Midam salió de la oficina de su instructor, estaba pensando en lo que haría y cómo sería tener su propio paciente, llevaba meses preparándose para tratar pacientes psiquiátricos. Además era un programa nuevo que tenía la clínica, los psicólogos tenían que hacerse amigos de los pacientes sin que ellos supieran que esa persona con la que trataban era psicólogo. Estaba pensando en esas cosas cuando sintió un golpe en su pecho, era un chico que acababa de chocar con él, iba a pasa por alto aquello cuando decidió mirarlo. Vio papeles tirados en el suelo y al chico viéndolo fijamente, inmediatamente noto su sonrisa y se perdió en los ojos del contrario.
—Disculpa, no te vi —le entregó los papeles que recogió del suelo y se los dio. Esos papeles indicaban que él era un paciente.
No debes relacionarte con los pacientes Midam, tranquilizate.
—No te preocupes —contestó con una sonrisa. Midam sonrió un poco al ver la cara del chico, sin duda era atractivo.
—Me llamo Midam —estiró su mano en forma de saludo que de inmediato el contrario correspondió. Tenía miedo de lo que estaba haciendo, pero ignoraba eso.
—Soy Junghwan, un gusto —soltó la mano del contrario finalmente.
¿Junghwan? ¿Dijo Junghwan? Oh, mierda
—El gusto es mío —sonrió un poco más mientras sacaba su teléfono. ¿Qué estás haciendo Midam? Estaba teniendo un conflicto mental—. ¿Te gustaria tomar un cafe algun dia? —el contrario asintió y le dio su teléfono.
Mierda Midam, deja de hacerle caso a tu corazón.
—¿Anoto mi número? —no esperaba realmente que Junghwan le diera su número, pero de igual forma asintió. Sabía que si no se lo daba no estaría todo por perdido. Pero no, le estaba dando su número.
Se despidió saliendo del lugar dejando a Junghwan atrás.
—Quizá te dio su numero mal, no debes ponerle importancia a ello —dijo para si mismo, pero la curiosidad le ganó y marcó ese número. Casi grita cuando empezó a timbrar, sabía que estaba perdiéndose.
—Hola, solo quería cerciorarme que si me habías dado un número verdadero —supo que estaba entrando en un lugar donde no debía—. ¿Quieres ir por el café ahora? —tenía la esperanza de que le dijera que no. No paso.
—Estaría bien, deja salgo —colgó sin nada más. Midam sabía que estaba mal lo que hacía.
No la cagues Midam, no
—Hola de nuevo —dijo cuando lo vio salir—. ¿A dónde quieres ir?
—¿No crees que es muy repentino esto? —se rió un poco.
—No lo creo, para conocernos hay que ser desconocidos primero, ¿no?
—Tienes razón Midam.
—Lee Midam —sonrió extendiendo su mano.
—So Junghwan.
—Tengo 21 años —Junghwan abrió sus ojos sorprendido, no aparentaba esa edad.
—Tengo 17, ¿hyung? —empezó a reírse. ¿17? Dios, no sabia en que estaba metiéndose. Debió haber abierto el expediente antes, no dejarlo para después.
—ONU no vengas por mí —habló riendo un poco.
—Creeme que no denuncio, además cumplo 18 en unos meses —estaba rascándose la nuca.
—En un mes y medio cumplo 22, es raro esto, ¿no? —mantenía un rostro serio, no quería que el menor pensara otra cosa.
—Me pareces lindo.
—¿Qué? —no creía lo que acababa de escuchar, ¿le dijo lindo? Si que estaba mal, pero ignoraba ello.
—Nada. Nada.
—También eres lindo —Mierda Midam, mierda—. ¿Seguro que no me vas a denunciar? —aunque para él era lo de menos, lo que pasaba es que estaba metiéndose en terrenos donde no saldría fácil
—Sí —empezó a reírse el menor y le seguio—. Hyung
—Mande —respondió mientras sacaba su cartera.
—¿Crees en el amor a primera vista? —Midam detuvo su caminar.
—¿Por que me preguntas eso? —se rió un poco—. Es raro, comúnmente a alguien que recién conoces le preguntas cosas básicas, como su color favorito, comida y esas cosas, no algo que te hace entrar en una duda existencial.
—Eso hacen las personas aburridas —mencionó bostezando—. Nuestra primera cita debe ser memorable, no tipica y comun como las demás.
—¿Estas diciendo que tendremos más citas? —le pareció graciosa la situación, pensaba que él era demasiado directo hasta que conoció a Junghwan.
—Responde mi pregunta hyung y te digo —mencionó con una sonrisa.
—No lo sé —elevo los hombros y Junghwan solo lo detuvo del brazo y caminó frente a él—. ¿Que haces?
—Paso por segunda vez para que reiteres tu respuesta —se rió—. ¿Crees en el amor a primera vista, hyung?
—¿Así eres siempre? —asintió abriendo la puerta—. ¿Qué vas a querer?
—En realidad...nada.
—¿Y por qué me seguiste hasta acá si no quieres nada? —preguntó con una pequeña sonrisa.
—No lo sé —elevó los hombros y se rio—. ¿Jugo está bien?
—Lo que quieras, yo invito —mencionó mientras se sentaba.
—Malteada de fresa y pan están bien —respondió mientras tronaba sus dedos. Midam se paró a pedir las cosas, Jung por su parte se puso a revisar sus notificaciones. Nada, no tenía notificaciones nuevas más que el espacio de almacenamiento se estaba agotando y tenía que liberar memoria, pero de ahí nada, ni llamadas de Suni, ni de Haru, nada, supuso que se iría solo a casa hoy.
—Toma —interrumpió sus pensamientos para dejarle un vaso y un pan—. No había malteada de fresa pero si de fresa con chocolate, ¿no hay problema?
—Gracias hyung —no tenía demasiada hambre, pero por estar embobado con otras cosas no le dijo al mayor a donde quería ir y solo lo siguió a la cafetería que estaba cerca de la institución.
Midam se limitó a observar mientras tomaba café, estaba con su expresión seria, veía sus rasgos y sus movimientos, la perecía todo lindo de él y eso lo asustaba, nunca había tenido ese problema. Sabía que no debía relacionarse sentimentalmente con sus pacientes, aunque este no fuera su paciente aún, lo sería dentro de un mes, primera vez que en la carrera le pasaba algo así, nunca se había interesado sentimentalmente por un paciente, le estaba gustando estar con él, era demasiado interesante la actitud positiva del chico, pero no conocía el otro lado de su actitud. No quería descubrirla, pero tarde que temprano lo haría, un paciente con bipolaridad era impredecible en ese aspecto.
Lo peor es que le gustaba la sensación que estaba sintiendo justo ahora, verlo comer mientras hablaba de cosas que eran random para ser una cita o algo así. Sabía que estaba metiéndose en la boca del lobo, pero no quería salir.
—¿Siempre tienes esa cara seria? —preguntó sacándolo de sus pensamientos, bajó sus manos y solo sacudió la cabeza.
—Supongo que sí —respondió después de regresar a a realidad.
—Me gusta —mencionó mientras mordía el pan—. ¿A donde iremos en nuestra siguiente cita?
—¿Cita? —estaba ahogándose, no terminaban su dizque cita y este ya le estaba preguntando por la segunda.
—Si hyung
—A donde quieras —elevó los hombros.
—¿Seguro? —preguntó con un ligero brillo en los ojos—. Me gustaría ir al parque de diversiones.
—Tienes el brazo fracturado, creo que no podemos jaja —señaló su brazo y el contrario frunció el ceño—. Te diría que al cine, pero es muy cliché.
—Entonces vayamos de compras —Midam solo dijo "ew" y Jung se rio—. ¿Qué te parece ir a alimentar a los patos en el parque hyung? —mencionó riendo.
—Está bien —sabía que el menor lo decía en sarcasmo, pero en realidad no era mala idea—. Paso por ti...¿mañana?
—Si —se paró dejando sus cosas para luego regresar rápido a levantar sus cosas. Midam solo se rio, le estaba gustando como era el menor.
—La respuesta a tu pregunta —dijo mientras caminaban—. Ahora si.
—¿De que hablas hyung?
_____
—Hey —recibió un golpe en el hombro—. ¿Qué tanto has hecho Midam?
—Primera, no me pegues —se empezó a sobar el hombro—. Dos, soy mayor, respetame.
—Responde Midam —empezó a darle golpecitos en el hombro—. Te vi saliendo con un chico ayer.
—No es nada —se dedicó a escribir en la computadora.
—¿Cómo que no es nada? —mencionó con un timbre de voz fuerte—. ¿Tomas en cuenta que es un paciente? —susurró haciendo que Midam dejará de escribir.
—Junghwan —dijo sacando una carpeta—. So Junghwan.
—¡¿Qué?! —gritó llamando la atención de todos, su coordinador llegó a decirle que se callara para irse rápidamente.
—No grites Suhyun —Midam se estaba riendo de la mujer.
—¿Cómo es posible Midam? Es tu paciente, bueno, será tu paciente —estaba rascándose la barbilla—. Estás mal.
—Aja —ignoraba lo que le decía mientras escribía en la computadora.
—Es menor que tú —estaba leyendo el expediente.
—Estás rompiendo el código.
—Sí —tecleaba más fuerte.
—Midam —respondió con un sí—. Tiene trastorno bipolar con principios de psicosis.
—Lo sé —seguía sin pararle bola.
—¿Me vas a dejar de ignorar? —preguntó con un poco de molestia—. ¿Te gusta? —dejó de teclear.
—No —contestó de forma lenta—. Estoy seguro que no.
—Mientes —se empezó a reír—. No tiene nada de malo.
—Suhyun, tú misma me acabas de decir que estoy mal.
—Uno no manda en el corazón —suspiró un poco—. No diré nada, pero tú sabes lo que haces.
—¿Gracias?
—JA, con eso admitiste que te gusta —empezó a reír—. Te deseo suerte bonito.
—No empieces mujer —suspiró acostando su cabeza en el escritorio—. Creo que mi vida dejará de ser tranquila ahora.
—Eso que ni que, solo a ti te gusta un paciente de ese tipo —le sobo la cabeza—. sé feliz.
—No exageres, solo es un gusto pasajero.
—Eso dices ahora hombre —dijo estando parada en la puerta.
—¿Por qué de todas las personas que hay en el mundo esta mujer tuvo que ser mi compañera? —se preguntó a sí mismo.
—Ni idea —contestó su otro compañero.
—Asustas Inhon, casi nunca hablas que olvidé que estabas aquí—menciono mientras se paraba.
_____
—Mamá, tengo un problema.
—¿Cuál?
—Bueno, en realidad son 3 problemas.
—Habla Midam —se sentó la mujer.
—Empiezo a creer que el amor a primera vista existe.
—¿Eso es un problema? —soltó una risa la mujer—. No tiene nada de malo, me ha pasado antes.
—Es un hombre —dijo haciendo que la mujer se callar—. No tengo problema con ello.
—No tiene nada de malo, tienes mi apoyo asi te gusten las mujeres, los hombres o los aliens —la mujer sonrió—. Solo que me saco un poco de sitio que de repente me dijeras que te gustaba un hombre, es que antes me habías presentado a tus ex novias sin decirme antes que te gustaban o algo así y con él me lo estás contando sin ser nada, pero no tengo problema con eso cariño.
—¿Recuerdas el programa de donde hago prácticas? —asintió con la cabeza—. El será mi paciente, ¿sabes que estoy mal no?
—¿Cuál es el problema?
—Te estoy diciendo que estoy rompiendo mis códigos.
—¿Y? —Midam solo entrecerró los ojos—. ¿El tercer problema es?
—Tiene 17
—Oh, ya veo cariño —empezó a reírse—. ¿Él sabe que tienes 21?
—Sí, incluso creo que hasta le gustó que tuviera 21, es algo raro ese niño —empezó a rascarse la ceja—. Yo solo choqué con él y recogí sus cosas, pero me pareció demasiado lindo y sin querer le dije que me diera su número, el me lo dio sin repelar de hecho. Yo sabía que era un paciente por el tipo de papeles que traía, pero no sabía que era el mío hasta que supe su apellido, supe que estaba mal, pero no me detuve y en ese momento marqué para saber si me había dado un número falso o algo así, si era uno equivocado estaría aliviado de saber que no me estaría metiendo sentimentalmente con un paciente, pero no, me dio el número real, su número. Lo invite por un café y me dijo que si, casi gritaba cuando dijo que si, la verdad me sentía como un adolescente nuevamente y fue gracioso. Fuimos a la cafetería que estaba enfrente, mientras caminábamos me preguntó si creía en el amor a primera vista, créeme que no esperaba esa pregunta, esperaba las cosas básicas que preguntas para conocer a alguien y le dije que comúnmente preguntas cosas básicas como el color favorito y esas cosas cuando quieres conocer a alguien, él dijo que eso lo hacían las persona aburridas y dijo que nuestra primera cita debía ser memorable.
—¿Cita?
—Sí, dijo cita, sentí como se aceleraba mi corazón en esos momentos, después le pregunte que si tendríamos más citas y me respondió diciéndome que le respondiera su pregunta, me tomo el brazo haciendo que dejara de caminar y paso frente a mí. Morí de ternura en cuanto hizo eso porque me preguntó si creía en el amor a primera vista nuevamente.
—Creo que ya amo a ese niño —mencionó la mujer con alegría—. Te ves alegre hablando de él.
—¿Qué? No —volteo hacia otro lado—. Deja continuo, llegamos a la cafetería, le pregunte que iba a querer y me dijo que en realidad nada —empezó a reírse—. Me siguió nada más por hacerlo, pero finalmente pidió algo y creeme que se veía demasiado lindo comiendo.
—Quisiera tomar una foto de tu sonrisa justo ahora —empezó a reírse su madre—. Años que no te veía sonreír así por alguien y dile a ese chico que lo amo. Además, estas todo menso porque ni te diste cuenta que eso que dices que es raro es coqueteo, ¿no te diste cuenta?
—No, no me di cuenta hasta ahora que me dices —empezó a rascarse la barbilla—. Iremos a alimentar patos en unas horas, sabía que lo decía en broma cuando sugirió hacer eso, pero me parece bien, tiene el brazo fracturado y no es como que pueda hacer muchas cosas así. Ya finalmente le respondí su pregunta pero por suerte no entendió a que me refería.
—¿Qué le dijiste?
—Que ahora sí —la mujer sonrió—. Estoy perdido ahora.
—¿Cuándo lo traes a la casa?
—¿Qué? Es algo pasajero mamá, no creo que lleguemos a algo más.
—Claro Midam, lo que digas —mencionó con sarcasmo.
_____
—No me puede gustar —estaba hablando con sí mismo, después de regresar de alimentar patos se dispuso a pensar en su cuarto acostado sobre su cama, estaba en un dilema sobre su gusto por el menor, incluso se cuestionaba sobre si realmente le gustaba.
Sabía con que persona se estaba metiendo, sabía que Junghwan no era un adolescente normal ni mucho menos alguien tranquilo, era alguien inquieto, noto que era imprudente y que a veces decía cosas que ni tenían sentido, era divertido y a veces era directo al hablar, pero también tiraba demasiadas indirectas y sonreía demasiado y también se quedaba demasiado serio y concentrado en la nada, le estaba gustando esos cambios en él.
_____
—¿Por qué casi no sonríes hyung?
—Es parte de mi outfit mi rostro serio —estaba mirando hacia la nada.
—Te queda bien —mencionó con una sonrisa.
—Tierno —dijo sonriendo levemente—. ¿Tú crees en el amor a primera vista?
—Si tú eres el que pasa frente a mi...entonces si creo en el amor a primera vista, hyung —tenía una gran sonrisa y Midam no supo que decir, se quedó callado pensando. Esperaba otro tipo de respuesta, pero esa le había gustado y los latidos de su corazón lo delataban.
—No era la respuesta que esperaba, pero me deja satisfecho —se paró tendiendole la mano al menor.
—¿Solo vas a decir eso?—frunció el ceño.
—¿Quieres que diga algo más? —sabía que si se reía en ese momento, se enojaría más el menor.
—¡SI! ¡¿O ME VAS A FRIENDZONEAR?!—cruzó el único brazo que tenía disponible para cruzar.
—¿No te ha quedado claro verdad? —mencionó tomando su mano mientras se reía—. Está más que claro que me gustas —seguía riendo haciendo que el menor se pusiera rojo—. Antes no creía en eso del amor a primera vista hasta que te conocí. Dios santo, eres tan...tan, ¿te has mirado a un espejo? —estaba alzando la voz sin darse cuenta—. Eres tan hermoso, cada rasgo de ti me gusta, me gustas, es más no me gus...—abrazó a como pudo al mayor.
—Ya entendí, no es necesario...
—Shh —le puso la mano en la boca—. No interrumpas a tus mayores —sonrió mirando sus ojos—. Me gustas demasiado y me siento raro porque nunca me había gustado un hombre y eres confuso, me gustas mucho y es raro, solo he tenido novias y por ninguna he sentido esta gran sensación que siento por ti, siento demasiadas cosquillas en mi estomago...que digo cosquillas, siento un huracán dentro. Eres hermoso, me gusta esa cara que pones cuando estás viendo hacia la nada, te miras hermoso...¿ya dije que me gustas?... y...creo que empiezo a balbucear...ya mejor dejo de hablar porque cuando me salgo de mi zona de confort empiezo a hablar mucho.
—¿Ya me vas a pedir que nos casemos? —mencionó con burla.
—Aún no —se acercó—. Tampoco que seamos algo más —Junghwan no entendía el porqué pero asintió—. Le he hablado a mi mamá de ti y dice que quiere conocerte.
—¿En serio?
—Sí, dice que parezco adolescente cuando le hablo de ti y por eso quiere conocerte.
_____
—Espero no me avergüences mamá —mencionó mientras abría la puerta, la mujer solo asintio mostrándole el meñique.
—Pensé que no me ibas a abrir y me rompería el otro brazo tocando —fue lo primero que dijo al entrar, miró a su alrededor y vio a la mujer parada frente a él—. Hola —saludó con una sonrisa—. Usted debe ser mi sueg...—Midam le tapó la boca y la mujer empezó a reírse.
—Eres más simpático en persona, soy Miyun, la mamá de Midam —extendió su mano—. Pasemos al comedor Junghwan.
—Espero la cena sea linda —sonrió mirando a Midam.
—Sí —rascó su nuca—. ¿Pizza es lindo?
—Jaja sí.
—Midam es flojo y no quiso cocinar así que tenemos pizza —mencionó Miyun mientras se sentaba.
—Así está bien, me parece perfecto —habló con una sonrisa.
—Eres tan encantador —Miyun habló haciendo que Midam dejará de servir refresco—. Midam, quédate con este niño, es la primera persona que no le molesta o le parece tacaño que traigas pizza o hamburguesas cuando lo traes a presentar ante mí —sonrió la mujer y Jung elevó las cejas.
—¿Verdad que si? —le siguio la corriente a su madre—. Quédate conmigo hyung.
—Lo apruebo para ti Midam.
—Concuerdo con tu mamá, soy perfecto para ti.
—Comamos —mencionó Midam sirviendo las pizzas.
—Midam me habló de ti, parecía adolescente enamorada hablando de su crush —Midam solo la miro con los ojos entrecerrados—. No dejaba nada a la imaginación de ti, te describio muy bien.
—¿Qué tipo de cosas hablaba de mi?
—Me decía cosas sobre que eres muy lindo, que le gusta tu personalidad, tus ras...—Midam carraspeo fuerte interrumpiendo a la mujer.
—Mamá, no me avergüences.
—Hágalo suegra, es divertido ver a Midam hyung nervioso.
—Él siempre dice que no es divertido —chocó las cinco con el menor—. Tú si me comprendes Junghwan.
—No sé porque le dices suegra a mi mamá —dijo haciendo que ambos lo miraran feo—. ¿Dije algo malo?
—No le hagas caso Junghwan, midam es medio tonto cuando está nervioso —arrugó la nariz—. Dime suegra si gustas.
—Ah —se quejó Midam mientras Jung y su mamá se ponían a platicar cosas, tal vez no debía cumplirle el capricho a su mama de querer conocer a Junghwan.
Estaba pensando mientras los escuchaba hablar, le gustaba que se llevaran bien, no era común que su mamá aprobará a alguien rápido y lo gracioso es que no eran nada. Se dedicó a mirar a Junghwan mientras comía, estaba sonriendo sin darse cuenta y soltó un leve suspiró para notar que dejaron de hablar.
—Se te va a caer la baba Midam —su mamá le dio una servilleta y casi escupe—. En serio debo tomarte una foto para que veas tu sonrisa.
—No estaba sonriendo.
—Si lo estabas hyung —Miyun asintió—. Sonríes lindo, me gusta —Midam casi se atraganta y empezó a toser.
—Espero no tardes mucho Midam, no me gustaría que dejes a Junghwan esperando tanto —empezó a reír un poco.
—No se puede con ustedes dos juntos —suspiró un poco—. Mejor me voy.
—¿A donde si estás en tu casa hyung? —estaba riendo.
—Lo olvidé —empezó a rascar su nuca.
Quizá decirle a su mamá que le gustaba el chico que tenía enfrente no fue muy buena idea, pero estaba contento con que se llevaran bien, suspiró y siguió comiendo mientras los veía conversar. Ahora pensaba como declararse de una forma linda para el menor, decidió hacerlo de una manera graciosa y su subconsciente dijo que estaba bien su idea y decidió que usaría esa para cuando le dijera su declaración.
Estaba equivocado cuando dijo que era un gusto pasajero.