En la mesa se encontraban todos en silencio, Jungkook y Taehyung debido a que estaban demasiado entretenidos comiendo los deliciosos pasteles que se encontraban sobre la mesa, mientras que Yoongi y Jimin habían estado entretenidos observando a ambos menores devorar los dulces.
Yoongi había dicho que le contaría lo sucedido mientras desayunaban, y debido a la impaciencia había dejado el café de lado y había llevado jugo que tenía Yoongi en la nevera.
¿Que importaba si era jugo o café?.
Jimin carraspeó, llevando el vaso con jugo a sus labios y dando un pequeño sorbo, llamando la atención de Yoongi.
—¿Entonces?.—quiso iniciar la conversación.
Yoongi cruzó sus brazos sobre la mesa, mirando por un momento a Jungkook para devolver su mirada a Jimin—.Ayer fui al supermercado de la madre de Zico a comprar algunas cosas que me hacían falta y al salir me encontré con el mocoso.—señaló con la cabeza.
Jungkook ni siquiera era consciente de que la conversación que se estaba teniendo en la mesa era a cerca de él, demasiado entretenido en probar todos los pastelillos de distintos sabores con Taehyung como para prestar atención a algo más.
—El chico decía incoherencias mientras lloraba.—confesó—.No sabía realmente de que demonios estaba hablando así que le grité un par de cosas y le mandé a su casa.—soltó un suspiro, agarrando su vaso de jugo y dando un largo sorbo—.De todas formas, no me fiaba de él, sabía que dejarlo solo por las calles era como sacar a un animal del zoo y soltarlo a su suerte.—dio otro sorbo al jugo, mirando el mantel de la mesa—.Así que decidí seguirlo y asegurarme de que no se metiera en otros problemas peores.—miró a Jimin, frunciendo el ceño—.El muy idiota iba a subirse al coche de un desconocido, a saber que tenía en mente ese hombre.—asintió ante la expresión sorprendida del rubio, quien pareció horrorizarse ante el solo pensamiento—.No tuve de otra que traerlo conmigo aquí.
—¿Por que no lo acompañaste hasta su casa?.—Jimin quiso saber.
—No sabe como llegar a su casa.—se exasperó—.¿Que persona no conoce el camino hacia su casa?.
—El ya dijo una vez que tenía una ruta específica para ir a su casa, no sabía llegar de otra manera.—Jimin recordó.
—De todas formas.—siguió contando, negando con la cabeza—.Le dejé mi móvil para que llamara a su hermano y a su padre, y así pudieran venir a por el.—hizo una mueca—.Ninguno de ellos contestó.
—¿Por que...
—Su hermano estaba cansado por la universidad así que se habría quedado dormido y su padre apaga el móvil por el trabajo y se le olvida encenderlo.—Yoongi cortó al rubio, sabiendo su pregunta—.Al menos eso dijo él.—añadió.
—Entiendo.—Jimin asintió.
—No me quedó de otra más que dejarlo quedarse aquí.—se encogió de hombros.
—Ni modo que lo dejaras en la calle solo.—Jimin le reprochó.
—Pensé en ello muchas veces.
Jimin bufó—.Es solo un niño.
—Oh.—Yoongi lo señaló, el vaso de jugo bailando en su mano—.Le pregunté porque estaba en la calle solo y el me dijo que había estado contigo.—recordó—.¿Algo que decir, Park?.
Jimin se encogió de hombros, restándole importancia—.Sólo lo había invitado a la tienda de batidos.
—¿Y eso porque?.—insistió Yoongi.
—El niño estaba triste así que solo lo invité.—Jimin rodó los ojos—.No es para tanto.
—Yo no pienso así.—Yoongi dijo serio, mirando a Jungkook—.La presencia del mocoso aumenta cada vez más.
—¿Y eso te molesta?.—Jimin inquirió.
Yoongi asintió sin titubeos—.El mocoso...—negó con la cabeza—.Solo no me gusta.
—No seas paranoico.—Jimin bufó, negando con la cabeza—.Solo es un niño solitario.
Yoongi se encogió de hombros, no compartía el pensamiento de su amigo pero no iba a discutir por algo así tan temprano.
—Por cierto.—Jimin volvió a habar tras unos segundos en silencio—.¿Que hay del camisón que lleva puesto?.
Yoongi miró al niño, encogiéndose de hombros despreocupado—.Es de la hermana de Hoseok, se lo dejó la vez que vino de vacaciones y se quedó aquí.
—Ya se eso.—Jimin dijo obvio—.Me refiero a que, ¿Por que le das un camisón de mujer a Jungkook?.—le preguntó—.¿No podías prestarle algo de tu ropa?.
Yoongi lo miró con el ceño fruncido, como si Jimin acabara de decir la mayor de las tonterías—.Agradece que le presté algo para que se quitara su ropa sucia.
—Eres imposible.—Jimin negó con la cabeza.
—Nada mas eso me faltaba.—Yoongi comenzó a refunfuñar por lo bajo, el ceño fruncido—.Le dejo que se quede a dormir, le lavo la ropa y encima debo prestarle ropa....
—Deja de exagerar Yoongi.—Jimin rodó los ojos—.Además, fuiste una buena persona, de no ser por ti, podría haberle pasado algo horrible.
Yoongi no añadió nada mas ante aquellas últimas palabras, sabiendo que Jimin tenía razón, algo podría haberle pasado al mocoso insoportable.
—Corre, ven.—ambos chicos mayores elevaron la mirada y se centraron en Taehyung, quien había tirado de Jungkook y lo había arrastrado al centro de la sala, frente al televisor.
Taehyung se agachó y rebuscó en uno de los cajones que se encontraban al lado del televisor, sacando un par de dvd's.
—Mira cuantas películas hay.—le mostró a Jungkook, a la vez que los sacaba y los colocaba en el suelo para que Jungkook los viera—.Yoongi y yo vemos películas cuando no tenemos nada que hacer, algunas las compró Yoongi y otras las traje de mi casa para poder verlas juntos.—contaba emocionado.
—Y el otro mocoso que se cree que está en su casa y me revuelve todo como le da la gana.—Yoongi se puso de pie, recogiendo los vasos sobre la mesa—.Taehyung.—llamó—.Guarda eso ahora mismo en su sitio y ven a ayudarme a recoger y lavar esto.
Taehyung bufó, mirando a Yoongi con súplica, pero cuando éste estrechó los ojos en su dirección a modo de advertencia no le quedó de otra mas que recogerlo todo de vuelta y guardarlo en el cajón correspondiente.
Cuando Taehyung siguió a la cocina tras recoger los platos y vasos que faltaban, Jimin se levantó y se acercó a Jungkook, quien se había quedado sentado en el suelo, frente al televisor.
—Jungkook.—llamó el rubio—.Ven aquí.—palmeó el lugar a su lado en el sillón en el que acababa de tomar lugar.
Jungkook lo miró, sus ojos extrañamente cristalizados, y se levantó sin protesta, acercándose a Jimin y sentándose en el lugar señalado.
—¿Estás bien?.—Jimin acarició por inercia los aún alborotados cabellos del menor.
Jungkook negó con la cabeza—.Quiero ir a mi casa.—hizo un puchero, su labio inferior temblando.
—Claro que irás.—Jimin intentó animarlo.
—Pero Yoongi Hyung no sabe como llegar.—casi sollozó.
—Pero olvidas que yo si.—revolvió sus cabellos.
—Oh, es cierto.—el puchero fue reemplazado por una sonrisa que deslumbró a Jimin—.Tu puedes llevarme.
—Y te llevaré.—aseguró—.No debes estar triste ni preocuparte por eso.
—Gracias, Hyung.—Jungkook lo abrazó rodeándole el cuello con sus brazos—.Eres muy lindo, Jimin Hyung.
Jimin sonrió, pero su cuerpo se estremeció debido a la respiración que chocó contra su cuello al haber hablado el menor.
—Está bien, Jungkook.—le sonrió, pero algo llamó su atención que hizo que la sonrisa desapareciera de su rostro.
El camisón que llevaba puesto Jungkook se había subido ligeramente, dejando sus rodillas a la vista, y es que éstas se encontraban raspadas.
—Jungkook.—Jimin lo alejó de el suavemente—.¿Que pasó con tus rodillas?.
Jungkook miró hacia abajo, hacia las rodillas, y pasando las manos por estas hizo una mueca—.Me hice daño ayer, cuando Kyung-soo Hyung me tiró al suelo y cuando me escondí debajo de un coche.
Jimin suspiró, tratando de controlarse, la próxima vez que tuviera la oportunidad de ver a ese imbécil no se detendría de darle una buena paliza, no soportaba a los abusones, y el hecho de haber echo daño a Jungkook lo empeoraba.
—¿Te duele?.—señaló hacia las rodillas.
Jungkook se encogió de hombros, haciendo un leve puchero con sus labios—.No mucho, solo cuando doblo mis piernas.
—Hmm.—Jimin asintió—.Al doblar tus rodillas las heridas se abren y por eso te duele.—miró hacia el menor, acariciando sus cabellos—.Ven conmigo.—agarró su mano, levantándolo del sillón—.Yoongi tiene algunos parches y pomadas en el baño que pueden servir.
Jungkook se dejó llevar sin ninguna queja, aunque el estaba acostumbrado a tener heridas, no solo por los golpes que había recibido por tanto tiempo de aquellos abusones, sino también por sus torpes caídas.
Cuando entraron al baño, Jimin le soltó y le pidió que se sentara sobre la tapa del váter mientras el rebuscaba en los cajones y sacaba algunas pomadas y unos parches.
Cuando tuvo todo, se arrodilló frente al menor y subió ligeramente el camisón para que no cubrieran las rodillas, dejándolo doblado sobre los muslos del menor. Pasó un paño húmedo por los raspones con delicadeza y suavidad, tratando de no lastimar al menor y quitando toda suciedad y sangre seca que ahí se encontraba.
—Cuentame, Jungkook.—Jimin llamó su atención—.Ayer estabas conmigo y me siento mal de que te haya pasado esto.—se sinceró—.Debí haberte acompañado y haber evitado que sucediera algo como esto.
—Pero Hyung.—Jungkook se sujetó de los lados del váter mientras Jimin revisaba las pomadas—.Yo no quise que me acompañaras.—hizo un puchero—.Por que soy mayor y puedo ir solo a casa.
Jimin rió suavemente—.Pero mira lo que te pasó—.lo señaló con la cabeza, serio—.Así que, cuéntame como fue que pasó todo.
—Hmm.—Jungkook hizo un extraño sonido con la boca—.Yo solo estaba caminando a casa y una moneda cayó al suelo, la recogí del suelo y de repente ahí estaba Kyung-soo Hyung, no se como apareció, yo no lo había visto, el ni siquiera hizo ruido, lo prometo Hyung.
—Está bien, no es culpa tuya.—le aseguró, abriendo uno de los botes de pomada—.Sígueme contando.
—Y entonces el empezó a decirme muchas cosas y no me quería dejar ir a casa, yo quería irme, tenía mucho miedo Hyung, Kyung-soo Hyung da mucho miedo.—su voz se agitó—.Pero el no me dejó irme y me golpeó, también me lanzó al suelo, yo estaba tan asustado....—un siseo salió de su boca y dio un pequeño respingo cuando Jimin colocó la pomada en una de sus rodillas.
—Lo siento.—Jimin sopló en la rodilla lastimada—.Te escocerá un poco, pero es buena.
Jungkook asintió de todas formas, balanceando la otra rodilla, algo inquieto debido al escozor que se estaba expandiendo por las heridas de su rodilla, y siendo inevitable que sus ojos se cristalizaran.
—Hey.—Jimin pellizcó su mejilla, tratando de entretenerlo—.¿Como escapaste?.
—Oh.—Jungkook apartó la mirada de su rodilla y miró a Jimin—.Yo soy valiente Hyung, y cuando el me tiró al suelo yo lo empujé con todas mis fuerzas y salí corriendo.
—Oh, vaya, muy bien hecho Jungkook.—Jimin felicitó, colocando un parche en su rodilla tras haber terminado de untar la pomada.
—¿Verdad que si, Hyung?.—Jungkook soltó emocionado.
Jimin asintió—.Y ahora vamos a por la otra rodilla.
Jungkook asintió, mirando a su rodilla vendada, sintiendo un ligero picor pero no tan molesto como al principio, y sonrió por ello.
—¿Que hiciste después de salir corriendo?.—Jimin volvió a llamar su atención.
Jungkook pareció pensarlo—.Corrí muy rápido, Hyung, tan rápido como podía y me metí por las calles, aunque no las conocía, pero tenía tanto miedo que solo corría, y luego me escondí debajo de un coche, y esperé a que Kyung-soo Hyung se hubiera marchando y entonces salí.—relató, mientras observaba como Jimin untaba la pomada en su otra rodilla y después colocaba un parche—.Yo quería volver a mi casa pero no sabía por donde ir y me encontré con Yoongi...
—Si.—Jimin asintió, recogiendo todo el material usado y poniéndose de pie para colocarlo en su sitio—.Esa parte ya me la contó Yoongi.
—El fue malo conmigo, Hyung.—se puso de pie—.No quería ayudarme y me quería dejar ahí solo.
—Jungkook.—Jimin se giró hacia el una vez colocó todo—.Yoongi fue un idiota por no haberte ayudado, pero fue muy irresponsable de tu parte aceptar subirte al coche de un desconocido.—dijo serio mientras lavaba sus manos.
Jungkook lo miró con ojos abiertos y confundidos, como si no supiera de que le estaba hablando. Jimin se giró a verlo, secando sus manos en una toalla que se encontraba colgada a un lado de él.
—Yoongi me dijo que un hombre se ofreció a llevarte a tu casa y tu aceptaste.—especificó.
—Oh.—la comprensión llegó a los ojos del menor—.Ese hombre iba a ayudarme, el dijo que sabía donde estaba mi casa y que podía llevarme.
—Eso es una locura, Jungkook.—la voz de Jimin se elevó ligeramente, sin ser consciente de ello realmente—.No puedes ir por la vida subiéndote en los coches de personas desconocidas.
Jungkook se encogió de hombros, cohibido—.Yoongi Hyung no quiso ayudarme y ese hombre si.—hizo un puchero.
—Pero hay personas malas.—trató de explicar con calma—.Que quieren llevarte en su coche para aprovecharse de ti y hacerte cosas malas, ese hombre podría haberte echo mucho daño, Jungkook.—dijo suavemente—.Tienes que tener cuidado y no aceptar ese tipo de ofertas.
Jungkook asintió suavemente, su labio inferior temblando ligeramente—.L-lo siento, Hyung.—se encogió de hombros, como si quisiera esconderse en sí mismo—.¿Que debería hacer?.
Jimin rió suavemente—.Grita.—dijo simple—.Grítale para que se asuste y se marche.—aconsejó—.Si le gritas y llamas la atención de otras personas el se asustará y se marchará.
—Oh.—Jungkook asintió.
—También puedes insultarle.—le miró serio—.Suéltale un par de insultos para que se marche.
—Pero Hyung, está mal insultar a las personas.—el menor aseguró, sorprendido ante las palabras del mayor.
—No en estos casos.—lo señaló—.Si suceden este tipo de situaciones puedes insultar y decir palabrotas.
—¿Por que?.—inquirió.
—Por que las personas que tratan de meterte en su coche quieren aprovecharse de ti, quieren hacerte cosas malas y hacerte daño.—explicó suavemente—.Por eso debes hacer lo que sea para alejarlos de ti.
Jungkook asintió efusivamente, apretando los puños—.Yo lo haré, Hyung.—aplaudió—.Si alguien se vuelve a acercar a mi y me pide que suba a su coche le gritaré y lo insultaré, lo asustaré.
—Está bien.—acarició sus cabellos para luego rodearlo con un brazo y encaminarlo fuera del baño, aunque dudaba que Jungkook pudiera asustar a alguien con esa carita de bebé, pero no dijo nada—.Vamos a pedirle a Yoongi que te devuelva tu ropa para que puedas cambiarte.
Jungkook asintió, dejándose guiar por el rubio.
Cuando llegaron a la cocina, Yoongi y Taehyung habían terminado de lavar y ordenar todo, el mayor se encontraba pasando un trapo por la encimera mientras Taehyung lo miraba mientras parloteaba sobre el perro que quería tener y que su madre no le dejaba.
—Yoongi.—Jimin lo llamó—.¿Donde está la ropa de Jungkook?.
Yoongi se giró y miró entre ellos dos dejando el trapo a un lado—.Anoche, antes de dormirme, metí su ropa a la lavadora.—dijo—.Y esta mañana los metí en la secadora.—caminó lentamente saliendo de la cocina.
Tanto Jimin como Jungkook lo siguieron, este último ligeramente cohibido, y enseguida Taehyung los siguió apresuradamente.
—Aquí tienes.—Yoongi le lanzó la ropa una vez las sacó de la secadora.
—Gracias.—Jungkook le sonrió.
—La próxima vez trata de no meterte en problemas y así no me causas problemas a mi.—alzó una ceja en su dirección.
—Yoongi.—Jimin golpeó su hombro, recibiendo una queja por parte de este—.Deja de molestarlo.
—Iré al baño a vestirme.—Jungkook apretó la ropa contra su pecho.
—Yo voy contigo.—Taehyung saltó, agarrando la mano de Jungkook y arrastrándolo al baño.
Solo se escucharon las quejas de Jungkook que protestaba diciendo que el era mayor y podía vestirse solo mientras Taehyung alegaba que quería ayudarlo a vestirse de todas formas y sin hacer real caso a las palabras del castaño.
Yoongi suspiró, negando con la cabeza y caminó hacia la sala dejándose caer en uno de los sillones, siendo seguido por Jimin.
—¿Sabes?.—Jimin lo miró—.Me alegro de que no le haya pasado nada malo.
Yoongi se encogió de hombros—.Ese mocoso está rodeado de problemas.
—No es culpa suya.—Jimin lo defendió.
—Como sea.—Yoongi bufó, sin añadir nada mas.
Pasaron aproximadamente 15 minutos hasta que Taehyung y Jungkook aparecieron en la sala, el castaño con mechones rosas estaba prolijamente peinado y el flequillo reposaba suavemente sobre su frente, dándole un toque infantil y resplandeciente, contrastando ligeramente con su clara piel.
—Yo peiné a Jungkook.—Taehyung dijo emocionado—.Verdad que se ve muy lindo.
—Si, él se ve muy....
—¿No habrás usado mis peines verdad?.—Yoongi gruñó, interrumpiendo las palabras de Jimin.
—Pero todos los peines que hay son tuyos.—repuso Taehyung.
—Y por eso no deberías haberlos usado.—obvió.
—Yo le dije que tu te ibas a enojar, pero no me hizo caso.—explicó Jungkook a Yoongi, con un puchero.
—Esto sucede cuando dejas a dos mocosos tontos solos.—Yoongi dijo a regañadientes.
—No hagas una tormenta de esto, Yoongi.—Jimin se puso de pie—.No seas dramático.
—Jiminie Hyung.—Jungkook chilló, agarrándose de su brazo—.¿Me llevas a casa?.
Jimin asintió—.Claro.
—¿Te vas ya?.—Taehyung hizo un puchero—.Yo quería jugar contigo.
Jungkook se acercó a Taehyung y lo abrazó—.Debo ir a casa TaeTae, pero podemos jugar otro día.
Taehyung asintió, esta vez animado, devolviendo el abrazo—.Nos vemos.
—Adiós Yoongi Hy...
—Ya márchate, mocoso.—Yoongi le interrumpió, haciendo un movimiento con la mano, como si tratara de espantar a una mosca.
Jungkook se encogió de hombros, mirando a Jimin y luego a el—.Gracias por ayudarme.
Dándose prisa, se acercó a Yoongi en un movimiento rápido y lo rodeó con sus brazos en un apretado y torpe abrazo para segundos después soltarse rápidamente y agarrar la mano de Jimin y tirar de el para huir de la furia de Yoongi por aquel arrebato y atrevimiento.
Yoongi quedó petrificado y sorprendido, congelado en su lugar, solo oyendo la risa de Jimin que cada vez se alejaba más, hasta salir del departamento y no oírse más.
—Pis, pis, pis, pis, pis, pis.—la voz de Taehyung lo trajo de vuelta al mundo, viendo como el menor corría hacia el baño.
Negando con la cabeza soltó un resoplido cansado, acercándose a una de las ventanas y asomándose para ver cuando Jimin y el mocoso se marcharan.
Fuera del departamento y bajando las escaleras de forma torpe, Jimin jadeó antes de agarrar a Jungkook de su sudadera ya que este casi cae debido a un tropezón.
—¿Sabes que podíamos haber usado el ascensor?.—Jimin mencionó, deteniendo los pasos apresurados del menor, haciendo que bajara los escalones con cuidado.
—Oh.—Jungkook se detuvo en el escalón y se giró hacia Jimin—.Lo olvidé.—hizo un mohín con la boca, volviendo a girarse—.Estaba tan asustado de que Yoongi Hyung me golpeara que solo quería salir de aquí.
—Yoongi no te golpearía.—Jimin aseguró.
Jungkook no dijo nada, pero sabía que el pelinegro sería capaz de darle un buen golpe a su lindo y delicado rostro, y el no quería eso.
—Bien.—Jimin dijo una vez estuvieron en la calle—.Acuerdate de las calles por si algún día...
Un grito proveniente de parte de Jungkook alteró a Jimin, quien rápidamente se giró para encontrarse al menor gritándole a un hombre.
—¡No subiré a tu coche!.—soltó un fuerte chillido después de aquellas palabras que fueron gritadas a todo pulmón—.Quieres aprovecharte de mi y hacerme cosas malas, eres una mala persona.—lo señaló, sin dejar de gritar—.¡Vete de aquí, vete!.—le gritó, algunas personas comenzaron a mirar la escena confundidos—.No iré contigo en tu coche para que me hagas cosas malas, tonto.
—Jungkook.—Jimin se apresuró a llegar al lado del menor, agarrándolo del brazo—.¿Que estás haciendo?.
—Este hombre quería que subiera a su coche, Hyung.—lo miró mientras señalaba al hombre dentro del coche, quien lo miraba estupefacto—.Él quiere llevarme en su coche.—se giró nuevamente al hombre—.No iré contigo, abusón...
—Jungkook, detente.—Jimin detuvo los gritos del menor.
—Pero el quiere aprovecharse de mi, tu lo dijiste, Hyung.—señaló hacia el coche—.Quiere llevarme con él.
—Es taxista, Jungkook.—Jimin señaló, exasperado ante la escena del menor gritándole al pobre taxista.
Jungkook abrió su boca, sorprendido, mirando hacia el coche y luego hacia Jimin, para volver a mirar al coche y quedarse largos segundos con su vista ahí posada.
Jimin golpeó su frente con la palma de su mano, negando con la cabeza.
—Vámonos, ahora mismo.—Jimin agarró la mano del menor y comenzó a tirar de el, arrastrándolo por la calle.
Jimin trató de caminar lo más rápido posible, tratando de alejarse de las miradas estupefactas de las personas, además del taxista, ya había pasado suficiente bochorno por un día, seguramente no saldría por el resto del día. Agradeció el que Jungkook fuera ligero y siguiera sus pasos.
Desde la ventana, Yoongi no pudo evitar soltar fuertes carcajadas debido a la escena que acababa de presenciar, agarrándose el estómago y dejándose caer de espaldas sobre uno de los sillones, no pudiendo contener la risa.
Y entre tanta risa un pensamiento llegó a la mente de Yoongi.
¿Cuanto tiempo había pasado desde la última vez que había reído de aquella manera?.