Estaba sentado en la cama, unos minutos antes de que me diesen de alta, me puse a pensar en que haría primero, obvio me tranquilizaría y me adaptaría un poco a la nueva vida forzada que, tanto Bill, Dipper y el bastardo, me harían pasar ahora.
—¿Ya estás?—me sacó de mis pensamientos mi hermano.
—Claro, ¿ya nos vamos?
—Si, ya terminamos con tus papeles, eres libre de esta prisión—soltó una leve risa, reí también fingiendo que su chiste me dió gracia.
—Pues menos mal, ya no quiero estar aquí, me siento aislado.
Bill sonrió, me levanté de la cama y me dispuse a seguirlo hasta salir del hospital. Ya no me sentía tan débil, solo tenía hambre y un poco de dolor de espalda.
Cuando llegamos a la sala de espera, ahí estaba mi lindo Pines, con su bastardo adoptado. Los salude y abracé al niño fingiendo emoción por querer conocerlo.
—¿Entonces iremos al parque mañana, tío Will?
—¡Claro! Ya me siento mucho mejor, aseguró que iremos si o si.
—¡Papi! ¡Tenías razón! Will es el mejor tío del mundo.
—Me alegra mucho que estén juntos y que pronto vayamos todos al parque.
Me quedé pensando, muchas cosas por mi cabeza pasaron, como si el pequeño Ty desapareciera de la nada, o que un grave accidente le ocurra.
—¿Enserio no podemos ir hoy, papi? ¡Ya no puedo esperar—mi castaño cargó al bastardo, riendo levemente.
—No, dale tiempo a tu tío para que se recupere por completo, ahora vamos a casa.
(...)
Llevó 3 horas fuera del hospital y honestamente no sé que es peor, Tyrone o estar en ese lugar. Se que no soportó a los niños, me conozco y creía que Bill también conocía eso de mi, pero no le importó, se fue con mi amor a "buscar" cosas en el supermercado.
—¡Tío Will! Se que no estás bien completamente, pero me aburro y no quiero no hacer nada.
—Lo sé, estoy pensando en que podríamos hacer...
—Dijo papá que no podemos usar nada que tenga filo, es peligroso.
—Filo... Phill...—se me cruzó el cabello de menstruación por la cabeza, ¿cómo estará? ¿Ya sabrá de Tyrone el bastardo?
—¿Qué es un Phill?
—Es tu otro tío—y por fin se me ocurrió algo—¿No lo conoces? Es super genial, me ha enseñado cosas muy cool.
—¡Quiero conocerlo! ¿Dónde vive?
—Pues podemos ir a verlo pero, no les digas a tus padres porque sino van a arruinar la sorpresa.
—¡Lo prometo! ¿Ya vamos?
—Si, solo deja me pongo un suéter, y tu también deberías hacerlo, en la calle hace frío.
—Hace frío porque se acerca navidad, ¡wuuuuu!—sonreí ante su ingenuidad.
—Sino nos apresuramos, tus papás van a descubrir nuestro secreto, corre.
—¡Sipi!—observe como se iba corriendo a su habitación.
Fui a ponerme mi suéter, mientras lo buscaba pensé en todo lo que diría o haría mi hermano mayor, sobre que sigo con vida, sobre el niño, sobre el matrimonio del oxigenado y mi Dipper. Encontré la prenda y me la puse con cuidado.
—¡Vamos, vamos, vamos!
—Tranquilo, solo va a ser una visita rápida, debes de guardar silencio porque sino serás muy obvio con la sorpresa. Recuerda no gritar para no llamar la atención.
—De acuerdo, lo siento. ¿Ya nos vamos o qué?
—Que entusiasta, vámonos, quizás te compre un helado.
Con el niño y su emoción contenida, salí de la casa y caminé hacia el psiquiatra más cercano, quizás ahí esté internado.
Cuando entramos, le hice señas al bastardo de silencio, a lo que me obedeció sin rechistar. Fui a Control de la sala de espera y pregunté por el mayor, su respuesta fue un poco confusa...
"¿Es su familiar? No recibe visitas de amigos desde el último incidente."
¿En qué carajo se habrá metido ahora? No le basta con tener obsesiones, un lado psicópata y fetiches raros, ahora también anda traficando cosas o que sé yo.
Después de una breve charla sobre mi y mi relación con el paciente, me dieron un papel con una cita de cuando podía verlo.
En 2 días...