—Espera...¿Cuando te quitaron el yeso?
—Hace 3 días. Ahora disfruta el momento y deja de pensar en algo que no sea yo —sonrio tiernamente el menor.
—Eso no será ningún problema —acarició la mejilla del contrario—. Aunque me despertaste, estoy feliz de que lo hayas hecho.
—¿Tienes saco de dormir? —dejo de acariciar su mejilla.
—No, ¿por qué? —se sentía desconcertado por la repentina pregunta.
—Bueno, entonces duermes en el suelo —sonrió haciendo que Midam se sintiera indignado.
—Es mi casa, no puedo dormir en el suelo —se quejó mientras trataba de evitar sonreír demasiado.
—Yo soy el invitado —se paró mirando con los ojos entrecerrados a Midam.
—Es mi cumpleaños —se paró también.
—Entonces compartamos cama —empezó a caminar hacia las escaleras.
—Por favor nunca cambies —sonrió mientras seguía al menor—. Pido el lado de la pared.
—Yo quiero la pared —protestó mientras caminaba sin saber a dónde escaleras arriba.
—La última puerta es mi cuarto —Junghwan solo asintió y Midam suspiro un poco—. Me ire a bañar, me dejaste pegajoso y tengo pastel en el cabello —Junghwan solo le dio una sonrisa pequeña. Midam solo lo abrazo tomándolo de la cintura, Jung casi grita cuando el mayor lo elevo del suelo.
—¡Hey! —empezó a reírse—. Bájame hyung.
—No, tu me embarraste de pastel, agradece que solo voy a mojarte —abrió la puerta con una sola mano.
—¿Qué? ¿Mojar? —dio leves golpes en la espalda del mayor—. ¡No! ¡Midam no! ¡No amor! —empezó a gritar haciendo que el mayor solo riera.
—¿Como me dijiste? —preguntó sonriendo.
—Te dije amor —sintió sus pies tocando el suelo—. ¿Te gusta?
—A mi me gusta como suena todo en ti —lo miró a los ojos y lo abrazo nuevamente—. Pero eso no quita que te vaya a mojar —fue más rápido que Jung y lo metió a la bañera, que para mala suerte de él, tenía agua.
—Eso no quita la satisfacción de haber embarrado tu hermosa cara en el pastel —menciono mientras se levantaba y se acercaba al mayor.
—Báñate que te vas a enfermar —casi ordenando dijo el mayor.
—¿No te ibas a bañar tú? —asintió Midam—. ¿Estás diciendo que me bañe contigo? —elevo la ceja.
—Emm...no, no, no, no. ¿Qué cosas dices? —salio rapido del baño—. Toma de las toallas de figuras, son mías —hablo del otro lado de la puerta.
Junghwan solo se rió para luego maldecir a Midam por mojarlo cuando él estaba completamente seco anteriormente, habia traido ropa bonita y el mayor solo se limitó a mojarlo en lugar de apreciarla. Frunció el ceño mientras el agua caía sobre el.
—¡Hyung! —lo llamo, rápido pregunto del otro lado de la puerta que era lo que quería—. No tengo ropa, porque a algún genio se le ocurrió mojarla.
—¿En serio me hablaste para eso? —empezó a reírse dejando confundido al menor—. Puedes asaltar mi armario sin problema.
—¿Puedo ponerme tu camiseta favorita entonces?
—Mmmm —se quedó callado—. Esta bien, ya he visto que le andas queriendo hacer ojo a esa camisa.
—Eres el mejor —mencionó abriendo la puerta, tenía la toalla en la cintura y se sobaba los brazos—. ¿Por que hasta tu casa es fría? —mencionó de manera que se estaba quejando.
—Todo se parece a su dueño —empezo a reirse—. Ya vete a vestir que te vas a enfermar.
—Pareces mi papá —frunció el ceño.
—Entonces dime daddy —nuevamente se rió haciendo que Junghwan se sorprendiera ya que no solía reírse mucho y también por lo que dijo.
—Hey, no insinues nada —lo miro con los ojos entrecerrados—. Tengo 17 y mi cuerpecito es virginal.
—Tu eres el que insinúa cosas —tenía los ojos abiertos desmesuradamente—. Y no digas cuerpecito virginal si quieres tu bien propio —mencionó con una expresión seria.
—¿A que te refieres?
—Emm...nada —quitó a Jung de la entrada para meterse y cerrar la puerta.
—¡Eres un pervertido Lee Midam! —gritó detrás de la puertas mientras se reía y su novio soltó una risa que fue audible para él también.
_____
El regalo principal de Midam, según los planes de Junghwan, era él mismo, pero no sabía en que momento darle el regalo y tampoco si era muy pronto para hacerlo.
—Midam hyung —llamó al mayor que estaba acostado dándole la espalda—. Amor, te estoy hablando.
—Mhhh —respondió y el menor frunció el ceño y zarandeó al mayor un poco—. Tengo sueño Junghwan.
—Oye —golpeó su hombro y siguió siendo ignorado. De pronto sintió como le tomaban el brazo—. ¿Qué haces?
—Te abrazo —mencionó y se posicionó arriba del chico mientras lo abrazaba—. Te quiero niño.
—Hyung...
—Dime —mencionó mientras olía el cabello del chico.
—Quiero hacerlo contigo —fue directo y eso provocó que el mayor levantará la cabeza.
—¿Qué dijiste? —abrió los ojos grande y observó con la poca luz que entraba de la ventana al chico que estaba debajo de él taparse la cara con sus manos.
—Que quiero hacerlo contigo hyung —dijo más fuerte y eso causó que Midam sonriera—. Di algo idiota —golpeó su hombro y el mayor solo se rió.
—Eres tan adorable —abrazó con más fuerza al menor y este solo pataleaba—. Hermoso —empezó a dar besos en su cara.
—¿Te estás burlando de mí? —se cruzó de brazos para dejar de abrazar al contrario.
—No —cambió los lugares dejando al contrario arriba de él—. Sólo que no esperaba que me lo pidieras justo ahora.
—Si no quieres no, no tengo problema.
—Eres un caprichoso eh —se burló de nuevo y acarició el cabello del menor—. No quiero que luego te arrepientas.
—No me voy a arrepentir, estoy seguro de que quiero hacerlo contigo —frunció el ceño—. Te quiero Midam.
De un momento tierno fueron pasando a un momento más íntimo en el cual el cuarto fue llenándose de jadeos y respiraciones agitadas por parte de ambos, se encontraban disfrutando el momento que estaban compartiendo.
—Eres hermoso Junghwan —depositó un beso en la frente del menor, preguntaba constantemente si le dolía y si se sentía bien—. ¿Seguro que no te estoy lastimando?
—No...hyung —respondió con una sonrisa pequeña, estaba disfrutando sentir a Midam, le estaba gustando—. ¡Mierda! ¡Acelera el ritmo! —Midam se rió mientras cumplía las peticiones de su novio. Estaba adorando ver las expresiones de Junghwan y a la vez se sentía enfermo por sentirse así.
—Eres perfecto, joder —se sentía en las nubes, notó demasiadas cosas en el menor, sus labios eran bonitos y carnosos, ese rosa natural le gustaba, su mirada tierna le encantaba, sus cejas eran bonitas y quedaban perfectas en él. Todo de él le fascinaba, se estaba enamorando perdidamente de él.
—Te quiero —sentía como los latidos de su corazón aumentaban, casi como si se quisiera salir, Midam estaba siendo demasiado cuidadoso con el y eso lo hacía sentir especial.
—Yo te quiero más.
_____
Un rayo de sol entró por la ventana llegando a la cara del dueño del cuarto quien por inercia abrió los ojos de inmediato tratando de pararse, pero no pudo debido a que tenía al menor abrazado a su cintura y con la cara enterrada en su pecho.
—Buenos días hermoso —susurró en su oído, pero el menor no parecía despertar, ignoró eso y se quedó admirando al chico—. Eres tan hermoso.
—Midam, cállate —se aferró más al agarre—. Intento dormir.
—¿Así es como saludas a tu novio en su cumpleaños? —mencionó con burla y el menor solo golpeó su pecho.
—Me duele el trasero —lo ignoró y se quejó—. Feliz cumpleaños —sonrió ahora y el mayor solo suspiró, supuso que era otro de sus cambios de humor, pero luego sonrió mirando al chico.
—¿Quieres ir a comer? —el contrario asintió—. Deja llamo a mi coordinador y ahorita salimos —se vistió rápido y salió del cuarto.
—¿Me puedo bañar? —preguntó mientras se estiraba.
—No me preguntes por eso —se rió un poco—. Bañate con confianza y si quieres puedes tomar algo de mi ropa.
Acató las indicaciones y se metió a bañar mientras qque el contrario estaba llamando a su coordinador para avisarle que no iría ese día a prácticas, por suerte el hombre aceptó y le de paso le deseó un feliz cumpleaños.
—Gracias —colgó el chico y este estiró sus brazos mientras estaba en la sala de su casa cuando la puerta de su casa se abrió—. ¿Mamá?
—Hola mi amor —la mujer entró dejando la puerta abierta—. Feliz cumpleaños hijo.
—Miyun, te he dicho que no dejes la puerta abierta —esa voz hizo que volteara el chico.
—Hola papá —se soltó del abrazo de su madre y corrió a abrazar a su padre.
—Feliz cumpleaños hijo.
—Midam, amor, ya no hay shampoo —todos voltearon al escuchar la voz del chico y Jung inmediatamente sintió su cara caliente y se la cubrió con la toalla.
—Papá, él es Junghwan —caminó hacia el menor—. Mi novio —su madre abrió la boca grande, ya lo conocía pero no le había contado que oficialmente ya eran pareja. Su padre por su lado solo lo observó de pies a cabeza y el menor se lamentó de no haberse puesto la ropa que había traído en la noche que llegó y usar la de Midam.
—¿Por qué no me dijiste que ya te habías hecho novio de Jung? —su madre apartó a Midam del camino y abrazó al chico—. ¿Te ha tratado bien este idiota?
—¡Mamá!
—Sí señora Miyun, Midam hyung me trata bien —sonrió un poco.
—¿Dijiste novio? —preguntó el hombre y asintió—. Bueno, no me la esperaba, pero no tengo problema con ello, supongo —tocó su nuca—. Les deseo suerte chicos, yo iré a preparar el desayuno.
—¿Está bien?
—Sí, solo le tomó por sorpresa la noticia —Miyun sonrió y acarició el cabello de su "yerno" y caminó hacia la cocina.
—Vamos a salir a desayunar, llegamos a la hora de la comida —mencionó y recibió un está bien por respuesta.
—¿Le agradaré a tu papá?
—Sí, sólo espera que se le pase la sorpresa —colocó sus manos en su nuca—. Junghwan.
—Mande —iban caminando escaleras arriba.
—Te quiero y gracias por pasar estar aquí conmigo.
—No es nada tonto —le dió un golpe en el hombro—. Yo también te quiero.
—Nunca cambies por favor —sonrió—. Me encantas hermoso.
—Eso es obvio, no te puedes resistir a mis encantos —alardeó un poco.
—No, no puedo —tomó la mano del menor y lo miró a los ojos—. Desde el primer día.