AL DÍA SIGUIENTE
La alarma de mi celular comenzó a sonar lo que anunciaba que era hora de levantarse y comenzar un nuevo día, estire mi brazo para coger el dispositivo y apagar ese molesto ruido. Después me levante pesadamente y perezosamente de la cama para ir a mi closet y agarrar unas prendas y dirigirme al baño para darme un baño relajante. Mas tarde después de salir del baño agarre mis útiles escolares y baje abajo al comedor donde ya estaba mi madre sentada degustando su café capuchino:
- buenos días mama -digo mientras me siento en la mesa-
- buenos días hija -de un sorbo a su bebida y la deja en la mesa- ¿qué tal has dormido?
- muy bien -me suenan las tripas- perdón mama es solo que ayer no cene y estuve toda la tarde ensayando en la academia
- buenos días mi amor -le da un beso a mi madre- hola bolita -se ríe junto con Maria- ¿qué haces sentada en la mesa? sabes que hasta la hora de la comida no vas a comer, venga vete al auto
- pero papa yo -me interrumpe-
- ¿me estas reprochando? después de que esto lo hago para que no volvamos a sufrir la humillación que nos hiciste pasar ese día -se acerca a mi- encima que hago esto para que dejes de estar así de rellenita y vas y me quieres llevar la contraria -da un golpe a la mesa- muy bien pues come y engorda mas hasta el punto que no puedas ni pasar por la puerta que ya veremos quien acaba queriendo a una bolita como tu
- -se me escapan algunas lagrimas- lo siento -me levanto de la silla- iré a la escuela andando para no causarte mas problemas
- veo que entendiste estúpida -se vuelve a su asiento de siempre- espero que esto no se repita -se sienta- vamos Maria come hija vamos no quiero que caigas enferma
- si papa -me mira- ¿qué miras estúpida? venga vete ya que si no no llegaras nunca -toma su tenedor y se mete un trozo de waffle en la boca- mmm esto esta delicioso
- -me voy de la sala hasta llegar al recibidor donde mi madre me para- ¿acaso me dejo algo? -volteo para verla-
- no hija solo quería darte esto -me da una lonchera con un bocadillo- para que no pases hambre mi amor
- gracias mama pero ya se me fue el hambre -se lo devuelvo- ademas ya oíste a papa, sigo siendo una asquerosa gorda así que mejor dáselo a la delgada de Maria -abro la puerta de la casa-
- pero Amelia -cierro la puerta y le dejo con la palabra en la boca-