Una suave brisa tocaba mi cuerpo, manteniéndome alejada del mundo exterior.
El pequeño cantar de los grillos, por primera vez me relajó.
Ver esta hermosa noche obscura, sin estrellas, me hinoptizó haciendo que mi cuerpo se relaje.
El ruido que emitían las olas me provocó un tremendo alivio.
Mundo, tú que me has dado esta bella noche para dejar mi estrés de un lado, ¿Por qué lo haces?
Lo único que hago es maldecir al mundo, y desquitarme en una hoja de papel, como su fuera la culpable.
¿Qué e hecho para merecer algo así?
Día tras día esto me pesa más. Incluso enamorarme me cuesta, puesto que no soy capaz de decirle esto.
No soy capaz de sincerarme con él. Tengo miedo de que no lo acepte, y que me deje como los demás.
E tenido tantas malas rachas, que ya ni siquiera se cuales palabras usar para hablar.
Ya no se como hablar con alguien sin ponerme nerviosa. No puedo controlarme.
Solo puedo comunicarme a través de un manuscrito, que aveces no tienen ni sentido.
Solo yo puedo entender correctamente mis palabras, y decir que nada en mi está bien.
E perdido gran parte de mi cordura, que ya no se si lo que hago es bueno o malo.
Las dudas me comen. Ya ni siquiera se si él me conoce realmente, o solo lo que queda de lo que era.
Es igual que yo, e incluso creo que puede ser un poco peor. Pero aun así no puedo.
El piensa que soy inmadura, una pequeña niña de catorce años que no a pasado por malas rachas.
¿Cuándo voy a contarle las veces que estuve apunto de morir?¿Cuándo voy a decirle mis intentos de suicidio?
No lo se. Ni siquiera se si decirle que fui bulímica, o las veces que e intentado escapar de casa.
No se si contarle las veces que me traicionaron, las veces que me trataron mal.
No se si contarle las veces que leí las cartas de ella, cuando aún era mi mejor amiga.
No se si contarle que ella me humilló, y que a pesar de que se dio cuenta de su error no le importó.
No se si contarle lo cerca que e estado de perdonarla, de abrazarla y llorar en su hombro como lo hacía antes.
No se si contarle que mi único consuelo es un amigo, el cual no existe más que en mi mente.
No se si contarle algo de esto. No se si contarle quien soy realmente. No se si decirle que lo único que me mantiene viva es él.
Ni siquiera se si vale la pena contarle esto.
¿Algún puto día le diré que mi padre es machista conmigo?¿O simplemente me lo guardaré?
¿Alguna maldita vez dejaré mi cobardía de lado y le diré esto?
Tal ves lleguemos a casarnos, tener hijos y luego morir como si nada.
Tal vez nos separemos y cada quien se case para tener hijos y luego morir.
Tal vez uno muera y el otra se deprima, pero lo supere y siga su vida.
Tal vez no pase nada de esto, tal vez solo sea un sueño.
Como me encantaría abrazarte en estos momentos, y explicarte. Explicarte toda esta maldita mierda.
Explicarte que no soy inocente. Explicarte que incluso puedo ser capaz de matar.
Explicarte mi vida, que está confundida. Ni ella se entiende.
Explicarte cada verso que escribo, sin tartamudear.
Explicarte mis miedos, y que me dejes llorar.
Tal vez nunca pase, pero sueño con ese momento. Sueño en que estés bien, y que nada malo te pase.
Sueño conque no intentes más suicidarte.
Sueño conque algún día te desahogues en mi, como tantas veces te lo e dicho.
Se que no soy nadie para decirlo, pero no eres más fuerte que yo mentalmente.
Se que no me e sincerado contigo, pero no creas en que no soy capaz de soportar.
Se que soy solo una niña, y que me falta mucho por vivir. Pero no creas que no tengo experiencia en la vida.
Si puedes morir en un segundo, ¿Por qué no puedo aprender de la vida en catorce años?
Puedo ser mucho más que todos, pero no pienso decirlo. Mejor me trago el orgullo y sigo viviendo.
Se que algún día los veré tan mal como yo, e incluso peor. Peri por el momento seguiré así.
Lloraré escribiendo esto, pero reiré cuando los vea sufrir, aunque sea el karma y no yo.
Lo único que sé, es que cada parte de mi cuerpo disfrutará verlos gritar por toda la mierda que me hicieron pasar.
Muy pronto, querido lector. Dentro de poco me aseguraré de verla agonizar.
Me aseguraré de que pierdan todas sus ganas de vivir tal y como yo lo hice.
La única diferencia, es que tal vez yo cometa suicidio... en parte ellos morirán viendo como destrozo su pecho.
Estoy emocionada por oír el crujir de sus huesos. Estoy emocionada, por verlos sufrir.
Autora: Karen Meza.