Jeon Jungkook había tenido que pasar la noche donde los Kim, justo como estuvo haciendo las últimas semanas. Esta vez, en espera de El Gran Día. En menos de 24 horas, estaría uniéndose al futuro líder de la manada, ¿cuándo su vida se tornó tan turbia? No conseguiría dormir, imposible.
La cena fue un desastre; su futura suegra, repasando cada detalle. Mientras ordena con elegancia a los betas que decoraban el jardín; al mismo tiempo, disfruta un batido de moras. Incluso, desde el balcón de su habitación provisional, podía ver como se llevaban a cabo los últimos detalles, ni siquiera podía creerlo.
Iba a casarse.
Siempre soñó con ello, claro, no con aquel rubio, quien probablemente dormía cual bebé justo en la habitación continúa. Él quería una boda sencilla, no importaba, mientras Seungmin pusiese un jodido anillo alrededor de su dedo. Aunque bueno, la interferencia a ese sueño no era el joven heredero; incluso sin un Taehyung, eso era imposible. Su familia jamás permitiría que, su hijo menor, se unise a un simple beta.
Agradecía infinitamente que, al final de todo, su futuro esposo no se tratara de un dolor en el trasero; apenas cruzan palabra. Su relación era meramente cordial. Bueno, al menos, no viviría con un gilipollas.
Suspira pesado, vaya forma de animarse.
Cerca de la medianoche, los betas abandonan completamente la mansión; dejando todo, minuciosamente, decorado para el día siguiente.
El día de su boda.
Apenas vislumbró silencio total, decide salir a hurtadillas de su habitación. No tarda mucho en llegar hasta el jardín, recién adornado. Era lindo, debía admitirlo.
Taehyung, acertó con las orquídeas amarillas; el pasillo que llevaba al altar, está decorado con redondos arbustos brillando, gracias a pequeños focos led de luz blanca. Alzó la vista, encontrándose con la hermosa fuente; donde había hablado con el rubio por primera vez, justo cuando le amenazó para no elegirlo. Ahí sería su unión; un altar sencillo decorado con un arco-enredadera, conformado por ramas y pequeñas vainillas frescas, que sobresalían de él junto a piñitas de pino.
Piña y vainilla, sútil.
Suelta una suave risa amarga, ¿habría sido diferente de conseguir casarse con Seungmin? ¿Cómo sería el sentimiento?
ㅡ ¿No puedes dormir? ㅡes inevitable para el omega sobresaltarse ante la profunda voz del alfa; no lo sintió llegar.
Él niega.
ㅡNecesito procesarlo ㅡmurmura, deslizando sus dedos a través del arbusto más cercano. Aquél que iniciaba con una prolongada hilera.
ㅡLamento haberte atado a esto, en serio. Mis disculpas, son totalmente sinceras ㅡJungkook se sorprende de verle realizar una pronunciada venia.
ㅡN-No hagas eso ㅡle palmeó el hombro, pidiendo silenciosamente que se incorporaraㅡ Incluso si no lo hacías, no es como si fuese a casarme con Seungmin.
El alfa asintió, comprendía de que hablaba.
ㅡMi familia habría terminado ofreciéndome al mejor postor. Me alegro que hayas sido tú ㅡporque no es un completo idiota impulsivo, degenerado y pervertido. En un pasado, se quejó por no encontrarle atisbos de alfa, pero tampoco es del todo malo. Nada, realmente.
Un atisbo de sonrisa asomó por los labios del rubio.
ㅡTambién me alegra que fueras tú, no creo podría sobrevivir con el empalagoso aroma de Park ㅡfinge un escalofrío al siquiera considerarlo, consiguiendo hacerlo reír. Aunque, está hablando en serio.
ㅡDespués de todo...si nos beneficiaba a ambos ㅡsuspiró, cansino.
Taehyung no necesita ser un genio para sentir la tristeza del menor; pues, su aroma se ha amargado suavemente.
ㅡDesearía no haberme enamorado de un beta ㅡconfiesa, abrazándose así mismo. Tampoco debió salir, sin siquiera montarse un suéter
ㅡNo digas eso, mejor desea que las cosas no tuviesen que ser así ㅡrodeó los hombros del castaño, en un inconsciente reflejo para brindarle calor. Es parte de su instinto, al final del día.
Jungkook, no tardó en sentir su fragancia sobre él; sin embargo, no era abrumadora. Podía apreciar el cremoso coco mezclado con piña dulce; sonríe fugazmente, al entender que el contrario sólo trata de reconfortarlo.
¿Quién diría que la piña colada aliviaría su corazón?
ㅡEstá bien, es divertido imaginar una aventura con Seung ㅡbromea, antes de soltar una débil risa nasal. Puede pasar por un suspiro, fácilmente.
ㅡ ¿Entonces, debería actuar como alfa despechado y... No sé, mandarlo a matar? ㅡle siguió el juego. Trata de sonar amenazante, pero estaba lejos de siquiera rozar el adjetivo con sus dedos.
ㅡSería más dramático si lo matas con tus propias garras ㅡrio, esta vez un poco más relajadoㅡ Entonces, yo le defendería, y terminarías hiriéndome a mí.
ㅡ ¿Te has armado toda una película, no? ㅡdespeina en un amistoso gesto, las castañas hebras del omega. Sonríe, quizá, encuentra divertida aquella charla.
ㅡ ¡Sería un best seller! ㅡreclamó, dándole un codazo directo al costado.
ㅡ No dormir daña esa cabecita que tienes ㅡse quejó por el golpe, Jungkook tenía más fuerza de la que aparentaba, o él es débilㅡ Mañana planeas tu infidelidad con aquel beta, debes descansar. Hay una boda que celebrar.
Jungkook asintió, sonriendo por la broma. Resulta que no era tan aguafiestas como aparentaba.
Ambos chicos vuelven, al cálido resguardo de las paredes pertenecientes a aquella mansión; se despiden, antes de ingresar en sus respectivas habitaciones. El omega no tarda en conciliar el sueño, tras vestir su pijama antes de ingresar a la cama; la piña colada, aún se sentía sobre él. Taehyung en cambio, se queda varias horas meditando sobre lo que sucedería, al día siguiente.
Iba a casarse, con un omega emocionalmente comprometido. Debió haber perdido la cabeza; sin embargo, no se encuentra tan afectado como esperaría. Apenas consigue pegar el párpado, cuando siente la luz de un nuevo día saludando por la ventana. Y junto a ella, su madre entra sin siquiera tocar, dispuesta a alistarlo.
La ceremonia es hasta las siete de la noche, ¿cuál era el afán de torturarlo así?
ㅡ Cariño, te espera un largo día en el spa ㅡcanturreó su madre, mientras corría las cortinas para dejar entrar, libremente, aquella resplandeciente luz solar.
ㅡ El spa más cercano está a más de tres horas ㅡgruñe, cubriendo su rostro con la almohada. Aún no quiere salir de la cama, está indispuesto. Tiene sueño, aún.
ㅡEs por eso que traje el spa hasta ti. Más te vale estés desayunando en menos de veinte minutos ㅡadvierte severa, antes de abandonar la habitación, para continuar con su apretado itinerario. Tenía una boda que llevar a la práctica.
Taehyung se lamentó por no haber dormido más, sin derecho a réplica, sale de la cama. Debe bajar por ese prometido desayuno. No se molestó en quitarse el pijama; en primer lugar, porque la noche anterior, ni siquiera se molestó en ponerse uno. Llevando ropas de un día antes, llega al comedor.
ㅡ ¿Dónde está Jungkook? ㅡcuestionó inmediatamente, pues no le ve ahí; nota hasta ese momento, tampoco puede sentir su aroma dentro de la casa.
ㅡ Buenos días para ti también, hijo. Dormí increíble, gracias por preguntar ㅡresponde irónico el señor Kim, dando un gran mordisco al crujiente baggle, antes de redireccionar su atención, del periódico a Taehyungㅡ Algo dijo tu madre sobre no ver al novio hasta la ceremonia, costumbres, spa y estar listo. No sé, se fue temprano.
El alfa suspiró, ansiaba el momento en que su progenitora, finalmente, dejara al pobre omega respirar en paz.
ㅡ ¿Sabes si desayunó? ㅡtomó asiento frente a su padre, donde tenía panqueques ya servidos.
ㅡ ¿Se acostaron? ㅡcuestionó en cambio.
ㅡ ¿Q-Qué? ¡Santa Luna, papá! ¡Por supuesto que no! ㅡle miró horrorizado, como si fuese una vil atrocidad. El sólo pensamiento era inconcebible.
ㅡ Apenas se conocen de un mes y ya te preocupas por él, me pareció bastante sospechoso ㅡse encogió de hombros, pese a que, claramente, intentaba molestarlo.
ㅡ Papá~ ㅡadvirtió que parara, pues no era gracioso.
ㅡ Bien, bien ㅡregresó al periódico, sonriendo con diversiónㅡ Y sí, el desayunó antes de marcharse.
Taehyung asiente, conforme con la respuesta. No tardó en iniciar a devorar sus panqueques bañados en miel; necesita en su sistema más azúcar, gracias a la ausencia del aroma a vainilla. La de Jungkook, claro, no esa artificial que estan sobre las flores que adornaban el jardín donde sería su boda.
Su boda, aún se sentía extraño pensarlo.
Apenas está sorbiendo el restante de su batido frutal, cuando es secuestrado hacia la última habitación de aquella mansión, donde el dichoso spa espera por el joven príncipe. La señora Kim, desea que su hijo luzca pulcro, debe presumir con la frente en alto su aroma natural.
Taehyung no debate, pues sabe que no tiene ningún caso. Únicamente, se deja hacer por la beta que no tardó en cubrirlo de cremas, mascarillas y otras sustancias desconocidas.
ㅡNo tienen aroma, pero sirven para resaltar el suyo propio ㅡexplicó sonriente, feliz de esa gran hazaña que la compañía donde trabaja consiguió gracias a años de experimentar.
Y era cierto, todos aquellos productos no tenían ninguna fragancia propia, pero apenas entran en contacto con su piel, puede sentirse el coco emanar le directo de los poros. Su coco, su fragancia.
Él odiaba sentir el aroma propio, razón por la cual usa neutralizado res, pero justo ahora no es tan odioso. Aparte, puede soportarlo. Inconscientemente, espera que al omega le guste.
Pasó tres horas sentado en la misma silla junto a la misma beta.
¡Tres horas!
Tres horas entre mascarillas, exfoliantes y cremas extrañas. No siente el trasero, definitivamente no lo sentía.
ㅡ Oh, son justo las 2 pm. Vaya con su madre, o llegará tarde para la cita que agendó con lamaquillista ㅡanuncia una de las beta, iniciando la labor de guardar sus utensilios de trabajo.
¿Maquillista? A su madre se le había pasado la mano.
Suspiró fatigado, yendo hacia el encuentro. Era mejor no debatir nada, sólo se dejaría hacer. Todavía tenía que prepararse para portar la máscara del alfa perfecto, no está listo. Dos eventos sociales en tan poco tiempo, deberían ser una especie de delito.
El tiempo fue literalmente un parpadeo; ni siquiera, recuerda el momento exacto en que alguien agregó tantos productos sobre sí mismo, con el pretexto de resaltar sus rasgos, justo antes de terminar llevándolo de regreso a su habitación.
ㅡ Tú traje está perfectamente planchado en el perchero, hazle una sola arruga, y corto el cuello ㅡamenaza su madre, sonriendo un segundo después, antes de darle la privacidad de vestirse.
Todo el día y apenas consigue respirar tranquilo, sin miradas sobre él. Tomó una bocanada de aire; mira el traje que cuelga perfectamente estilizado sobre un gancho.
Era sencillo, bien para su gusto.
Colocó cuidadosamente los pantalones negros, seguido de aquella camisa satinada azul rey. Le gustaba el detalle del cuello holgado, dejando ver sus clavículas. Mira su reflejo en el espejo, tomando valor. Y, no luce tan terrible. El color es bueno, también la tela se siente agradable. Sinceramente, duda poder quejarse de cansancio cuando han elegido un atuendo tan cómodo.
"¿Estás listo, cariño? Están por dar las 6 pm" anuncia detrás de la puerta, aquella dulce mujer, quien le dio vida —ahora le estaba incitando a quitársela con todo este estrés innecesario—, espera pacientemente por él.
Taehyung cerró los ojos, tratando de canalizarse a sí mismo. Esto era importante para la manada, también. Debía hacerlo.
No tardó mucho en salir, antes de que la omega comenzará a inquietarse. Ya sabe cómo suele ponerse cuando se retrasa.
ㅡ Estoy listo ㅡaseguró, irguiendo su postura para sonreírle suavemente, sólo un segundo después.
ㅡMe doy cuenta, eres el alfa más guapo de todosㅡcasi podía visualizar las lágrimas ajenas venir; acaricia su mejilla con un suave gesto, delineando el rubor artificial ajeno.
ㅡ Gracias, esto es gracias a ti ㅡ porque ni de broma, su padre y él, organizaban un evento semejante.
ㅡ Amo cuando te pones en estado de alfa correcto, sueles ser dulce y mucho más elocuente ㅡbromea, antes de entrelazar su brazo al del joven alfa.
ㅡNo te acostumbres ㅡjugueteó, mientras le seguía hacia el jardín; el lugar donde todo se llevaría a cabo.
ㅡ ¿Estás nervioso? ㅡquiso saber, anivelando el último silencio que tendrían en casa al menos ese día.
¿Lo estaba?
Bueno, va a casarse con un omega hermoso que no le gustaba, románticamente —pues apenas conocía—, pero quien sin dudar es sorprendentemente atractivo; y, dato extra, estaba enamorado de alguien más.
¿Debería estar nervioso?
ㅡ No tanto como creía ㅡaseguró, más calmado de sentir la vainilla artifical; que proviene, sin pudor, alguno del jardín.
ㅡVale, los invitados empezarán a llegar pronto. Vamos ㅡambos se dirigieron al recibidor, donde el alfa líder esperaba en un elegante traje gris.
ㅡ Vaya, pero si esos ahí vienen mis genes— el señor Kim sonríe contento; ve al menor entornar la mirada con diversión.
ㅡCurioso, porque heredé la belleza de mamá ㅡcontratacó, haciéndolos reír.
ㅡEso ni siquiera se pone en tela de juicio ㅡel alfa líder atrae a su esposa de la cintura, sólo para depositar un dulce beso sobre sus labios; había estado ocupada con la boda, y apenas ha podido verle el rastro.
La omega se sonrojó suavemente, sonriendo avergonzada por el indirecto cumplido del alfa.
ㅡ Ewww~ ㅡse quejó el joven príncipe, recibiendo un golpe en la nuca por parte de su padre.
Bromean sobre ello, sólo segundos antes de que los invitados empiecen a llegar. Los nervios del rubio, aumentando forme veía la hora de su ceremonia, aproximarse.
6:55 pm, tuvo que volver dentro.
Los invitados esperan en sus sitios destinados para oficiar el matrimonio; el joven heredero disimuladamente se está mordiendo los labios, mientras espera solo, frente al gran altar. El corazón se le detuvo, cuando diferenció la vainilla del omega en aquel lugar; más fuerte que nunca.
Dulce, embriagante. Por poco, siente sus iris tornarse grisáceas, pero lo controló.
Trató de recuperar el aliento, cuando la música propia al evento llegó a sus oídos, una fracción de segundos después ve al señor Jeon tomar de la espalda baja a su hijo omega, aquel que su lobo ansiaba.
Santísima mierda, ¿cómo se respiraba?
El traje era diferente al que vio aquella vez husmeando en la sastrería; sonríe de medio lado, al notar que su madre no se quedaría tan tranquila sabiendo él conocía el atuendo que Jungkook usaría.
Jungkook, lleva una simple camisa blanca con tres de los botones superiores, abiertos; dejando a la vista, su lechoso cuello. Los pantalones lucían idénticos a los que él vio antes, al menos, eso apreció a simple vista. No depara mucho en el atuendo; puesto que, sentía una aura angelical avanzando con el omega, quien desprende dulzura por todos lados.
Seguramente recibiendo el mismo tratamiento que él.
Perdió la noción del tiempo, hasta que el señor Jeon le cedió la mano del menor.
Taehyung tragó saliva, embelesado.
¿En qué se había metido? ¿Y por qué no se sentía absolutamente arrepentido?
Aprecio mucho sus comentarios y mensajes de apoyo, las personas que me animan muchas veces son mi razón de despertar por las mañanas e iniciar el día.
[Parte de la nota pasada: Está historia llegará pronto al 1K, temí que no le dieran ninguna atención jaja]
¿Pueden creer cuanto hemos conseguido?
Todo gracias a ustedes
💜💜💜😭
De mis fotos favoritas Icónicas del TaeKook :DD
Disfruten.