La noche era sumamente fría, un poco más de lo habitual. Los estudiantes restantes que disfrutaban del clima correteaban por los grandes jardines con los últimos rayos del sol que se lograban reflejar en los ventanales de la Iglesia. Las risas y conversaciones ajenas tenían parte de la atención de los superiores que vigilaban a los más jóvenes por si cometían alguna travesura o se les ocurría ir más allá de los límites señalados.
Ya era tarde. Solo era cuestión de tiempo para que los llamaran a entrar a sus respectivas habitaciones si se mantenían en los clubs como era la situación de algunos que se quedaban hasta tarde finalizando alguna labor.
Ese era el caso de Wendy. Sus ojos se mantenían fijos en aquel gran libro de recetas, les había prometido a sus padres hacer unos cupcakes para mandarlos. Como consecuencia de su personalidad determinada, no iba a quedarse tranquila hasta memorizarla al revés si fuese necesario. Se hallaba sola, aunque eso poco le importaba. Normalmente se la pasaba en compañía de grupos pequeños y con eso le bastaba. Cerró aquel libro después de que sintió su vista decaer por el cansancio y seguido un estornudo debido al polvo que aún poseían las páginas.
Su vista se dirigió al reloj de manillas de la pared, 10:50. El tiempo se le había ido de las manos sin darse cuenta.
Dio un brinco en su sitio con angustia, ya que no quería lidiar con algún profesor que se topara por mala suerte y era peligroso que terminara tan tarde sola.
Guardó sus cosas lo más rápido que pudo, acomodando todo para evitar evidencias de que alguien se encontraba a tales horas en el cuarto.
Giró la manilla con lentitud, para evitar cualquier ruido y la cerró igualmente. La pequeña llave algo desgastada se movió hasta que un click se escuchó. Ya revisando que no hubiera nadie cerca de su posición se aferró a las tiras de su mochila y caminó a paso rápido hacía dirección de las habitaciones.
Apenas escuchaba sus propios pasos y su respiración que se volvía irregular por los nervios. Comenzó a notar como le ardían cada vez más las piernas al dar zancadas para llegar a su objetivo. En ese momento detesto que el club de cocina estuviese prácticamente en el otro lado del planeta.
En un segundo imprevisto, el viento se llevó su gorro y este viajó a un lugar indeterminado. Wendy no pudo contener un chillido del susto, y que sus manos tocaran la parte de arriba de su cabeza por inercia.
━¡Ay! ¡No ahora, por favor! ━a pesar de la poca iluminación, no le costó demasiado hallarlo por su color fosforescente. Terminó en el piso cerca de unos arbustos.
Se acercó con sigilo teniendo mucho cuidado que no se terminara enredado con alguna rama. Lo limpió un poco, aunque ya inevitablemente por la tierra mojada el color ya se encontraba opaco.
Unos segundos después juró escuchar una rama siendo pisada, sus ojos parpadearon en la oscuridad y giró sobre su posición.
Su respiración aparecía como humo al frente de su rostro, la mente de Wendy no tardó en alarmarse por completo. Quería pensar que aquello fue una creación de su imaginación o por el cansancio.
Tragó algo de saliva retrocediendo unos pasos, sus ojos violetas observaban a su alrededor incrementando su angustia segundo tras otro. Por alguna razón sintió la gran necesidad de esconderse, no entendía la razón, era como si una voz le alertaba con insistencia.
Poco a poco se adentró en aquel pequeño espacio. El olor a pasto, flores y tierra inundó sus sentidos. Su pequeño cuerpo quedo oculto fácilmente detrás de un pino, lo suficiente para que se pudiera asomar y observar lo que se encontraba al frente del camino.
Unas figuras poco a poco se distinguían a partir de sus sombras, apareciendo en dirección donde ella anteriormente había recorrido. Estás se detuvieron, mirando a su alrededor en busca de algo. Se aferró al tronco con fuerza siendo víctima del terror.
━La perdimos. ━dijo una voz madura que logró distinguir en el silencio.
━Te dije que no la alcanzaríamos a tiempo, seguramente ya está en zona segura. ━esta vez habló una voz femenina.
Escuchó un chasquido de lengua.
━Demonios, eras tan pesimista. Por esa razón fallamos cada vez que abres la boca.
━Ya dejen de pelear ustedes dos. ━la tercera persona intervino, su voz era algo chillona.
No sabía con exactitud cuánto tiempo paso desde que logró entender parte de su conversación e ignoró sin darse cuenta lo demás, su mente maquinaba rápidamente... ¿Acaso hablaban de ella? No, eso no podía ser posible.
Pero ella era la única que se quedó en club hasta casi las 11 de la noche ¿Quién más podría ser? ¿Con que razones la buscaban, para qué? ¿Le harían algo malo? ¿Eran buenas personas?
Claro, porque si te buscaban a casi media noche era para vender dulces.
Parpadeó rompiendo su propia burbuja de pensamientos, aquellas personas se alejaron a la misma dirección de donde aparecieron. ¿Zona segura? Entonces, eso tal vez...
Tomó valor y a los segundos de no sentir aquella inquietud se dio camino lo más rápido que dieron sus pies hacía el gran edificio. Nunca había sentido tanto miedo desde que quiso alejarse de casa y tuvo que dejar a sus padres, este era verdadero terror por su propia vida.
Nuevamente sus pies ardieron, pero gracias a la adrenalina lo ignoraba por completo. Cuando observó la gran puerta miró por un segundo hacia atrás antes de entrar.
Su cuerpo entró en un estado de sumo alivio. Se dejó caer hasta que sus piernas se estiraron en el suelo. Notó enseguida como sus rodillas estaban rosadas por el esfuerzo que había hecho, se arrepintió en el momento que no quiso hacer más deporte. Era lo que necesitaba en ese momento.
En cuestión de minutos sus hombros se contrajeron y sintió como lágrimas caían silenciosamente hasta su mentón. Un sollozo escapó de sus labios y su rostro se escondió detrás de sus manos.
Se desahogó en la oscuridad sin embargo una parte de ella se mantenía alerta. Dejó aquel sitio para entrar a su habitación, limpiando rápidamente su rostro por si algún niño salía de imprevisto.
Los pasillos se veían más tenebrosos que nunca, por suerte su habitación era una de las primeras de la planta baja.
Ya adentro de su cuarto, visualizó débilmente sus cosas y la parte opuesta vacía. El cansancio dominaba poco a poco su cuerpo y mente, apenas tocó la cama se acostó mirando hacía la pared grisácea debido a la oscuridad de la noche. Sus pensamientos eran confusos, ya sin percatarse estaba entre el sueño y estar consciente.
Lo que más le perturbaba era que aquellas voces eran de niños.
━Craig... ¡Craig! ━la voz de Clyde hizo que abriera los ojos de a poco, se estiró en la cama mientras adaptaba su vista a la luz del sol. ━Despierta bello durmiente, no quiero que te quedes descansando hasta tarde. ━acompañó con una risa mientras continuaba su partida en el televisor.
━Ugh. Ya suenas como mi mamá. ━se quejó el pelinegro en voz alta, terminó por tirar la toalla y quitó las sábanas encima suyo.
El piso frío lo hizo arrepentirse al instante, pero ya había hecho el esfuerzo sobre humano al sentarse, no podía echarse para atrás.
Con la vista cansada caminó al baño para lavarse el rostro, otra vez esos sueños extraños le hacían el hecho de dormir fuese más una tortura que una virtud. Detestaba esa sensación de inquietud que le dejaba, lo peor de todo es que pocos minutos después olvidaba todo como si no hubiera ocurrido.
Era consciente por el dolor de cabeza al despertar, pensaba que era pasar la misma situación cuando veía a su padre con resaca.
En estos momentos lo entendía.
Mientras cepillaba sus dientes observó por el reflejo cómo su compañero caminaba en la habitación de una dirección a otra de manera apresurada. Terminó de enjuagarse.
━¿Olvidaste otra vez donde dejaste tus galletas? ━no pudo evitar hacer un comentario al respecto, el rostro afligido del castaño merecía ser enmarcada para ser una obra artística.
━E-eh... Hermano, esto es mucho peor que eso... ━Craig comparó a Clyde con una cobaya temblando del terror al ser vacunada, si esas palabras salían de la boca de su amigo y ponía otra cosa encima de la comida la situación era más grave de lo que pensaba. ━M-mi papá está enfermo, no saben exactamente lo que tiene y, ¡ah, no sé qué hacer! ━la preocupación estaba reflejada en su rostro, el más alto colocó sus manos sobre sus hombros.
━Oye, relájate. No ganarás nada si te angustias de esta manera. ━el castaño escuchó las palabras del azabache y respiró profundamente.
━Sí, tienes razón. De todas maneras no puedo hacer mucho. ━bajó la mirada desanimado, dio un suspiro mientras se resignaba a sentarse a revisar su celular.
━¿Desde cuándo lo sabes?
━Desde esta mañana, no quise despertarte y por esa razón me puse a jugar un rato. ━el reflejo de la pantalla del aparato hacía que el rostro de Clyde tuviera reflejos azules. Sus ojos estaban clavados en la pantalla como si estuviese siendo hipnotizado. Otro suspiro salió de su boca y se dedicó a vestirse.
━¿Y tu madre ya se enteró? ━se agachó para buscar parte de su ropa pero el silencio por parte del castaño hizo que se girara a mirarlo. ━¿Clyde?
La habitación se llenó de un silencio tenebroso, Craig tuvo un mal presentimiento a pesar de no poder ver la expresión de su amigo. Los segundos fueron eternos y lo mataba la intriga, más cuando el juego en el televisor fue pausado.
━Ella... ━parecía que le costaba pronunciar cada palabra, como si estuviesen atoradas en su garganta. ━Ya no está. Murió hace años, cuando tenía ocho. Nadie sabe cómo, simplemente salió al supermercado. Cuando pasaron los minutos mi padre se preocupó y cuando apenas salimos a buscarla la policía estaba en nuestra puerta.
━¿Qué fue lo que le sucedió? ━tragó seco, dirigiendo su cuerpo por completo hacía su dirección prestando su máxima atención. Finalmente Clyde le miró, su expresión estaba neutra. Sin embargo, sus palabras parecían ser arrastradas y transmitían un inmenso dolor.
━Fue atacada, por esas... Cosas. ━escupió con desprecio. ━Todo quedo captado en video, no fui capaz de verlo. Lo escuché de la policía y fue confirmado por mi padre.
Observó el suelo sin palabras. No podría si quiera imaginar el perder a su familia. El vacío debía ser irreemplazable.
━Lo siento. ━salió de su boca sorprendiendo al amante de la comida.
━¿Q-qué? ¿Por qué te disculpas? No fue tu culpa. ━se levantó del suelo apagando el televisor. ━Ya fue hace dos años, nadie hubiera previsto lo que pasaría.
━Por eso estás aquí... ━fue más una afirmación que una pregunta.
━Sí, estuve mucho tiempo investigando y los elementos religiosos parecen hacerles efecto. Si se pueden utilizar de la manera adecuada pueden llegar hasta ser letales. Ha sido comprobado.
━No sabía sobre eso. ━confesó con sinceridad teniendo como respuesta una sonrisa de Clyde.
━Bueno, todos los días se aprende algo nuevo. ━caminó hasta llegar a sus pertenencias y sostuvo entre sus manos un rosario dorado. ━Ten, no es buena idea que estés desprotegido.
Los ojos azules de Craig observaron la cruz, estaba tallada y tenía muchos detalles. Se lo colocó en el cuello sin dejar apartar su mirada sobre el.
━Si alguna de esas criaturas están cerca, no se te podrán acercar.
𝟢𝟥/𝟣𝟢/𝟤𝟣: Buenas noticias, en esta revisión del capítulo tuve menos cringe JAJAJA