Gabriela agarró a José Miguel con fuerza.
José Miguel: Gabi, déjame pasar.
Gabriela: No! De verdad piensas ver a Valentina así tan alterado como estas? Piénsalo; ella necesita al hombre que ama no un marido celoso.
Felipe: eso es cierto, ha perdido fuerzas, y necesita tu apoyo, si vas a verla así se va a dar cuenta y la vas intranquilizar.
Horacio: Amigo hazles caso; Valentina te necesita bien calmado, respira profundo y entras.
Felipe acompañó a José Miguel hasta la habitación de Valentina donde una enfermera le colocaba suero.
Felipe: cómo está su presión?
Enfermera: ya se estabilizó, el medicamento que le apliqué la adormeció un poco, en un par de horas estará completamente consciente.
José Miguel: crees que pueda quedarme a su lado?
Felipe: claro, voy a echarle un vistazo a Fernando.
José Miguel se sentó muy junto a Valentina ansioso por que al despertar lo viera.
Gabriela y Horacio prefirieron regresar a sus labores, mientras en el kínder todos los niños celebraran el regreso de Cecilia Benita.
Leonor e Isabel quisieron arreglar un poco el cuarto de los niños, siendo sus "Abuelas" querían todo ordenado; mientras lo hacían platicaban de lo ocurrido y agradecían a Dios el que todo estuviera mejorando.
Analia supo sobre los últimos acontecimientos y se vio en la obligación de llamar a Alonso.
"Alonso: que alegría escucharte Analia, como has estado?
Analia: muy bien Alonso, también feliz de oírte, te llamo porque al ser tu amiga me siento en la obligación de informarte sobre algo que pasó?
Alonso: me asustas, de que se trata?
Analia: hace unos días la hija de valentina fue secuestrada por un tal Rosendo Gavilán.
Alonso: que? Estás segura?
Analia: si! Al parecer escapó del reclusorio.
Alonso: y sigue secuestrada?
Analia: No Alonso, Valentina arriesgó su vida para rescatarla.
Alonso: eso que quiere decir que...
Analia: no es lo que te imaginas; ella está bien, la hirieron pero ahora se está recuperando en un hospital.
Alonso respiró profundo.
Alonso: me alegra, entonces intentaré adelantar mi viaje, te agradecería le dieras mis saludos; pero y ese hombre?
Analia: lo atrapó la policía ya se encuentra tras las rejas en la capital.
Alonso: entonces nos veremos pronto, Analia, Gracias por avisarme.
Analia: para eso somos amigos no?"
Rosendo ingresó a un reclusorio de máxima seguridad en la capital de la república, el lugar era mucho peor que el de Pachuca dónde permaneció 7 años.
Fernando despertó, Felipe aprovechó para examinarlo.
Felipe: te veo muy bien, al menos ya no estás tan pálido.
Fernando: entonces la transfusión funcionó?
Felipe: si ¡ todo salió perfecto.
Fernando: Y valentina cómo está?
Felipe: un poco débil pero no es nada de cuidado, es fuerte y en un par de días podrá ser dada de alta.
Fernando: en serio?
Felipe: si; seguirá recuperándose en su casa, su herida cicatrizará muy pronto, en cuanto a ti, debido a tu enfermedad, te aconsejo someterte a la quimioterapia.
Fernando: en verdad crees que valga la pena? Estoy en la etapa final.
Felipe: siempre habrá algo por hacer, tengo colegas que pueden alargar un poco tu vida.
Fernando: ya no hay esperanza, consulté en la capital incluso en otros países, ya no hay nada que hacer; te confieso que vine a este pueblo para estar cerca de Valentina.
Felipe: todavía sientes algo por ella?
Fernando: si! Pero no te apures, sé que es una mujer casada y lo respeto, solo quiero tener su amistad, con eso me conformo, después de todo si no fue para mí fue por mi culpa.
Felipe: entiendo, pero procura que esa cercanía no interfiera en su matrimonio, José Miguel es mi amigo y conociéndolo podría ponerse algo celoso, además han pasado por duras pruebas y no merecen más malos entendidos.
Fernando: no te preocupes, sólo quiero vivir mis últimos días cerca de ella.
José Miguel se quedó dormido, a pesar de haber pasado la noche en la hacienda no había descanso muy bien, su cabeza se posó sobre Valentina, cuando ella abrió los ojos pudo observarlo.
Acarició su cabello lo que despertó a José Miguel.
José Miguel: Bonita!! Despertaste! Cómo te sientes?
Valentina: mucho mejor.
José Miguel se acercó y le dio un beso tierno en los labios.
Valentina: como viste a Cecilia Benita? Crees que con lo que pasó necesite ayuda psicológica?
José Miguel: afortunadamente se ve muy bien, es la misma niña alegre y juguetona, pero si quieres podemos pedirle a Gabi que hable con ella y nos saque de dudas como una vez me dijiste ayudó a Iluminada a superar su violación.
Valentina: la verdad si! No me gustaría que tuviera pesadillas y viviera con miedo.
José Miguel: ella sabe cuánto la amamos, así que sé que todo el amor que le damos es más fuerte que cualquier trauma.
Valentina: me ayudas a sentarme? Estoy cansada de estar acostada.
José Miguel: claro mi vida.
José Miguel sentó a su esposa.
Valentina: auuu!
José Miguel: te duele mucho?
Valentina: un poco, necesito recuperarme rápido no quiero que la hacienda se paralice, podrían retrasarse las entregas de leche y demás productos.
José miguel: todo está perfectamente puedes estar tranquila, además Don Ernesto se ofreció a echarnos la mano mientras tú regresas.
Valentina: Don Ernesto?
José Miguel: si, ayer él y tu tía llegaron.
Valentina: pero cómo? Les pedí que no dijeran nada, no quería preocuparlos.
José Miguel: lo sé bonita, nadie les avisó, ellos llegaron de improvisto y bueno así supieron lo del secuestro y lo demás, vendrán más tarde a verte; casi lo olvidó, los niños te envían esto.
José Miguel sacó de su chamarra un papel y se lo dio.
José Miguel: lo hicieron para ti.
Valentina: es hermoso.
El dibujo mostraba 4 personitas (Valentina, José miguel, José Federico y Cecilia Benita) y al lado de cada uno un caballo, también habían corazones por todos lados un cielo muy azul y una frase que decía "Recupérate pronto mamita, te amamos"
Valentina: mis niños!
José Miguel : te extrañan mucho, hasta querían venir a verte.
Valentina: pero las visitas a niños tan pequeños están restringidas.
José Miguel: eso les expliqué y lo entendieron, ya deben estar en el kínder.
Valentina: lo mejor es que sigan con su vida, aún son muy chicos.
José Miguel: estoy de acuerdo, sabes que se me ocurre?
Valentina: en qué estás pensando ?
José Miguel: podríamos regalarles un perro.
Valentina: y por qué un perro? digo tienen sus caballos.
José miguel: si! Pero un perro es muy importante en el crecimiento de los niños, les da seguridad además de que se convierte en sus mejores amigos.
Valentina: entonces compramos uno para cada uno?
José Miguel: no bonita, uno para los dos, es algo muy bonito para compartir entre hermanos, a mí me hubiera gustado tener al menos uno de los dos.
Valentina: no tuviste un perro de niño?
José Miguel: no! Según mi mamá tener un perro en la casa era sinónimo de desorden.
No lo soportaba y mi papá nunca logró convencerla.
Valentina: pues yo tampoco tuve un perro.
José Miguel: hablas en serio? pensé que habías tenido toda clase de animales.
Valentina: por que? crecí en la ciudad no en la hacienda
José Miguel: bueno, entonces creo que este perro tendrá más de dos dueños.
Ambos rieron al imaginar lo que sería integrar una nueva mascota a su familia.
Los gemelos regresaron a la hacienda muy felices.
Isabel: que bueno que ya llegaron les preparé su comida favorita.
Cecilia Benita y José Federico gritaron: abuelita!! Y la abrazaron.
Leonor: y mi abrazo? Jajaja
Los niños corrieron después con Leonor.
Leonor: bueno mis niños vayan a cambiarse mientras servimos la comida.
José Federico: y mi papito no va comer con nosotros?
Leonor: tu papito está cuidando a tu mamita.
Isabel: pero de seguro no ha de tardar, acordamos ir a reemplazarlo un rato para que el venga a hacer la tarea con ustedes.
Cecilia Benita: entonces vamos a cambiarnos, tengo mucha hambre.
Los gemelos corrieron a sus habitaciones.
José Miguel intentaba convencer a Valentina de que comiera.
José miguel: mi vida necesitas alimentarte para aliviarte rápido.
Valentina: es que no tengo hambre, además no podría comer tranquila si tu no lo haces.
José Miguel: estás loca? La comida del hospital sabe horrible!
Valentina: jajajaja ves? Entonces con mayor razón la comeremos los dos, siempre compartimos todo.
José miguel: que tramposa eres!, pero está bien, abre la boquita.
Después del primer bocado Valentina cuestionó a José Miguel...
Valentina: José Miguel; por qué te negaste a que le donara sangre a Fernando?.