-...desde hoy no solo serás nombrado príncipe imperial de obelia, sino el príncipe imperial Uriel de Alger Obelia, próximo heredero al trono.
Abrió sus ojos bicolor al máximo ante lo dicho por el emperador.
Athanasia miro en shock a su gemelo junto a Lillian.
El bicolor apretó sus labios y manos levantando la mirada decidido.
-Me niego.
Ahora sí todos estaban totalmente en shock.
Cuando Atthy volvió al palacio rubi, Felix dijo que el emperador quería volver a ver a la princesa y conocer al príncipe. Cuando él se fue la rubia no resistió más y cayó desmayada.
-así que eso paso, supongo que de alguna u otra manera debo de encontrarme con an daite (el teñido).
Uriel pasó su mano con suavidad por el cabello de Atthy que dormía tranquila.
Hn.
Un brillo salió de su mano para luego tocar con suavidad la mejilla de su hermana. Sus ojos brillaron como gemas. Para luego de unos segundos la luz desapareció por completo.
-"Por lo menos aprendí hechizos de sanación...aunque debo de aprender a ocultarlo de Claude o se dará cuenta que tengo un dote para la magia y no deseo llamar su atención".
Miro sus manos atentó para luego suspirar y salir del cuarto dejando sola a la rubia.
Camino unos metros pasando por algunos ventanales del pasillo que dejaban entrar la luz de la luna.
Una brisa pasó por su lado haciéndolo detener. Miro de reojo hacia el cuarto de Athanasia para luego mirar sus alrededores con cautela y mirar hacia la luna.
Al verla tan brillante estrecho sus ojos con seriedad.
-tch, crees que puedes hacerme cambiar incluso en este mundo?, maldita escoria.
La oscuridad y el veneno goteaban de cada susurro que salió de su boca. Miro con odio la bella luna para luego fruncir el ceño y seguir su camino.
Cuando el pasillo quedo desolado una suave risa se escucho.
-siempre tan agresivo pequeño Uriel...pero qué se puede esperar del monstruo maldito y, ahora, el hijo de esa mujer.
Una fuerte ventisca se levanto moviendo con fuerza las copas de los árboles junto a las flores que hacían brillar el hermoso jardín.
Nuevamente esa persona aparecía en su vida.
Ahhhh!!
*bum!*
El rubio cayo de cara al suelo ante el grito que escucho.
-tch, maldición, Atthy?.
Susurro mirando confuso hacia la habitación de su hermana pero se tranquilizo cuando pudo notar que solo estaba en un gran dilema interno. Sí, Uriel y Atthy podían escuchar de vez en cuando los pensamientos del otro.
Claro que esa conexión la controlaban pero a veces cuando su "lazo" se salia de control podían oír los pensamientos del otro.
Plan b y c juntos.
Ahi entendió todo, Atthy estaba planeando cómo no morir a manos de claude.
-"Maldita enana,...ahhh me quito el sueño!".
Grito internamente mientras pataleaba en el suelo.
Sin darse cuenta los gemelos estaban haciendo el mismo berrinche aunque por distinto motivo.
-Lillian York.
El emperador miraba neutral a la mujer que estaba ante él con los gemelos. Cabe decir que tuvo que controlar sus emociones cuando vio a Uriel en la sala del trono. Tan sereno y neutral que le sorprendía que un niño de su edad tenga tal tranquilidad.
-gloria y bendiciones al sol naciente de obelia.
Hizo una reverencia la oji celeste mientras los gemelos miraban al emperador o mejor dicho Uriel, ya que Athanasia miraba a cualquier otro lado menos a claude.
-"Tengo que pensar bien las cosas, desde aqui en adelante lo que haga definirá si capturo la atención de Claude o no. Pero debo de hacer que Athanasia quede en completo interés para claude. Tch, maldito daite".
Miro de reojo a su gemela para luego regresar su mirada a su padre.
-no le presté suficiente atención a los gemelos durante mucho tiempo.
-los príncipes nacieron pero usted no le prestó la mas mínima atención aún cuando eran pequeños.
-"L-lily!!!".
Chillo internamente athanasia mirando asustada a su nana.
-"Ohoho~ me gusta su coraje, lástima que sea un mocoso si no ya la hubiera conquistado. Mujeres así solo aparecen en libros".
No hacía falta esperar el pensamiento mitad halagador y mujeriego del pequeño rubio.
Que a pesar de que vea como una madre a lily debía de admitir que ella es hermosa y que si no fuera una niño intentaría conquistarla.
-qué te puedo decir, soy un emperador -se excusó desinteresado haciendo que athanasia lo maldiga por dentro.
Cuando Atthy lo miro él le sonrió haciendo que se congele en shok mientras que Uriel miraba a su alrededor aburrido. Él solo quería aprender a luchar y por ahí escaparse al pueblo.
-"Me pregunto si Sarah ya preparo nuevos pasteles".
Se le hizo agua la boca cuando recordo los dulces que esa amable anciana la preparaba.
-desde ahora Felix mirará alrededor de los príncipes, así que no te preocupes...además -ignorando la mirada en shok de las dos mujeres siguio hablando -desde hoy Athanasia será bendecida como la princesa imperial de obelia.
La nombrada apretó su vestido con fuerza totalmente en shock mientras que Uriel solo sonrió de lado al ver que todo iba de acuerdo a como lo recordaba.
-y Uriel.........desde hoy no solo serás nombrado príncipe de obelia, sino el príncipe imperial Uriel de Alger Obelia próximo heredero al trono.
Abrió sus ojos bicolor al máximo ante lo dicho por el emperador.
Athanasia miro en shock a su gemelo junto a Lillian.
El bicolor apretó sus labios y manos levantando la mirada decidido.
-Me niego.
Ahora sí todos estaban totalmente en shok.
El silencio reinó el lugar y Atthy cada vez sentía su corazon latir con fuerza.
-"Desde cuándo eres tan idiota hermano?!, si te niegas te matará!".
Mientras internamente se arrancaba los pelos su hermano estaba de lo más tranquilo mirando al emperador que lo miraba serio.
-por qué?.
Pregunto con una peligrosa tranquilidad que cortaba la respiración de las mujeres.
-"Hn, intentas intimidar me, que patético"...apreció que su majestad me haya considerado para ser su heredero pero no me creo capaz de tomar ese puesto de tan alta responsabilidad.
Sonrió con suavidad ante la mirada sorprendida de los otros tres.
Desde cuándo un niño de 4 años habla con tanta madurez y tranquilidad?.
-pienso que Athanasia es la más apta para el trono...aunque -puso su mano en su mentón pensativo para luego mirar con una sonrisa al rubio mayor -si lo dicho no le agrada, por qué no nos nombra herederos a los dos?.
Las mujeres tenían la boca abierta de la impresión mirando al mini Claude para luego mirar al Claude mayor que miraba atento a su mini copia.
Tapó su boca dejando notar que trataba de no reírse ante la sorpresa de lily y artie.
-"Ha?, qué demonios te da risa maldito daite?, tch, es un asunto serio viejo. Si consigo que Atthy sea la heredera seré libre aunque tengo que asegurar esto para más a futuro".
Miro serio al emperador que cerró los ojos para luego mirarlo con una sonrisa de lado.
-de en serio eres interesante.
Ahora fue el turno de Uriel de parpadear en shock. Para luego sonreír falsamente.
-...bien haré lo que dices -los ojos de las mujeres parecían salirse de su orbita con cada palabra que salía de la boca de Emperador -pero...por qué deseas que Athanasia sea también la heredera?.
Apoyó su mejilla en su mano mirando fijamente al bicolor que se estremeció ante esa mirada atenta, como si él fuera lo más interesante por ver en esa sala.
-solo deseó que el imperio quedé en buenas manos si algo me pasa, tengo por seguro que yo jamás me peleare con Athanasia, ella es mi persona -ante eso el rubio abrio sus ojos en shock -si los dos vivimos hasta cumplir la mayoría de edad tomaremos el trono juntos, sería una alizana entre hermanos por el trono para el bien del imperio de obelia.
Su sonrisa brillante engañaba muy bien tanto a lily como a Atthy y Claude.
-....mmm, si no fuera porque recién sabes sobre esto diría que lo estuviste planeando desde hace años...eres inteligente.
Halago poniendo una mano bajo su mentón.
Uriel estrecho sus ojos ante tantos tratos amables.
-le agradezco a su majestad por el cumplido -hizo una reverencia con una leve sonrisa.
Era como estar negociando con el diablo.
Y al monstruo maldito siempre le gusto jugar con su suerte.
-si me lo permite tengo otro pedido su majestad -levanto su cabeza mirando sereno al rubio que espero atento el pedido -... lo recientemente dicho se haga un documento inquebrantable.
La sala sucumbió ante el silenció que se formo entre los dos negociantes. Los cuales se miraban atentos sin perder la mirada del otro.
-"Bien si muero por lo menos lo intenté...aunque veamos si por tal atrevimiento pierdes el interés en mí y centras toda tu atención en Atthy. Vamos maldito an datie, tengo varias cartas bajo la manga".
A pesar de demostrar serenidad y amabilidad tras esos ojos bicolor se escondían jugadas peligrosas y con grandes beneficios.
Él era así, fue y será así, mentiroso, lujurioso, un asesino, sádico, insensible, alguien tan engañoso como el mismísimo demonio.
Era un monstruo maldito.
Y por eso se ganó el odio de millones de personas en su pasado. Jamás le temió a la muerte y menos le iba a temer ahora que tenía algo que proteger.
-hn, que interesante -miro atento al rubio que cerro sus ojos y se cruzo de piernas -bien...Padma Baek! -elevo levemente la voz mientras sus ojos brillaron por unos segundos alertando a los tres presentes.
Era como un maldito demonio, tenía poderes inimaginables.
En minutos las puertas fueron abiertas y entro un hombre ya anciano de cabello largo color gris. Que al estar frente a claude hizo una reverencia.
-su majestad, saludos al sol naciente de obelia, qué requiere de mi presencia?.
-Padma Baek, serás testigo y te encargaras de anunciar que Athanasia y Uriel de Alger Obelia hoy son bendecidos como los príncipes imperiales y futuros herederos al trono de obelia.
Declaró haciendo aparecer una hoja a su lado que brillaba color celeste ante la sorpresa del anciano.
-d-dos herederos? -parpadeo en shock para luego mirar a los gemelos que estaban al lado de lily.
Cuando miro al príncipe abrió la boca en shok para luego mirar a claude que lo silenció con la mirada.
-...como ordené su majestad -hizo una reverencia yendo al lado de claude y agarrando el documento.
-Claude de Alger Obelia, emperador de obelia, declara a sus dos únicos hijos Athanasia y Uriel de Alger Obelia, como próximos emperadores al trono -empezó su declaración mientras Padma Baek escribía con seriedad -esta decisión será inquebrantable...
-aún cuando algo le suceda al emperador esta decisión no se podrá retractar.
Los dos hombres guardaron silencio ante lo dicho y el anciano miro nervioso al emperador que apretó sus labios mirando fijamente a Uriel.
Era como él.
-aún cuando algo le suceda al emperador esta decisión no se podrá retractar -repitió lo dicho con los ojos cerrados.
El rubio firmo el documento igual que Padma Baek para luego el emperador poner un hechizo en el documento inquebrantable.
Aún si a él le sucedía algo a futuro no podría retroceder ante lo dicho, ese documento era una orden de él mismo la cual no se podía anular.
Era como una ley.
Y si no cumplía esa ley el hechizo que él mismo puso lo castigaría.
Cuando Baek se fue llevando consigo el documento, los tres rubios junto a lily volvieron a quedar en silencio.
El rubio menor volvió a sonreír brillantemente.
-"Parece que asegure nuestro futuro querida hermana....aunque ahora quieres ahorcarme".
Una gotita salió de su frente al sentir la mirada asesina de ultra tumba de su hermana mayor, que a pesar de estar sonriendo estaba apretando con furia su vestido.
-a partir de ahora los príncipes deberán de runirse conmigo 2 veces al día.
Ordenó neutral para luego hacerles una seña de que se vayan. Los tres hicieron una reverencia y salieron de allí encontrándose afuera con felix.
Él solo los miro nervioso pero les sonrió amable y los miro irse.
Cuando llegaron al palacio rubi, Lillian los abrazo con fuerza temblando levemente.
-todo estará bien...tengan esperanza -susurro preocupada por los gemelos.
Athanasia miro de reojo a su nana con preocupación. Uriel solo miro al suelo con pesadez.
Por lo menos aseguro su futuro y el de Athanasia. Aunque se tiró directo a la boca del lobo pero era arriesgarse ahora o después lamentarse.
Y él no era de quienes se lamentaban o esperaban a una segunda oportunidad.
Aunque en su nueva vida aprendió lo que es el lamento. Como ahora.
-ahhhhhh!!!!, ayuda!!!!.
Se escuchaba el grito aterrador del pequeño príncipe que corría asustado siendo perseguido por un demonio enano de color amarillo...perdón, por la adorable Athanasia que sus ojos brillaban con oscuridad y su cabello bailaba como serpientes.
-ven aquí!, te haré pagar por lo que hiciste!, deja de correr enano!.
-mira quién habla hobbit de cabello rubio!.
Aún cuando tenia al demonio tras suyo nuevamente arriesgo su suerte y corrió tal cual alma lleva el diablo al notar el aumento de rapidez de su hermana.
Claude no le hizo nada pero Athanasia era otra cosa. Uriel debía de aprender que arriesgar su suerte con Atthy era un boleto directo a la muerte.
Las sirvientas miraban todo con una gotita, si bien los dos rubios eran adorables cuando se peleaban eran los mismísimos demonios.
Pero así son los hermanos y estaban seguras de que a pesar de los años jamás iban a cambiar.
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