jefe... -Indicó sentándose- y todavía no quiero que me bailes. Siéntate, por favor. -Asenti y me sente en el sillón a una distancia reconocible de él- ¿cuánto hace que no tienes sexo? -Susurró-
Karen: ¿a ti qué te importa?
Julen: no me importa mucho, pero puedo suponer que hace demasiado tiempo de eso. ¿Tu marido cómo lo lleva?
Karen: no tengo por qué hablar de ese tema... No me pagas por ello
Julen: entiendo... -Se rió profundamente. Agitó su pelo y se sirvió otra copa- ¿sabes?, estás realmente guapa después de haber tenido un parto
Karen: gracias... -Suspire. Pasó su mano por mis caderas-
Julen: desnudate. -Sono más a una obligación que a una petición-
Karen: ¿aquí? -Le susurre-
Julen: no hay nadie... -Rió- hazlo
Me puse de pie y dándole la espalda me quite primero mi blusa, podía sentir la mirada de Julen en mi espalda. Bajé mi pantalón vaquero y me agache para sacarmelo de los tobillos cuando la mano de Julen se posó en mi trasero. Suspire y volví a ponerme recta. Me di la vuelta y miré a sus fríos ojos
Julen: acercate... -Su voz era ronca, obedeci posicionandome entre sus piernas- maldita sea... No sabes la cantidad de cosas que te haría
Vago su mano por la costura de mi braguita, mi corazón latía fuerte y evitaba pensar en todo momento lo que me quería hacer. Colocó sus manos tras mis rodillas y con un golpe seco acabé sobre él
Julen: así mejor... -Susurró acariciando de nuevo mi trasero, mantenía la vista firme a mis ojos y por mucho que yo lo evitará, acababa mirándolo de nuevo incómoda. Sentí su erección y me levanté un poco, no quería sentirlo, pero el volvió a ponerme sobre él y a moverme- no te imaginas cuanto sería capaz de pagar por una noche contigo... -Susurró, no respondí y me dediqué a mirar hacia otro lado. Su mano vago hasta mi sujetador- ¿tiene precio?
Karen: no –adjudique titubiante-
Julen: que pena, lo pasaríamos muy bien –alargo su mano hasta su copa y la termino de un trago. Volvió a mirarme y dio un beso en mi cuello, lo cual se alargo y siguió dejando besos por todo mi cuello y mis pechos-
Karen: Julen... dije que no me besarías
Julen: en los labios... no dijiste nada de tu cuerpo –siguio besando mi pecho, una de sus manos paro en mi intimidad y la acaricio, pare su mano- dijiste que fuera de la ropa podía
No sabia que cara poner, quería pararlo pero ciertamente no había roto ninguno de los limite. Cuando me quise dar cuenta esta tumbada sobre el sillón y el se estaba quitando la remera. Dejo ver su tatuaje en la altura del pecho que antes no tenia y su cuerpo aun mas marcado que la ultima vez que lo había visto sin ella. Me abrió las piernas y se puso sobre mi besando mi cuello y moviendo su mano por mi braguita. Suspire asustada, quizá se sobrepasaba
Julen: ¿sigues sin querer negociar un precio? –me susurro al oído y mordio mi oreja-
Karen: sí. -Dije aclarando mi voz-
Julen: Mateo es un desgraciado, pero conseguiré lo que quiero. -Se sentó pero yo permanecí acostada por unos segundos. Pasé mis manos por mis ojos y me volví a sentar- ¿quieres que te lleve a casa? -Me susurró-
Karen: puedo ir sola... -Me levanté del sillon y me vestí rapidamente- ¿cuando debo volver?
Julen: te llamaré... Tenlo por seguro
Asenti y me encamine a la puerta, él me siguió manteniendo su remera en el brazo. Se adelantó a abrirme la puerta y salí de la casa sin tan siquiera un adiós. El pareció esperar a que yo desapareciera para cerrar la puerta
Karen: m*erda... ¡m*erda! -Grité tan alto como pude. ¿Por qué tenia que hacer esto?, ¿por qué me exponía a serle infiel a Mateo? Ahora era su p*tita, podía hacer conmigo lo que quisiera menos acostarse conmigo pero... ¿Y si me drogaba? Sería poco probable pero, ¿y si lo hacia?, sería plato fácil. ¿Qué facil?, ¡sería plato seguro!. Me metí en el coche y seriamente marché a mi casa-