Las aventuras de maestro de Jihoon
Había estado planeando todo desde hace 2 meses, hoy por fin regresaba Jyunhao de Taiwán y quería recibirlo de la mejor forma que pudiese, ya tenía todo preparado, pero igual estaba nervioso. Le dio dinero a sus padres para que se salieran de la casa ese fin de semana, porque ni loco iba a dejar que Junghwan organizará la bienvenida en su casa además de que era de esperarse que hubiera una fiesta ahí ya que el menor siempre prestaba su casa para cualquier cosa.
—No les pongo tarea si me ayudan con algo —dijo cuando entró al salón y sus alumnos empezaron a hacer escándalo hasta que se oyó un claro "¿A qué lo ayudamos?" y todos se callaron—. Mi novio regresa en 2 meses a Corea.
—¿Él que se fue a Taiwán a estudiar? —preguntaron.
—Es obvio que habla de él, si hablara de alguien más nos hubiese dicho —respondió una niña y Jihoon solo se rió.
—Sí, hablo de Jyunhao, quiero organizarle una fiesta de bienvenida, pero que sea original.
—¿Por qué no hace una fiesta en su casa? Usted siempre dice que su amigo Jungan, Junhan o como sea que se llame, pone su casa para todo tipo de eventos —Jihoon no sabía en que momento le había contado a sus alumnos acerca de su vida, pero ahora agradecía un poco.
—Pero recuerda que Jihoon sunbaenim vive con sus padres —ok, Jihoon ahora no agradecía mucho hablar tanto de su vida con sus alumnos.
—Que les pague vacaciones un fin de semana y así la casa será para él —el chico dijo algo bueno y Jihoon le dio el visto bueno con sus dedos.
—Bueno, ya tengo el lugar, ahora falta la sorpresa.
—Usted dentro de una caja —sugirió una chica en el fondo.
—Chaer, quiere darle una sorpresa no un infarto —mencionó el chico.
—Yo digo que una cena romántica, para rememorar el tiempo que llevan separados y después noche de acción.
—Yejin —llamó la atención de la chica, estaba totalmente rojo—. No te refieras así al...
—Al delicioso con su novio —contestó alguien más. Estallaron en risa todos y Jihoon por un momento odió a sus alumnos.
— Así fue que llegamos a la conclusión de hacerle una fiesta sorpresa en mi casa.
— ¿Tu casa? Si es casa de tus padres.
— Sí. Sí —hizo un ademán—. Pero me entendieron.
— Yo no —dijo Junghwan haciendo fruncir el ceño de Jihoon.
— Te patearé el trasero —tenía su ceño fruncido y los ojos entrecerrados.