Calum estaba nervioso.
Muy nervioso.
Sus manos estaban temblando y sudando levemente, y Luke, aunque lo notaba, no podía hacer nada al respecto.
Estaban en el reluciente y completamente blanco edificio de Modest! Management. Los pasos de ambos se escuchaban y parecían retumbar por todo el edificio, pero probablemente nadie podía escucharlo.
Luke estiró su mano y dio unos suaves golpes en la puerta con sus nudillos.
Se escuchó un "adelante". Firme, sereno y decidido.
Con ésa simple palabra supieron que las cartas, lamentablemente, no jugaban a su favor.
Se adentraron a la oficina, un nudo en sus estómagos que reflejaban nerviosismo y una expresión en sus rostros que demostraban terror puro.
— Chicos, es un gusto verlos -dijo el joven de Modest! Management, Matt.
Ambos asintieron al unísono, mostrando respeto. Y cuando Matt les indicó con su mentón a las sillas de cuero, ambos se sentaron.
— Supongo que saben porqué están aquí...
— A alguno de los dos nos asignarán una novia con la que seremos completamente miserables, sí -asintió Luke.
Matt tuvo que resistir una risa que amenazaba a salir, y sólo asintió.
— Algo así -dijo.
Calum alzó una ceja, mientras Matt llamaba a su asistente por una altavoz y le pedía que dejara entrar a la "chica".
La chica que entró por aquella puerta tenía unos ojos de color verde que brillaban y su hidratada piel ligeramente morena complementaba su hermosa imagen.
— Calum y Luke, ella es Stella -dijo Mark.
La chica saludó con su mano, una mirada decidida en su rostro y sus cejas ligeramente alzadas.
— ¿Quién de ellos dos, Matt? -preguntó, al parecer, Stella.
— El rubio. Luke.
Y el mundo se detuvo para ambos chicos. Se miraron a los ojos por unos breves segundos y asintieron con la cabeza levemente.
— Los dejaré un momento para que conversen -dijo, alegremente el encargado.
Se levantó de su silla, caminó a la puerta y le guiñó un ojo a Luke.
¿Qué? se preguntó Calum.
Luke le sonrió a Stella de costado, sabiendo que su plan había funcionado.
— Eres la mejor -dijo Luke, aún sonriendo.
— Lo sé -se encogió de hombros la muchacha, sonriéndole de vuelta.
Calum no hacía más que mirarlos confundidos.
—.
— Entonces... Tú hiciste que Stella se registrara con Modest! con un currículum falso, firmara un contrato, se arriegara a algunas demandas y al odio de las fans... ¿Sólo para no sufrir con alguien que hiciera nuestras vidas horribles? -preguntó Calum a su novio, un tono de incredulidad en su voz.
Estaban en la camioneta que los llevaría a su casa y les daría un poco de privacidad. Y al día siguiente Luke se pasearía por la ciudad con Stella, para mostrar que eran algo, para hacerlos oficialmente algo más que amigos.
— Sip -respondió el rubio, sonriéndole tontamente como enamorado.
Calum le sonrió de la misma forma.
— Eres, definitivamente, el mejor novio del mundo -dijo el moreno, dándole un pequeño beso en su enrojecida mejilla.
Stella, al frente de la gran camioneta, tomó una foto en el momento exacto en el que los rellenos labios de Calum se posaron en la mejilla de Luke, haciéndolo sonrojar y encogerse en el asiento.
— Stel -se quejó el rubio, enrojeciendo.
La morocha sólo sonrió burlonamente en respuesta.
Finalmente, llegaron al frente de la casa donde, afortunadamente, no había ningún ser vivo visible.
— Adiós, Stella. Muchas gracias -sonrió Calum, desabrochando su cinturón de seguridad y abriendo la puerta de la camioneta.
— Adiós, Stel -dijo Luke, y la abrazó para después salir.
Ambos, después, entraron a la casa y automáticamente Luke se tiró a los brazos de su novio y lo abrazó por su cuello.
— Whoa, Lukey. ¿Qué pasa? -rió suavemente el moreno.
— Sueñito, y me siento... -murmuró el chico de ojos azules, bostezando, sin completar la oración.
Calum sonrió ante la increíble ternura de su hermoso novio y lo tomó en sus musculosos y ligeramente morenos brazos, alzándolo para llevarlo a la habitación.
— Cal -murmuró el rubio contra la tela que protegía la suave piel de Calum.
— ¿Sí? -sonrió el chico de ojos color avellana, depositando el casi-inconsciente cuerpo de su bebé en la cama, donde el chico se abrazó a sí mismo debido a la ausencia unos fuertes brazos alrededor de su cintura.
— Te... quiero mucho -dijo apenas audible para los oídos de Calum.
Pero alcanzó a escuchar, sonriendo después.
— También te quiero, Lukey. Dulces sueños.
—.
El rubio abrió sus ojos lentamente, sintiéndose un poco tonto y desorientado por varios segundos. Su vista comenzó a aclararse un poco, pero sabía que si se movía todo comenzaría a dar vueltas y prefería no arriesgarse. Además, sentía como la comida consumida hace horas subía por su esófago, provocándole náuseas.
No sentía los cálidos brazos de Calum alrededor de él, y justo cuando iba a voltearse a ver si estaba ahí, parado, o en el baño; Calum se tiró a la cama casi encima suyo.
— ¡Abacho! -gritó el moreno, tirando sus brazos cubiertos por un suéter alrededor del cuello del pequeño.
Luke gruñó por lo bajo, mirándolo con un ligero puchero y sus ojos careciendo de brillo. Extendió sus brazos hacia el mayor y se acurrucó contra su cuerpo.
— ¿Bebé? -preguntó Calum suavemente, acariciando el suave y rubio cabello de Luke.
— Me siento mal -murmuró el rubio, cerrando sus, aún, cansados ojos.
Calum frunció el ceño ligeramente y lo alejó un poco de su cuerpo para posar, delicadamente, su mano contra su frente. Y, definitivamente, su frente estaba ardiendo.
— ¿Tienes frío, amor? -preguntó, aunque había una ligera y fina capa de sudor cubriendo su frente.
— Mhm, y mi pancita duele -murmuró el pequeño, asintiendo, provocando que el dolor en su cabeza incrementara.
— Aw, bebé... -sonrió Calum, tomándolo en sus brazos y acurrucándolo bien entre algunas mantas que rodeaban su cuerpo para protegerlo, tomando el lugar de los cálidos brazos de el mayor.
— ¿A dónde vas? -preguntó el rubio, esuchando los pasos de Calum que dirigían fuera de la habitación.
— Por medicinas, y un té -respondió simplemente, sonriendo.
Luke sonrió, porque Dios, tenía al mejor novio del mundo.
Pronto aquella sonrisa se congeló cuando sintió un horrible sabor en su garganta, por lo que rápidamente se levantó y corrió al baño, casi tropezando con sus propios pies. Se arrodilló frente al retrete y expulsó toda la comida ingerida antes, largando un suspiro pesado.
Segundos después de haber estado incado en el frío suelo, pudo sentir una mano acariciar su espalda, lenta y delicadamente; reconfortándolo.
— Se siente ho-horrible... No tengo nada qué vomitar -exclamó Luke, viéndose cerca a las lágrimas.
— Shh, shh... Bebé, ven aquí -murmuró el morocho, ayudándole a levantarse del suelo y le extendió el cepillo de dientes.
Luke sonrió torcidamente en respuesta.
— Pobre de mi bebé... Está enfermo -hizo puchero Calum, sacando una risita un tanto feminina de los labios de Luke.
Minutos después, ya estaban ambos en la cama, Luke entre las piernas de Calum, apoyado en su pecho. Una taza de té en sus suaves manos y una manta sobre él mientras el mayor acariciaba, por encima de su suéter, su estómago.
— Eres el mejor novio del mundo -admitió Luke.
Calum sonrió y depositó un pequeño beso en la cabeza de Luke.
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♡ Perdón por no haber subido antes:-( sniff. En realidad no tengo una buena excusa más que: Netflix y los premios. He vuelto de la guerra.
» Multimedia: Como duerme Luke. BEBÉ HERMOSO AWE FDNJLVÑF. ♡