Estaba emocionada, yo no soy una persona que tiene planes todos los días, pero esta semana, vaya que si.
Lunes: Misa en honor a mi abuelo Derek, por sus cuatro años de fallecido.
Martes :Misa.
Miércoles :Cine, película con Francia, Mika y Caroline.
Jueves :Clases de Acuarela.
Viernes :Cumpleaños del hermano de Mika.
Sábado :La boda de mi prima.
Así que era una semana muy ocupada, me levanté el lunes feliz, me vestí con mi uniforme y me fui a la escuela, llegué bien sin preocupación, era semana de exámenes y los maestros no dejaban tareas.
Solo había una cosa, que no dejaba de pensar.... me había estado fijando que Francis ya no se aparecía por ahí, ni siquiera en las clases de arte avanzada.
Eso era raro, porque habíamos hablado y me decía que le encantaba, sobre todo ese maestro y que estaba conmigo.
Seguíamos saliendo, según yo todo iba bien, pero lo notaba extraño, como si no quisiera platicar conmigo, cuando hay personas alrededor ó cuando le decía que si ibamos a algún lugar, por ejemplo al cine, un restaurante o algo, me cambiaba de tema o decia que no.
No quería entrar en pánico o algo por el estilo, pero siendo mi primera relación, me pongo nerviosa.
Así que decidí hacer algo, que me pudiera ayudar.
En una caja de zapatos, estoy poniendo papeles de las cosas extrañas que diga Francis, o que me digan de el, cuando se junten 32 (Ese número me gusta, solo por eso lo escogí), hablaré con el seriamente.
Hasta el momento solo había cuatro :
1*Los comentarios de Francia sobre él.
2*Cuando estaba en el campamento, en el auto con Caroline, su respuesta.
3*Lo que me hace sentir. (Este punto, solo lo puse, porque es super extraño, lo que siento por el).
4*Las cancelaciones de las citas.
Y bueno a mi novio, solo le faltan 28 cosas, espero que se tarde mucho en juntarlas.
Se pasó la escuela, con risas y juegos de mis amigos y amigas. Pero claro, la mayor del tiempo con maestros aburridos.
Francia, no fue a la escuela, me dijo que su mamá estaba internada y que se quedaría con sus hermanos.
Entonces me fui, sola, a casa.
Caminando me puse mis audífonos y empecé a cantar, la canción de Pom Poms de los Jonas Brothers.
No es que los ame pero esa canción me gusta.
Cerraba los ojos y me daban ganas de ponerme a bailar.
Veía pasar los autos a lado de mi, como me di cuenta que solo se vive una vez (Siii YOLO), me puse a bailar. Sacudí los brazos y toda la cosa, me tiré al suelo como estrella de rock.
-¡¡¡¡Push you pom poms on me!!!!.- Cuando terminó la canción me asuste al oír a alguien gritar mi nombre justo detrás de mi.-Oye no necesitas gritar, te escucho. -
-A, si, pues no parece. - Francis me abrazó y yo también lo hice, sin soltarlo, lo volteé a ver.
-Oye tengo una duda. -
-¿Cuál?. -
-¿Por qué ya no vas a el instituto?. -
-Decidí que estudiar no es lo mio. -
Bueno esto no me agrada....
-Mmm.. Okay. -
Solté mis manos de su espalda.
-¿Qué?. -
-Nada, olvidalo. -
El también me solto pero se volteó con un aire de enojo.
Se tomó el cabello y se lo hizo hacía atrás.
-Nat, deje la escuela porque no la necesito. - Cruce mis brazos oponiéndome a lo que decía. - Es que yo.... -
-¿Tu?.... -
-Mira, cuando mis padres murieron, me dejaron un dinero y la casa, con eso fácilmente me alcanza para una vida. -
-Esta bien Francis lo siento, pero te siento distante. -
-Lo se, pero te lo compensaré. -
Alzé mis cejas.
-¿Cómo?. - No pude evitar sonreír.
-Te llevaré a mi verdadero sitio. -
-¿A donde?. -
-Ya verás. - Me dió un beso en la boca.-Me tengo que ir, paso por ti al rato. -
-Espera. - Le tomé la mano. - Tengo que ir a misa a las ocho. -
-Entonces ven ahora. - Sonreí y me fui con el, no lo solté de la mano, hasta llegar a su motocicleta. Se subió, tan guapo como siempre. - Vamos, sube. -
-Un momento, le tengo que avisar a mamá. - Le mandé un mensaje y me subí con el, lo abracé tiernamente.
-Esta muy lejos eh. -
-Que importa. -
La verdad era que no me importaba, pero después de pasar una hora sentada en una moto, en la misma posición, estaba cansada . Cuando por fin llegamos a una pequeña casa.
Bajamos de la pesadilla para mi trasero, me estire y tronaron mis huesos.
-Si quieres te doy un masaje... -
Me reí.
-No, gracias que amable. -
Al entrar a su casa, me sorprendí de ver lo sencilla que era, pero moderna, todos los muebles de café caoba y las decoraciones moradas grises y azules. Hermosa.
-¿Qué tal?, -
-Es muy linda. -
-No mas que tú. - Me ruborice.
Francis se fue a lo que creo que es la cocina y solo se escuchaban golpes de sartenes y cubiertos. - ¡NAAAAAAT!. -
-¡MANDE!. - Me divertía gritar.
-¡VEN!. -
-¡YA VOY!. - Me dirigí hacía donde se escuchaba su voz, y si era la cocina. No había comedor, solo estaba la barra, junto a la que estaban dos bancos altos.
Vi a Francis, con un plato en la mano.
-¿Nos saltamos la comida?. -
Me reí.
-¿Por qué?. - Me acerqué a el y tenia un plato de fresas con crema chantillin.
Mmmmm.
-Vamos al sofá. - El cargaba el plato y yo iba detrás de el, me daban ganas de abrazarlo, tirarlo y quedar juntos en el suelo, pero no lo hice.
Cuando se sentó, hizo unas palmaditas en el sillón para que me sentará con el, y yo, de obediente, lo hice.
-Dame. - Iba a agarrar una fresa, pero el golpeo mi mano antes de que lo hiciera. - ¡Hey!. - Le dije en tono bromista.
-Lo siento, pero, estas en mi casa y te dije que te lo compensaré. -
-Si, ¿Y?. - Me reí.
El arqueo sus cejas, y tomó una fresa la levantó y la detuvo cuando llegó a mi boca.
-Abra la boquita. - Lo dijo en un tono para un bebé de seis meses que no quiere comer, así que le di un ligero golpe en el hombro lo cual hizo que se le cayera la fresa, me reí, ambos nos agachamos a recogerla y fue mala idea debido a que nuestras cabezas chocaron y dolió.
Ambos nos reímos a carcajadas, decidí tomar una fresa e hice que se la tragara, el tomo una y me la embarro en la cara, empezamos a jugar, dentro de poco todas las fresas estaban en el suelo y la crema chantillin estaba en nuestros cuerpos.
Estaba pensando en otra forma de seguirlo manchando, pero cuando me di cuenta Francis ya no estaba en frente mio.
Fui a la cocina y el, recargado como niño '' inocente '', me volteó a ver.
Ambos nos miramos a los ojos.
-No te atrevas Francis Ford. -
-Si me atrevo Natalia Jones. - Agitó el bote de crema y se acercó corriendo a mi, me tomo con su brazo libre y con el otro me lleno tooooda la cara de crema.
Tooda.
Me giré, al verlo el estaba cagado de risa.
-Pareces Santa Claus. - Y siguió riéndose.
-Ah, si. - Me acerqué a el, lo tomé de la cara y lo bese, a pesar de que el sabía que lo estaba manchando, me tomo de la cintura y me siguió el beso. Cuando nos separamos ambos nos reímos. - Sabes sigo teniendo hambre. -
El me sonrió.
-Yo también. - Me dió otro beso y me soltó. - En lo que yo preparó comida, tu bañate, porque no creo que quieras ir a la iglesia así. -
-No me bañaré en tu casa. - Le repuse, estaba loco, eramos novios si, pero y si entraba y me veía desnuda, me daría un ataque cardíaco.
No, no y no.
-Mira, te doy las llaves del baño lo sierras con seguro y listo. - Me tendió unas llaves. - Si lo que te preocupa es que entre... -
Le arrebaté las llaves y me fui al baño.
-Espera ¿Tienes una toalla?. -
-Segundo cajón a la izquierda en mi cuarto. -Me le quede viendo. - Oh si claro, mi cuarto es el de puerta gris. -
Empezé a caminar hacia allá cuando mi mente reaccionó.
Oh por Dios, entraré al cuarto de Francis.
Me puse de pie en frente de la puerta y giré el picaporte.
Me sorprendió lo primero que vi.
Eran fotos, muchas fotos, de paisajes principalmente.
Las observé mas detenidamente, cada una diferente en todos los aspectos.
Hasta que me llamó mucho la atención solo una, hasta el momento, que no tenia paisaje, si no que era una mujer.
La recordaba de alguna parte, la conocía, lo se pero en ese momento no me acordaba.
Rubi, delgada, unos cuarenta años. Pero no se me venia su nombre o de donde la reconocía.
Me ubique y tome la toalla del cajón, salí de la habitación y me fui al baño.
Cerré la puerta con llave y la deje en el lavabo. Me desvestí, y me metí en la regadera.
Tarde unos veinte minutos en bañarme y vestirme, cuando ya estaba lista, se me calló la llave debajo del mueble.
Me agaché a tomarlo pero me resbale, por el vapor transformado en agua, sonó bastante fuerte, según yo no me había pasado nada pero comencé a marearme. Me tenté la ceja porque me estaba ardiendo y cuando vi mi mano estaba llena de sangre.
Escuche que Francis tocaba la puerta como loco.
-¡NATALIA CONTESTA ¿ESTAS BIEN?!¡ABRE!. - Busque la llave, estaba atorada con algo, la jalé con todas mis fuerzas y por fin salió. Estire mis brazos y abrí la ñuerta Francis se agachó, me levantó en sus brazos y me llevó al sofá.-Ya vuelvo. - Me dijo mientras que yo cerrabá los ojos, con fuerza. - Ya, te tengo que cocer, esta muy abrida. -
Me reí.
-Abierta. - Le dije corrigiendolo.
-Hasta muriendo me corriges. - Me dolían las puntadas pero, Francis, me trataba de distraer hablando. - Sabes es decepcionante, pense que aún no te vestías. -
Me reí, aún mas fuerte.
-Callate. - Al terminar, para mi mala suerte, me dijo.
-Nos tenemos que ir, si no, no llegarás a la iglesia. -
Hice pucheros, pero al final, me convencí a mi misma, por mi abuelo.
Y así pasé mi maravilloso lunes, con mi maravilloso novio.