Antes de comenzar con la lectura, me gustaría mencionar que los créditos tanto de la portada como del separador son para Editorial_Saviours , en concreto para las persona que realizó la edición que es astrxtaka. Hizo un trabajo increíble 💛🌻🖤
Asimismo aquí tenéis el nombre del autor del fanart utilizado:
-aro-amajiki; DA
En el número 4 de Privet Drive reinaba el silencio. Era la una de la madrugada de un 31 de Julio, y Eijirou Kirishima miraba por la ventana de su pequeña habitación las estrellas.
Acababa de terminar unos deberes de pociones. Tenía que hacer todos los trabajos de Hogwarts por la noche para que sus tíos no lo descubriesen ya que le tenían prohibido cualquier contacto mágico durante las vacaciones.
Ahora que por fin había terminado, respiraba el fresco aire que se colaba por la ventana mientras tomaba unos pastelillos. Le habían llegado la madrugada anterior desde la casa de los Bakugo, por su cumpleaños. También iba acompañado por una nota de Denki y un catalejo.
En la carta su amigo le decía que los pastelillos se los había hecho Bakugo, pero que le daba vergüenza admitirlo, y que le deseaban un feliz cumpleaños. También que Sero se quedó la mayoría de las vacaciones con ellos, y que irían a Londres a comprar los materiales para Hogwarts un día junto con Mina, y que si podía que se uniese a ellos.
Suspiró con cansancio. Los Midoriya no le permitirían pasar ningún día con sus amigos, menos si era para ir a un sitio mágico.
Cuando se terminó el pequeño pastel, arrastró pesadamente los pies a su cama y se tumbó para dormir, con la esperanza de que al menos el resto del verano fuese tranquilo.
Claramente a Kirishima no le salía nada bien.
Esa mañana cuando despertó fue a la cocina, donde la familia Midoriya estaba tomando el desayuno. Ninguno de ellos se molestó en saludar a Kirishima, y continuaron a lo suyo.
Mientras se servía una taza de leche, vio de reojo a Hisashi levantarse.
-Tengo que marcharme. El tren de la tía Kizuki llega a las diez.
Al pobre chico casi se le cae la taza por lo que acababa de decir. Se giró hacia su tío y le preguntó tímidamente:
-¿L-la tía Kizuki va a venir...?
Kizuki Chitose era la prima de Hisashi, pero a él y a Izuku les dijeron que la llamaran siempre tía Kizuki. Ella vivía en una gran casa con un montón de horribles perros y gatos, y no les visitaba mucho porque le costaba separarse de sus animales. Sin embargo, las pocas veces que había ido quedaron para siempre en la memoria de Kirishima, y aún no podía superarlas.
-Kizuki estará aquí una semana. Y quiero dejar algunas cosas claras.-Apuntó al pelirrojo con su dedo mientras le miraba acusatoriamente.-La tratarás con respeto siempre, y con un lenguaje adecuado. Kizuki no sabe nada de tu anormalidad, así que no quiero ninguna exhibición extraña mientras esté aquí. Y le hemos dicho que vas al Colegio San Bruto para Jóvenes Delincuentes, más te vale no desmentirlo.
Kirishima miraba con enfado a su tío. El tener a esa horrible mujer cerca suya iba a ser una tortura. Hisashi salió de la sala, y de repente Eijirou tuvo una idea.
Dejó su taza y corrió para alcanzar a su tío abriendo la puerta del coche. Al verle ahí parado, Hisashi se extrañó.
-Tío, quiero pedirte algo. A los de tercer año en nuestro colegio... Les dejan ir al pueblo vecino. Necesito que me firmes una autorización.
Y no era mentira. A partir de tercer año, a los alumnos se les permitía ir a un pueblo llamado Hogsmeade que estaba cerca del castillo. Era un sitio enteramente dedicado a la magia, y tenía muchas ganas de ir. El único inconveniente era que se necesitaba una autorización paterna, o de un tutor legal, y en el caso de Eijirou esos eran los Midoriya.
El hombre entornó los ojos.
-¿Y por qué haría yo algo como eso, niñato?
Kirishima se esperaba esa reacción, y esbozó una sonrisa mientras se cruzaba de brazos.
-Porque sino se me podría escapar algo mágico, o que no estudio en San Bruto, y seguro que a la tía Kizuki no se le olvidará lo que diga, por mucho que luego me castigues.
El chico vio satisfecho cómo su tío se ponía blanco de miedo, pero para su desgracia se recompuso y le amenazó con las llaves del coche.
-Te la firmaré sólo si te comportas toda la semana, de lo contrario olvídate de esas excursiones.
Hisashi se montó en el coche y cerró de un portazo la puerta. Kirishima vio como se iba por la carretera, y cuando le perdió de vista entro en la casa y fue hacia su cuarto sin dirigirse nuevamente a la cocina.
Cuando entró sacó a Hedwig de su jaula y le indicó que se fuese a casa de Denki. Una vez se fue él se dedicó a recoger todas las cosas que se pudiesen confundir con algo mágico. Metió en una bolsa los deberes de Hogwarts para posteriormente esconderlos bajo un tablón debajo de su cama y esperó a que le llamasen para recibir a Kizuki.
Una hora después de que Hisashi se fuese, el timbre sonó. Bajó las escaleras lo más lento posible y cuando ya estaba en los últimos escalones se vio aplastado por una enorme maleta.
Levantó la cabeza como pudo y observó a su tía abrazar (o más bien asfixiar) a Izuku. Él se quedó bajo la maleta con la esperanza de que no se fijase en que estaba allí.
Kizuki terminó de abrazar a su sobrino, y tras depositar un beso en la mejilla de Inko, fueron todos a la cocina dejando a Kirishima solo en la entrada.
Con un suspiro de resignación, tomó la maleta y fue hacia el cuarto de invitados en el que Kizuki se quedaría esa semana, y después fue al suyo. No bajó hasta la hora de la cena, donde se sentó lo más alejado que pudo de la mujer.
Durante toda la noche ella se estuvo burlando de su aspecto y de su conducta, y para no romper su promesa Eijirou tuvo que callarse.
Así pasaron cinco días en los que se vio obligado a comerse la lengua más de una vez. Kizuki reclamaba todo lo que hacía, y aprovechaba cualquier pequeño error para echárselo en cara.
Kirishima tuvo que tener mucha paciencia, y pensaba en los días que podría pasar en Hogsmeade con sus amigos.
La noche antes de la partida de Kizuki Inko hizo un gran banquete mientras Hisashi descorchaba una botella de vino tras otra.
Hasta el postre todo fue bien. Kizuki en ningún momento se fijó en el pelirrojo que comía su postre en silencio. Cuando ya habían terminado, se pusieron a hablar de las familias, llegando a Eijirou inevitablemente.
-¿Dónde estudia el muchacho, Hisashi?-dijo Kizuki mientras miraba a Kirishima con asco.
-En San Bruto, es una escuela donde van delincuentes.
-¿Y utilizan la vara allí?
Kirishima miró de reojo a su tío, que le asentía con la cabeza. Devolvió la mirada a Kizuki, que removía lentamente la copa de Brandy con su mano derecha.
-Oh, sí. Me han pegado muchas veces.
Se contuvo la risa mientras hablaba, y al parecer Kizuki quedó satisfecha con esa respuesta.
-Me parece perfecto. No sé que es esa idiotez de no pegar a los niños cuando se lo merecen. Pero tú no tienes la culpa de su conducta, Hisashi. Esto viene de sangre. ¿A qué se dedicaba su padre?
Inko fue la primera en contestar, muy nerviosa.
-Él, estaba desempleado.
-Lo suponía.-Dijo la mujer con satisfacción.-Un hombre que seguro no hizo nada bueno con su vida. Seguramente era un borracho que...
-Mi padre no era así.
Kirishima miraba a Kizuki con rabia, mientras apretaba con fuerza sus manos.
La mujer lo miraba igual, y podrían haber estado así un buen rato de no ser porque la copa que sostenía Kizuki se reventó.
Los pedazos salieron volando, y la mujer se quedó más que sorprendida. Inko se levantó y comenzó a disculparse mientras recogía los pedazos de cristal.
-No te preocuoes Inko, ya me pasó una vez. Es porque tengo mano fuerte.
Aunque la rubia hubiese dicho eso, los Midoriya sabían que seguramente era cosa de Kirishima, y se le quedaron mirando con disimulo.
-En realidad, esto habrá sido cosa de la madre. No digo que tu familia sea mala, Inko; pero tu hermana era la oveja negra. Pasa lo mismo con los perros, si la madre tiene un problema, el cachorro lo hereda también.
-¡Ya está bien, cállate ya!
Kirishima golpeó la mesa con ambas manos, dejando a todos con la boca abierta.
-Mira, niñato insolente...
Kizuki le apuntó con su dedo, pero no continuó cuando lo vio hincharse. Su dedo se hizo cada vez más gordo, y pronto le pasó lo mismo con el resto de su cuerpo. Las perlas de su collar estallaron cuando su cuello se ensanchó, una de ellas dándole a Izuku en un ojo, y mientras se convertía en una especie de globo gigante, comenzó a flotar.
Se levantó de su silla partiéndola al estar tan gorda, y rebotó por el techo de la casa. La mujer gritaba desesperada y aunque Hisashi intentaba cogerla no conseguía agarrar su mano debido a que no paraba de agitarse.
Como se movía tanto, inevitablemente acabó moviéndose hacia el balcón abierto, que daba a la calle desierta. Salió por él mientras seguía gritando desesperada por ayuda. Hisashi salió de la casa para verla agarrada en lo alto de un poste de electricidad.
Mientras pasaba todo eso, Eijirou había subido a su habitación. Recogió todas sus cosas más la jaula vacía de su lechuza, y bajó las escaleras. De una patada consiguió quitar el candado y sacó su baúl y su varita, guardando todo lo que llevaba ahí.
Iba a abrir la puerta de la entrada, cuando Hisashi entró hecho una furia.
-¡Arregla esto ahora mismo!
Iba a acercarse a él, pero Kirishima le apuntó con su varita.
-Esa rubia teñida se lo merecía. No te acerques.
Le apartó para poder salir, dejando a su tío en el interior de la casa, mirándolo furioso.
-Ya he tenido bastante. Me largo.
Cerró la puerta y se fue arrastrando su baúl, con los gritos de Kizuki resonando en el cielo.
Y con esto presento el tercer libro. Supongo que sólo la gente que lee el manga, o a los que les han hecho spoiler, conocen a la "querida" Kizuki Chitose.
Para quienes no la conozcan, es una mujer que apareció en el manga, no voy a decir ni dónde, ni cuándo, para no fastidiar a nadie.
Aquí dejo algunas imágenes para que os hagáis una idea.
(Por si habéis visto Tokyo ghoul, no, no es uno. Lo digo por la similitud de los ojos)
La escogí por su personalidad, obviamente no por el físico. Para los que no sepan de Harry Potter, la familia Dursley (aquí los Midoriya) son bastante obesos, excepto Petunia. Menos con el protagonista y con Fat, no me he ido guiando por el físico, sino por cómo podían interpretar a los personajes originales.
Ya lo entenderéis cuando veáis el anime.