Personalidades fingidas.

Bởi Merakii13

16.7K 1.7K 135

¿Qué pasa cuando dejas salir tus demonios internos y te gusta la destrucción que causan? Pues... Mamá siempr... Xem Thêm

⚠️ ATENCIÓN ⚠️
PLAY LIST
I N I C I O
✞ Sinopsis ✞
✞ Prólogo ✞
『Capítulo 1』
『Capítulo 2』
『Capítulo 3』
『Capítulo 4』
『Capítulo 5』
『Capítulo 6』
『Capítulo 7』
『Capítulo 8』
『Capítulo 9』
『Capítulo 10』
『Capítulo 11』
『Capítulo 12』
『Capítulo 13』
『Capítulo 14』
『Capítulo 15』
『Capítulo 16』
『Capítulo 17』
『Capítulo 18』
『Capítulo 19』
『Capítulo 21』
『Capítulo 22』
『Capítulo 23』
『Capítulo 24』
『Capítulo 25』
『Capítulo 26』
『Capítulo 27』
『Capítulo 28』
『Capítulo 29』
『Capítulo 30』
『Capítulo 31』
『Capítulo 32』
『Capítulo 33』
『Capítulo 34』
『Capítulo 35』
『Capítulo 36』
『Capítulo 37』
『Capítulo 38』
✞Epílogo✞

『Capítulo 20』

242 33 2
Bởi Merakii13


El lago congelado de los corazones rotos

El agotamiento era notorio debido al intenso viaje trazado el día anterior mientras que en mi nariz persistía el olor a tierra mojada junto al hielo del reciente invierno. Mis ojos estaban cerrados en busca de un poco de paz e inmersos en su oscuridad, al tiempo que el insoportable frío se apoderaba del lugar, lo podía sentir filtrarse por la ventana donde me encontraba recostada.

¿Cómo había llegado hasta aquí? pues..

Luego de recibir el mensaje de Jean, quedé en encontrarme con él para iniciar el viaje acordado, fue así como llegamos a una caballa de su familia, esta quedaba a las afueras del pequeño pueblo de Bristhon, y debido a que Azrael no se había molestado en darme una explicación, deseaba que se sintiera mal por eso, tal vez estaba siendo un poco extremista, pero las personas no pueden ir por la vida dando falsas ilusiones sin obtener algo negativo a cambio.

No pude seguir relajada debido a que la temblorosa voz de Jean, llamó mi atención haciéndome salir del trance en el cual me encontraba.

—I'll give you what your like —tarareaba la canción a todo pulmón, su dulzura me apretaba el corazón, no comprendía por qué no me llegaba a enamorar de él.

Cabe recalcar que de este lado de la casa el frío se incrementaba, así que pasé mis manos alrededor de mi cuerpo para intentar entrar en calor. La cabaña era pequeña y muy acogedora, tenía un estilo rústico, perfecto para la temporada, con sillones acolchados por todas partes y una gran chimenea que emanaba calor las 24 horas del día, la cocina y la sala se hallaban divididas por un pequeño estante, eso provocaba que fuera mucho más cálida.

A pesar del agotamiento extenuante que tenía, había colocado un poco de leche a calentar en la estufa. Un chocolate caliente no caería mal —Pensé

Jean, salió unos minutos después, tomando asiento a mi lado.

—Ya está desocupada la ducha, dama —ese fue su intento fallido por imitar la voz de un príncipe de cuentos de hadas.

—Claro... no lo creo, estoy bien aquí —él fingió sorpresa, pues ya le había dicho que no me bañaría.

—Gia Becops, hueles mal. Deberías considerar la propuesta —me hice la ofendida.

—Huelo a flores —replique observando sus profundos ojos azules.

—De un Jardín muerto —bromeó Jean.

Reímos inundando el lugar a carcajadas. Su cuerpo se acomodó a mi lado entre risas que no paraban y por un momento me olvidé de todo... por un instante no pensé en nadie más.

—Gracias —susurré, su rostro se contrajo y pude percibir su tristeza.

—Sonríe más seguido ¿quieres? —le di una mirada sincera y luego bajé la cabeza. Él se apuró a pasar sus brazos por mis hombros y yo no dude en acostarme en su pecho.

—Siempre sonreiré para ti, así me sienta fatal —contesté con voz suave y efímera.

—Solo quiero cuidarte ¿Sabes lo mucho que me importas verdad? —preguntó

Asentí, sus preciosos ojos azules quedaron grabados en mi mente, pero en ese preciso instante la estufa sonó rompiendo el momento íntimo que habíamos creado. La leche quedó esparcida por todo el alrededor de la cocina, eso provocó que nos levantemos a toda prisa para apagar la flama. Jean, observó el desastre por un momento y luego sus ojos se posaron en mí.

—Recuérdame no dejarte cocinar, mi madre me matara si ve la cocina así.

Nuestra risa esta vez fue leve, nos dispusimos a limpiar y con la poca leche que quedó preparamos chocolate.

Después del desayuno salimos de casa para comenzar nuestra expedición. Jean, había preparado un viaje de sábado, bosque adentro. El frío era incontrolable, mi respiración estaba entrecortada y sentía que si me hacía subir esas colinas en este estado, moriría.

Pero no me quejaba, el camino era preciso, estaba rodeado de grandes pinos cubiertos de nieve. Era de suponerse que un guía nos acompañaría en nuestra expedición, pero debido al altercado con la leche nos demoramos un poco en dejar la cocina limpia y el grupo se había adelantado.

—¿Te encuentras bien? —indagó un tanto preocupado.

—Tomando en cuenta que el frío está carcomiendo mis huesos y mi respiración está jodida porque el oxígeno es escaso debido al nivel de altura —me detuve para aspirar—. Estoy perfectamente.

El rubio sonrió debido a mi sarcasmo, luego retrocedió dos pasos hasta llegar a mí y luego inclinarse.

—Sube —pidió.

Su petición me hizo sonreír. El cansancio me había dejado el rostro morado, así que no dude en aceptar. Él me cargó durante unos minutos en los cuales aproveché para dormir en su cálida espalda.

Sentía su respiración agitarse, porque si, es un hombre y es tan humano como cualquiera. Este detuvo el paso e impulsivamente levanté la cabeza para observar por qué nos habíamos detenido. Estábamos en un lago congelado que en sus alrededores tenía pasto levemente cubierto por el granizo.

—Es... —susurré.

—Precioso —concluyó.

Bajé de su espalda para admirar la vista, aquella era digna de una de esas fotografías que guardas para siempre muy en el fondo de un baúl lleno de sueños. Porque ya saben, los mejores paisajes no se exhiben. Di dos pasos y Jean, sostuvo mi mano. Su tacto era cálido comparado con el tenue frío que se sentía en este lugar de la zona.

Siempre había visto en las películas que cuando encontrabas este tipo de lagos era divertido rodar sobre ellos, fueron los recuerdos de aquellas pequeñas historias infantiles las que dieron un impulso a mi cuerpo para que caminara hacia delante

—No... el hielo aún está frágil —soltó a mi lado, le di una rápida mirada a su rostro y pude observar la preocupación en su mirar. Sonreí al imaginar que al menos a una persona le seguía importando de verdad.

Él acercó su paso hacia mí y me tomo por la cintura para pegarme a su pecho, levanté mi rostro para ver el suyo. Me sentía muy bien a su lado y no quería que se confundiese, de verdad me agradaba estar con él, pero en mi corazón se había colado alguien más. Alguien que con su estúpida arrogancia se apoderó de cada pequeño pedazo de mi ser.

Su mano tocó mi helada mejilla mientras su cuerpo se inclinaba para intentar plantar un beso dulce en mis labios. Al intuir su acción me separé de él evitando su propósito.

—Jean, no —negué varias veces—. Esto no puede pasar.

—¿Por qué? —su entrecejo se contrajo de confusión.

Desvié la mirada ya que no podía sostenerla. Sabía que le estaba haciendo daño, podía verlo sus ojos y no quería herirlo debido a que eso era una mierda muy cruel. Ya había sentido cuanto quemaba en el pecho, y no tenía intenciones de que él pasara por lo mismo.

—Es por Azrael —sentenció, ocasionando que mis ojos volvieran a encontrarse con los suyos, mis labios se abrieron levemente. No sabía qué decir—. No intentes negarlo, lo puedo ver, Gia.

—Lo siento —era imposible seguir manteniendo una mentira cuando todos ya sabían la verdad.

De sus labios salió un suspiro agitado.

—¿Sabes por qué escogí este lugar? —Preguntó ignorando completamente el hecho pasado. Yo solo negué—. Porque el frío de invierno me recordaba que no estoy solo, tú estabas aquí conmigo y eso me hacía feliz. Gracias Gia, gracias por haber estado para mí siempre, aunque no me correspondieras de la misma forma.

Mi pecho se estrujó por sus palabras. Jean, era el hombre perfecto, el novio que cualquier chica querría... menos yo. Mi corazón había sido secuestrado por un ser oscuro que parecía ser salido de una historia ficticia. Me odiaba por el simple hecho de no haber dado mi corazón a quien lo merecía.

Al contrario, se lo había entregado a quien lo destruía poco a poco, a quien dañaba aquello que lo amaba y amaba a aquello que lo destruye.. si, así era Azrael.

—Quizá deberías buscar alguien que no esté tan dañada como yo —sugerí.

—No soy quien tú crees cariño. He hecho cosas horribles —una lágrima rodó por su mejilla—. Yo ... —no lo deje terminar.

—Hey —interrumpí al tiempo que tomaba sus mejillas en mis manos—. Todos tenemos secretos oscuros que no queremos revelar nunca.

—Gia... —me volví a adelantar.

—Creo que hemos confesado mucho por hoy —bromee para aligerar el ambiente.

Jean, asintió. Terminé dándole un cálido abrazo que duró algunos minutos, mientras trataba de que sus lágrimas cesaran.

Cuando nos sentimos mejor regresamos a la cabaña, puesto que ya no teníamos ganas de seguir. Nuestros cuerpos emanaban calor y el lugar un frío terrorífico, en ese momento nos necesitábamos uno al otro, el clima nos estaba jugando una mala pasada.

Al tiempo que la puerta del lugar se cerró, me lance impulsivamente a los brazos de Jean, juntando nuestros labios al instante. Algo que no conocía estaba naciendo dentro de mí y a él parecía no molestarle. Llegamos a la cama en cuestión de segundos, y una vez ahí, en aquel cálido lugar junto a sus brazos, con el corazón roto me entregué a Jean Mckay, fuimos uno del otro, destruyéndonos de placer y al mismo tiempo armándonos en sentimientos.

No entendía por qué lo estaba haciendo, quizá era por rabia y resentimiento ya que en el camino de regreso no pude dejar de imaginarme a Azrael con Ozana. ¿Qué podrían estar haciendo?. Me consumía saber que tenía la desfachatez de pedirme que me alejara con Jean, para que ellos pudieran quedarse a solas.

Después de habernos consumido sexualmente nos quedamos en ese lugar toda la tarde hasta el amanecer, no pudimos salir a explorar debido a la gran nevada que había, cuando ésta cesó tomamos el camino de regreso a la ciudad. La verdad no me molestó no haber salido, quizá no pudimos explorar los alrededores, pero si habíamos llegado a conocer hasta la parte más íntima del cuerpo del otro, y aunque me avergonzaba de ello, no me arrepentía.

Đọc tiếp

Bạn Cũng Sẽ Thích

1K 326 19
¿Qué pensarías si te dijeran que no eres la única especie en la tierra? El día que June lo descubrió lo primero que pensó fue que tal vez podría segu...
9.8K 1K 35
"No lo sé, solo pasó. Me enamoré de alguien a más de 4,000 km de distancia". Historia: Publicada el 27-05-2023 Escrita: 10-08-2020 Finalizada: 29-02...
6.2K 1.3K 35
Las almas perdidas gobiernan... La prisión mágica es un completo caos... Solo algunos han sobrevivido... Solo pocos reinos siguen en p...
75.9K 5.1K 42
"ALGO SINIESTRO Y MISTERIOSO ESTA APUNTO DE DESCUBRIRSE" ¿Nunca has tenido pesadillas que quisieras borrar y nunca haber tenido?. Yo si... ¡NO SE ACE...