Dissociative ;; SUGA - BTS

By -btspringday

22.8K 2.2K 566

Daebyul sabe que algo no anda bien en cuanto abre los ojos. Empezando porque está en una habitación que no re... More

🍀 t w o 🍀
🍀 t h r e e 🍀
extra i
extra ii
extra iii
Agradecimientos

🍀 o n e 🍀

5.3K 448 112
By -btspringday


Daebyul se percató de que algo no andaba bien incluso antes de ver a esa pequeña niña de piel pálida y ojos rasgados entrar a la habitación —que, por cierto, no lograba reconocer—.

Había despertado por una fuerte punzada en la cabeza, que eventualmente había desaparecido, aunque dejando aún un sentimiento nada agradable dentro de Dae. No sabía cómo había llegado a parar ahí.

El lugar era acogedor. No era extremadamente grande pero sí lo suficiente como para una cama matrimonial, dos mesitas de noche a cada lado y un armario grande en frente. Había bastante espacio restante que era ocupado por una alfombra en el suelo que parecía muy bien cuidada y distinguió una puerta que aparentemente era el baño de la habitación.

Sus últimos recuerdos se basaban en la noche de la fiesta de Goeun, una chica de la facultad en donde estudiaba. Sin embargo, cuando intentó recordar cómo había llegado hasta esa habitación desconocida; todos sus recuerdos se nublaron.

Creía haber estado con Goeun, para después acercarse al chico nuevo de la universidad: Min Yoongi. Él era guapo, y por lo que Dae había escuchado; también un buen chico y un muy buen partido. Estudiaba música, y sus clases coincidían en el mismo centro de la institución, dado que ella estudiaba literatura, así que Daebyul lo había visto más de una vez y habían cruzado miradas furtivas llenas de sonrisas dulces que al principio eran incómodas.

Daebyul quiso apartar las sábanas que la mantenían aún prisionera en la cama, pero antes de lograrlo; divisó un marco de fotos cerca de ella. Había una fotografía aparentemente suya y de un chico ligeramente más alto, de cabello oscuro y ojos pequeños. Tenía la piel bastante pálida y a Dae se le hizo extremadamente guapo. De inmediato, lo reconoció como Yoongi.

«Esto debe ser una broma de mal gusto» pensó, pero no; las sorpresas no acababan ahí.

Fue entonces que aquella niña de aparentemente dos años apareció por la puerta de la habitación y corrió con un poco de dificultad hasta la cama en la que se encontraba, para alzar los brazos en su dirección. Dae supuso que quería ser cargada o abrazada por ella, pero no estaba segura de qué hacer.

–Mami...

Y fue entonces, que Daebyul estuvo segura: algo no iba bien.

...

Por más que Dae intentó mantener distancia con la pequeña, no pudo lograrlo. Fue cuestión de minutos para que la niña se sentara sobre ella, recargando su pequeña cabeza sobre su hombro; buscando calor reconfortante y pidiendo ser arrullada.

Así fue como Woo Daebyul terminó en uno de los sofás de la sala de estar, cargando a la pequeña niña de dos años; quien parecía dormir tranquilamente en su pecho.

Había pasado así casi toda la mañana, demasiado concentrada en hallar una explicación y hurgando en sus recuerdos; además de investigar todo el lugar con la mirada.

Y ella siquiera se había percatado de la hora cuando la puerta de la casa se abrió con un ruido que sobresaltó a Daebyul incluso más de lo que esperaba.

Su mente estaba hecha un revoltijo, ni siquiera había podido llamar a alguien o pedir alguna explicación debido a que su única compañía era esa pequeña niña que no dejaba de llamarle mamá, y como si fuera poco; no encontraba su celular o algún teléfono cerca. Tampoco intentó salir del lugar por la simple razón de no querer dejar sola a la pequeña ni salir con ella en brazos.

–Llegué –anunció la figura del chico entrando a la casa. A Daebyul le sorprendió sólo un poco que fuera Min Yoongi. En realidad, se lo esperaba, gracias a que casi todo el lugar estaba lleno de fotos de ella y él juntos; además de algunas de esa niña de piel pálida y un niño que no había visto nunca pero que aparentaba unos seis años.

Dae vio para su sorpresa cómo ese mismo niño de unos seis años entraba entusiasmado detrás de Yoongi, cargando una mochila pequeña en sus hombros.

Sin querer, posó la vista una vez más en el chico de ojos pequeños; analizando sus movimientos, mientras se deshacía de sus zapatos y ayudaba también al pequeño a hacer lo mismo.

El chico, con rasgos definitivamente más maduros que como lo recordaba, llevaba un terno notablemente costoso. Todo en esa casa parecía serlo. Incluso el pijama con la que Daebyul había despertado, que, por cierto, cambió por una camiseta y un pantalón de mezclilla que encontró cerca.

Dae no iba a negarlo, Yoongi seguía pareciéndole guapo. Muy guapo. Y por alguna extraña razón sentía que estaba viviendo un deja-vú, como si todo eso fuera parte de su vida diaria.

—¿Que tal tu día? —preguntó Min sin mirarla a los ojos, demasiado ensimismado en desamarrar las zapatillas del niño a su lado—. ¿Heeyul causó muchos problemas?

Daebyul dudó en responder, pero terminó negando con la cabeza; dando por hecho que la niña entre sus brazos era Heeyul.

La chica miró a la pequeña una vez más y se percató de algo que había intentado negar en cuanto la vio por primera vez: Heeyul, tenía un ligero parecido a ella y Yoongi; aunque con la piel mucho más clara que la suya y los ojos ligeramente más rasgados, justo como los de él.

—Seungjae hizo muchas cosas en la guardería, ¿verdad? —Yoongi dejó ir al niño en cuanto terminó de quitarle su par de zapatillas, ahora disponiéndose a lavarse las manos en la cocina; desapareciendo unos momentos de la vista de Dae.

El pequeño, de inmediato, se acercó a Dae dejando un pequeño beso en su mejilla; sin darle oportunidad de decir o hacer algo. Lo único que atino a hacer fue sonreír con amabilidad, después de todo; no podía simplemente actuar de forma arisca. Además, aunque quisiera ignorarlo, sentía un gran cariño y afecto hacia esos dos niños; pero no estaba segura del porqué.

—Hoy nos enseñaron a sumar números de dos cifras, mamá —contó el niño, aparentemente llamado Seungjae.

—Eso es genial —susurró Dae, temerosa de que se percataran de que algo no andaba bien con ella. No estaba segura de qué más decir, así que fingió mirar detenidamente el rostro de Heeyul aún dormida.

Yoongi volvió en cuestión de segundos y cargó sin mucha dificultad a Seungjae: — Pediré comida china como almuerzo. Ayer la cocinera llamó para decir que no vendría hoy, e imagino que no tuviste mucho tiempo para cocinar entre cuidar a Heeyul y tu trabajo.

Dae frunció el ceño. Sabía que Min le estaba hablando a ella, pero no comprendía lo que estaba diciendo. ¿Trabajo? Pero si Dae apenas iba a la mitad de su carrera...

—¿Heeyulie sigue enferma, papá? —preguntó el niño entre los brazos de Yoongi.

El mayor asintió, comenzando a caminar hacia el pasillo con la mirada atenta de Daebyul sobre él: —Sí, por eso mamá y yo no dormimos bien anoche —se lamentó, respondiendo a la pregunta de Seung.

Dae quería poner pausa al mundo e intentar comprender lo que sucedía. Yoongi acababa de decir que Seungjae era hijo suyo y el niño la había llamado mamá también. Ahora no era uno, sino dos hijos; y Daebyul podía jurar que la noche anterior era soltera e incluso virgen, algo bastante deprimente a su parecer.

Sintió la necesidad de ir tras Yoongi y pedirle explicaciones, además de decirle que ella no tenía hijos. A pesar de que Heeyul también había contradicho esto durante toda la mañana.

Dae se dispuso a seguir a Min, parándose con algo de dificultad; posicionando de manera correcta a Heeyul entre sus brazos e intentando no ser demasiado tosca para no despertarla. Sin querer notó la temperatura ligeramente elevada de la niña y se sintió culpable de no haber tenido más cuidado, pero en su defensa; poco o nada sabía que cuidar niños enfermos, además de no saber que se encontraba mal desde la noche anterior.

Caminó hasta llegar a la última puerta del pasillo. Gracias a que se había paseado por toda la casa, sabía que esa era la única habitación con una cama y cosas de niños más grandes, a comparación de la habitación de Heeyul que apenas contaba con una cuna y un par de muebles llenos de su ropa.

Lo primero que vio, fue a Seungjae vistiéndose y siendo ayudado por Yoongi. Al parecer hablaban de un nuevo cantante en alguna empresa, lo que de alguna u otra forma derivó a que ambos recordaran las clases de piano de Seungjae.

Y no fue hasta un par de minutos después que Dae se percató de su inmóvil posición en el marco de la puerta. Cambió su peso de una pierna a otra, con la esperanza de llamar la atención de alguno en la habitación. Sus brazos comenzaban a acalambrarse debido al peso de Heeyul sobre estos, pero Dae no se veía en posición de hablar.

No se sentía con suficiente confianza. Además, tenía la sensación de estar en una casa ajena y para rematar, con un casi desconocido y dos niños que nunca antes había visto pero que extrañamente decían ser sus hijos.

—Mamá, ¿porqué Heeyul se enfermó? —preguntó Seungjae en su dirección, dejando que Yoongi le colocara una camiseta azul oscuro, y encima de está un suéter verde—. ¿Fue porque papá nos llevó a comer helado? Le dije que era invierno, pero igual comimos helado de fresa y vainilla.

Dae sintió la necesidad de reír en cuanto escucho la queja que soltó Yoongi, arreglando ligeramente el cabello del niño frente a él: — Se suponía que eso era un secreto, Seung.

El niño susurró una disculpa hacia su padre y sonrío de manera angelical. Daebyul se encogió de hombros y le devolvió la sonrisa.

—Tal vez haya sido eso —concedió, intentando encontrar algún momento para hablar con Min y contarle lo que le estaba sucediendo; después de meditarlo un momento, llego a la conclusión de que no podía quedarse de brazos cruzados.

—Ve a jugar un rato, Seung —dijo el mayor de los Min—. Te llamaremos cuando llegue el almuerzo.

El niño obedeció y desapareció con rapidez, yendo a quien sabe dónde; dejando un silencio ligeramente incómodo entre los dos adultos.

Dae no sabía cómo empezar alguna conversación, y por extraño que fuera; Yoongi tampoco aparentaba tener ganas de hablar con ella.

La chica atinó a carraspear, llamando la atención del chico; desviando la mirada en cuanto sus ojos se encontraron: — Creo que Heeyul tiene algo de fiebre —dijo al cabo de unos segundos.

Min se acercó a ella de inmediato, tomando a la niña entre sus brazos y saliendo de la habitación para dirigirse a la sala; siendo seguido por Dae, quien sentía la necesidad de explicárselo todo cada vez más fuerte.

—¿Podrías traer las toallas húmedas del baño, Dae? —preguntó Yoongi acostando a la niña en el sofá más grande y pasando su mano por la frente de la pequeña, a lo que Daebyul acató la orden sin rechistar.

Volvió en poco tiempo y descubrió que ahora Seungjae también se encontraba mirando con atención a la pequeña Heeyul, quien tenía el rostro ligeramente sonrojado debido a la temperatura de su cuerpo que comenzaba a subir.

—Aquí están —habló, entregándole a Yoongi lo que había pedido y sentándose al lado de él en el suelo; sintiéndose peor al no haber notado antes el estado de la niña.

Yoongi se encargó de colocar una toalla en la frente de la niña, provocando que despertara e intentara moverse para retirar el objeto frío en su cabeza.

—Yulie, quédate quieta —pidió Seungjae—. Papá y mamá van a cuidarte y te pondrás mejor.

Dae sintió cómo su corazón se apretujaba ante las palabras del niño a su hermana. Sin embargo, un par de segundo después fue que cayó de lleno en la realidad sorprendiéndose una vez más.

¿Esos niños eran hijos de ella y Min Yoongi?

Se sintió estúpida por no haberse percatado antes de algo tan obvio, pero al mismo tiempo, aún quiso pensar que estaba viviendo un sueño; debido a que era su vida con el chico guapo del campus.

—No —la voz dulce y aguda que había escuchado por primera vez en la mañana fue lo que la sacó de su trance—. Mami... —y volvió a hacer el mismo ademán, estirando esta vez un brazo en dirección a Daebyul; obligando a que Yoongi la levantara y acercara a su madre.

—Está bien, mientras dejes que te pongamos la toalla, puedes estar con mamá —con un poco de pesar, Dae cargó a la pequeña e intentó no ponerse nerviosa ante la cercanía de Yoongi a ella mientras volvía a colocar una de las toallas en la frente de Heeyul.

Fue en ese momento que Woo Daebyul se percató del anillo dorado en el dedo anular de Min Yoongi, lo que le provocó un pequeño escalofrío; aunque al mismo tiempo, sintió su corazón acelerarse.

—No te muevas demasiado —pidió Yoon, junto antes de que el timbre de la casa sonara dos veces seguidas; dejando en claro que el pedido de comida china había llegado—. Iré a abrir.

Yoongi desapareció detrás de ella, levantándose rápidamente antes de irse.

Inconscientemente, Daebyul pasaba su mano por la espalda de Heeyul recargada en su hombro, con la intención de arrullarla y lograr que durmiera una vez más. Podía sentir la incomodidad de la niña y se sentía mal por ella, y tal vez no sólo era eso.

—Mamá... —le llamó Seungjae, sentado en el sofá frente a ella. Dae aún seguía en el suelo, cruzada de piernas, así que tuvo que alzar ligeramente la vista para descubrir su rostro triste y nada comparado con su expresión emocionada de hace un rato—, papá y tú siguen enojados, ¿verdad? —el niño parecía incómodo preguntando aquello, tal vez sentía que no debía meterse en ese tipo de temas, pero comprendía que su curiosidad y preocupación eran mayores.

Daebyul tampoco supo cómo responder a eso, así que apenas pudo abrir la boca con la intención de replicar algo en contra y tranquilizar al niño; pero no lo logro antes de que volviera a hablar.

—Papá durmió en el sofá anoche, y hoy no se han dado besitos como siempre —recordó—. ¿Te molestaste porque es culpa suya que Heeyul se enfermara?

—Listo —se escuchó la voz de Yoongi luego de la puerta cerrándose—. Vengan a comer.

Seung y Dae miraron hacia la mesa estratégicamente acomodada en la que Min colocaba un par de bolsas humeantes.

—¿Vas a perdonarle, mami? —se apresuró a preguntar el niño. Aunque quisiera, Dae no podría decirle que no gracias al tierno rostro del pequeño frente a ella.

Asintió en su dirección y sonrió con la intención de calmar las preocupaciones de Seungjae:— Sí, no te preocupes —y eso fue suficiente para que el niño se levantara y casi corriera hasta su padre, dejando a Daebyul con muchas más intrigas en mente.

...

Ni siquiera después de comer, Daebyul había recolectado suficiente información sobre su supuesto esposo.

Es decir, sabía lo básico; que había escuchado durante la fiesta de Goeun, el poco tiempo que había pasado con él.

Sabía su nombre completo, sabía que venía de Daegu, sabía que era soltero —en realidad ahora no— que era un buen chico y que era uno de los mejores —por no decir el mejor— tocando el piano; pero de ahí no sabía nada más.

También se había percatado de la ausencia de algún anillo en su propio dedo, cuestionándose una vez más si todo eso no se trataba de una confusión o un sueño; sin embargo, Yoongi parecía conocerla muy bien, incluso había ordenado pollo agridulce para ella, su plato favorito. A Dae todo eso se le hacía extraño, pero al mismo tiempo parecía correcto, como si parte de ella estuviera acostumbrada a aquello.

Seungjae se encontraba ensimismado con una serie anime, sentado en el sofá unos cuantos metros de la gran pantalla del televisor, cantando la intro del programa una y otra vez; casi olvidando el momento triste que había tenido varios minutos atrás.

Mientras, Dae había conseguido dejar a Heeyul en su cuna sin que se despertara y exigiera un abrazo de su parte. Sentía una gran satisfacción consigo misma.

Sabía que era el momento indicado para hablar con Yoongi, y junto a ese pensamiento se levantó de la silla del comedor en la que se encontraba y caminó hacia la cocina donde el chico de cabello oscuro se hallaba tomando una taza de café, recargado en el lavaplatos y mirando con atención su teléfono celular.

—Debo regresar a la empresa pronto —dijo él en cuanto Dae cruzó el marco de la puerta—. ¿Podrás cuidar a Heeyul y Seungjae? Ya sabes, Yulie ha estado muy demandante últimamente; si quieres puedo llevarme a Seung a la oficina, solo por hoy.

Daebyul negó de inmediato, acercándose a él con la intención de no verse en la necesidad de levantar mucho la voz. Temía que esta le fallara, conocía sus nervios; los cuales comenzaban a atacarla poco a poco, sintiendo primero un escalofrío recorrerle por la espalda.

—Yo... —susurró apenas, logrando captar la atención de Min; provocando también que la mirara con preocupación, probablemente debido a su rostro asustado y nervioso—, n-nosotros...

—¿Sucede algo? —preguntó Yoongi, dejando de lado la taza de café y guardando su celular con rapidez para acercarse a Dae, aunque sin lograr contacto entre los dos— ¿Estás bien, Dae?

Por un momento, sintió que algo no encajaba. Es decir, Seungjae había dejado claro que aparentemente, ella y Yoongi estaban peleados; o por lo menos, sin mucha cercanía, cosa que tenía preocupado al pequeño Min. A pesar de eso, el chico estaba ahí frente a ella; con el rostro lleno de preocupación y desesperado por una respuesta de su parte. Por un instante, Dae deseó que no fuera un sueño; quería a alguien como Yoongi en su vida.

—Creo... que debemos hablar —comentó finalmente, percatándose de que había dejado muchos segundos de espera—. Es importante.

Escuchó el suspiro de Yoongi, aunque sin comprender el porqué de éste, mirándolo inquisitiva; esperando por una explicación de su parte.

—Pensé que dirías que estabas embarazada —susurró él, aunque lo suficientemente alto como para que ella lo escuchara—. Tenías el mismo rostro que cuando me diste la noticia de que esperábamos a Seungjae y también tenías esa cara cuando viniste a contarme de Heeyul. Me emocioné por un momento, disculpa —dijo, pasando una de sus manos por su cabello oscuro; logrando alborotarlo—. Además, era nuestra intención hace un mes; ¿recuerdas?

Daebyul se vio tentada a decirle que no, que no recordaba nada de los últimos años; ni siquiera estaba segura de cuantos habían pasado, pero se obligó a ir despacio para no asustar a Yoongi.

—Es que... en realidad, no recuerdo nada, Yoongi —comenzó ella—. No puedo recordar nada... Mis últimos recuerdos se basan en la fiesta de Goeun, donde nos conocimos... Y yo no quise decirte antes porque... en realidad no sé por qué...

—Espera —le cortó Yoongi—, ¿dices que no recuerdas nada, después de esa noche? ¿No te acuerdas de nuestra boda, o de nuestros niños? ¿Nada de eso?

Dae asintió, y vio la preocupación crecer en los ojos lindos de Yoongi. Se sintió culpable al estarle causando mayores problemas, pero necesitaba una explicación.

—Oh, no —soltó, pasando una mano por su cabello—. Será mejor llamar a Seokjin —y se apresuró a sacar su teléfono celular.

Y lo único que pudo pensar Daebyul en ese momento fue: ¿Quién diablos es Seokjin?

Continue Reading

You'll Also Like

108K 7.5K 26
Cualquier persona pensaría que ya estábamos en el mismo mundo, porque compartíamos el amor por la música, pero el mundo de una simple guitarrista y u...
380K 28.3K 87
Park Tn Es una chica de 18 años, hija de una mujer latina y un padre coreano y hermana de Chanyeol. Ella entra a su primer día en la universidad. Pra...
569K 76.7K 45
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!
812 74 16
... dime, ¿Qué se siente pensar que te enamoraste de una chica diez años menor que tu? Dime, ¿Qué se siente incumplir el contrato que tenías con sus...