Al sentir algo sobre mí me asusté, pero luego me dí cuenta de que solo era _________(1).
Me moví para tratar de sujetarlo, pero él ya se había metido bajo las sábanas.
Para tener 3 años era bastante hábil y rápido.
-¿Puedo coger el helado?-me preguntó.
Abrí los ojos y le indiqué que hablara más despacio. Ross aún estaba dormido a mi lado, y ayer ambos habíamos llegado bastante tarde y cansados
Negé con la cabeza.
Estaba demasiado cansada, ser mamá era agotador, sobre todo cuando tienes a _______(1) como hijo.
-Mamá.- llevó sus dedos a mis ojos y trató de abrirlos. Reí. Él odiaba cuando no le prestaba la atención necesaria, y eso había pasado bastante últimamente.
Yo había vuelto a las grabaciones de la parte 2 de Let Me In, y Ross había empezado a trabajar en un nuevo albúm.
Luego se iría en tour.
Oh rayos.
Apreté los ojos cuando lo recordé.
-¿Puedo?-preguntó.
Me miraba desde arriba, me moví con cuidado de no hacerlo caer, porque estaba sentando en mi abdomen, y luego volví a negar con la cabeza.
Frunció el ceño y agitó su rubio y despeinado cabello. Se parecía tanto a Ross, hablaba en serio, el parecido era impresionante.
Miré a Ross. Tenía los ojos cerrados y respiraba tranquilamente.Sentí la misma sensación que siempre sentía cuando lo miraba.
-¿No es muy temprano?-le respondí.
________(1) negó con la cabeza.
-Nunca es muy temprano para helado.
Estiré el brazo hasta mi teléfono para ver la hora.
-¡Son las 7am, ________(1)!- dije.
Este niño iba a matarme.
-¡Mamá!
Ross gruño a mi lado.
Tampoco le gustaba ser despertado tan temprano un sábado.
-Shhh.-le cubrí la boca con mis manos cuando ví que iba a volver a quejarce.- Papá está durmiendo.
________ (1) me puso los ojos en blanco. Eso lo había sacado de mí, y se movió para que sacarce mi mano de la boca.
-Solo quiero un poco.-volvió a insistir.
-Te dolerá la garganta más tarde.- le advertí.
-No importa.- respondió.
Se balanceó sobre mí.
-¿Podrían callar al pequeño león?
Ambos volteamos para ver a Ross moverce y sobarce los ojos.
_______(1) se acomodó el cabello. No le gustaba que su padre lo comparé con un león. Pero esque su cabello aveces se ponía así, sobre todo cuando no me dejaba peinarlo.
-No me paresco a un león.- respondió.- Mi cabello es igual que el tuyo.
Se bajó de mi encima y se colocó sobre Ross.
Ross abrió los ojos y sonrió.
-A mi se me ve sexy.- le dijo.
Reí mientras que ______(1) le fruncía el ceño.
Ross me miró y me guiño el ojo.
-Solo quiero helado.- dijo ______(1).- Porfavor, si me duele la gargante más tarde me quedaré callado y no diré nada.
Ross y _______(1) me miraron al mismo tiempo.
Debería tomarle una foto a eso. Se veían hermosos.
-Por favor dale todo el helado del mundo, se quedará callado.- bromeó Ross.
Miré una vez más a _______(1), que me rogaba con la mirada que acepte.
Puse los ojos en blanco.
-Bien.- dije.- Pero ahora dejanos descanzar.
_________(1) sonrió y dió un salto sobre el abdomen de Ross, estoy segura que lastimandolo, y se bajó de él rápidamente. Ross tuvo que controlarse para no decir una mala palabra.
Reí en silenció y me acerqué más a él.
Rápidamente Ross me rodeó con sus brazos y me dió un corto beso en los labios.
Nos quedamos en silencio un rato, listos para dormir. Y yo estaba apunto de hacerlo pero Ross se movió y se levantó de la cama.
-Iré a verlo antes de que el refrigerador se le caiga encima y lo aplaste.
-Asegurate de que no se acerque a la piscina.-agregué.
Ross asintió y luego salió de la habitación.
Cerré los ojos y suspiré. Al fin era sábado, pero apesar de eso tenía que hacer un par de cosas.
Tenía que ir a ver a mis padres, ellos se encargaban de cuidar a ________(1) cuando Ross y yo no podíamos. Y estaba bien con eso, porque ellos tan solo vivían a la vuelta de mi casa, pero lo que me preocupaba era dejarlos solos con _______(1), era bastante rápido, incluso más que Ross. Y si esque pasaba algo, mis padres no iban a poder detenerlo. Por suerte no le había pasado nada aún.
Y los padres de Ross..., ellos estaban aún más encantados con _______(1). Stormie quería secuestralo cada vez que iba a verlos. Y los hermanos de Ross... ellos solo hacían que _______(1) hiciera locuras, y aprendiera tocar algún instrumento. Una vez llegué a recorgerlo y habían estado lanzandose pintura. Riker, Rocky, Rydel y Ryland estaban cubiertos de pintura de todos los colores, era un desastre, sin mencionar como había quedado ________(1). Tuve que tomarles fotos, simplemente no podía parar de reir.
Todo estaba bien. Aveces nos faltaba tiempo, pero Ross siempre encontraba la forma de unirnos y hacer que pasaramos un buen rato juntos.
________(1) amaba estár con nosotros.
Lo único que no le gustaba era que cada vez que lo llevaba conmigo nos atacaran con miles de fotos. Cuando era más pequeño me preguntaba porqué nos perseguían para sacarnos fotos, y apesar de que se lo decía siempre, no entendía. Hasta ahora se le hacía dificil entenderlo, pero aunque sea entendía un poco.
Mi mente se empezó a desconectar de mi cuerpo y me fuí quedando dormida.No tendría que levantarme en por lo menos 2 horas, así que estaba bien.
Pero luego volví a sentir algo sobre mí, esta vez pesaba más.
Ross se metió bajo las sábanas.
-Dios mio, son tan iguales.- dije.
Me cubrí el rostro con el brazo y traté de intentar dormir.
Me levantó la camiseta y me besó en el abdomen. Fue dejando besos por todas partes mientras llegaba a mis labios, traté de no moverme apesar de que me producía cosquillas.
Sus labios rozaron los miós pero se detuvo. Era su manera de dejarme frustrada.
Así que tuve que abrir los ojos y tirar de su cabeza para poder sentir sus labios sobre los míos.
Besarlo era una de mis cosas favoritas.
Dejé que metiera sus manos bajo mi camiseta y que me tocara los pechos.
Los pezones se me endurecieron al instante.
Jadeé en su oido y él me besó el menton.
Me separó las piernas y bajo su mano izquierda.
Fuí a sus labios y se los mordí.
Él bajo las manos y las metió bajo mis shorts, tocó mi vagina.
Gemí cuando deslizó sus dedos por ella.
Abrí más las piernas como reflejo, pero luego oí la risa de _________(1) en la sala.
-________(1) esta despierto.- dije.
Ross me besó los labios.
-Esta viendo televisión.-me respondió.- No pasa nada.
Me bajó los shorts.
-Va a venir a pedirnos algo y nos verá.- dije. Sus manos volvieron a jugar conmigo.- O nos oirá.
Me ignoró y continuó con lo que hacía.
Me excitaba con sus manos y labios. ¿Como se supone que iba a resistirme a él? No podía.
-Ross.-jadeé en su oido.
-No digas nada, solo quiero oir tus gemidos.
Reí.
-Tambien _________(1) los oirá.
Bajó a mi cuello y fue bajando más.
-Entonces déjame jugar un rato.
Llegó a mi sexo, besó mi monte de venus y luego me levantó las piernas.
-Déjalas allí.- ordenó.
Acercó su boca a mi húmeda vagina y paso su lengua por ella.
Me estremecí y gemí.
Su lengua sobre mi piel... Oh dios mio.
Movió su lengua arriba y abajo jugando con mis labios vaginales. Sus manos volvieron a posarce en mi vagina y me dejaron más expuesta a él.
Me besó allí hasta que dije su nombre entre gemidos.
-Oh Ross...
Ambos jadeamos.
-Nena, abrete más. Muéstrame lo que quiero.
Gemí con sus palabras.
Tenía la boca pegada a mi sexo y cada vez que hablaba me excitaba más y más.
-Ross, ________(1) vendrá...
Esta vez me chupó por todas partes.
Grité sin hacer mucho ruido.
-Si viene le diré que yo tambien quería helado.- negué con la cabeza.-¿Quieres que traiga un poco y te lo ponga aquí?
Levanté las caderas.
Mi cuerpo y mi mente no funcionaban igual.
-No.- respondí. Ross volvió a chuparme.- Por lo menos cierrra la puerta.
Se levantó rápidamente, dejando mis piernas caer, y cerró la puerta.
Subió a la cama con la mirada oscura por la excitación.
Me guiñó un ojo y volvió a posar su boca en mí.
Sintiendome más segura, le rodeé la cabeza con las piernas, haciendo de que se acerque aún más a mi feminidad.
Lanzé la cabeza hacia atrás y empezé a gemir y jadear. Iba arriba y abajo, impulsandome con las caderas.
Dolía un poco, pero el dolor era sabroso. Me gustaba ese dolor.
-Eres deliciosa.- me dijo. Me chupó una vez más.- Tu sabor nena...
Él gimió.
Acercó su boca a mí una vez más y me mordió.
-¡Ah!- gemí. No paraba de gemir.
Ross se había vuelto mejor en esto.
-Tu sabor me vuelve loco.
Bajé la mirada para verlo.
El cabello le cubría parte de la frente.
Y solo veía a su nariz y labios casi metidos en mí.
Se dió cuenta de que lo miraba, así que plantó sus ojos en mí.
Me sonrió y volvió a mover la lengua arriba y abajo, arriba, abajo, arriba, abajo. Me mordió cuando dejó de hacerlo.
Tuve que cerrar los ojos, apesar de que quería ver a Ross, pero el placer que me producía me desarmaba.
Gemí varias veces más.
Oh si, se sentía bien. Demasiado bien.
-Tu sabor me vuelve loco.- me dijo.
Me obligué a abrir los ojos.
-Tú me vuelves loco. Ven, métete en mí.- su lengua se hundió en mí. Gemí.- No, así no. Ven.
Dejé de rodearlo con las piernas y me incliné para coger su rostro.
Tiré de él, quité mi camiseta y lo coloqué sobre mí.
-¿Entonces si quieres que lo hagamos?-preguntó divertido.
Le besé la boca hasta que a ambos tuvimos los labios adoloridos.
-Fóllame, Ross. Ahora.
Sonrió, rodeé su cintura con las piernas. Gimió.
Sentí su erección contra mi vagina.
Oh dios.
Estaba duro y completamente erecto.
¿Tanto lo ponía?
-Me pones demasiado.- respondió como si hubiera leido mi mente.-¿Duro? ¿Quieres que te folle duro, preciosa?
Asentí.
Quería su duro pene dentro de mí en ese mismo instante.
-No te oí, ¿Quieres que te folle duro? ¿O quieres que lo haga lento?
-Duro.- respondí entre jadeos. Esto solo lo hacía para provocarme y molestarme.- Así como estás ahora.
Movió sus caderas con fuerza contra las mías, sin penetrarme aún, solo para hacerme sentír lo duro que estaba.
Y ambos gemimos.
-Ross.- busqué sus labios pero él los alejó. Besé su mentón y se lo mordí entonces. Jadeé de nuevo.- Ya, amor.
Me besó el cuello.
-Esta bien, preciosa.- me besó corto en los labios.- Pero no quiero oirte quejar porque estoy siendo demasiado duro.
Negué con la cabeza.
-No lo harás.- respondí.
Iba a decirle algo más pero me penetró.
Duro y rápido.
Grité cuando lo tuve dentro de mí.
Empezó a moverce, llevó sus labios a los míos, bajó por mi cuello y llegó a mis pechos.
Atrapó uno de mis pezones con sus dientes y comenzó a chuparlos.
Oh sí, me gustaba eso.
Arqueé la espalda para hacerlo entrar más en mi y para darle mis pechos, él los recibió gustoso.
Moví las caderas más rápido, ambos las moviamos demasiado rápido. Iba a correrme así de facil con todo lo que me hacía.
Mordió mis pezones y apretó mis pechos con sus manos.
Su pene se metía en mí hasta el fondo.
Adentro y afuera, adentro y afuera.
Nos movíamos cordinadamente. Él jadeaba y soltaba varios gemidos.
Aceleró sus movimientos.
Dios mio.
Me hacía gemir y gritar una y otra vez.
Arqueé el cuerpo una vez más, justo cuando iba a correrme.
Jalé a Ross para traerlo de vuelta a mis labios, y para que me ayude a callar mis gemidos.
Pero eramos ambos los que gemiamos.
-Nena, me voy a correr.
Jadeé y gemí más fuerte.
-Hazlo ya, precioso.- le dije.- Correte.
Gimió de manera desgarradora en mi oido. Me encantan esos gemidos.
-Oh, nena, sí.- gimió en mis oidos.- Estás empapada, me gusta demasiado.
Ahora fui yo la que empezó a gemir desgarradoramente mientras que el orgasmo iba llegando a mí.
-Ross, más... sigue.
Tomó mis labios y me besó posesivamente.
Ahogamos nuestros gemidos con besos y segundos más tarde ambos llegamos al orgasmo.
Mis paredes vaginales se contraían y todo mi cuerpo se retorcía.
Ross gemía, más y más.
Habíamos estado muy "hormonales" últimamente. Solo queríamos hacer el amor a cada rato.
Regularicé mi respiración poco a poco, llevé mis manos al cabello de Ross, y tiré despacio de él.
-Mierda,________.- dijo. Sonrió.- Casarme contigo fue lo mejor que pude haber hecho en la vida.
Reí.
-¿Solo por el sexo?
Puso los ojos en blanco, me puso una mano bajo el mentón y me dejo un pequeño beso.
-Si claro, solo por el sexo.- respondió sonriendo. Nos quedamos en silencio con el pecho subiendo y bajando, tratando de obtener más aire.- Por cierto, deberíamos llevar a _______(1) al doctor.
Fruncí el ceño. Retiré el cabello de Ross de su frente.
-¿Porqué?
-Nos dijo hace exactamente 2 meses que lo llevaramos a su consultorio para que chequee su crecimiento. Si no tienes tiempo esta semana lo llevaré yo.
Me mordí el labio.
Otra cosa que había olvidado.
-Cierto.- dije.- ¿Como es que lo recuerdas?
Me sonrió.
-Es mi hijo.- respondió.- ¿Como es que tú no lo recuerdas?
Suspiré.
-Supongo que tengo demasiadas cosas en mente.
Ross sonrió.
-Los pensamientos impuros y sucios te están ocupando la memoria.
Acerqué sus labios a los míos.
-Es por tu culpa.
Besó mis labios.
-Tu eres la que siempre quiere coger.
Abrí la boca sorprendida.
-¿Yo?- dije.- Tu viniste hoy...
-Shhh, no intentes defenderte.
Reí y besé sus labios.
Se recostó sobre mí y estuvimos así por varios minutos.
Me encantaba mi vida en estos monentos.
-¿Deberíamos levantarnos?- preguntó Ross.
Jugué con su cabello entre mis dedos.
-No lo sé.
Nos volvímos a quedar en silencio.
-_________(1) debe estár volviendose loco. Demasiada azucar en un cuerpo tan pequeño.- dijo Ross.- Así que por mucho que ame a mi sexy esposa, debo levantarme y cuidar de ese demonio.
Reí.
Me senté cuando él se levantó.
-Te ayudaré a cuidarlo despues de que salga de la ducha.
Me coloqué el cabello hacia atrás mientras Ross se vestía.
-Luego iré yo así que date prisa.
-Bien.- respondí.
Me levanté y recogí todo lo que habíamos tirado al suelo.
-Déjame besarte una vez más porfavor.
Me cogió por atrás y me hizo girar la cabeza para besarlo.
Reí contra sus labios.
Nos separamos cuando _________(1) llamó a Ross
Me alejé de él y fuí hacia la ducha, volteé antes de entrar y ví a Ross observandome.
Me recorrió de arriba a abajo con la mirada.
-Soy un suertudo imbecil.