Cuando BaekHyun despertó en esa misma fría, pero cómoda camilla del área de enfermería en Byun Family, él supo que nada estaba bien, porque todas las escenas de lo último que vivió le llegaron rápidamente a la memoria como cinta sádica que se ponía en repetición para su tortura.
Sobre todo aquella donde JongDae llegaba en su rescate y se sacrificaba tan estúpidamente por él para dejarlo ahora llorando en esa misma camilla mientras gritaba de rabia y llamaba de inmediato la atención del primero que lo notó.
SeHun apareció así en su campo de visión, con su cabello un poco despeinado, quizá producto del inesperado movimiento que hizo para llegar hasta él por su grito, de la misma manera que lo vio portar su bata por encima de su traje siempre pulcro, o al menos parte de él, porque parecía que su profesionalismo se había reducido al estar más al pendiente de su bienestar, lo que le hizo balbucear, antes de que sollozara y estirara una mano adolorida hacia su hermano, el cual lo veía con tanto pesar al ir diciendo:
"Jong... Jong... JongDae."
"Cuánto lo siento, hermano, se hizo todo lo que se podría, pero," sacudió la cabeza, y esas fueron las palabras más difíciles que jamás se habría imaginado que recibiría. "Ya era demasiado tarde para él, se había ido."
"Él lo sabía, SeHun, él lo supo. Me lo dijo, sus últimas palabras, él..." intentó de nuevo, pero SeHun lo acalló y le tomó la mano para apretarla fuerte al acariciarle con la otra su cabello y decirle sobre las lágrimas:
"Lo sé, lo sé, BaekHyun, lo sé. Y en serio, en serio lo siento."
No hubo más que discutir al respecto, SeHun se quedó a su lado durante todo el resto de la tarde, y no tuvieron que compartir ninguna palabra más, porque lo único que los dos hermanos pudieron hacer fue llorar e intentar consolar al otro al saber que entre ese llanto se decía y liberaba todo lo que con palabras no se habría podido.
BaekHyun no recibió más visitas que las de SeHun ese día, y si tenía que ser sincero, ello lo prefería, porque no sabría qué habría hecho o dicho frente a cualquier otro que lo conociera o ahí trabajara que no fuera su hermano.
Agradecía, a pesar de todo, que Bul no hubiera aparecido ni un solo segundo a su lado, porque, aunque no lo culpara de lo que había pasado, no sabía si iba a tener la cara necesaria para enfrentarlo luego de lo que había pasado en su presencia.
Unos días después, sin embargo, volvían a verlo en casa, mientras tomaba sus prendas, sin una lágrima más a pesar de estar vistiendo de negro en la compañía de su hermano que ya lo esperaba en su sala para ir juntos a la casa funeraria donde se celebraría la ceremonia en honor a la partida de JongDae.
El traje de Bich había sido guardado desde entonces, con suerte, la ciudad había estado muy asustada o en plena recuperación de lo sucedido para evitarles tener que salir una vez más a dar la cara.
El personal en LU había estado de luto por su pérdida, así que especialmente al equipo de Kim y a un par de personas más el director Lu les había dado un par de días de descanso ante lo sucedido.
Las excusas perfectas para que BaekHyun se encerrara en su casa, apenas comiera y bebiera, antes de volver a dejarse llorar en su cama por lo que a su causa había pasado.
Pero no ese día. No, ese día no más. Porque ese día era el funeral de JongDae y había tenido que levantarse, tomar un baño y arreglarse como ahora lo hacía para salir con SeHun al lugar comunicado por el correo oficial de la empresa para la asistencia de todos aquellos que pudieran.
SeHun no compartió ninguna palabra con él, y lo agradeció, porque no quería que justo ahora saliera con sus preocupaciones de hermano y le preguntara si había estado comiendo o durmiendo bien con esas ojeras que seguro ya se cargaba al no aplicarse una sola gota de maquillaje.
Por suerte, pudo usar sus lentes oscuros con gran justificación por el sol que había en ese día al entrar a la casa funeraria donde fueron recibidos en la recepción del lugar junto al espacio de comedor donde se ofrecían unas cuantas comidas y bebidas que las familias de los difuntos pudieran costearse para sus ceremonias. En esa entrada les señalaron dónde se encontraba el espacio para honrar a su difunto, y ahí se dirigió sin mirar a ninguna otra persona a su alrededor, lo que le dio poca importancia a saber si en el lugar de las mesas ya había alguna persona de la empresa que él conociera; fue seguido de cerca por SeHun antes de detenerse frente a la sala que le correspondía. Era solo un pequeño cuarto rentado donde los pisos y las paredes eran de color crema, había una ligera iluminación blanca y artificial debido a la falta de ventanas que aparentemente tenía el lugar en su interior. No era más allá de un espacio de 4x4, pero esa extensión terminaba con una mesa puesta al borde de la pared contraria donde se colocaban los inciensos, velas, fotografías, flores y todo lo que la familia se permitiera poner sobre el difunto. Tuvo entonces esa imagen de Kim JongDae rodeada de flores, por la cual se vio mostrando sus respetos al quitarse los zapatos y arrodillarse junto al directivo de corrección Kim que parecía ser el único familiar cercano que permanecía fiel al lado del altar.
Tampoco tuvo nada que decirle a él, tan pronto se vieron, compartieron una sonrisa temblorosa antes de intercambiar ese abrazo tan necesario que ambos requerían para soltar una vez más esas lágrimas.
Que BaekHyun sabía solo Kim las vería.
"Él te quería mucho, BaekHyun, siempre hablaba tanto de ti como de ese superhéroe tonto Bich en la casa," le escuchó a Kim proferir entremedio del abrazo, y BaekHyun asintió al apretar más el agarre en la pareja de JongDae al oírlo añadir: "Los quiso tanto que incluso dio su vida por ambos. Maldito JongDae, siempre buscando el protagonismo en su trabajo. Pues, ¡felicidades, ¿no?! Ahora estoy seguro de que él tendrá su propio titular."
"Va a obtener el mejor titular que LU jamás haya escrito, yo se lo prometo."
"Gracias, BaekHyun."
No se necesitó más, realmente no supo cuánto tiempo más estuvieron ahí, tan solo abrazados y aferrados al otro, como si fuera el alma de JongDae mismo la que estaba entre ambos, sin importar que ellos poco y nada se hubieran conocido y que eso fuera cierto o no, BaekHyun sintió cierto gusto de poder seguir ahí por todo lo que se necesitara.
Bich se lo debía a JongDae, al final de todo, él había sido su propio héroe.
ChanYeol odiaba los funerales.
Realmente los odiaba, no era que hubiera tenido una mala experiencia con ellos o que le hubiera tocado estar en uno donde perdía a alguien muy cercano, pero esa sensación que le daban cada vez que le tocaba era asfixiante.
Si podía solía evitarlos. Pero no con este, no, porque se trataba del funeral de Kim JongDae, ese que vio muerto en los brazos de Bich, ese que él ya no pudo salvar porque era tarde para que él interfiriera.
No había sabido la razón por la que JongDae terminó de esa forma hasta que LuHan y por otra parte 88 explicaron un poco la situación con la que nadie pudo interferir a tiempo.
Quizá no conociera al subdirector como Bich lo hizo o quizá como LuHan al trabajar mano a mano con él, pero si algo podía hacer a pesar de eso, era agradecerle porque su intervención y sacrificio realmente lo valieron al darle a él tiempo para que llegara hasta Bich a llamado de 88 por necesitar saber a dónde se lo había llevado aquella mujer al dejarlo a él en la lucha contra otros tres de sus compañeros.
No había realmente tenido mucho tiempo para pensar en lo que ahí había pasado, entre el trabajo y los preparativos que se debieron hacer a un lado de LuHan ante el anuncio de la partida de Kim, además de su distracción por la preocupación de cómo se hallaría Bich luego de dejarlo inconsciente al cuidado de los expertos en B. Family, casi no lo habían dejado conciliar lo que ahí había descubierto. 88 le había prohibido ir a ver a Bich luego de entregarlo, según él para su mayor y pronta recuperación, pero no sabían cómo eso estaba matándolo a él por dentro.
Apenas noticias había tenido de que Bich ya había vuelto a su casa y estaba sano y salvo ahora, pero eso no lo dejaba conciliar el sueño por completo, porque siempre que cerraba los ojos veía esa desesperación, ese dolor y esa figura empobrecida del que había sido un héroe al que llegó a admirar con anterioridad.
Claro que no iba a dejar pasar también las palabras de aquella mujer en armadura dorada al llamarlo 'Príncipe Perdido' y casi parecer amenazarlo con respecto a este título, pero al mismo tiempo eso era eclipsado por el temor de no ver en persona a Bich y garantizar que las cosas estaban bien.
Porque era tan raro todo lo que había pasado. Sabía que perder una vida no era cualquier cosa, menos cuando había sido bajo su causa, pero para como Bich había actuado, él ya no sabía si era por la debilidad física extrema que él tenía y que le hizo perder los estribos, si se debía a algo más que hubiera pasado entre ellos al llegar a conocerse en esa entrevista que él incluso había leído el resultado final que ya se había publicado luego de pasar por su supervisión, o si fuera porque Bich conocía a JongDae de algo más...
De cualquier modo, él estaba ahí, y no sabía si tenía la esperanza de suponer que Bich apareciera sabiendo lo que el hombre había hecho.
Cuando llegó a la casa funeraria, pasó a la sala que le indicaron en la entrada para mostrar sus respetos al hombre luego de saludar a Lu al encontrarse fuera junto a otros de sus allegados en el espacio de comedor, sin embargo, no se esperó encontrar al directivo Kim llorando e hincado en el suelo frente a la imagen de Kim JongDae, abrazado a la diminuta y temblorosa figura de Byun BaekHyun.
Olvidaba que el hombre también fue cercano a Kim. Ambos. Y ahora que se habían separado y compartían esas sonrisas llenas de nostalgia, no pudo pensar en intervenir un segundo más.
Así que salió y decidió esperar hasta que fuera el momento.
Tal vez horas o minutos le tocó hacerlo, pero en cuanto vio a Kim salir para tomar un poco de agua, pudo acercarse para dar su debido pésame, sin embargo, se sorprendió de no ver a BaekHyun salir de igual manera.
Ni siquiera con más minutos y horas transcurridos en el lugar.
Gente vino, fue, entró y salió ante la mirada expectante de ChanYeol, pero ninguno que fuera conocido para él, nadie en capa, antifaz y botas, y tampoco ninguna pequeña figura de anteojos y cabello negro.
LuHan pasó entonces al subir en su cabeza sus increíbles lentes oscuros de marca, lo que dejó su flequillo rubio y siempre pulcro ahora bastante despeinado, quizá con poco ánimo para arreglarlo. Debajo se notaron unos ojos cansados, tal como lo decía, algo enrojecidos, pero que igual lo posicionaron a su lado en su traje negro que le quedaba a la medida.
"Byun sigue adentro, ¿no es verdad?"
"Eso creo, no me he movido de aquí, y aunque he visto a muchos entrar y salir, no me he dado cuenta de si él ha estado fuera."
"¿Y lo estás esperando?"
"Yo... No..." no lo había pensado, realmente no estaba seguro de si lo que quería ver ahí era un antifaz o unos anteojos cuadrados de armazón grueso. "No lo sé, solo..."
"¿Por qué no entras? Tal vez necesite agua o comida. Toma, no he tocado estos, me los dio una mujer al llegar," sacó de su bolso en el hombro una botella de apenas 250 mililitros y una barra nutritiva de fresa. ChanYeol recordó que a BaekHyun le encantaba la fresa. "Yo me tengo que ir, sabes que todavía hay cosas que hacer, así que, me despides de Byun. Nos estaremos viendo, ChanYeol," lo abrazó pronto y se separó de inmediato al apretarle los brazos. "Cuídate."
Lo dejó entonces, un poco dubitativo, pero ver de nuevo lo que ahora tenía en manos fue lo que le hizo entrar una vez más a la sala funeraria, sobre todo al saber que no había ningún problema al Kim encontrarse en la sala de comedor con algunos familiares que había reconocido como los Kim de Kim JongDae.
En ella, efectivamente, seguía BaekHyun, y era el único sentado sobre sus talones, con los ojos clavados en la imagen de Kim rodeada de flores, sobre un altar con algunas velas e inciensos ya apagados.
Se acercó y se sentó de un mismo modo junto a BaekHyun al mostrar primero sus respetos al difunto e inclinarse tres veces ante la imagen con su frente sobre el suelo en cada una de ellas, hasta reincorporarse y poder ver a BaekHyun con los lentes oscuros muy bien puestos en su rostro.
No había sol ni mucha luz ahí adentro, así que era estúpido que los usara, pero de perfil, ChanYeol podía notar cómo tras ellos había zonas enrojecidas de los ojos oscuros de BaekHyun y las bolsas que había debajo de lo que en su mayoría era una piel muy pálida.
Con eso suspiró, sin embargo, colocó la botella de agua frente a él junto a la barrita y tocó levemente su brazo para hacerle notar el gesto. Solo que BaekHyun ya lo estaba mirando sin que él lo hubiera pedido antes.
"Será una pregunta tonta, pero ¿cómo estás, BaekHyun?"
"Cansado. Me siento muy cansado, Park."
Su voz sonó rasposa, un poco baja y ni siquiera tuvo que verlo para adivinar que se hallaba apagado.
"Tal vez necesites comer o tomar algo, y regresar a casa para descansar, ¿no te parece?"
"Quiero quedarme la noche para acompañar en su pena a los señores Kim y al director MinSeok."
"¿Y crees que a JongDae le hubiera gustado saber que te quedas a su lado en tal estado?"
"Él se hubiera burlado de mí, me hubiera señalado y me diría que no sabe lo que me haga en la cara, pero lo que sea, me hubiera preferido ver puesto con ello," se rio, entremedio de un quejido al pasar una mano por debajo de sus lentes. "Y yo le hubiera dicho que solo seguía su consejo e intentaba ir como él quería: contra corriente."
No entendió eso último, pero dejó que BaekHyun llorara un poco más hasta caer en sus brazos, dormido al poco rato, en lo que él peinaba sus cabellos.
Probablemente no fue la plática o todo por lo que había esperado fielmente allá afuera, pero cuando pudo asegurarse de que al menos BaekHyun estaba bien aun sin saber qué había pasado con él al separarse en el parque luego de la 'segunda invasión', lo cargó en sus brazos al acomodar su cabeza sobre su hombro para evitar que se moviera, y al llamar a alguien para no dejar la sala sola, fue con SeHun que todavía se hallaba sentado cerca de algunos otros invitados en el área de comedor.
SeHun fue rápido a cargar a su hermano y asegurarle que él regresaría a su casa para hacerlo comer y beber algo antes de dejarlo descansar el resto de la noche.
ChanYeol entonces se pudo ir, más tranquilo de lo que se imaginaba.
BaekHyun regresó al trabajo luego de unos días, fue más difícil de lo que pensaba, porque Kim no llegó a recibirlo junto a JunMyeon para decirles lo que se haría ese día, pero intentó recordarse la misma pregunta que ChanYeol le hizo en el funeral para mantenerse estable y saber que no podía parar el mundo o su labor en la justicia solo porque JongDae se hubiera ido.
Le dolía, claro que le dolía, y el recuerdo era un poco difícil, sobre todo al saber lo que él y solo él sabía.
Sin embargo, tal vez también tenía que ver el último aliento de JongDae como una promesa.
«Ir contra corriente. Iremos juntos contra corriente, señor.»
Aunque no se esperaba que justo ese día que regresaba al trabajo ya hubiera alguien ocupando la silla de JongDae. Lo pudo ver, por un par de sombras que se distinguieron en la ventanilla difuminada de la puerta en su oficina.
Solo que, cuando estaba por girarse con JunMyeon para preguntarle al respecto, él lo recibió antes con un paquete entre sus manos y lo dejó con más de una duda al escucharle.
"El directivo de corrección Kim dijo que esto llegó ayer a su casa y que necesitaba entregártelo. No quiso dártelo en persona, no porque no pudiera o no deseara, solo que dijo que venía de visita porque va a tomarse un periodo vacacional otorgado por el director Lu por... Bueno, ya sabes. Así que solo me dejó esto y me dijo que te lo entregara, esperando que no tuvieras algún pendiente con ello."
BaekHyun no comprendió precisamente lo que JunMyeon le dijo, pero cuando lo recibió, se giró de nuevo a las cosas en su cubículo y no le dirigió mayor mirada.
Él entonces abrió por su cuenta el paquete en papel café y obtuvo por debajo de sí algo que, sin duda, le hizo soltar otra lágrima, aunque fuera solo una, pero al mismo tiempo lanzó una plegaria, porque JongDae había cumplido al fin todas sus promesas.
Tenía en sus manos una pintura de él que traía sus lentes y una sonrisa al abrazarse en algún tipo de tierno aspecto caricaturesco coloreado en tonos suaves junto a JongDae al sostener en sus manos un artículo de LU que él sabía de qué se había tratado.
Había una nota pegada en la esquina, y pudo tomarla con cuidado para leer en la letra clara y reconocible de JongDae:
Te lo mereces, Titular, gracias por tanto trabajo.
Junto a esta había otra nota que tenía una letra distinta. BaekHyun no reconoció la caligrafía, pero pudo entender el mensaje al ver de quién se trataba:
JongDae escribió esto con anticipación, esperando entregártelo cuando la pintura que mandó a hacer para ti llegara. De nuevo, gracias, BaekHyun, creo que JongDae realmente te apreció y pude notar que te tenía un cariño fraternal que tal vez no mostró contigo, pero yo estoy seguro de que tú mismo lo sabías.
- K. M.
Abrazó entonces la pintura, porque por más simple que fuera y por más pequeña o irreal que se viera, sin duda, sabía que la iba a atesorar como ninguna otra cosa.
"Buenos días, compañeros, lamento la tardanza para dar mi presencia, es que estaba arreglando unos últimos detalles en el nuevo lugar que me han asignado, supongo que entienden de lo que se debía. Probablemente me conozcan porque nos hemos visto con anterioridad por aquí y he tenido contacto también con ustedes, pero, igual, si no es así, me presento de nuevo, soy el nuevo subdirector elegido de LU por el director Lu en persona, también jefe de la sección de SÚPER como lo fue nuestro antiguo y muy entrañable señor Kim, esperemos que ya esté descansando donde sea que deba estar."
Sobre ese inesperado mensaje, BaekHyun volteó lentamente la cabeza al escuchar aquella voz cerca de ellos, lo que lo sacó de su ensoñación, aun con la pintura pegada a su pecho y el sentimiento presente, pero cuando sus ojos captaron quién hablaba, pareció que todo perdió su ritmo y sobre todo la emoción que había sentido hasta ese momento, porque estaba alguien junto a su cubículo dando un anuncio que solo parecía dirigido hacia JunMyeon y él por la tonalidad y modo de transmitirlo. Sin embargo, él todavía no podía creer lo que esto estaba significando.
"Lo que quiere decir que soy su nuevo directivo, Park ChanYeol, a su servicio. Espero trabajemos bien juntos, porque sin duda tendremos mucho trabajo que hacer desde ahora, ¿no es verdad?"
La semana, de nuevo, apenas estaba iniciando.
Bich y Bul no tardaron en hacer una vez más presencia entre las calles de Seúl.
Si bien el trato ya no era el mismo de antes, desde que salió el testimonio que JongDae ya hace unos días había publicado, pareció calmarse el terreno un poco para ellos, sobre todo para BaekHyun.
Pero con la nueva invasión y las notas del mismo hombre del testimonio resurgiendo con la triste noticia de sacrificar por él su vida, la población pareció dividirse en dos: aquellos que lo apoyaban y realmente apreciaban su trabajo, y los que simplemente lo odiaban, rechazaban su presencia en el país y le pedían desaparecer y dejarlos tranquilos.
BaekHyun no los juzgaba, porque él comprendía ahora más a esta segunda parte y se cuestionaba muchas cosas sobre la primera, una de ellas y la más recurrente quizá era ¿por qué me siguen amando después de tanto?
Eso quizá le hizo decaer un poco en su agilidad y su propósito, porque, aunque intentara mantenerse fuerte por el sacrificio que JongDae había hecho a su nombre para que continuara luchando por su causa, las dudas y el temor de la derrota y del fallar una vez más, precisamente lo estaba llevando a eso.
A perder. Y a perder una y otra y otra vez, hasta recibir el odio y desprecio de la gente a su alrededor.
BaekHyun agradecía ahora tener a Bul a su lado, porque sin él ya sabía que muchos crímenes y accidentes pudieron haber tenido un resultado peor con su intervención, pero no con Bul, él los había arreglado.
Él era el verdadero héroe de los dos ahora.
BaekHyun se había preguntado tanto si realmente él aún era necesario en todo esto, si valía la pena que él tomara y se pusiera la capa cuando, a pesar de escuchar esa voz en su cabeza que le decía que fuera contra corriente, ya sabía también que Bul podría hacer todo el trabajo solo y representar justamente lo que JongDae esperaba.
Quizá lo pensó mucho más justo a mitad de semana, luego de haber dejado que dos crímenes casi se efectuaran y un accidente de tránsito terminara peor de lo que estaba, con lo que ahora se encontraba en la sala de entrenamiento junto a Bul y caía sobre las colchonetas al ser vencido por una llave que su compañero bien había sabido aplicarle.
"Gané, y con esa van cinco. Parece que estoy mejorando, ¿no crees, Bich? ¿O es solo que te has vuelto más lento?"
Bul siempre intentaba mantener esa chispa entre ambos al mostrar su sonrisa coqueta y hacer sus simples chistes y burlas bien intencionadas, pero él había perdido su forma de saber contraatacar.
Verbal y físicamente, por más que Bul insistiera en que estaba siendo un poco huraño y aburrido.
Casi como si quisieras que dejaras de gustarme, eso le había dicho hace dos días, y BaekHyun no supo cómo sentirse al respecto, era raro, pero también había sentido un pequeño ahogo en su pecho por eso: aunque volvió a quedarse sin saber qué decirle.
"Tal vez, no estoy seguro. En verdad, no lo sé, yo... Creo que tú deberías dejar de tomar entrenamientos conmigo, porque siento que solo estoy malgastando tu tiempo."
"Espera, ¿qué? Repite eso, porque si mal no entendí, tú acabas de decirme que estar contigo es malgastar mi tiempo. A mí, tú me has dicho eso. Ah, Bich, ¿sí sabes quién soy, cierto?"
"Sí, lo sé, eres el gran superhéroe Bul, al que todos aman y el que todo lo puede. Lo que quizá significa que yo tal vez debería dejarte todo mi puesto."
"¿Estás diciendo lo que creo que estás diciendo?"
Bul se paró frente a él, ahora reincorporado al sentarse con las piernas entrecruzadas, mientras que Bul permanecía en pie con los brazos cruzados y mostraba claro ceño fruncido que le hizo dudar ligeramente lo que iba a decir.
"Sí, si lo que crees que estoy diciendo es esto de que yo me retire y te deje a cargo de B. Family junto a 88 y 07, entonces sí, es lo que estás pensando."
"Bich, ¿qué demonios? ¿Cómo puedes pensar siquiera eso?"
"¿Qué? La B en Family permanecería, tú te llamas Bul, y eso podría sustituir perfectamente la B mía..."
"No se trata solo del nombre, Bich," lo interrumpió al soltar el retén en sus brazos para poder señalarlos a ambos. "Se trata de lo que tú y yo hemos hecho a lo largo de todos estos días en el lugar donde estamos y crecimos. Juntos."
"¿Y te has dado cuenta de lo que yo he hecho en cambio por todo este lugar en el que crecí al menos en los últimos días?"
Bul bufó, con lo que ahora puso sus brazos en jarras.
"Un poco de distracción, necesidad de entrenamiento, eso es todo lo que faltó para que vuelvas a tu yo de antes, Bich, no es tan..."
"No, no me refiero a eso. También lo que he causado, para el temor y la desolación de nuestro país. Las invasiones, las pérdidas y los daños a la ciudad provocados por esas batallas."
"Eso no fue enteramente tu culpa, esas Fuerzas Doradas..."
"Esas Fuerzas Doradas llegaron a atacar aquí, ¡porque me quieren a mí! ¡A mí y solo a mí! Pero soy tan egoísta y en lugar de entregarme para evitarle un mal a tantas personas, sigo aquí, jugando a ser el héroe a tu lado, y quizá trayéndole mayor dolor o temor a la gente a la que intento proteger," sacudió la cabeza, por lo que no le dio oportunidad a Bul de replicar cuando ya dijo: "Tal vez esa mujer no estaba tan equivocada, tal vez sí estoy maldito y traigo destrucción y muerte en todo lo que toco."
"¿Vas a dejar que eso justifique la muerte de tal hombre entonces?"
Frunció el ceño, de pronto un poco cohibido ante la gravedad en la voz de Bul al decirle eso.
"¿De qué estás...?"
"¿Sabes? No fuiste el único al que le hablaron esas personas doradas de tu pueblo, yo también los oí, y les escuché llamarme 'Príncipe Perdido', pero en lugar de pensar que se debe a que en mi Casa probablemente no han tenido una idea de mí, quizá porque llegué a un destino distinto al que ellos esperaban, y tal vez por ello yo debería dejar de lado todo esto y lanzarle mi responsabilidad a alguien más, ya cuando estoy tan hundido en este pozo, para buscar la manera de contactarme con mi gente y regresar a la comodidad de palacio en la que vivía, todavía estoy aquí. Y estoy aquí, porque prometí no solo justicia en favor a la gente que se ha convertido en mi nuevo pueblo."
Se acercó hasta él y se agachó para tomarlo de la barbilla y hacerlo mirarle a la expectativa de algo.
"Estoy aquí también porque prometí que, si esas personas volvían a buscarte, se las verían conmigo. Sin importar lo que costara."
Pero ese algo nunca llegó. Bul lo soltó y le dio su espacio, solo como excusa para poder salir al quitar el sello de seguridad antes de voltearse una vez más y agregar:
"Tal vez deberías considerar eso antes de pensar en dejarme solo en este lugar que, sin ti, seguro a mi liderazgo se va al carajo."
Lo dejó entonces y lo hizo tanto reflexionar que sintió pudo odiar a Bul como en esos primeros días que se conocían, pero, por una parte, por más molesto que lo dejara, bien sabía que estaba en lo cierto.
Incluyendo lo de Byun Family yéndose al carajo.
Regresó a su casa un poco apesadumbrado al no saber siquiera qué hacer con respecto a todo lo que traía en su cabeza.
Así que actuó en automático, se preparó la cena, vio alguno de sus programas favoritos y luego de desmaquillarse y dejar sus anteojos donde debía, se fue a acostar en la cama.
Sin embargo, en ella no pudo conciliar el sueño, porque ya entre sus sábanas, era cuando su mente más lo atormentaba.
«Niño Maldito.»
«Contra corriente, Baek...»
«Príncipe Perdido.»
«Prometí que se las verían conmigo.»
«Te lo mereces, Titular.»
«Gracias.»
«Estoy cansado.»
«Cuánto lo siento, hermano.»
«Niño Maldito. Niño Maldito. Niño Maldito.»
"¡Aah!" gritó, desesperado y golpeó su propia cama al lograr sentarse y comenzar a jadear por tal alarido. Tan pronto lo hizo, se cubrió la cara con ambas manos y se restregó, harto de estar tan inestable desde hace tanto. Pero tal vez solo una pregunta seguía circulando entre todos esos pensamientos que había dejado atrás. "¿Qué es lo que quieren de mí? ¿Por qué yo...?"
Entonces, bajó las manos, miró su brazalete permanente que le hizo acariciarlo, como si fuera el que le otorgara las respuestas, quizá al ser lo único que ya solo parecía conectarlo con su pasado.
"¿Por qué yo? Mamá, papá..." agachó la cabeza y dejó que su forma real apareciera, sin soltar su brazalete y acariciar cerca del intrincado diseño donde se cerraba. Y, desde hace tanto tiempo que no lo hacía, decidió repetir en lo poco que recordaba de su antigua lengua: "Mamá, papá..."
Sin embargo, jamás esperó que eso activara algo, y que, de una misma manera, con un 'clic' el diseño se fuera desligando del otro extremo hasta abrirse en su totalidad y liberarlo de su piel.
Eso le hizo guardar el aliento en cuanto descubrió lo que ahí tenía.
Quizá la respuesta a todos sus problemas.
Sí, tuve que dejarlo en la intriga, ¡eso para que se animen a leer el siguiente capítulo! 😈
Ya sabíamos que algo así pasaría con BaekHyun, el pobrecito :')
¿Ustedes qué piensan? 👀
¿BaekHyun está actuando de la manera correcta? ¿O solo es muy precipitado?
¿Bul no es el mejor reconciliador del mundo?
¿Siguen dolidos con la pérdida de JongDae? (Lo sientoooo)
¿Y qué habrá encontrado BaekHyun en su brazalete? :0
Hay más de lo que se imaginan, ¡estamos a tan poco de terminar esta historia!
¡Espero lo disfruten tanto como yo! Coméntenme sus opiniones y teorías, me encanta leerlos y ver que se emocionan tanto como yo en ciertos aspectos. Gracias como siempre por leer hasta aquí, ¡nos leeremos! 💙